El relato de hoy tiene doble función. Por un lado lógicamente quiero hacerlos calentar contándoles mis aventuras por tierras gualeguaychuenses, pero por el otro también intenta hacerlos reír, que es mi verdadera vocación. Espero que les guste, sacarles una buena cantidad de leche y, por qué no, unas risas
Nuestra semana en Gualeguaychu arrancó tranqui, playita y termas (les recomiendo visitar el balneario Ñandubaisal, es un ambiente increíble y encima el agua es playita como una palangana. Mido 1,58 y apenas me llegaba a la mitad de la panza en la zona más profunda). Mamá estuvo bastante controlada pero yo, que en el fondo soy el triple de morbosa, no deje de fichar bultos.
Dió la casualidad de qué, charlando en esta maravillosa web, me encontré con un pibe que, por vueltas de la vida, también estaba en el balneario. Vino a donde le dije que estábamos, y me lleve una sorpresa agradable. Sé que va a leer esto pero no se va a animar a comentar porque aunque es lindo, morboso, inteligente y respetuoso, tiene un defecto: está casado, y estuvo conmigo "de trampa". Tengo su permiso para contar todo lo que sucede a continuación
Primero, salimos a comer (otra recomendación, frente a la plaza Colón hay un carrito de hamburguesas llamado Chuck Norris, muy rica comida). Yo sospechaba que andaba de trampa pero no quise decir nada hasta que el no confesara, cosa que hizo más temprano de lo que esperé.
Sabiendo ya que su mujer no iba a enterarse, y sentados en un banco frente a los galpones del puerto, tuvimos una charla dónde nos abrimos con respecto a nuestros morbos. Él me contó que le gusta dominar, humillar, incluso llegar al sadomasoquismo, cosa que a mí me fascina. Le confesé yo, que tengo un morbo en particular por un juego de rol en el cual me hago pasar por una chica joven y él me "manipula" (todo consentido) para tener sexo.
Al descubrir las coincidencias, y mientras mi mamá tristemente se sentaba en la casa que alquilamos a ver series coreanas, mi amante entrerriano me llevó a un hotel alojamiento, mal llamado telo. (Re densa con las recomendaciones, se llama Kirirí. Muy discreto). Yo ya metida en mi papel de pendejita, me hice la santa un rato mientras él me seguía el juego. Me "convenció" para que se la chupe, cosa que hice sin dudar un instante. Cuando nos aburrimos del juego de rol, y por el simple gusto de hinchar las bolas, empecé a hacer comentarios sobre su mujer
Eso lo encendió mucho más, por lo que terminó mostrándome una foto de su jermu, y pidiéndome que me compare con ella. Yo, que lo que tengo de atrevida no lo tengo de humilde, dejé a la pobre flaca como una inútil frigida sin propósito. (Para ser sincera, la mina tiene 31 y un lomo envidiable). Un leve agarrón de cuello fue el detonante para pedirle que empiece a hacerme mierda. Ustedes estarán acostumbrados a un par de nalgadas y tal vez un cachetazo, pero a mí me prende la vi0lencia extrema. Puños al estómago, mordidas, tirones de pelo, penetración extrema por todos lados. Cuando estoy en la cama me transformo totalmente y la inocente modelito veinteañera se convierte en la peor pesadilla de un pajero como mi nuevo amigo.
Exprimió mi concha, me hizo acabar más de tres veces. Me dejó un moretón en el muslo y marcas de dientes en el hombro, pero yo lo disfruté como hace mucho no gozaba. Si mal no recuerdo, pagamos dos horas. Cuando el tiempo se acababa, y sin previo aviso, me llenó toda la concha de leche. (me ligué las trompas hace dos años, no me gustaría tener hijos). Aún acabando, soltó sus últimos chorros sobre los vellos de mi pubis y me escupió la boca, soltando un "te gustó putita?" Entre jadeos
Además de un tremendo amante, es todo un caballero y me acercó a mi casa que no quedaba nada cerca del telo. Cuando llegué mamá me vió los ojos y, soltando una carcajada, dijo "tenés cara de cogida, memorizate todo y lo subimos a Poringa". Así lo hice y acá estoy, recomendando idioteces y mostrándome al mundo poringuero. Al igual que mamá prefiero ser anónima pero, si coincidimos en un próximo viaje, no duden en escribirme y podemos coordinar.
Espero que les haya gustado este intento de anécdota, que tengan una linda semana y que disfruten de sus placeres siempre y cuando sea todo consentido y entre mayores. No sientan miedo por disfrutar cosas como el cuckold, el BDSM o la lluvia dorada. Son filias totalmente válidas y pueden vivirlas sin miedo. Hablen con sus vínculos sexuales sobre esto, y pierdan el miedo a salir de la rutina.
Díganme qué les pareció, si quisieran ver más de este formato anécdota, tal vez algunas de mamá o mis inicios en el mundo de las filias. Por lo pronto les aseguro que la segunda temporada de "Grupo de WhatsApp" viene cargadita hasta arriba de morbos para todos ustedes. Algunos populares, otros polémicos, pero hay contenido para todos (y todas, sé que hay muchas chicas leyendo esto, no se hagan las serias y comenten, hagamos una comunidad femenina inclusiva y tolerante)
Si llegaron al final de este relato, y solo para saber que lo leyeron todo, comenten si alguna vez hicieron este tipo de sesiones de BDSM y qué les pareció. Los leo!!
Gracias por el espacio! Espero sus puntos, comentarios y por qué no, algún tributo si se animan. Los quiero!!!
Cali 😉
Nuestra semana en Gualeguaychu arrancó tranqui, playita y termas (les recomiendo visitar el balneario Ñandubaisal, es un ambiente increíble y encima el agua es playita como una palangana. Mido 1,58 y apenas me llegaba a la mitad de la panza en la zona más profunda). Mamá estuvo bastante controlada pero yo, que en el fondo soy el triple de morbosa, no deje de fichar bultos.
Dió la casualidad de qué, charlando en esta maravillosa web, me encontré con un pibe que, por vueltas de la vida, también estaba en el balneario. Vino a donde le dije que estábamos, y me lleve una sorpresa agradable. Sé que va a leer esto pero no se va a animar a comentar porque aunque es lindo, morboso, inteligente y respetuoso, tiene un defecto: está casado, y estuvo conmigo "de trampa". Tengo su permiso para contar todo lo que sucede a continuación
Primero, salimos a comer (otra recomendación, frente a la plaza Colón hay un carrito de hamburguesas llamado Chuck Norris, muy rica comida). Yo sospechaba que andaba de trampa pero no quise decir nada hasta que el no confesara, cosa que hizo más temprano de lo que esperé.
Sabiendo ya que su mujer no iba a enterarse, y sentados en un banco frente a los galpones del puerto, tuvimos una charla dónde nos abrimos con respecto a nuestros morbos. Él me contó que le gusta dominar, humillar, incluso llegar al sadomasoquismo, cosa que a mí me fascina. Le confesé yo, que tengo un morbo en particular por un juego de rol en el cual me hago pasar por una chica joven y él me "manipula" (todo consentido) para tener sexo.
Al descubrir las coincidencias, y mientras mi mamá tristemente se sentaba en la casa que alquilamos a ver series coreanas, mi amante entrerriano me llevó a un hotel alojamiento, mal llamado telo. (Re densa con las recomendaciones, se llama Kirirí. Muy discreto). Yo ya metida en mi papel de pendejita, me hice la santa un rato mientras él me seguía el juego. Me "convenció" para que se la chupe, cosa que hice sin dudar un instante. Cuando nos aburrimos del juego de rol, y por el simple gusto de hinchar las bolas, empecé a hacer comentarios sobre su mujer
Eso lo encendió mucho más, por lo que terminó mostrándome una foto de su jermu, y pidiéndome que me compare con ella. Yo, que lo que tengo de atrevida no lo tengo de humilde, dejé a la pobre flaca como una inútil frigida sin propósito. (Para ser sincera, la mina tiene 31 y un lomo envidiable). Un leve agarrón de cuello fue el detonante para pedirle que empiece a hacerme mierda. Ustedes estarán acostumbrados a un par de nalgadas y tal vez un cachetazo, pero a mí me prende la vi0lencia extrema. Puños al estómago, mordidas, tirones de pelo, penetración extrema por todos lados. Cuando estoy en la cama me transformo totalmente y la inocente modelito veinteañera se convierte en la peor pesadilla de un pajero como mi nuevo amigo.
Exprimió mi concha, me hizo acabar más de tres veces. Me dejó un moretón en el muslo y marcas de dientes en el hombro, pero yo lo disfruté como hace mucho no gozaba. Si mal no recuerdo, pagamos dos horas. Cuando el tiempo se acababa, y sin previo aviso, me llenó toda la concha de leche. (me ligué las trompas hace dos años, no me gustaría tener hijos). Aún acabando, soltó sus últimos chorros sobre los vellos de mi pubis y me escupió la boca, soltando un "te gustó putita?" Entre jadeos
Además de un tremendo amante, es todo un caballero y me acercó a mi casa que no quedaba nada cerca del telo. Cuando llegué mamá me vió los ojos y, soltando una carcajada, dijo "tenés cara de cogida, memorizate todo y lo subimos a Poringa". Así lo hice y acá estoy, recomendando idioteces y mostrándome al mundo poringuero. Al igual que mamá prefiero ser anónima pero, si coincidimos en un próximo viaje, no duden en escribirme y podemos coordinar.
Espero que les haya gustado este intento de anécdota, que tengan una linda semana y que disfruten de sus placeres siempre y cuando sea todo consentido y entre mayores. No sientan miedo por disfrutar cosas como el cuckold, el BDSM o la lluvia dorada. Son filias totalmente válidas y pueden vivirlas sin miedo. Hablen con sus vínculos sexuales sobre esto, y pierdan el miedo a salir de la rutina.
Díganme qué les pareció, si quisieran ver más de este formato anécdota, tal vez algunas de mamá o mis inicios en el mundo de las filias. Por lo pronto les aseguro que la segunda temporada de "Grupo de WhatsApp" viene cargadita hasta arriba de morbos para todos ustedes. Algunos populares, otros polémicos, pero hay contenido para todos (y todas, sé que hay muchas chicas leyendo esto, no se hagan las serias y comenten, hagamos una comunidad femenina inclusiva y tolerante)
Si llegaron al final de este relato, y solo para saber que lo leyeron todo, comenten si alguna vez hicieron este tipo de sesiones de BDSM y qué les pareció. Los leo!!
Gracias por el espacio! Espero sus puntos, comentarios y por qué no, algún tributo si se animan. Los quiero!!!
Cali 😉
6 comentarios - Cali hardcore en Gualeguaychu [real]
Libertad sexual 🔝