Me presento, mi nombre es Silvia, les contaré la historia de un romance con un jovencito que perdura actualmente y me ha cambiado la vida para bien.
Antes de empezar con la historia propiamente dicha, les voy a contar sobre mi:
Tengo 42 años , dos hijos y el tecero viene en camino, por este motivo tengo licencia laboral y dispongo del tiempo para contarles mi historia.
Nací, me críe y vivo actualmente en Moreno, una ciudad populosa del conurbano bonaerense.
Mis padres me inculcaron de chica valores religiosos y éticos, tuve una infancia marcada por la severidad de ellos , atados a viejas costumbres familiares que a mi me parecían arcaicas.
Mi cuerpo en edad de la adolescencia se desarrolló mas rápidamente que otras chicas de mi edad, a los 13 ya promediaba 1,70 de altura y mi busto rondaba los 96, soy de tez blanca y pelo negro lacio largo azabache con ojos marrones.
Debido a mi altura, me convocaron para integrar el equipo de voley femenino del colegio, a la edad de 14 años compartía equipo con chicas de 16 y 17 años.
A los pocos meses ya era la figura y capitana del equipo y notaba cada vez mas como me miraban los varones que practicaban este y otros deportes en el club, unos de ellos, Mariano, que en esa época tenia 17 y ya jugaba en el equipo de la primera división.
Fue un flechazo, nos miramos después de una practica y ahí nomas sentimos una atracción mutua, en los días siguientes lleno de corazones en la panza fui a visitarlo a la casa que ese día no estaban los padres y me inició en el sexo, fue muy respetuoso , el que ya tenia experiencia me fue guiando y compartimos una tarde a puro goce.
Esa relación se mantuvo durante todo el secundario, el se recibió de profe de educación física y yo al terminar el bachiller me anote en el CBC de arquitectura en la UBA.
El viaje era largo y sumado al estudio , teniamos poco tiempo para intimar pero asi y todo nos hacíamos un hueco para el placer.
En julio de 1998, un mes antes de cumplir 20 años, quedo embarazada y se me hizo imposible seguir estudiando.
Matías lo tomo de buena manera y comenzó a dar clases de personal training para aumentar los ingresos.
Mi historia de amor con Mariano duro hasta finales del 2016 , fueron 24 años de relación con algunos altibajos pero conservo los bellos momentos.
En el verano de 2018 conocí al que sin duda es y será el amor de mi vida: Lautaro, que en esa época tenía 19 años y a pesar de doblarlo en edad y anteponernos a propios y extraños logró transformarme en lo que soy hoy, una mujer sin tabúes y plena.
No fue fácil seguir adelante con el romance, hubo muchas trabas pero el amor es ese combustible que hizo que pudieramos amarnos con locura y dar a luz a una hermosa niña y a otro que esta por ver la luz.
En los próximos episodios les contaré mi historia con Lautaro con lujo de detalles.
PD: perdón si los aburrí, pero quería situar la historia en un contexto. Saludos
Antes de empezar con la historia propiamente dicha, les voy a contar sobre mi:
Tengo 42 años , dos hijos y el tecero viene en camino, por este motivo tengo licencia laboral y dispongo del tiempo para contarles mi historia.
Nací, me críe y vivo actualmente en Moreno, una ciudad populosa del conurbano bonaerense.
Mis padres me inculcaron de chica valores religiosos y éticos, tuve una infancia marcada por la severidad de ellos , atados a viejas costumbres familiares que a mi me parecían arcaicas.
Mi cuerpo en edad de la adolescencia se desarrolló mas rápidamente que otras chicas de mi edad, a los 13 ya promediaba 1,70 de altura y mi busto rondaba los 96, soy de tez blanca y pelo negro lacio largo azabache con ojos marrones.
Debido a mi altura, me convocaron para integrar el equipo de voley femenino del colegio, a la edad de 14 años compartía equipo con chicas de 16 y 17 años.
A los pocos meses ya era la figura y capitana del equipo y notaba cada vez mas como me miraban los varones que practicaban este y otros deportes en el club, unos de ellos, Mariano, que en esa época tenia 17 y ya jugaba en el equipo de la primera división.
Fue un flechazo, nos miramos después de una practica y ahí nomas sentimos una atracción mutua, en los días siguientes lleno de corazones en la panza fui a visitarlo a la casa que ese día no estaban los padres y me inició en el sexo, fue muy respetuoso , el que ya tenia experiencia me fue guiando y compartimos una tarde a puro goce.
Esa relación se mantuvo durante todo el secundario, el se recibió de profe de educación física y yo al terminar el bachiller me anote en el CBC de arquitectura en la UBA.
El viaje era largo y sumado al estudio , teniamos poco tiempo para intimar pero asi y todo nos hacíamos un hueco para el placer.
En julio de 1998, un mes antes de cumplir 20 años, quedo embarazada y se me hizo imposible seguir estudiando.
Matías lo tomo de buena manera y comenzó a dar clases de personal training para aumentar los ingresos.
Mi historia de amor con Mariano duro hasta finales del 2016 , fueron 24 años de relación con algunos altibajos pero conservo los bellos momentos.
En el verano de 2018 conocí al que sin duda es y será el amor de mi vida: Lautaro, que en esa época tenía 19 años y a pesar de doblarlo en edad y anteponernos a propios y extraños logró transformarme en lo que soy hoy, una mujer sin tabúes y plena.
No fue fácil seguir adelante con el romance, hubo muchas trabas pero el amor es ese combustible que hizo que pudieramos amarnos con locura y dar a luz a una hermosa niña y a otro que esta por ver la luz.
En los próximos episodios les contaré mi historia con Lautaro con lujo de detalles.
PD: perdón si los aburrí, pero quería situar la historia en un contexto. Saludos
1 comentarios - Silvia: Historia de una Conversión - Prólogo