Navidad 20/21: Celebrando el 25 de Diciembre en el almacen

En este año tan raro, ya que no pudimos abrir el bar en nochebuena, y como navidad caía en viernes, abrimos esa noche y me toco ir a trabajar. La noche, sin estar abarrotada, estaba bien y hubo trabajo. Una de las personas que vino a tomar algo fue Silvia C, con varias primas suyas. Desde que vino a saludarme me dejo claro que, como pudiera escaquearse de sus acompañantes, quería un rato de diversión conmigo. Llevaba un jersey rojo con dibujos navideños, una minifalda negra cortísima y unas medias supersexys, de red con corazones formados por las rejillas.
Cada vez que venían a pedir, las invitaba a unos chupitos para que se fueran emborrachando y despistando un poco. Un par de horas después de que habían llegado, por fin Silvia se acerco sola a pedir. La puse la copa y la dije que ya sabia donde tenia que ir. Avisé a mi compañero y me fui para el almacén, donde me esperaba Silvia en la puerta.
Entramos y nos besamos contra la puerta. Mis manos rápido agarraron su culo. No tarde en subir su pequeña falda y acariciar su culo, cubierto por las medias de red, con un tacto magnifico. La cogí en vilo, agarrando bien sus piernas y manteniéndola contra la puerta. Nos besamos mas acaloradamente.
Silvia se quito el jersey y la camiseta y se quedo con sus pechitos al descubierto pues no llevaba sujetador. Aprete mas fuerte sus muslos y agache la cabeza para mordisquear esos pechitos. La baje al suelo y Silvia se coloco de rodillas. Me bajo los pantalones y el slip y comenzó a hacerme una rica mamada. Una de sus manos, jugaban con mis huevos, los cuales comía de vez en cuando. Su otra mano, agarraba mi culo. Cogió una caja de almacenar botellines y se sentó en ella. Estiro las piernas y comenzó a masturbarme con los pies. El tacto de la redecilla de las medias me volvió loco.
La levante y volví a apoyarla contra la puerta. Ahora yo me arrodille y, mientras acariciaba sus muslos, besaba y lamia su coño tapado. La giré e hice lo mismo con su rico culazo, acariciándoselo también. La baje las medias dejando su culo al descubierto y viendo el tanga negro de hilo que llevaba. Di un par de bocados a sus glúteos, antes de volver a girarla. Aparte su tanga a un lado y comencé a comerla el coño.
Me levante, me puse un condón y la coloque nuevamente mirando la puerta. Bajé un poco más sus medias, La abrí las piernas y aparte su tanga a un lado. Metí mi polla entre sus piernas y la introduje despacio por su mojado coño. Le agarre de la cintura y comenzamos a follar despacio, subiendo poco a poco la velocidad de mis penetraciones. Al rato se la metí en el culo e hice lo mismo, empezando despacio y poco a poco ir más rápido.
Acerque la caja en la que se había sentado y la coloco una pierna en él. Volví a follarla el culo y el coño en dicha posición. La senté en el cubo y me coloqué de rodillas en el suelo. Nos besamos y la masturbe con mi dedo corazón. La coloqué las piernas contra mi pecho y volví a meterla la polla en el coño. Nuevamente follamos, mientras acariciaba sus piernas y besaba sus pies. La gire un poco, colocándola lateralmente. Esta coloco sus manos en el suelo para no caerse y la folle el culo y el coño lateralmente.
Cuando iba a correrme me levante y Silvia se sentó en la caja. Me quito el condón y me volvió a hacer una rica mamada, hasta que me corrí en su boca. La lengua de Silvia jugando en mi glande, y limpiándomelo, me relajo muchísimo.
Al tenerla limpita ya, me arrodille, coloque sus piernas en mis hombros y la comí el coño hasta que esta se corrió y entonces mi lengua jugo con sus jugos.

Nos vestimos y salimos del almacén para seguir cada uno con su noche.