Era un fin de semana que estaba solo, mi familia se había ido por una reunión familiar que yo no tenía ganas de ir.
Me llamó mi prima Celeste, de 23 años, rubia cuerpo trabajado por fitness, compitió un par de veces, pero le dió más importancia a su carrera de escribana, que estaba en la Capital, me dijo si se podía quedar, le dije que sí que se ubique en la habitación de mi hija que tenía una cama de una plaza confortable, tenía buenas frazadas y calefacción, era un fin de semana muy frio.
Yo está leyendo un libro en el living, habíamos cenado. Ya estaba pensando en dormir eran las 23 hs. Me despido, paso por el baño y voy a mi habitación a dormir, ella se queda con el celular en el living.
Me acuesto, y siento que se corta la electricidad en día tan frio. Tengo aires frio calor, me tapo con las frazadas pensando en dormir, y me toca la puerta Celeste. Discúlpame primo, puedo quedarme en tu cama? Ups me digo yo, bueno.........
Se acuesta lentamente, era una delicia, su olor, su cuerpo, recién bañada. Cada uno se acostó mirando hacia el lado opuesto. La cuestión eran los ratones que comenzaron a trabajar a toda velocidad. NO lograba dormir, no podía parar. Me generaba erección solo del hecho de estar de esa manera.
Y me dice Celeste, discúlpame primo puedo acercarme a vos tengo frio. Ups, buehh, acércate, como quieres hacer?
Perdón me dice haceme como cucharita, había 0 grados, estaba muy frio.
Solo duermo con bóxer, no suelo usar otra ropa. Ella tenía un pijama de algodón tipo short y remara. Me acerco, me coloco tipo cucharita. La envuelvo con mi cuerpo, ella es de mi altura 1.78 pero la protegí muy bien. La cuestión que cuando nos acomodamos la apoyé sin querer, y siento que noto mi erección. Le pedí disculpas. Y ella me dijo está bien primo, no digas nada. Lo que queda aquí muere aquí. Esa frase fue como el detonante, me puso a mil.
Sentí que su suave mano apareció y me tocó el pene, lo comenzó a masturbar un poco y se lo comenzó a pasar por su vagina sobre la ropa, hice un poco de fuerza y me bajé el bóxer, para que mi pene quede completamente descubierto, mientras ella solo se corrió el pijama algo amplio y la tanguita, y así de espalda se comenzó a frotar me pene sobre su clítoris, y se sentía la humedad de su vagina. Una delicia, yo ni me movía. Estaba quietito con el corazón a mil. Comencé a darle besitos en la nuca, y ella se calentó más, directamente se metió mi pene en su vagina. Era una delicia esa conchita joven, hacía tanto tiempo que no estaba con alguien joven, tengo 40 años. Era un charco esa vagina, una delicia. Acerqué mi mano a su clítoris y comencé a tocarlo, fueron pocos minutos y tuvo un orgasmo con squirt incluido, una belleza total. Me dijo podemos cambiar, y le dije obvio, se sacó toda la ropa.
Se subió arriba mí y comenzó a cabalgar, fueron otros minutos y otro orgasmo lleno de fluidos. Impresionante, multiorgásmica. Una delicia, de nuevo me dijo cambiemos, y así paso, hicimos un perrito hasta que llegó a otro orgasmo, yo no daba más. Pero suponía que no volvería a pasar por esa linda oportunidad. Se puso boca arriba, o decúbito dorsal, empecé a bombear, pero no daba más, me explotaba. Le dije, no doy más, saqué mi pene y le acabé en el abdomen, impresionante la tonicidad, todos los músculos marcados, me quedé mirando ese cuerpo contorneado y lleno de leche, se pasó todo el esperma por su pared abdominal riéndose, nos fuimos a bañar y luego nos dormimos profundamente.
Me llamó mi prima Celeste, de 23 años, rubia cuerpo trabajado por fitness, compitió un par de veces, pero le dió más importancia a su carrera de escribana, que estaba en la Capital, me dijo si se podía quedar, le dije que sí que se ubique en la habitación de mi hija que tenía una cama de una plaza confortable, tenía buenas frazadas y calefacción, era un fin de semana muy frio.
Yo está leyendo un libro en el living, habíamos cenado. Ya estaba pensando en dormir eran las 23 hs. Me despido, paso por el baño y voy a mi habitación a dormir, ella se queda con el celular en el living.
Me acuesto, y siento que se corta la electricidad en día tan frio. Tengo aires frio calor, me tapo con las frazadas pensando en dormir, y me toca la puerta Celeste. Discúlpame primo, puedo quedarme en tu cama? Ups me digo yo, bueno.........
Se acuesta lentamente, era una delicia, su olor, su cuerpo, recién bañada. Cada uno se acostó mirando hacia el lado opuesto. La cuestión eran los ratones que comenzaron a trabajar a toda velocidad. NO lograba dormir, no podía parar. Me generaba erección solo del hecho de estar de esa manera.
Y me dice Celeste, discúlpame primo puedo acercarme a vos tengo frio. Ups, buehh, acércate, como quieres hacer?
Perdón me dice haceme como cucharita, había 0 grados, estaba muy frio.
Solo duermo con bóxer, no suelo usar otra ropa. Ella tenía un pijama de algodón tipo short y remara. Me acerco, me coloco tipo cucharita. La envuelvo con mi cuerpo, ella es de mi altura 1.78 pero la protegí muy bien. La cuestión que cuando nos acomodamos la apoyé sin querer, y siento que noto mi erección. Le pedí disculpas. Y ella me dijo está bien primo, no digas nada. Lo que queda aquí muere aquí. Esa frase fue como el detonante, me puso a mil.
Sentí que su suave mano apareció y me tocó el pene, lo comenzó a masturbar un poco y se lo comenzó a pasar por su vagina sobre la ropa, hice un poco de fuerza y me bajé el bóxer, para que mi pene quede completamente descubierto, mientras ella solo se corrió el pijama algo amplio y la tanguita, y así de espalda se comenzó a frotar me pene sobre su clítoris, y se sentía la humedad de su vagina. Una delicia, yo ni me movía. Estaba quietito con el corazón a mil. Comencé a darle besitos en la nuca, y ella se calentó más, directamente se metió mi pene en su vagina. Era una delicia esa conchita joven, hacía tanto tiempo que no estaba con alguien joven, tengo 40 años. Era un charco esa vagina, una delicia. Acerqué mi mano a su clítoris y comencé a tocarlo, fueron pocos minutos y tuvo un orgasmo con squirt incluido, una belleza total. Me dijo podemos cambiar, y le dije obvio, se sacó toda la ropa.
Se subió arriba mí y comenzó a cabalgar, fueron otros minutos y otro orgasmo lleno de fluidos. Impresionante, multiorgásmica. Una delicia, de nuevo me dijo cambiemos, y así paso, hicimos un perrito hasta que llegó a otro orgasmo, yo no daba más. Pero suponía que no volvería a pasar por esa linda oportunidad. Se puso boca arriba, o decúbito dorsal, empecé a bombear, pero no daba más, me explotaba. Le dije, no doy más, saqué mi pene y le acabé en el abdomen, impresionante la tonicidad, todos los músculos marcados, me quedé mirando ese cuerpo contorneado y lleno de leche, se pasó todo el esperma por su pared abdominal riéndose, nos fuimos a bañar y luego nos dormimos profundamente.
2 comentarios - Con mi prima de 23 años. Fanática del fitness.