MAGUI BRAVI Y EL BASQUETBOLISTA
La mudanza me obligó a cambiar de club. No manejo, y no iba a tomarme todos los días un bondi hasta Varela para entrenar. Por suerte encontré un club cerca de casa, con un buen gimnasio y pista de patinaje
Mi primer día, entre al club lista para trabajar mi cuerpo. En el gimnasio, en el piso de arriba, hay un ventanal enorme que da directamente a la cancha de básquet. Me llamó la atención un muchacho alto, imponente, de piel oscura y cabello corto. Me colgué un rato mirándolo entrenar mientras hacía bicicleta, hasta que llego el momento de seguir mi rutina. Mientras hacía sentadillas, no pude evitar imaginarme sentada sobre el. Solte una risita inocente y seguí con mi entrenamiento toda la mañana.
Cerca del mediodía yo estaba agotada. Tomé un trago de agua mientras veía a los chicos del básquet salir de la cancha, y me dispuse a darme una ducha. Entre al baño, me saqué la ropa dejándola en mi bolso y abrí el agua caliente. Se sentía genial relajar después de un día largo de entrenamiento. Pero me ví sorprendida por la sonrisa del negro que había visto en la cancha. En seguida me tapé las lolas y la vagina, casi como un acto reflejo
"Oye flaquita, persona pero este es el baño de hombres" rio el morocho mirándome de arriba abajo
"Di...disculpame. soy nueva acá, ya me iba" le respondí muerta de vergüenza
"Quédate, soy solo yo" sonrió mientras se sacaba la remera luciendo sus abdominales
"Y si vienen los demás?" Dije, y enseguida me arrepentí. No quería que me vieran los demás, pero diciendo eso daba a entender que él si podía verme
"Nadie viene, creo que somos los únicos dos tontos que se duchan en el club" bromeó y bajó su short y boxer. Una verga gruesa, negra y larga como una morcilla salió como disparada
Fingí una sonrisa y me puse de espaldas a el. No sería el primero en mirarme el culo, así que todo estaba bien. Empecé a ponerme shampoo, mirando de reojo para ver si me relojeaba la cola. Por distraerme con él se me cayó el tarro de shampoo y viví los instantes más estresantes del mundo tratando de levantarlo.
"Rosadita" opino el negro "como me gustan a mi". No sabía dónde meterme, y lo peor es que me gustó. Se acercó despacio masajeando su pija. Me temblaban las piernas y por los nervios solo llegué a decir "despacio por favor"
La cabeza negra y palpitante se metió en mi concha y yo ya empecé a gemir. Solo la puntita era más grande que la pija de mi ex, me estaba abriendo por dentro y el agua no dejaba de caer. Con una mano me agarró las tetas y empezó a pellizcar bruscamente mis pezones mientras la otra se dirigía a mi cola para dejar nalgadas que salpicaban gotitas de agua. Cuando la ducha ya había lubricado mi agujerito, metió toda su tranca hasta el fondo levantandome en el aire por un instante
"Tu vaginita está exprimiendo mi verga" jadeó el moreno mientras me cogía sin piedad. Pasado el shock inicial, comencé a disfrutar de su pene con una sonrisa en mi rostro. Luego de un rato haciéndolo de parados, me giró y me levantó en el aire con un beso. Mis pies se colocaron sobre sus hombros y mis manos se entrelazaron detrás de su nuca. El se afirmó fuertemente de mi cintura y empezo a cogerme con rabia. "Quiero llenar tu vagina de mi leche" gimió el negro mientras yo, desesperada, intentaba sacarmelo de encima y que acabe afuera.
Mis esfuerzos fueron en vano. A los pocos segundos ya estaba acabando en mi concha, dejándome tan llena de semen que mi panza se hinchó como si hubiera comido tres platos de canelones. Cuando termino de descargar me bajó y bruscamente me tiró al suelo mientras se enjuagaba la pija y se reía. Tomó su ropa y se marchó al vestuario, dejándome en el suelo, sin poder moverme y con la vagina llena de semen. Aunque parezca que me humilló, la verdad disfruté mucho de su pija. El entrenamiento que viene tal vez le pida su número…
Este relato era parte de un torneo que por razones de poringa no pude subir. Subiré los relatos de forma individual para que los disfruten
Los amo bombonazos!! Qué le harían a Magui? Los leo!!
La mudanza me obligó a cambiar de club. No manejo, y no iba a tomarme todos los días un bondi hasta Varela para entrenar. Por suerte encontré un club cerca de casa, con un buen gimnasio y pista de patinaje
Mi primer día, entre al club lista para trabajar mi cuerpo. En el gimnasio, en el piso de arriba, hay un ventanal enorme que da directamente a la cancha de básquet. Me llamó la atención un muchacho alto, imponente, de piel oscura y cabello corto. Me colgué un rato mirándolo entrenar mientras hacía bicicleta, hasta que llego el momento de seguir mi rutina. Mientras hacía sentadillas, no pude evitar imaginarme sentada sobre el. Solte una risita inocente y seguí con mi entrenamiento toda la mañana.
Cerca del mediodía yo estaba agotada. Tomé un trago de agua mientras veía a los chicos del básquet salir de la cancha, y me dispuse a darme una ducha. Entre al baño, me saqué la ropa dejándola en mi bolso y abrí el agua caliente. Se sentía genial relajar después de un día largo de entrenamiento. Pero me ví sorprendida por la sonrisa del negro que había visto en la cancha. En seguida me tapé las lolas y la vagina, casi como un acto reflejo
"Oye flaquita, persona pero este es el baño de hombres" rio el morocho mirándome de arriba abajo
"Di...disculpame. soy nueva acá, ya me iba" le respondí muerta de vergüenza
"Quédate, soy solo yo" sonrió mientras se sacaba la remera luciendo sus abdominales
"Y si vienen los demás?" Dije, y enseguida me arrepentí. No quería que me vieran los demás, pero diciendo eso daba a entender que él si podía verme
"Nadie viene, creo que somos los únicos dos tontos que se duchan en el club" bromeó y bajó su short y boxer. Una verga gruesa, negra y larga como una morcilla salió como disparada
Fingí una sonrisa y me puse de espaldas a el. No sería el primero en mirarme el culo, así que todo estaba bien. Empecé a ponerme shampoo, mirando de reojo para ver si me relojeaba la cola. Por distraerme con él se me cayó el tarro de shampoo y viví los instantes más estresantes del mundo tratando de levantarlo.
"Rosadita" opino el negro "como me gustan a mi". No sabía dónde meterme, y lo peor es que me gustó. Se acercó despacio masajeando su pija. Me temblaban las piernas y por los nervios solo llegué a decir "despacio por favor"
La cabeza negra y palpitante se metió en mi concha y yo ya empecé a gemir. Solo la puntita era más grande que la pija de mi ex, me estaba abriendo por dentro y el agua no dejaba de caer. Con una mano me agarró las tetas y empezó a pellizcar bruscamente mis pezones mientras la otra se dirigía a mi cola para dejar nalgadas que salpicaban gotitas de agua. Cuando la ducha ya había lubricado mi agujerito, metió toda su tranca hasta el fondo levantandome en el aire por un instante
"Tu vaginita está exprimiendo mi verga" jadeó el moreno mientras me cogía sin piedad. Pasado el shock inicial, comencé a disfrutar de su pene con una sonrisa en mi rostro. Luego de un rato haciéndolo de parados, me giró y me levantó en el aire con un beso. Mis pies se colocaron sobre sus hombros y mis manos se entrelazaron detrás de su nuca. El se afirmó fuertemente de mi cintura y empezo a cogerme con rabia. "Quiero llenar tu vagina de mi leche" gimió el negro mientras yo, desesperada, intentaba sacarmelo de encima y que acabe afuera.
Mis esfuerzos fueron en vano. A los pocos segundos ya estaba acabando en mi concha, dejándome tan llena de semen que mi panza se hinchó como si hubiera comido tres platos de canelones. Cuando termino de descargar me bajó y bruscamente me tiró al suelo mientras se enjuagaba la pija y se reía. Tomó su ropa y se marchó al vestuario, dejándome en el suelo, sin poder moverme y con la vagina llena de semen. Aunque parezca que me humilló, la verdad disfruté mucho de su pija. El entrenamiento que viene tal vez le pida su número…
Este relato era parte de un torneo que por razones de poringa no pude subir. Subiré los relatos de forma individual para que los disfruten
Los amo bombonazos!! Qué le harían a Magui? Los leo!!
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