Lulú la culona que me garché

Hola vengo aquí con otro relato de una fantasía que logré cumplir. Hubo un post de un relato que fué eliminado, espero que no suceda lo mismo con este.

Hace algunos años empecé a ir a un gimnasio que se encuentra a unas cuantas calles de mi casa, donde concurren muchas mujeres, unas más buenas que otras, algunas que recién empiezan y otras que ya llevan tiempo en ese ambiente. Entre estas últimas se encuentra Lulú, una mina alta, morocha, de buen físico, pero con un culazo que obnubila. A ella la conozco desde hace mucho tiempo, vive a algunas calles de mi casa también, siempre nos cruzamos y la relación siempre fué de saludos y nada más. Yo le tenía unas ganas enormes, pero nunca le di referencia de eso, nunca la miré como todos los pajeros lo hacían, o le dije algo fuera de lugar como todos lo hacían.


En fin, voy a ir al punto, que es lo que importa.

El dueño del gimnasio es mi amigo, excompañero de secundaria, y es una de las razones por las que empecé a ir, digamos que para ayudarlo y sumarle un cliente más. Luego de un tiempo me pidió que le ayude a atender, estando en la recepción, cobrando y esas cosas. Yo lo empecé a hacer, era entretenido el estar ahí, se conocía muchas personas, y minas no te digo nada😏



Con Lulú empezamos a tener un poco más de confianza, digamos, conversabamos de vez en cuando, dado que el dispenser de agua estaba al lado de la entrada. Una vez me decidí a intentar entablar una charla un poco más larga y ver si ella me daba bola.



Una tarde cuando se estaba yendo, se quedó parada tomando agua y pasó un vago que estaba de salida también y le tiró un piropo re pajero, en esa milésima de segundos se me prendió la lamparita (era una ocasión para poder conversar). Yo automáticamente lo puteo al vago, diciendo que no se zarpe, y cosas así, él me miró y salió nomás. Ella se acercó y me agradeció por eso, que en parte también estaba acostumbrada a que le digan cosas así. Yo le dije que estaba bien pero que me salió impulsivamente el retar a quien se lo dijo. Me volvió a agradecer, y me preguntó si a qué hora salía yo (intuí que podía darse una buena charla), seguimos hablando, ella se sentó y conversamos un montón, seguramente una hora, hablando de diferentes temas.
Luego de un rato, vi que no se me daba el momento para chamuyar y darle a entender que yo quería algo más que solo hablar. Entonces le dije: "Che no me gusta ser desubicado ni nada así, tampoco nunca te dije algo fuera de lugar, a pesar de que te conozco hace mucho. Tenés un muy buen físico, tomás algún suplemento o algo así?"
Ella sonrió y me dijo "gracias, vos también estás bien físicamente, y me sorprende que nunca me hayás dicho nada grosero, sos re ubicado"
 Le agradecí yo también por el cumplido, seguimos charlando un rato más y ya sin pensarlo me tiré un lance. Le dije "sabés que tipo once voy a cerrar y me voy, si querés, podés volver y tomamos o comemos algo y seguimos hablando". Ella accedió y me dijo que si, que estaba buena la idea, que si volvería.
Llegó la noche, cerré y la esperé, al rato llegó... tenía puesto un jeans que dibujaba ese orto terrible que tiene.

Entró y compramos para comer, la noche siguió y seguimos hablando, la conversación se hizo cada vez más profunda. Después de un rato me acerqué y le pregunté si le podía dar un beso, ella aceptó y nos besamos. Entre beso y beso, todo se empezó a tensionar más, mis manos empezaron a bajar y a tocar sus piernas y su divino culo, ella solo tenía sus manos en mi cintura, entonces tomé una de sus manos y la deslicé hasta mi entrepierna, por sobre el pantalón me empezó a tocar la pija, que ya estaba re dura. Nos paramos de las sillas, y yo la senté sobre el escritorio de la recepción y le quise sacar el pantalón, ella me dijo que no, y se puso de pie, me hizo sentar, me dió la espalda y con un pequeño y corto baile sensual, meneandose un poco, empezó a bajarselo sola, ¡el ojete que tiene es impresionante! llevaba puesto un hilo dental muy fino de color negro que se perdía entre sus nalgas,



en ese momento le puse toda mi cara en su culo, quería morir asfixiado ahí, se lo lamí todo, le corrí un poquito el hilo dental y pasé mi lengua de arriba abajo a ese culazo mientras le tocaba el clitoris, ella gemía y se agarraba del escritorio.




Luego se dió la vuelta, se arrodilló, me sacó el pantalón y el boxer, y mi poroga saltó de lo parada que estaba, me empezó a pajear muy rico mientras lamía los huevos, con su lengua fue sabiendo hasta la cabeza y empezó a chuparme la pija, era una experta, la tragaba hasta que le llegaba a la garganta y la sacaba, la volvía a tragar y la sacaba, la escupía y me pajeaba. Luego se levantó, yo seguía sentado, y del bolso que traía, sacó preservativos, sonrió y me dijo "pensás que no sabía que esto iba a pasar? Me hiciste venir con el gimnasio vacío, yo sabía que iba a ser cogida aquí".
Se agachó un poco y me puso el forro, lo escupió un poco y me dió la espalda, se empezó a sentar sobre mi pija lentamente, y gemía, "que pedazo tenés papi" me decía, una vez que entró del todo, empezó a cabalgar, me daba unos sentones chocando su culo en mi pelvis que retumbaba en todo el vacío gimnasio.


La hice levantar y la agaché apoyándola en el escritorio, "ahora si, dame bomba bien fuerte con esa pija enorme que tenés" me dijo. Se la puse hasta el fondo y la empecé a coger bien duro, le daba fuertes nalgadas y el culito se le puso rojo, ella gritaba y me pedía más. Se puso como loca, se mojó un dedo y se lo metió solita en el culo, yo le daba más y más, hasta que me detuve para no acabar todavía, ella se arrodilló, me sacó el forro y me empezó a hacer un pete, se tragaba toda la verga, daba arcadas y se la sacaba de la boca, se la volvía a meter, se la sacaba y se pasaba toda la pija bien babosa por la cara, sus ojitos lagrimeaban y su cara se llenó de saliva y flujo de mi pija. Se sentó en la silla y abriendo bien las piernas me pidió que se la meta, yo le dije que la quería ver tocándose sola un rato, estaba desatada, muy excitada, se metía dos dedos y con la otra mano se frotaba el clitoris, gemía y gritaba, luego aumentó un dedo más, y luego otro, hasta llegar al quinto, su cara se puso roja, y empezó a gritar más fuerte, casi llegó a introducir toda su mano cuando la sacó y comenzó a squirtear, chorros increíbles le salían mientras se tocaba más rápido su clitoris.


 Me puse de rodillas y se la empecé a chupar, lamía toda su concha y la escupía, ella me agarraba del pelo y me hundía en su concha, parecía que me quería meter dentro suyo. Volvió a pedirme que se la meta, casi implorandome, "cogeme, dale, rompeme toda, quiero sentir esa pija dentro mío, no te pongás forro, quiero que me llenés de leche".

Me quedé arrodillado, me acomodé bien y la volví a enterrar, ya no me importaba nada. Mientras se la metía, la ahorcaba bien fuerte con ambas manos, ella me arañaba los brazos, y me pedía que la garche duro, "dale, rompeme la concha" "me encanta esa pijota dura que tenés" me decía. Le seguía metiendo la poronga hasta el fondo cuando entre gemidos me dijo "ahí voy a acabar, hijo de puta, no parés de cogerme", pude ver cuando sus ojos se dieron vuelta y empezó a dar gritos de placer, eso me calentó tanto que no pude aguantar tanta excitación y empecé a acabar, chorros y chorros de leche salían de mi pija para quedarse dentro de su concha, ambos acabando simultáneamente, una escena y un polvo inolvidable para mi. Cuando dejé de acabar, saqué mi pija y ella puso su mano para tapar y que no salga la leche de adentro, con esa misma mano empezó a untar el semen que dejé adentro de su concha y lo empezó a poner en su boca sin desperdiciar una sola gota. "Estuvo riquísima tu leche, y mucho más la cogida que me diste" dijo sonriendo con una mirada perversa, "espero se repita" le respondí. "Obvio, quiero más. Una segunda parte" concluyó la muy puta Lulú.














Esperen y estén atentos a la continuación😏
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