El placer de someter y ser sometido
A carácter, a ideas claras y firmes, a presionar en el instante justo, sin necesidad de violencia, a puro aliento, palabras, tacto, boca y pene.
Así se comienza..
Es una acción simple, para esto no hay receta, hay miradas que someten y bajada de miradas que se rinden.
Hay cuerpos y mentes que se alimenten del placer del dominio y hay otros que gozan a pleno la sumisión.
Porque su orgasmo más fuerte está directamente vinculado al sometimiento sexual.
Cuando el cuerpo y la mente se alinean en la misma sintonía, cuando están moldeados, ahí me gusta ponerme duro.
Es el momento cuando exploto como hombre, es cuando dejo ir el alma por el falo, cuando escupo el veneno en el ano de la hembra, cuando contamino por completo su cuerpo, cuando todas sus entrañas rebalsan mi adn, el de mi guasca, ese es el máximo estadio de sumisión y dominio..
Y digo ano porque es por donde mejor se domina, se puede jugar a someter de muchas formas, se puede controlar y hacer sentir el poder sexual de mil maneras, pero el dominio puro y duro que produce el sometimiento total es por el ano.
Es cuando la mujer se pone más putona.
Es el de mear adentro del culo, el de hacer caca.
Lo más íntimo y perverso, el morbo puro del ejercicio de lo ‘moralmente prohibido’.
Hacer un culo, desvirgarlo, invadirlo, violarlo x primera vez es emputecer, pervertir y hacer mujer de nuevo a esa hembra que recién ahí va a comprender lo que es el verdadero climax sexual...
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