Como todos los relatos estan basados en mis fantasías.
Al menos 30 hombres habían pagado para cojerme hasta reventar. No me dio tiempo a reaccionar, al verme se abalanzaron sobre mi y uno me metió su pija en la boca, estaba rodeada, me cojio por ahí y tuve que tragar hasta la última gota y luego una nueva pija ocupaba mi boca y así sucesivamente. Tenia la mandibula dolorida y el estomago lleno de semen espeso y caliente pero la noche solo estaba empezando, mi boca
no tardo en volver a estar llena de pija bien dura y bastante grande, continue chupando y tragando, otro se situo tras de mi y de una sola estocada me metió pija quedando completamente clavada en mi concha, me embestia ferozmente.
- Esto es genial, tragatelo todo puta, voy a llenarle la concha de leche
Cuando terminó le siguió otro que se bajo la cremallera de su jeans y saco un enorme pene, me agacho y me la metio en la boca, apenas entraba una cuarta parte, luego me pidio que pare y me llevo de la mano hacia una cama vieja.
-Te voy a coger putita
Me tiró a la cama y comenzó a sobar su glande en la puerta de mi concha, moviendo su cabezota de arriba hacia abajo, comenzó a dar pequeños empujoncitos para meterla, no estaba acostumbrada mi vagina a un tamaño tan descomunal, hasta que me la metio de una, me dolio bastante, me cojio de manera muy bruta, como un animal, sus embestidas eran terribles, estuvo un buen rato hasta que tremendos chorros calientes de semen inundaron mi interior.
Pase horas siendo violada por esos tipos y tragando espesas descargas de leche. Dos tipos más se corrieron en mi concha y en mi boca, obligandome a tragar todo su semen al tener su polla clavada por completo en mi garganta y otro en mis entrañas, estaba en un lugar de mala muerte siendo cojida y tragando pijas hasta la saciedad, sus pijas se enterraban una y otra vez en mi concha y boca todo de manera salvaje, estaba siendo follada por una multitud, me estaban sodomizando, empezaron a cojerme de a cuatro (dos por la concha y dos por la boca), una tras otra siguieron pasando las pijas por mi concha y boca, penetrandome como a una puta. Me cojieron hasta el cansancio, aún estando por momentos inconsciente, dolorida y sin fuerzas.
Al menos 30 hombres habían pagado para cojerme hasta reventar. No me dio tiempo a reaccionar, al verme se abalanzaron sobre mi y uno me metió su pija en la boca, estaba rodeada, me cojio por ahí y tuve que tragar hasta la última gota y luego una nueva pija ocupaba mi boca y así sucesivamente. Tenia la mandibula dolorida y el estomago lleno de semen espeso y caliente pero la noche solo estaba empezando, mi boca
no tardo en volver a estar llena de pija bien dura y bastante grande, continue chupando y tragando, otro se situo tras de mi y de una sola estocada me metió pija quedando completamente clavada en mi concha, me embestia ferozmente.
- Esto es genial, tragatelo todo puta, voy a llenarle la concha de leche
Cuando terminó le siguió otro que se bajo la cremallera de su jeans y saco un enorme pene, me agacho y me la metio en la boca, apenas entraba una cuarta parte, luego me pidio que pare y me llevo de la mano hacia una cama vieja.
-Te voy a coger putita
Me tiró a la cama y comenzó a sobar su glande en la puerta de mi concha, moviendo su cabezota de arriba hacia abajo, comenzó a dar pequeños empujoncitos para meterla, no estaba acostumbrada mi vagina a un tamaño tan descomunal, hasta que me la metio de una, me dolio bastante, me cojio de manera muy bruta, como un animal, sus embestidas eran terribles, estuvo un buen rato hasta que tremendos chorros calientes de semen inundaron mi interior.
Pase horas siendo violada por esos tipos y tragando espesas descargas de leche. Dos tipos más se corrieron en mi concha y en mi boca, obligandome a tragar todo su semen al tener su polla clavada por completo en mi garganta y otro en mis entrañas, estaba en un lugar de mala muerte siendo cojida y tragando pijas hasta la saciedad, sus pijas se enterraban una y otra vez en mi concha y boca todo de manera salvaje, estaba siendo follada por una multitud, me estaban sodomizando, empezaron a cojerme de a cuatro (dos por la concha y dos por la boca), una tras otra siguieron pasando las pijas por mi concha y boca, penetrandome como a una puta. Me cojieron hasta el cansancio, aún estando por momentos inconsciente, dolorida y sin fuerzas.
2 comentarios - 30 contra una