A los 14 años mi viejo se fue a trabajar al sur y me dejó al cuidado de un viejo vecino de 49 años, artista de circo retirado devenido en curandero.
El tipo tenía por costumbre andar por la casa desnudo y dormir igual su siesta.
Sabiendo mis inclinaciones se exhibia como un alfa caminando y dejandome ver al detalle el bamboléo de esos genitáles pelúdos y contundentes... una verga larga y cabezona surcada de gruésas vénas azúles y la cabeza cubierta por un prepucio estirado que daba el aspecto de ser una pija curtida, una bolsa de huevos enormes e hinchados bien peludos y viríles como la mata de vello púbico que coronaban su hombría.
El viejo con lascivia se exitaba viendome evitar mirarlo sin lograr apartar mi vista de ese pito pesádo, quería saber como era manejarlo, sobarlo.
Cuando se le paraba se hacia el tonto y se alejaba...
Se sentaba por ahí y esperaba a que le baje la erección dejandome ver como la garcha le colgaba gomosa entre los huevos.
Era un ejemplar de semental fabuloso...y canchero...un buen iniciador el el arte de cojer.
El tipo tenía por costumbre andar por la casa desnudo y dormir igual su siesta.
Sabiendo mis inclinaciones se exhibia como un alfa caminando y dejandome ver al detalle el bamboléo de esos genitáles pelúdos y contundentes... una verga larga y cabezona surcada de gruésas vénas azúles y la cabeza cubierta por un prepucio estirado que daba el aspecto de ser una pija curtida, una bolsa de huevos enormes e hinchados bien peludos y viríles como la mata de vello púbico que coronaban su hombría.
El viejo con lascivia se exitaba viendome evitar mirarlo sin lograr apartar mi vista de ese pito pesádo, quería saber como era manejarlo, sobarlo.
Cuando se le paraba se hacia el tonto y se alejaba...
Se sentaba por ahí y esperaba a que le baje la erección dejandome ver como la garcha le colgaba gomosa entre los huevos.
Era un ejemplar de semental fabuloso...y canchero...un buen iniciador el el arte de cojer.
1 comentarios - Don Amado... trapecista de circo.