El alcohol había hecho efecto y en la cama empezaron los roces, ella se sube a mí y puedo agarrar sus nalgas, esas que me fascinan y siempre quiero tocar. Nos besamos, le paso mis manos por la espalda, y voy subiendo, toco su cabeza y la beso apasionadamente. Se recuesta nuevamente y pone una pierna sobre mí, bajo mi mano hasta su cola y empiezo a seguir el surco de su ropa interior, cuando la tiene puesta le gusta el roce suave, desde el clítoris hasta su ano y ahí le gusta que le haga presión, voy y vengo con este movimiento, se sonríe, le gusta.
Me empieza a tocar con una mano tímidamente y con sus labios me va besando en mi boca, empieza a bajar levemente, pasa por el mentón, el cuello, se vuelven más húmedos sus besos y sigue hasta empezar a lamer mi pecho, su mano empieza a buscar por dentro de mi ropa interior y me empieza a masturbar.
Nos quitamos la ropa interior, agarro el gel y lo pongo sobre su vagina y enseguida el consolador, pero no tiene pilas y no prende.
-Agarrá el otro me dice con impaciencia
Prendo el otro y lo apoyo sobre su clítoris, más sonrisas de placer, se acomoda boca arriba y se arquea con la vibración, está rendida al disfrute. Le agarro su mano para que ella siga con el consolador así puedo tocar sus pechos, le doy caricias suaves y paso de uno al otro, voy subiendo a su cuello y con el dedo índice estirado me acerco a su boca, lo empieza a lamer, algo que me vuelve loco. Le pasa la lengua cuando se lo saco de la boca y luego lo succiona cuando se lo vuelvo a poner.
Me subo encima de ella y le pongo mi pene en la boca, enseguida comienza a chupar, un poco en la punta y después se lo mete. Se lo saca y empieza a lamer el tronco y empieza a bajar, su lengua empieza a recorrer mis testículos y me muero de placer, continúa un poco más y me empieza a lamer más abajo, pasa la lengua y hace un poco de presión para que entre la puntita y luego afloja y juguetea con la lengua en la zona, una locura.
Miro hacia mi izquierda y veo el consolador, nunca lo quiere hacer pero estábamos bajo el efecto del alcohol, “es mi momento pensé”.
Me corro un poco hacia atrás así me la puede volver a chupar, me alejo todavía un poco más así empieza a pasar la lengua por la punta, suavemente acerco el consolador y lo coloco casi pegado a mi pene, con toda normalidad empieza a pasar la lengua entre los dos, primero uno, luego el otro, a veces los dos, que hermosa imagen! Decido ir a más, le saco mi pene y le doy el consolador para que se lo meta en la boca, lo empieza a chupar como si estuviera chupando una real, me acerco y se lo saco y le doy un beso, su lengua estaba descontrolada por la excitación, me alejo y vuelvo a poner mi pene en su boca. Acerco nuevamente los dos y la escena se vuelve a repetir, pasa la lengua por las dos puntas, la imagen me genera muchas ganas de acabar. Saco mi pene de su boca para darme un respiro y que chupe la otra, mientras continúa lamiendo el consolador me dice “me estoy por acabar”, es la señal, acabemos juntos.
Ella sigue con el otro vibrador sobre su clítoris, le abro la piernas y me hago un lugar, empiezo a penetrarla, nos damos un beso, agarro su pecho y decido continuar con lo que estábamos haciendo, ya estaba en el baile había que bailar. Agarro el consolador y mientras lo estamos haciendo se lo pongo en la boca, lo chupa sin pausa, empieza a gemir por su orgasmo, no logro aguantar más el mío y acabo dentro, luego, caigo rendido sobre ella y así quedamos abrazados unos segundos hasta que me coloqué a su costado.
Sin hacer un solo comentario sobre lo que acababa de suceder, el silencio se fue apoderando de nosotros y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado, lo que les conté es real, si les gustó dejen sus comentarios!
Me empieza a tocar con una mano tímidamente y con sus labios me va besando en mi boca, empieza a bajar levemente, pasa por el mentón, el cuello, se vuelven más húmedos sus besos y sigue hasta empezar a lamer mi pecho, su mano empieza a buscar por dentro de mi ropa interior y me empieza a masturbar.
Nos quitamos la ropa interior, agarro el gel y lo pongo sobre su vagina y enseguida el consolador, pero no tiene pilas y no prende.
-Agarrá el otro me dice con impaciencia
Prendo el otro y lo apoyo sobre su clítoris, más sonrisas de placer, se acomoda boca arriba y se arquea con la vibración, está rendida al disfrute. Le agarro su mano para que ella siga con el consolador así puedo tocar sus pechos, le doy caricias suaves y paso de uno al otro, voy subiendo a su cuello y con el dedo índice estirado me acerco a su boca, lo empieza a lamer, algo que me vuelve loco. Le pasa la lengua cuando se lo saco de la boca y luego lo succiona cuando se lo vuelvo a poner.
Me subo encima de ella y le pongo mi pene en la boca, enseguida comienza a chupar, un poco en la punta y después se lo mete. Se lo saca y empieza a lamer el tronco y empieza a bajar, su lengua empieza a recorrer mis testículos y me muero de placer, continúa un poco más y me empieza a lamer más abajo, pasa la lengua y hace un poco de presión para que entre la puntita y luego afloja y juguetea con la lengua en la zona, una locura.
Miro hacia mi izquierda y veo el consolador, nunca lo quiere hacer pero estábamos bajo el efecto del alcohol, “es mi momento pensé”.
Me corro un poco hacia atrás así me la puede volver a chupar, me alejo todavía un poco más así empieza a pasar la lengua por la punta, suavemente acerco el consolador y lo coloco casi pegado a mi pene, con toda normalidad empieza a pasar la lengua entre los dos, primero uno, luego el otro, a veces los dos, que hermosa imagen! Decido ir a más, le saco mi pene y le doy el consolador para que se lo meta en la boca, lo empieza a chupar como si estuviera chupando una real, me acerco y se lo saco y le doy un beso, su lengua estaba descontrolada por la excitación, me alejo y vuelvo a poner mi pene en su boca. Acerco nuevamente los dos y la escena se vuelve a repetir, pasa la lengua por las dos puntas, la imagen me genera muchas ganas de acabar. Saco mi pene de su boca para darme un respiro y que chupe la otra, mientras continúa lamiendo el consolador me dice “me estoy por acabar”, es la señal, acabemos juntos.
Ella sigue con el otro vibrador sobre su clítoris, le abro la piernas y me hago un lugar, empiezo a penetrarla, nos damos un beso, agarro su pecho y decido continuar con lo que estábamos haciendo, ya estaba en el baile había que bailar. Agarro el consolador y mientras lo estamos haciendo se lo pongo en la boca, lo chupa sin pausa, empieza a gemir por su orgasmo, no logro aguantar más el mío y acabo dentro, luego, caigo rendido sobre ella y así quedamos abrazados unos segundos hasta que me coloqué a su costado.
Sin hacer un solo comentario sobre lo que acababa de suceder, el silencio se fue apoderando de nosotros y nos quedamos dormidos.
Espero que les haya gustado, lo que les conté es real, si les gustó dejen sus comentarios!
1 comentarios - El alcohol te permite jugar un poco más