You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

sexo en una entrevista de trabajo

he elegido para la ocasión tanga s blancas  y sujetador color carne, una blusa blanca, una falda negra a medio muslo, sin medias ya que hacía mucho calor y zapatos con un poco de tacón, vamos, nada del otro mundo, pero iba arreglada. Cuando me disponía a salir me miré en el espejo y me veía guapa, no la blusa un poco entallada resaltaba mis pechos y mi cinturita, mientras que la falda contorneaba mis caderas y mi culito y  A decir verdad la veía un poco corta,  sabía que al verme así vestida para una entrevista, iba a provocar más de una de sus fantasías sexuales. Me dirigí al coche y cuando me senté noté como la falda se subía peligrosamente,

 

Cuando llegué a la empresa me recibió un hombre bien vestido de unos 45 años, más alto que yo, ni feo ni guapo, más bien del “montón”, pelo un poco canoso, con barba, ojos claros y unos kilos de más, se presentó, se llamaba Julián. Me invitó a pasar a una sala que hay nada más entrar en recepción, no sin antes echarme una buena mirada a mis piernas.

 

 Ya me disponía a dejar mis cosas en la mesa de reuniones cuando sospechosamente Julián me dirigió hasta los sillones del fondo, decía que justo al lado hay una ventana que da a un patio donde los trabajadores salían a tomar el aire en los turnos de descanso y entraría más luz natural, pero al momento pude darme cuenta de que esa decisión no era tomada por la luz, ya que al sentarse delante de mí tenía una visión perfecta de mis piernas, las cuales cerraba con fuerza al sentarme para que no me viera la tanga , recordé mi dilema cuando entré en el coche y se me subió la falda. 

 

, no paraba de mirarme las piernas y yo empezaba a tener una mezcla de sensaciones:  un creciente morbo, volvió a mi cabeza lo del descuido.  para proceder a calentar a este señor y eso, poco a poco, me estaba encendiendo por dentro. Tenía delante una persona que era clave para poder mejorar mi situación personal y no hacía más que lanzarme señales de que quería “carne” 

 

Empieza la entrevista con preguntas cotidianas, dónde vivo, mi situación personal, estudios, etcétera,mientras sin apenas disimular, de tanto en cuanto Julián bajaba la vista para ver si hacía algún movimiento y podía verme dentro de la falda. Yo no sabía si cruzar las piernas o no, ya que el sillón no ayudaba y se me podía levantar la falda por debajo. Estaba más preocupada de no mostrar mi intimidad que de la propia entrevista  

 

Continuaba la entrevista, ahora centrándonos más en mi experiencia profesional y mis estudios, ahí desplegué toda mi artillería, Julián asentaba con gestos de aprobación  y en un momento dado me pidió si le podía enseñar la carpeta con mis trabajos  que siendo previsora, ya la llevaba en la carpeta, la cual seguía en mi regazo para ayudar a taparme. En eso que abriéndola para mostrarle el documento, entre la tensión, los nervios, la situación comprometida con mi falda y que habían hojas que no estaban bien metidas por las solapas, se me cayeron al suelo varias de ellas por el lado izquierdo, al darme cuenta hice un rápido gesto instintivo para evitar que cayeran, cosa absurda, pero lo único que conseguí es que mi cuerpo se arqueara hacia ese lado y fruto de ese movimiento mis piernas se abrieran más de lo que yo quería, regalándole una visión perfecta de mi  tanga  blancas a Julián. 

 

 no hacía nada por taparme, sólo me dedicaba a recoger los papeles sentada desde mi asiento haciéndome la loca a sabiendas que estaba siendo observada, en ningún momento quería provocar esa situación, Estaba entrando en calor de ver como soy capaz de calentarle la pija  a este individuo, de sentirme sexy y deseada, pero la situación se me estaba yendo de las manos, una cosa es un pequeño descuido y otra es estar abierta de piernas delante de un hombre desconocido a menos de 50 centímetros y eso tuvo sus consecuencias.

 

En ese tiempo de incertidumbre en el que los segundos parecían minutos, Julián no sólo disfrutaba de su logro con cara de salido baboso, sino que interpretaba que tenía carta blanca para continuar su acoso ya que en ningún momento había hecho nada por taparme y se percató que yo sabía que le estaba enseñando la tanga  Yo seguía incrédula ante esa situación, no me podía creer lo que estaba haciendo ante ese hombre, entonces a él no se le ocurrió otra cosa que poner su mano en mi pierna y empezar a acariciarla, muy suave, con cuidado, todavía receloso de mi reacción. Yo me quedé helada, estaba a punto de dar un salto y largarme de ahí, pero las ganas de conseguir otro empleo y sobretodo la creciente calentura que ya me estaba descontrolando, me lo impedían, sólo fui capaz de dar un respingo y mirarle a los ojos, pero ahí seguía, con las piernas abiertas, como una auténtica puta,

 

Su mano recorre mi muslo desde la rodilla hasta la tela de algodón de  mi tanga by el comienzo de mi sexo, una y otra vez,  me tenía a su merced, se incorporó un poco y me susurró con voz de pervertido que estuviera calladita, que si me portaba bien el trabajo sería mío. No tardó en atacar mis grandes pechos, desabrochándome la blusa y quitándome el sujetador, me dio un lametón enroscando con su lengua mi pezón derecho, cosa que me hizo gemir tímidamente, pero lo suficiente para que supiera que estaba cachonda y dispuesta a complacerle, me iba a coger  sin ningún impedimento, , mientras seguía chupándome los pezones 

Me sentía  cachonda, poco a poco, mientras seguía dándome placer en mis pechos, me levantó totalmente la falda hasta la cintura y con delicadeza me quitó mi tanga , sabía que se lo podía tomar con calma, que tenía la situación totalmente controlada. , empezó a frotar sus dedos en mi clítoris y los jugos que ya emanaban de mi sexo, a partir de ese momento entré en éxtasis, me estaba dando muchísimo morbo 

 

Cuando pasó su lengua por mi sexo ya estaba fuera de control, me estaba comiendo el clítoris  repasando cada rincón de mi órgano, no tardé mucho en correrme, todo mi cuerpo entró en tensión y estalló de gusto. Al abrir los ojos vi como se había levantado y estaba delante de mi cara su pija  totalmente dura, la cual agarré con lujuria y me la llevé a la boca sin pensar. Le estaba haciendo una mamada de película, metiéndomela en la boca hasta el fondo y sacándomela una y otra vez, sin prisa, suavemente, recreándome con lengüetazos en el glande, en eso que Julián empezó a articular nuevamente unas palabras y me dijo que no se esperaba que fuera tan puta, tan sumisa,

 

Antes de acabar  me sacó la pija  de la boca y me dispuse a recibir una buena corrida en mi cara, pero me levanto y me puso de espaldas a él, luego me inclinó hacía adelante y abrió mis piernas, totalmente dispuesta para penetrarme.  me estaba metiendo su pene en mi concha  totalmente mojado y abierto. Finalmente Julián me estaba cogiendo , 

 

Me la metía y me la sacaba suavemente, dándome aun más placer, recreándose, disfrutando de la suerte que había tenido esa mañana. después de tenerme totalmente sumisa, estaba haciendo conmigo todo lo que quería y no iba a parar. Al poco rato de ser bombeada con tanta sutileza, noté como el ritmo iba creciendo, cada vez más rápido, lo que indicaba una inminente acabada  de semen dentro de mi , le intenté agarrar para retirarlo pero fue en vano, mientras Julián lanzó un gemido de placer notaba como un líquido espeso y caliente invadía mi agujerito y se me escurría por mis piernas, quedé totalmente inundada de su leche.

 

Me quedé quieta, complacida como era posible que esta mañana había salido a una simple entrevista de trabajo y al final había acabado siendo cogida , soy tan yegua m, que me calienta mucho estas situaciones 

2 comentarios - sexo en una entrevista de trabajo