Javier se había ido y Nuria estaba nerviosa esperando recibir las fotos que éste había hecho durante la sesión de fotos. ¿Cómo serían? Ufff, tenía miedo, sabía que había sido demasiado osada, recordaba verle fotografiar partes de su cuerpo que nunca hubiese imaginado que alguien llegaría a ver. ¡Y se había masturbado delante de él! ¿Cómo iba a poder mirarle a la cara el próximo día? Estaba avergonzada. En ese momento sonó el móvil, uno, dos tres,..., no paraban de entrar mensajes, echó un vistazo y vio que al whatsapp estaban llegando todas las fotos, las descargó pero era incapaz de abrirlas. ¿Qué iba a encontrarse? Finalmente se decidió y miró la primera, era un primer plano de su vulva y el dedo de él tocándola, la segunda reflejaba un primer plano de su esfínter anal, en la tercera se veía el dedo penetrando su esfínter -¡Que vergüenza! Pensó, pero al mismo tiempo sintió como una ola de calor recorría su sexo, ya no sabía que pensar, miró la siguiente y era un plano de ella masturbándose -¡Joder, que cabrón!- Pero miro la foto con detenimiento y vio su cara gozando mientras se acariciaba. ¡Como había disfrutado! Se estaba excitando solo con verlas. De repente sonó el teléfono, miró quien era y vio que estaba llamándola su suegro, no sabía si contestar o no. -¡Que vergüenza! ¿Qué le digo?- Finalmente decidió contestar.
JAVIER.- Hola Nuria. ¿Has visto las fotos?
NURIA.- Si, las estoy viendo.
JAVIER.- ¿Qué te parecen?
NURIA.- ¡Joder! ¿No tenías otras peores que éstas?
JAVIER.- ¿Por qué, no te gustan? A mí me parecen muy buenas.
NURIA.- ¿Buenas? Parezco una actriz porno, me da vergüenza hasta hablar contigo.
JAVIER.- No digas eso mi niña, estás hermosísima, eres una mujer bella, con un cuerpo espectacular y lo único que has hecho es disfrutar con naturalidad de él.
NURIA.- Si, pero delante de ti, delante de mi suegro. ¿Qué pensarás ahora de mí?
JAVIER.- ¿Qué voy a pensar? Lo mismo que antes, que eres una mujer adorable y bellísima y que me encanta estar contigo, ahora mismo no puedo pensar en nadie mejor con quien pasar mi tiempo libre, ya sea para salir de compras, cenar o por supuesto hacer sesiones de fotos.
NURIA.- Sobre todo esto último ¿No? – al decirlo sonrió levemente- No lo podrás creer, pero eres el primer hombre que acaricia mi "agujerito" trasero, en toda mi vida solo he estado con un hombre, con tu hijo, y nuestras relaciones siempre fueron bastante moderadas, yo tuve una educación muy conservadora y siempre que me pedía algo extraño me negaba, quizás por eso me dejó por otra, si supiera lo que he hecho hoy contigo seguro que me mataba.
JAVIER.- Olvídate de él, piensa solo en ti. ¿Has disfrutado haciendo las fotos? ¿Te ha gustado que yo te viera?
NURIA.- Ufff, es que me da vergüenza contestar.
JAVIER.- Se sincera, cuando te estabas masturbando y abrías por completo las piernas mostrando como movías la mano en tu sexo, me lo estabas ofreciendo a mí, querías que yo lo disfrutase como tú, y cuando grababa tu cara viendo como te corrías, gemías más fuerte para que yo lo oyese. Dime que no es cierto.
NURIA.- No puedo.
JAVIER.- ¿Cómo que no puedes?
NURIA.- No, no puedo decir que no es cierto, porque cuando me estabas haciendo fotos me encantaba que las hicieras, me excitaba muchísimo verte con la cámara enfocando mi sexo, y cuando acariciabas mi vulva o mi orifico anal me daban escalofríos y deseaba que los penetrases, por eso te dije que me habías dejado a medias, desde que hemos empezado con este juego no paro de pensar en ello, estoy toda la semana esperando que llegue el viernes. Me da vergüenza decírtelo, pero esta semana me he masturbado varias veces viendo las fotos que me hiciste el viernes pasado, esto antes no lo hacía, llevó casi un año sin sexo, desde que me enteré que Iván me había sido infiel, y a pesar de ello no tenía necesidad de sexo, has sido tú quien ha despertado en mi este gusto por el exhibicionismo y la necesidad de masturbarme, el problema es que tu eres mi suegro y nieto de mi hijo, así que no podemos ir más allá, como mucho tocarnos, no debemos cruzar ciertos límites.
JAVIER.- No te preocupes, si tú no quieres no lo haremos, pero con eso no querrás decir que anulamos nuestra sesión del viernes próximo.
NURIA.- Jajaja. Noooo, ¡Estoy contando los días! Jajaja.
JAVIER.- Para tu tranquilidad, te diré que esta semana yo también me he masturbado varias veces viendo tus fotos. ¿Quién no lo haría viendo ese escultural cuerpazo?
NURIA.- Ahhh. ¡Que callado lo tenías! Me gusta que me lo hayas dicho, y también me gusta que lo hagas.
JAVIER.- ¿Qué es lo que te gusta que haga? Dímelo por favor, quiero escucharlo de nuevo.
NURIA.- Me gusta saber que te masturbas mirando mi cuerpo. ¡Me encanta! Y me gustaría ver como lo haces.
JAVIER.- Bueno, acabo de hacerlo viendo el video que he grabado hoy.
NURIA.- ¿Video? ¿Has grabado un video? ¿Por qué no me lo has dicho? ¿Por qué no me lo has enviado?
JAVIER.- Pensé que te molestaría, iba a decírtelo el viernes. ¿Quieres que te lo envíe ahora?
NURIA.- ¡Clarooo! Mándamelo ya.
Nuria recibió inmediatamente el video, al abrirlo pudo ver su imagen acariciándose el clítoris y gimiendo frente a la cámara al tiempo que movía aceleradamente sus dedos penetrando una y otra vez su coño abierto y húmedo. ¡Dios! Parecía una autentica actriz porno. Visionó el vídeo un par de veces y sin esperar más metió la mano bajo la braga y comenzó a tocarse despacio. Se había comportado como una autentica guarrilla delante de su suegro, pero le encantaba, estaba tremendamente excitada sabiendo que él la había visto y después se había hecho una paja viendo el video. Ya sin control sus dedos invadieron otra vez su vagina mientras pensaba que la próxima vez tendría que ser Javier quien lo hiciera, había visto la foto de su dedo penetrando su ano y ahora quería que ese mismo dedo penetrase su vagina hasta llevarla al orgasmo. – Siii, quiero que me folle con sus dedos, quiero que se adentren en mi sexo hasta que me haga chillar de placer- Sus caderas se movían de forma descontrolada y era incapaz de controlarse, iba a correrse por segunda vez esa noche y le gustaría que Javier estuviese allí para verlo, rápidamente hizo una video llamada y al otro lado apareció su suegro, sin decirle nada colocó la cámara entre sus piernas abiertas y siguió masturbándose sin parar, sus dedos empapados en sus flujos penetraban el coño una y otra vez, entonces subió la cámara para enfocar su cara.
NURIA.- ¿Te gusta? Dime que te gusta.- Su cara era de auténtico placer- ¿Quieres ver cómo me corro?
Esperó la respuesta de él, pero en lugar de ello vio como Javier sacaba su pene y comenzaba a pajearse. Por fin podía ver su verga, había imaginado como era al notar el gran bulto bajo el pantalón, la había rozado por encima de éste, pero ahora tenía la oportunidad de verla, como desearía tenerla al lado y poder tocarla, o que se la metiera bien adentro, pero no, eso no podía ser, había limites que no debían pasar.
NURIA.- Siii, me gusta verte, me gusta tu polla, no sabes cuanto deseo tocarla.
Bajó la cámara de nuevo entre sus piernas y continuó penetrando su coño con los dedos.
JAVIER.- Siii, tócate, tócate para mí.
NURIA.- Ummm ¿Te gusta como lo hago? ¿Me ves bien?
JAVIER.- Siiii, veo tu coño bien abierto, estoy a punto de correrme.
Nuria subió el móvil para verlo mejor, Javier sacudía su polla con rapidez y sus jadeos iban en aumento, de repente gimió con fuerza y de su verga salió una descarga de semen hacia la cámara del móvil. Ella instintivamente lo acercó a sus labios. ¡Como le gustaría haberla recibido en su boca! –Estoy loca pensó, si a mi marido nunca le deje correrse en mi boca- pero no importaba, ahora se la hubiese tragado toda, estaba dispuesta a lo que fuera, notó como su sexo se lubricaba aún más y sus flujos deslizaban por sus labios vaginales y aceleró el movimiento de sus dedos, bajó de nuevo la cámara para enfocar su coño.
JAVIER.- No mi niña, quiero ver tu cara, quiero ver como te corres.
Ella enfocó su rostro y comenzó a jadear frente a la cámara, mordía sus labios de placer y sonreía para él repitiendo una y otra vez.
NURIA.- Mírame bien, voy a correrme para ti, mírame, mírame, ya, ya. Uffff, Dios, me corro, me corro.
Se relajó un momento y a continuación preguntó a su suegro que le había parecido.
JAVIER.- Ha sido estupendo, me encanta ver la cara de viciosilla que pones al correrte.
NURIA.- Y a mí me gusta que me mires, me encanta exhibirme para ti, si tu quieres seré tu niña viciosa. Jajaja.
JAVIER.- Si, eso me gusta, que seas mi niña viciosa.
NURIA.- Estoy deseando que llegue el viernes, ahora tengo que dormir, ciao.
Javier y Nuria se habían visto el lunes y el miércoles cuando él llevaba el niño a casa después de la guardería, pero ninguno había hecho comentario alguno referente a lo ocurrido el viernes anterior, ambos lo deseaban, pero ninguno se atrevió, esperaban impacientes la llegada del viernes para volver a tener una sesión fotográfica.
_______________
El viernes antes de ir, Javier fue a una tienda de V. Secret y compró un Picardías de malla y encaje de chantilly y una braguita de encaje, al llegar a casa, y una vez que el niño estaba durmiendo, colocó la ropa encima de la cama de Nuria y fue a prepara la cena, una buena botella de vino y solo algo de picoteo, ya que lo importante era el postre.
Poco después llegó Nuria, le dio dos besos y le dijo que iba a ducharse y volvía de inmediato, al entrar en su habitación vio la lencería extendida encima de la cama, solo con verla sintió que una ola de calor subía por su cuerpo. ¡Que ilusión! Le había regalado algo nuevo para esta ocasión, su suegro era un detallista, si hubiera sido su exmarido ni se hubiera molestado, cogió la ropa y vio que era muy atrevida. ¡Como le gustaba! Era transparente y podría lucir sus curvas para él, y al no llevar sujetador sus grandes senos estarían expuestos por completo a su vista, estaba deseando ponérsela. Se duchó rápidamente, se puso la braguita y el picardías y fue al salón.
N.- ¿Cómo me queda? A mi me parece precioso, y creo que resalta mucho mis encantos –dijo acariciándose los senos- ¿O no? Jajaja.
J.- Sigues siendo una Diosa, pero ¿Podrías hacerme un favor?
Nuria le miró sorprendida pensando que no estaba atractiva.
J.- Recógete el pelo en una coleta por favor.
Ella sonrió y fue a su cuarto a peinarse, poco después regresó, se sentó en el sofá, tomó la copa que le ofrecía su suegro y brindaron por la sesión fotográfica que les esperaba. Javier hizo una señal y ella enseguida entendió lo que quería, al instante se reclinó hacia atrás separando las piernas y mostrando la braguita a su suegro, él asintió y siguieron bebiendo y picoteando. Nuria veía como Javier no paraba de mirar el interior de sus piernas y sus enormes pechos, esto le agradaba y hacia que ella se moviese de vez en cuando abriendo más las piernas para facilitar que él pudiera ver con más facilidad su braguita, que ya estaba empapada. ¡Como le gustaba ser observada! Pero quería empezar ya, necesitaba posar para él y mostrarle todas su zonas intimas, quería que viese su sexo húmedo, sus pezones erectos, y también su culo, si, parecía imposible que ella pensara eso, pero quería que su suegro viese de nuevo su orifico anal, ese que nunca antes había tocado nadie. –Uffff ¡Que caliente estoy! ¿Y si hoy quiere volver a penetrar mi culo? ¿Qué debo hacer? Nunca he probado eso, la verdad es que nunca he probado nada, no tengo experiencia y él lo va a notar -Pensó- La posibilidad de no estar a la altura la tenía muy nerviosa e insegura.
Después de la cena Javier sirvió un par de copas, puso música y pidió que bailase con él, esto hizo que Nuria se relajase, comenzaron a bailar y ella abrazó con fuerza a Javier apretando sus senos contra el pecho de éste, sentía su calor y le daba confianza, ahora sabía que no iba a tener problema, haría todo lo que él deseara.
Mientras bailaban Javier puso las manos en su espalda, después fue bajándolas hasta llegar a sus nalgas, subió el picardías y comenzó a acariciarlas, al tocar el culo duro y respingón de su nuera le fue imposible controlar su erección, se apretó con fuerza contra ella frotando su tremendo paquete contra el pubis de Nuria, ella al notarlo metió un pie entre sus piernas y comenzó a rozar el pene sin disimulo. Javier intentó besarla, pero ella esquivó sus labios y le dijo que eso no, había limites que no debían rebasar y besarse en la boca era uno de ellos, Javier se sintió defraudado porque estaba deseando besar los labios carnosos de su nuera, pero lo aceptó y dijo que era el momento de que posase para él. Nuria sonrió satisfecha y le preguntó qué debía hacer. Javier se sentía aún molesto por la reacción que había tenido a su intento de besarla y quiso ser cruel con ella.
Pidió que se tumbase en la mesa alta y separase las piernas, ella así lo hizo y él comenzó a lanzar las primeras fotos, a continuación dijo que apartase la braguita con una mano para mostrar su vulva, ella obedeció y él hizo nuevas fotos, después pidió que con la otra mano separase sus labios vaginales mostrando el interior de su vagina, ella se sintió un poco incómoda
N.- ¡Joder! Me parece muy fuerte, esto lo hacen las actrices porno.
J.- ¿Quieres que sigamos o no?
Nuria vio que Javier se enfadaba y se puso nerviosa, no quería molestarle y que dejase de fotografiarla, llevaba toda la semana esperando esto, la encantaba exponerse ante él, solo saber qué su suegro estaba con la cámara fotografiándola hacia que ella se excitase como nunca antes lo había estado. – Tampoco es tan grave- pensó. Separó sus labios vaginales y Javier aproximó la cámara tomando un primer plano de su vulva abierta. Entonces la dijo que metiese un dedo completamente en su vagina. Ella no podía creérselo, la estaba tratando como a una guarrilla de las que salen en las revistas porno, una cosa es que ella lo hiciese el viernes anterior cuando estaba excitada masturbándose y otra que él se lo pidiese así en frio, sin poder evitarlo algunas lágrimas aparecieron en sus ojos, Javier al verlo se dio cuenta de su error y la pidió disculpas, sirvió otras copas y las bebieron mientras ella se tranquilizaba.
Ahora ya serena, y con la ayuda del alcohol, dijo que estaba dispuesta a hacer lo que pidiera. Javier pidió que se reclinase en el sofá y separase ligeramente las piernas, ahora tenía un primer plano de la braguita, después que sujetase sus senos con ambas manos, ella lo hizo y él se puso de pie para tomar un plano de su canalillo desde arriba.
-Ahora túmbate en la alfombra boca arriba- Ella se tumbó y él se puso de rodillas junto a su cabeza para tomar una foto en dirección a las piernas, su polla estaba rozando la frente de su nuera. –Mete una mano bajo la braguita- pidió él. Nuria lo hizo, entonces Javier se inclinó más adelante pata tomar la foto, y al hacerlo su verga se posó sobre la cabeza de Nuria. Ella al notarlo no pudo controlarse y con sus labios comenzó a acariciar el pene de su suegro por encima del pantalón, su boca intentaba sin mucho acierto rodear esa verga encerrada que notaba dura y grande, pero le era imposible, estaba tan excitada que comenzó a mover la mano que tenía bajo la braguita buscando el clítoris.
Javier al verlo se dio cuenta que ya la tenía a punto, así que dejó que se masturbara durante unos instantes y después se levantó dejándola tumbada en el suelo. Nuria no lo podía creer, la había quitado de la boca esa pija que tanto anhelaba.
Él miró sabiendo que podía controlarla y la pidió que se pusiera de rodillas frente a él, Nuria obediente se incorporó y Javier se puso a escasos centímetros de ella, ahora su polla estaba tan solo a una cuarta de su cara. Nuria la miraba y no sabía cómo reaccionar, necesitaba volver a sentirla, poder tocarla de alguna manera, levantó la mirada pensando qué hacer y le dijo a su suegro que no estaban en igualdad de condiciones y que él debería quitarse algo de ropa también.
Javier asintió y ella sin esperar un segundo desabrocho su pantalón y lo bajó encontrándose con un bóxer que a duras penas podía tapar el pene erecto de su suegro, ella le miró nuevamente como pidiendo autorización, su suegro sonrió asintiendo y ella sin esperar cogió el bóxer con sus manos y tiró de él dejando a la vista una tremenda verga gruesa y venosa, no sabía cómo reaccionar, hubiese deseado cogerla con sus manos y metérsela en la boca, pero no quería que su suegro pensase que era una guarrilla desesperada, más aun cuando le había dicho anteriormente que deberían mantener unos límites.
Entonces fue él quien tomó la iniciativa y la pidió que se cogiese las tetas con las manos y las juntase para que él pudiera hacer una foto desde arriba de su canalillo.
Ella aún no podía creerlo, había interrumpido su paja para hacerla una simple foto de las tetas, entonces él se acercó para hacer la foto y colocó nuevamente su verga junto a la cara de ella, ahora la cabeza gruesa y roja del pene estaba a escasos centímetros de su boca, no sabía si abrir sus labios y engullirla o retirarse y dejar ese juego en el que él llevaba siempre la iniciativa y ella iba a remolque obedeciendo sus órdenes, el miedo a la reacción de su suegro la tenía en tensión.
J.- Ahora voy a hacerte alguna foto en la que salga mi pene, cógelo con la mano.
Nuria no lo dudó un instante y cerró sus dedos alrededor de esa pija gruesa y venosa, con su mano solo era capaz de coger la mitad, por lo que otra vez tenía el gordo capullo al alcance de su boca, observó como su suegro hacia algunas fotos y entonces por fin la pidió que lo pusiese junto a sus labios. –Esto es un suplicio, pensó, tenerla tan cerca y no poder chuparla y probar su sabor- pero obedeció sin quejarse.
J.- ¿Qué te parece si hacemos un video?
Continuará...
JAVIER.- Hola Nuria. ¿Has visto las fotos?
NURIA.- Si, las estoy viendo.
JAVIER.- ¿Qué te parecen?
NURIA.- ¡Joder! ¿No tenías otras peores que éstas?
JAVIER.- ¿Por qué, no te gustan? A mí me parecen muy buenas.
NURIA.- ¿Buenas? Parezco una actriz porno, me da vergüenza hasta hablar contigo.
JAVIER.- No digas eso mi niña, estás hermosísima, eres una mujer bella, con un cuerpo espectacular y lo único que has hecho es disfrutar con naturalidad de él.
NURIA.- Si, pero delante de ti, delante de mi suegro. ¿Qué pensarás ahora de mí?
JAVIER.- ¿Qué voy a pensar? Lo mismo que antes, que eres una mujer adorable y bellísima y que me encanta estar contigo, ahora mismo no puedo pensar en nadie mejor con quien pasar mi tiempo libre, ya sea para salir de compras, cenar o por supuesto hacer sesiones de fotos.
NURIA.- Sobre todo esto último ¿No? – al decirlo sonrió levemente- No lo podrás creer, pero eres el primer hombre que acaricia mi "agujerito" trasero, en toda mi vida solo he estado con un hombre, con tu hijo, y nuestras relaciones siempre fueron bastante moderadas, yo tuve una educación muy conservadora y siempre que me pedía algo extraño me negaba, quizás por eso me dejó por otra, si supiera lo que he hecho hoy contigo seguro que me mataba.
JAVIER.- Olvídate de él, piensa solo en ti. ¿Has disfrutado haciendo las fotos? ¿Te ha gustado que yo te viera?
NURIA.- Ufff, es que me da vergüenza contestar.
JAVIER.- Se sincera, cuando te estabas masturbando y abrías por completo las piernas mostrando como movías la mano en tu sexo, me lo estabas ofreciendo a mí, querías que yo lo disfrutase como tú, y cuando grababa tu cara viendo como te corrías, gemías más fuerte para que yo lo oyese. Dime que no es cierto.
NURIA.- No puedo.
JAVIER.- ¿Cómo que no puedes?
NURIA.- No, no puedo decir que no es cierto, porque cuando me estabas haciendo fotos me encantaba que las hicieras, me excitaba muchísimo verte con la cámara enfocando mi sexo, y cuando acariciabas mi vulva o mi orifico anal me daban escalofríos y deseaba que los penetrases, por eso te dije que me habías dejado a medias, desde que hemos empezado con este juego no paro de pensar en ello, estoy toda la semana esperando que llegue el viernes. Me da vergüenza decírtelo, pero esta semana me he masturbado varias veces viendo las fotos que me hiciste el viernes pasado, esto antes no lo hacía, llevó casi un año sin sexo, desde que me enteré que Iván me había sido infiel, y a pesar de ello no tenía necesidad de sexo, has sido tú quien ha despertado en mi este gusto por el exhibicionismo y la necesidad de masturbarme, el problema es que tu eres mi suegro y nieto de mi hijo, así que no podemos ir más allá, como mucho tocarnos, no debemos cruzar ciertos límites.
JAVIER.- No te preocupes, si tú no quieres no lo haremos, pero con eso no querrás decir que anulamos nuestra sesión del viernes próximo.
NURIA.- Jajaja. Noooo, ¡Estoy contando los días! Jajaja.
JAVIER.- Para tu tranquilidad, te diré que esta semana yo también me he masturbado varias veces viendo tus fotos. ¿Quién no lo haría viendo ese escultural cuerpazo?
NURIA.- Ahhh. ¡Que callado lo tenías! Me gusta que me lo hayas dicho, y también me gusta que lo hagas.
JAVIER.- ¿Qué es lo que te gusta que haga? Dímelo por favor, quiero escucharlo de nuevo.
NURIA.- Me gusta saber que te masturbas mirando mi cuerpo. ¡Me encanta! Y me gustaría ver como lo haces.
JAVIER.- Bueno, acabo de hacerlo viendo el video que he grabado hoy.
NURIA.- ¿Video? ¿Has grabado un video? ¿Por qué no me lo has dicho? ¿Por qué no me lo has enviado?
JAVIER.- Pensé que te molestaría, iba a decírtelo el viernes. ¿Quieres que te lo envíe ahora?
NURIA.- ¡Clarooo! Mándamelo ya.
Nuria recibió inmediatamente el video, al abrirlo pudo ver su imagen acariciándose el clítoris y gimiendo frente a la cámara al tiempo que movía aceleradamente sus dedos penetrando una y otra vez su coño abierto y húmedo. ¡Dios! Parecía una autentica actriz porno. Visionó el vídeo un par de veces y sin esperar más metió la mano bajo la braga y comenzó a tocarse despacio. Se había comportado como una autentica guarrilla delante de su suegro, pero le encantaba, estaba tremendamente excitada sabiendo que él la había visto y después se había hecho una paja viendo el video. Ya sin control sus dedos invadieron otra vez su vagina mientras pensaba que la próxima vez tendría que ser Javier quien lo hiciera, había visto la foto de su dedo penetrando su ano y ahora quería que ese mismo dedo penetrase su vagina hasta llevarla al orgasmo. – Siii, quiero que me folle con sus dedos, quiero que se adentren en mi sexo hasta que me haga chillar de placer- Sus caderas se movían de forma descontrolada y era incapaz de controlarse, iba a correrse por segunda vez esa noche y le gustaría que Javier estuviese allí para verlo, rápidamente hizo una video llamada y al otro lado apareció su suegro, sin decirle nada colocó la cámara entre sus piernas abiertas y siguió masturbándose sin parar, sus dedos empapados en sus flujos penetraban el coño una y otra vez, entonces subió la cámara para enfocar su cara.
NURIA.- ¿Te gusta? Dime que te gusta.- Su cara era de auténtico placer- ¿Quieres ver cómo me corro?
Esperó la respuesta de él, pero en lugar de ello vio como Javier sacaba su pene y comenzaba a pajearse. Por fin podía ver su verga, había imaginado como era al notar el gran bulto bajo el pantalón, la había rozado por encima de éste, pero ahora tenía la oportunidad de verla, como desearía tenerla al lado y poder tocarla, o que se la metiera bien adentro, pero no, eso no podía ser, había limites que no debían pasar.
NURIA.- Siii, me gusta verte, me gusta tu polla, no sabes cuanto deseo tocarla.
Bajó la cámara de nuevo entre sus piernas y continuó penetrando su coño con los dedos.
JAVIER.- Siii, tócate, tócate para mí.
NURIA.- Ummm ¿Te gusta como lo hago? ¿Me ves bien?
JAVIER.- Siiii, veo tu coño bien abierto, estoy a punto de correrme.
Nuria subió el móvil para verlo mejor, Javier sacudía su polla con rapidez y sus jadeos iban en aumento, de repente gimió con fuerza y de su verga salió una descarga de semen hacia la cámara del móvil. Ella instintivamente lo acercó a sus labios. ¡Como le gustaría haberla recibido en su boca! –Estoy loca pensó, si a mi marido nunca le deje correrse en mi boca- pero no importaba, ahora se la hubiese tragado toda, estaba dispuesta a lo que fuera, notó como su sexo se lubricaba aún más y sus flujos deslizaban por sus labios vaginales y aceleró el movimiento de sus dedos, bajó de nuevo la cámara para enfocar su coño.
JAVIER.- No mi niña, quiero ver tu cara, quiero ver como te corres.
Ella enfocó su rostro y comenzó a jadear frente a la cámara, mordía sus labios de placer y sonreía para él repitiendo una y otra vez.
NURIA.- Mírame bien, voy a correrme para ti, mírame, mírame, ya, ya. Uffff, Dios, me corro, me corro.
Se relajó un momento y a continuación preguntó a su suegro que le había parecido.
JAVIER.- Ha sido estupendo, me encanta ver la cara de viciosilla que pones al correrte.
NURIA.- Y a mí me gusta que me mires, me encanta exhibirme para ti, si tu quieres seré tu niña viciosa. Jajaja.
JAVIER.- Si, eso me gusta, que seas mi niña viciosa.
NURIA.- Estoy deseando que llegue el viernes, ahora tengo que dormir, ciao.
Javier y Nuria se habían visto el lunes y el miércoles cuando él llevaba el niño a casa después de la guardería, pero ninguno había hecho comentario alguno referente a lo ocurrido el viernes anterior, ambos lo deseaban, pero ninguno se atrevió, esperaban impacientes la llegada del viernes para volver a tener una sesión fotográfica.
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El viernes antes de ir, Javier fue a una tienda de V. Secret y compró un Picardías de malla y encaje de chantilly y una braguita de encaje, al llegar a casa, y una vez que el niño estaba durmiendo, colocó la ropa encima de la cama de Nuria y fue a prepara la cena, una buena botella de vino y solo algo de picoteo, ya que lo importante era el postre.
Poco después llegó Nuria, le dio dos besos y le dijo que iba a ducharse y volvía de inmediato, al entrar en su habitación vio la lencería extendida encima de la cama, solo con verla sintió que una ola de calor subía por su cuerpo. ¡Que ilusión! Le había regalado algo nuevo para esta ocasión, su suegro era un detallista, si hubiera sido su exmarido ni se hubiera molestado, cogió la ropa y vio que era muy atrevida. ¡Como le gustaba! Era transparente y podría lucir sus curvas para él, y al no llevar sujetador sus grandes senos estarían expuestos por completo a su vista, estaba deseando ponérsela. Se duchó rápidamente, se puso la braguita y el picardías y fue al salón.
N.- ¿Cómo me queda? A mi me parece precioso, y creo que resalta mucho mis encantos –dijo acariciándose los senos- ¿O no? Jajaja.
J.- Sigues siendo una Diosa, pero ¿Podrías hacerme un favor?
Nuria le miró sorprendida pensando que no estaba atractiva.
J.- Recógete el pelo en una coleta por favor.
Ella sonrió y fue a su cuarto a peinarse, poco después regresó, se sentó en el sofá, tomó la copa que le ofrecía su suegro y brindaron por la sesión fotográfica que les esperaba. Javier hizo una señal y ella enseguida entendió lo que quería, al instante se reclinó hacia atrás separando las piernas y mostrando la braguita a su suegro, él asintió y siguieron bebiendo y picoteando. Nuria veía como Javier no paraba de mirar el interior de sus piernas y sus enormes pechos, esto le agradaba y hacia que ella se moviese de vez en cuando abriendo más las piernas para facilitar que él pudiera ver con más facilidad su braguita, que ya estaba empapada. ¡Como le gustaba ser observada! Pero quería empezar ya, necesitaba posar para él y mostrarle todas su zonas intimas, quería que viese su sexo húmedo, sus pezones erectos, y también su culo, si, parecía imposible que ella pensara eso, pero quería que su suegro viese de nuevo su orifico anal, ese que nunca antes había tocado nadie. –Uffff ¡Que caliente estoy! ¿Y si hoy quiere volver a penetrar mi culo? ¿Qué debo hacer? Nunca he probado eso, la verdad es que nunca he probado nada, no tengo experiencia y él lo va a notar -Pensó- La posibilidad de no estar a la altura la tenía muy nerviosa e insegura.
Después de la cena Javier sirvió un par de copas, puso música y pidió que bailase con él, esto hizo que Nuria se relajase, comenzaron a bailar y ella abrazó con fuerza a Javier apretando sus senos contra el pecho de éste, sentía su calor y le daba confianza, ahora sabía que no iba a tener problema, haría todo lo que él deseara.
Mientras bailaban Javier puso las manos en su espalda, después fue bajándolas hasta llegar a sus nalgas, subió el picardías y comenzó a acariciarlas, al tocar el culo duro y respingón de su nuera le fue imposible controlar su erección, se apretó con fuerza contra ella frotando su tremendo paquete contra el pubis de Nuria, ella al notarlo metió un pie entre sus piernas y comenzó a rozar el pene sin disimulo. Javier intentó besarla, pero ella esquivó sus labios y le dijo que eso no, había limites que no debían rebasar y besarse en la boca era uno de ellos, Javier se sintió defraudado porque estaba deseando besar los labios carnosos de su nuera, pero lo aceptó y dijo que era el momento de que posase para él. Nuria sonrió satisfecha y le preguntó qué debía hacer. Javier se sentía aún molesto por la reacción que había tenido a su intento de besarla y quiso ser cruel con ella.
Pidió que se tumbase en la mesa alta y separase las piernas, ella así lo hizo y él comenzó a lanzar las primeras fotos, a continuación dijo que apartase la braguita con una mano para mostrar su vulva, ella obedeció y él hizo nuevas fotos, después pidió que con la otra mano separase sus labios vaginales mostrando el interior de su vagina, ella se sintió un poco incómoda
N.- ¡Joder! Me parece muy fuerte, esto lo hacen las actrices porno.
J.- ¿Quieres que sigamos o no?
Nuria vio que Javier se enfadaba y se puso nerviosa, no quería molestarle y que dejase de fotografiarla, llevaba toda la semana esperando esto, la encantaba exponerse ante él, solo saber qué su suegro estaba con la cámara fotografiándola hacia que ella se excitase como nunca antes lo había estado. – Tampoco es tan grave- pensó. Separó sus labios vaginales y Javier aproximó la cámara tomando un primer plano de su vulva abierta. Entonces la dijo que metiese un dedo completamente en su vagina. Ella no podía creérselo, la estaba tratando como a una guarrilla de las que salen en las revistas porno, una cosa es que ella lo hiciese el viernes anterior cuando estaba excitada masturbándose y otra que él se lo pidiese así en frio, sin poder evitarlo algunas lágrimas aparecieron en sus ojos, Javier al verlo se dio cuenta de su error y la pidió disculpas, sirvió otras copas y las bebieron mientras ella se tranquilizaba.
Ahora ya serena, y con la ayuda del alcohol, dijo que estaba dispuesta a hacer lo que pidiera. Javier pidió que se reclinase en el sofá y separase ligeramente las piernas, ahora tenía un primer plano de la braguita, después que sujetase sus senos con ambas manos, ella lo hizo y él se puso de pie para tomar un plano de su canalillo desde arriba.
-Ahora túmbate en la alfombra boca arriba- Ella se tumbó y él se puso de rodillas junto a su cabeza para tomar una foto en dirección a las piernas, su polla estaba rozando la frente de su nuera. –Mete una mano bajo la braguita- pidió él. Nuria lo hizo, entonces Javier se inclinó más adelante pata tomar la foto, y al hacerlo su verga se posó sobre la cabeza de Nuria. Ella al notarlo no pudo controlarse y con sus labios comenzó a acariciar el pene de su suegro por encima del pantalón, su boca intentaba sin mucho acierto rodear esa verga encerrada que notaba dura y grande, pero le era imposible, estaba tan excitada que comenzó a mover la mano que tenía bajo la braguita buscando el clítoris.
Javier al verlo se dio cuenta que ya la tenía a punto, así que dejó que se masturbara durante unos instantes y después se levantó dejándola tumbada en el suelo. Nuria no lo podía creer, la había quitado de la boca esa pija que tanto anhelaba.
Él miró sabiendo que podía controlarla y la pidió que se pusiera de rodillas frente a él, Nuria obediente se incorporó y Javier se puso a escasos centímetros de ella, ahora su polla estaba tan solo a una cuarta de su cara. Nuria la miraba y no sabía cómo reaccionar, necesitaba volver a sentirla, poder tocarla de alguna manera, levantó la mirada pensando qué hacer y le dijo a su suegro que no estaban en igualdad de condiciones y que él debería quitarse algo de ropa también.
Javier asintió y ella sin esperar un segundo desabrocho su pantalón y lo bajó encontrándose con un bóxer que a duras penas podía tapar el pene erecto de su suegro, ella le miró nuevamente como pidiendo autorización, su suegro sonrió asintiendo y ella sin esperar cogió el bóxer con sus manos y tiró de él dejando a la vista una tremenda verga gruesa y venosa, no sabía cómo reaccionar, hubiese deseado cogerla con sus manos y metérsela en la boca, pero no quería que su suegro pensase que era una guarrilla desesperada, más aun cuando le había dicho anteriormente que deberían mantener unos límites.
Entonces fue él quien tomó la iniciativa y la pidió que se cogiese las tetas con las manos y las juntase para que él pudiera hacer una foto desde arriba de su canalillo.
Ella aún no podía creerlo, había interrumpido su paja para hacerla una simple foto de las tetas, entonces él se acercó para hacer la foto y colocó nuevamente su verga junto a la cara de ella, ahora la cabeza gruesa y roja del pene estaba a escasos centímetros de su boca, no sabía si abrir sus labios y engullirla o retirarse y dejar ese juego en el que él llevaba siempre la iniciativa y ella iba a remolque obedeciendo sus órdenes, el miedo a la reacción de su suegro la tenía en tensión.
J.- Ahora voy a hacerte alguna foto en la que salga mi pene, cógelo con la mano.
Nuria no lo dudó un instante y cerró sus dedos alrededor de esa pija gruesa y venosa, con su mano solo era capaz de coger la mitad, por lo que otra vez tenía el gordo capullo al alcance de su boca, observó como su suegro hacia algunas fotos y entonces por fin la pidió que lo pusiese junto a sus labios. –Esto es un suplicio, pensó, tenerla tan cerca y no poder chuparla y probar su sabor- pero obedeció sin quejarse.
J.- ¿Qué te parece si hacemos un video?
Continuará...
1 comentarios - Mi Nuera C5