Tratare de hacer este relato lo mas corto posible, porque el anterior me quedo bastante largo, es que no quería que perdieran detalles calientes de todo lo que mi esposa me conto.
Pues bien, habrían pasado aproximadamente 2 semanas desde la vez que mi esposa y mi compadre tuvieron su encuentro intimo, yo moría del deseo cada vez que los imaginaba a los 2 juntos, teniendo sexo salvaje. En ese tiempo no hable con Ricardo, pero mi esposa y el si que tenían muy buena comunicación, Geraldine me mostraba lo que se escribían, las fotos que le enviaba para calentarlo, y las perversidades que querían hacerse el uno al otro, yo miraba a mi esposa muy entusiasmada y con muchas ganas, y siempre le propuse que se fuera con el a un hotel, pero era mi compadre el que se negaba, hasta que un día fueron de visita a la casa Conchita y Ricardo, llevaron algo para comer, y beber, la conversación estuvo muy amena, y la tarde se convirtió en noche, las botellas del licor que estábamos bebiendo se terminaban de una en una, y se reflejaba en nuestro estado de ebriedad.
En un momento mi esposa dice sentir calor, y yo ni corto le digo: "pero quítate algo de ropa, después de todo estamos en confianza", ella sin pensarlo se quito la blusa que llevaba puesta y dejo sobre si un brasier de encaje semitransparente, Ricardo no pudo ocultar su deseo a mi esposa, la vio fijamente y se saboreo los labios. Conchita de inmediato lo vio, y solo sonrió con picardía, ¿Le habría contado acerca de su momento intimo con Gera? fue lo que pregunte en mi mente al instante, poco después, Conchita acompaño a mi esposa y se quito su top, sin duda alguna los senos de mi comadre son bastante buenos. No pude dejar de mirar, ya que el brasier que llevaba era diminuto a comparación de sus enormes senos, y de vez en cuando ella los movía en forma provocativa, asomando tímidamente sus pezones, en una de esas me pillo mironeandola y cuando nos vimos a los ojos me hizo un guiño travieso y se mordió el labio.
"OK, esto se esta poniendo mejor de lo que esperaba" Fue lo que pensé, pero al mismo tiempo me dije: Yo le presto mi mujer a Ricardo, pero no se si el este dispuesto a prestarme la suya.
Mientras mas bebíamos, los efectos del alcohol eran evidentes en nosotros, nuestras esposas estaban semidesnudas y calientes, algo ebrias, ellas cantaban y nosotros nos deleitábamos viéndolas, mi compadre y yo charlábamos del trabajo, de deportes, de economía, en fin de los temas que normalmente hablábamos, pero en un giro me atreví y le dije:
-Geraldine no deja de verte, seguramente quiere que le cumplas lo que le prometiste.
-..... El se quedo en silencio un rato y me respondió: "A eso vine compadre, ya no me aguanto mas". (Entendió muy bien que yo estaba enterado de toda, que no sentía celos, odio o rencor)
- Pero ¿Cómo vamos a hacer con Conchita? Si quieres yo la distraigo un poco mientras ustedes van a la habitación, yo luego veo como los acompaño.
- Es que precisamente quiero pedirte un favor.
- Dime Ricardo, lo que quieras, después de todo nos haces un favor a mi esposa y a mi.
- No queremos hacer solo un trio, queremos un intercambio completo de parejas.
Me quede atónito, no sabia que responderle, mi comadre esta muy buena, pero no sabia que pensaría Gera de esto.
-¿Que? ¿Ella quiere eso? ¿Tu quieres eso?
-Compadre tengo que confesarte algo:
Ese día que tu esposa y yo cogimos (lo sabia si cogieron y Geral no me lo había dicho todo), llegue a la casa y tuve que confesarle a mi esposa todo lo que hicimos, no podía verle a la cara luego de lo ocurrido, tuvimos una fuerte discusión, llego incluso a pedirme el divorcio, recogí todas mis cosas en una maleta y antes de salir me pidió una ultima vez de despedida, te admito que me sorprendió mucho pero con todo lo caliente que había quedado con tu mujer, le di una cogida a la mía, la puse tal cual le había hecho a Gera, le hice de todo y mas de lo que nunca habíamos hecho, ella disfruto al máximo y al terminar me abrazo y me pidió que no me fuera, que me perdonaba, le dije que nunca lo volvería a hacer y me miro, solo me dijo estas palabras "en realidad quiero que se lo vuelvas a hacer, pero quiero estar presente". Le explique que le había ofrecido un trio, y ella me dijo, yo también lo quiero. Me inundo el celo, me vi enceguecido y le dije que no rotundamente, ella se enojo, se vistió y salió de la habitación.
Y continuo: Tuvimos muy poca conversación el resto del día, mi maleta estaba aun junto a la puerta, yo estaba molesto por lo que me pidió, pensaba que seguramente se sentía insatisfecha, o que simplemente quería vengarse, pero poco a poco la idea me fue sonando, en un momento hasta tuve una erección pensando en nosotros 2 cogiendo con mi mujer, te imagine comiéndole la vagina mientras tu mujer me comía la verga y me masturbe pensándolo. Mauricio, ahora te entiendo, luego de esos pensamientos cornudos no hay vuelta atrás, ahora solo deseo verte con mi mujer.
Mientras nosotros hablábamos, nuestras esposas no nos escuchaban, pero había un cierto ambiente de lujuria, las canciones de fondo eran cada vez mas sensuales, nuestras esposas ya habían llegado a estar completamente en ropa interior, mi esposa tenia un hilo blanco que hacia juego con su brasier, pero Conchita, tenia un seductor liguero, y una tanga hilo rojo, con una abertura en el medio que dejaba ver su vagina completamente, ambas estaban sentadas a cierta distancia de nosotros, y se dirigían miradas de cómplices, ellas también estaban preparando el ambiente para el intercambio, ya se lo habían dicho y mi Geraldine estaba completamente de acuerdo. Hubo un momento de tensión, nos vimos a la cara todos, ya sabíamos lo que iba a suceder y nadie podía evitarlo, el deseo era máximo, el alcohol nos había desinhibido por completo y lo que nos sobraba era ropa y ganas.
Empezó a sonar una música erótica, y Gera se acerco lentamente a Ricardo, le extendió la mano y lo invito a bailar, comenzaron a danzar suavemente, acercando sus rostros hasta casi besarse, Ricardo tenia sus manos sobre el culo de mi esposa, agarrándole las nalgas. Conchita se acerco, yo estaba sentado y ella se abrió de piernas y se me monto encima, la tome de la cintura y empezó a bailar de forma muy sensual, rozando su vagina sobre mi pene, tenia una mega erección en ese momento, y como si de forma sincronizada nuestras mujeres comenzaron a quitarnos los pantalones, mi compadre no tenia ropa interior por lo que su pene golpeo la cara de mi esposa mientras se los bajaba. Conchita hizo lo mismo y metió su mano dentro de mi bóxer para comprobar lo que estaba por comerse. Terminamos de desnudarnos y comenzó la verdadera acción...
"En la parte final daré detalles de lo que hicimos los cuatro, los besos que nos dimos, las palabras sucias que nos dijimos, las posiciones que hicimos. Este relato si será sexual un 100% desde el principio ya que iniciara justo donde este quedo"
Pues bien, habrían pasado aproximadamente 2 semanas desde la vez que mi esposa y mi compadre tuvieron su encuentro intimo, yo moría del deseo cada vez que los imaginaba a los 2 juntos, teniendo sexo salvaje. En ese tiempo no hable con Ricardo, pero mi esposa y el si que tenían muy buena comunicación, Geraldine me mostraba lo que se escribían, las fotos que le enviaba para calentarlo, y las perversidades que querían hacerse el uno al otro, yo miraba a mi esposa muy entusiasmada y con muchas ganas, y siempre le propuse que se fuera con el a un hotel, pero era mi compadre el que se negaba, hasta que un día fueron de visita a la casa Conchita y Ricardo, llevaron algo para comer, y beber, la conversación estuvo muy amena, y la tarde se convirtió en noche, las botellas del licor que estábamos bebiendo se terminaban de una en una, y se reflejaba en nuestro estado de ebriedad.
En un momento mi esposa dice sentir calor, y yo ni corto le digo: "pero quítate algo de ropa, después de todo estamos en confianza", ella sin pensarlo se quito la blusa que llevaba puesta y dejo sobre si un brasier de encaje semitransparente, Ricardo no pudo ocultar su deseo a mi esposa, la vio fijamente y se saboreo los labios. Conchita de inmediato lo vio, y solo sonrió con picardía, ¿Le habría contado acerca de su momento intimo con Gera? fue lo que pregunte en mi mente al instante, poco después, Conchita acompaño a mi esposa y se quito su top, sin duda alguna los senos de mi comadre son bastante buenos. No pude dejar de mirar, ya que el brasier que llevaba era diminuto a comparación de sus enormes senos, y de vez en cuando ella los movía en forma provocativa, asomando tímidamente sus pezones, en una de esas me pillo mironeandola y cuando nos vimos a los ojos me hizo un guiño travieso y se mordió el labio.
"OK, esto se esta poniendo mejor de lo que esperaba" Fue lo que pensé, pero al mismo tiempo me dije: Yo le presto mi mujer a Ricardo, pero no se si el este dispuesto a prestarme la suya.
Mientras mas bebíamos, los efectos del alcohol eran evidentes en nosotros, nuestras esposas estaban semidesnudas y calientes, algo ebrias, ellas cantaban y nosotros nos deleitábamos viéndolas, mi compadre y yo charlábamos del trabajo, de deportes, de economía, en fin de los temas que normalmente hablábamos, pero en un giro me atreví y le dije:
-Geraldine no deja de verte, seguramente quiere que le cumplas lo que le prometiste.
-..... El se quedo en silencio un rato y me respondió: "A eso vine compadre, ya no me aguanto mas". (Entendió muy bien que yo estaba enterado de toda, que no sentía celos, odio o rencor)
- Pero ¿Cómo vamos a hacer con Conchita? Si quieres yo la distraigo un poco mientras ustedes van a la habitación, yo luego veo como los acompaño.
- Es que precisamente quiero pedirte un favor.
- Dime Ricardo, lo que quieras, después de todo nos haces un favor a mi esposa y a mi.
- No queremos hacer solo un trio, queremos un intercambio completo de parejas.
Me quede atónito, no sabia que responderle, mi comadre esta muy buena, pero no sabia que pensaría Gera de esto.
-¿Que? ¿Ella quiere eso? ¿Tu quieres eso?
-Compadre tengo que confesarte algo:
Ese día que tu esposa y yo cogimos (lo sabia si cogieron y Geral no me lo había dicho todo), llegue a la casa y tuve que confesarle a mi esposa todo lo que hicimos, no podía verle a la cara luego de lo ocurrido, tuvimos una fuerte discusión, llego incluso a pedirme el divorcio, recogí todas mis cosas en una maleta y antes de salir me pidió una ultima vez de despedida, te admito que me sorprendió mucho pero con todo lo caliente que había quedado con tu mujer, le di una cogida a la mía, la puse tal cual le había hecho a Gera, le hice de todo y mas de lo que nunca habíamos hecho, ella disfruto al máximo y al terminar me abrazo y me pidió que no me fuera, que me perdonaba, le dije que nunca lo volvería a hacer y me miro, solo me dijo estas palabras "en realidad quiero que se lo vuelvas a hacer, pero quiero estar presente". Le explique que le había ofrecido un trio, y ella me dijo, yo también lo quiero. Me inundo el celo, me vi enceguecido y le dije que no rotundamente, ella se enojo, se vistió y salió de la habitación.
Y continuo: Tuvimos muy poca conversación el resto del día, mi maleta estaba aun junto a la puerta, yo estaba molesto por lo que me pidió, pensaba que seguramente se sentía insatisfecha, o que simplemente quería vengarse, pero poco a poco la idea me fue sonando, en un momento hasta tuve una erección pensando en nosotros 2 cogiendo con mi mujer, te imagine comiéndole la vagina mientras tu mujer me comía la verga y me masturbe pensándolo. Mauricio, ahora te entiendo, luego de esos pensamientos cornudos no hay vuelta atrás, ahora solo deseo verte con mi mujer.
Mientras nosotros hablábamos, nuestras esposas no nos escuchaban, pero había un cierto ambiente de lujuria, las canciones de fondo eran cada vez mas sensuales, nuestras esposas ya habían llegado a estar completamente en ropa interior, mi esposa tenia un hilo blanco que hacia juego con su brasier, pero Conchita, tenia un seductor liguero, y una tanga hilo rojo, con una abertura en el medio que dejaba ver su vagina completamente, ambas estaban sentadas a cierta distancia de nosotros, y se dirigían miradas de cómplices, ellas también estaban preparando el ambiente para el intercambio, ya se lo habían dicho y mi Geraldine estaba completamente de acuerdo. Hubo un momento de tensión, nos vimos a la cara todos, ya sabíamos lo que iba a suceder y nadie podía evitarlo, el deseo era máximo, el alcohol nos había desinhibido por completo y lo que nos sobraba era ropa y ganas.
Empezó a sonar una música erótica, y Gera se acerco lentamente a Ricardo, le extendió la mano y lo invito a bailar, comenzaron a danzar suavemente, acercando sus rostros hasta casi besarse, Ricardo tenia sus manos sobre el culo de mi esposa, agarrándole las nalgas. Conchita se acerco, yo estaba sentado y ella se abrió de piernas y se me monto encima, la tome de la cintura y empezó a bailar de forma muy sensual, rozando su vagina sobre mi pene, tenia una mega erección en ese momento, y como si de forma sincronizada nuestras mujeres comenzaron a quitarnos los pantalones, mi compadre no tenia ropa interior por lo que su pene golpeo la cara de mi esposa mientras se los bajaba. Conchita hizo lo mismo y metió su mano dentro de mi bóxer para comprobar lo que estaba por comerse. Terminamos de desnudarnos y comenzó la verdadera acción...
"En la parte final daré detalles de lo que hicimos los cuatro, los besos que nos dimos, las palabras sucias que nos dijimos, las posiciones que hicimos. Este relato si será sexual un 100% desde el principio ya que iniciara justo donde este quedo"
1 comentarios - Experiencia Cornuda con mi Esposa (Parte 3)