Acá vala segunda parte del encuentro que tuve con Eva.
Despuésde aquel encuentro, las cosas transcurrían en forma normal, es decir, “buenosdías”, alguna que otra conversación vanal y sin insinuaciones raras de parte deambos, solo miradas picarescas o algún que otro comentario en doble sentido.
Si bienno soy un “donjuán” con las mujeres, creía que había hecho una gran conquista,pero en realidad, fue ella, la que me “levantó” y la que me dio pie para miavance. A veces, por la mañana, siempre a vistas de la chusma del barrio,hablábamos y nos tirábamos palitos,preparando otro encuentro. Ella un día a la mañana me da un papel, con sunúmero de teléfono y me dice “para que estemos comunicados, por si necesitamosalgo, llamame y te agendo”. Me voy a mi trabajo y en un momento de la mañana,me hago un minuto y la llamo. Ella me dice “pensé que no me llamarías”, a loque le respondo que por cuestiones laborales no había podido hacerlo antes, peoque ahora que estábamos “conectados”, podríamos tener intercambios porwhatsapp, cosa que a ella le pareció interesante.
Comenzamosa tener intercambios de WP, donde ella quería justificar lo que había pasado,que era una mujer viuda, que desde la muerta de su marido no hubo otro hombreen su vida, que necesitaba volver a sentirse mujer y que estaba muy avergonzadade cómo se había “insinuado” , que no quería que yo pensara que era una mujerfácil, pero que de verme solo en el auto fumando, no sabe porqué, yo lacalentaba, que se había masturbado un par de veces, mirándome a través de laventana. Me explotó la cabeza, nunca meimaginé que ella me miraba. Le contesto que me gustaría verla masturbarse. Lepregunto si no se sacaría fotos desnudas para mi. “Ni loca”, fue su respuesta,solo en vivo y en directo podes verme desnuda.
Asíseguimos chateando hasta que una a la mañana siguiente, cuando voy a fumar,estaba parada en la ventana del lado de adentro y me hace señas para que pase.Cuando entro, la veo con unas calzas que le llegaban a la rodilla y unacamisola que le llegaban a medio culo. Se notaba que estaba sin corpiños, lospezones sobresalían de la camisola. Me hace sentar en el sillón, y ella enotro, frente al mio.
Eva:así que te gusta ver a las mujeres masturbarse???
Yo: alas mujeres, no, a vos….
Eva: sime prometés quedarte sentado, me mastubo para vos. Desde ayer que tengo ganasde hacerlo, pero me aguanté para que me veas.
Mientrasme decía eso, fue tocándose las tetas, se las apretaba, jugaba con sus pezones,lo que hizo que se me empezara a parar la pija. Se fue desabrochando losbotones hasta dejar sus hermosas tetas al aire, no se de donde sacó un pomo concrema y empezó a tirarse sobre las tetas a medida que se la iba desparramando.Yo ya estaba a full, me dolía la pija por tenerla aprisionada debajo del jean,atiné a pararme, pero ella me dijo: “quieto, ese no era el arreglo”. Se paró,se bajó la calza y la bombacha, de un solo movimiento. Se recostó en el sillóny siguió untándose crema y manoseándose toda. Ya no aguantaba más, me desprendí el pantalón, lo bajé hasta la rodillay dejé mi verga al aire, le pedí un poco de crema y me la encremé toda la pija.Así empezé a masturbarme despacio.
Ellaseguía manoseandose, abre las piernas, se mete los dedos a la par que susgemidos iban en aumento. Se abre loslabios vaginales y apareció su clítoris, que con la calentura del primerencuentro, no había prestado mucha atención. Era un clítoris que sobresalía desu concha, nunca había visto uno así, eso me calentó más todavía.
Ya me dolía la cabeza de la pija de lacalentura que tenía. Ella sigue metiéndose los dedos y empieza a salir ese jugoblanquecino de su concha. Me ofrecí a yudarla a masturbarse y se negó. Se metíalos dedos y los llevaba a la boca, chupando sus jugos. Me miraba y me decía lorico que estaba. Que le gustaba verme como me pajeaba. Sus gemidos eranalimento para mi morbo. Tenerla tan cerca y no poder hacer nada. Cada vez eranmás rápidos los mete saca con sus dedos. Me pregunta si me faltaba mucho paraacabar porque ella se venía en cualquier momento. Apuré mi paja, cuando veo queella empieza a cerrar las piernas con fuerza a la par que se retorcía sobre elsillón, mojándolo con sus jugos. No aguanté más, estaba por acabar, así que meparé fui hasta ella y empezé a descargarme sobre ella. Toda la leche quedescargué, ella se la desparramó por todo el cuerpo, lo que había en su cara selo llevó a la boca y lo saboreaba como un chico con un chupetín. Fue la mejorpaja que me había hecho en años. Ella selavantó, me empujó hasta el sillón donde estaba sentado me dijo que la esperesentado.
Saliódel living y volvió con una toalla mojada, se arrodilló delante mío y me empezóa limpiar la pija y todos los restos de leche que me quedaban. Tenés que seguirtrabajando, me dijo. Me besó la punta de la pija me subió los pantalones y medijo: “se te va a hacer tarde para volver al trabajo”. Yo quería seguir, ellaestaba desnuda con restos de leche por todo el cuerpo, incluso los pelosvaginales, era un panorama tentador, como para seguir. Tenía ganas de saborearese clítoris y esos labios vaginales que seguían llenos de sus jugos. Pero medijo: “dejemos este morbo para otro encuentro”.
Despuésde la los comentarios del primer relatovez, decidí, inventar un poco, algunas cosas son ciertas y otras, una especiede “fantasías” mía. Quise agregar algunas imágenes ilustrativas, pero no secomo hacerlo. Si alguien me ayuda estaría agradecido. Espero no defraudarlos.
MuchasGracias por leer.
0 comentarios - Fantasía