Me apareció como sugerencia en instagram, de estilo medio dark pero sin temor a mostrar su cuerpo.
Le di seguir.
Aceptó mi solicitud y pude ver el contenido de su página, me llamó la atención toda la actitud para mostrase y algunos estados estilo film independiente francés.
Me harté de mandarle caritas de enamorado y en la número veinte empezó a conversar.
Le llevo unos diez años y eso exitaba, en ambos lados. Decidimos un encuentro sin compromiso a nada. Fue en el centro; llego con una musculosa negra sin corpiño dejando ver sus senos por el costado, un pantalón negro ajustado que mostraba todo el poder de sus caderas. Quede hipnotizado por unos minutos con tremenda pendeja, hasta que le ofrecí tomar una cerveza.
La salida había estado muy bien con una conversación muy amena y al descubrir la buena onda de ella más todavía. Me invito a un telo, así de una, "basta de vueltas, quiero que me cojas!!" dijo sin enredos y asentí sin más.
Fuimos a un sitio ahí cerca nomas, un turno, dos horas para conocernos más a fondo.
Mi experiencia no era nada comparada con la de ella, de un empujón me envío a la cama y se sacó el pantalón, esa cola con la tanga negra era magnífica, no podía esperar a tenerla encima para agarrarle toda la cola bien fuerte. Se sacó la remera y esas tetas eran todo lo que había imaginado y más, los pezones me llamaban para que los muerda y que pase mi lengua entre esas dos montañas sexuales, donde se ubicaba un gran tatuaje que quería saliva, las escupí, hecho que derivó a que mi pija se desplace suavemente haciéndome una francesa entre los pechos.
Se sacó la bombacha y con ella y la remera me ató las manos. No poder agarrar o tocar fue una sensacion única, mezcla de deseo e impotencia que provocaba mucha lujuria.
Bajó para chuparme la pija y levantaba la mirada para observarme como cómplice y con maldad.
Me desató sólo para ponerse en cuatro y mientras se la metía me reclamaba chirlos en la cola; cada vez con más fuerza hasta que queden los cachetes colorados.
Para terminar me pidió que le meta el pulgar en el otro y con la otra mano sostenga sus tetas mientras oscilaban con el movimiento de las bombeadas.
Cuando estaba por terminar saque mi pija y le volque en las tetas con todas las ganas del mundo mientras me miraba y se tocaba la concha toda mojada.
La pendeja me dio vuelta, espero haya otros encuentros.
Le di seguir.
Aceptó mi solicitud y pude ver el contenido de su página, me llamó la atención toda la actitud para mostrase y algunos estados estilo film independiente francés.
Me harté de mandarle caritas de enamorado y en la número veinte empezó a conversar.
Le llevo unos diez años y eso exitaba, en ambos lados. Decidimos un encuentro sin compromiso a nada. Fue en el centro; llego con una musculosa negra sin corpiño dejando ver sus senos por el costado, un pantalón negro ajustado que mostraba todo el poder de sus caderas. Quede hipnotizado por unos minutos con tremenda pendeja, hasta que le ofrecí tomar una cerveza.
La salida había estado muy bien con una conversación muy amena y al descubrir la buena onda de ella más todavía. Me invito a un telo, así de una, "basta de vueltas, quiero que me cojas!!" dijo sin enredos y asentí sin más.
Fuimos a un sitio ahí cerca nomas, un turno, dos horas para conocernos más a fondo.
Mi experiencia no era nada comparada con la de ella, de un empujón me envío a la cama y se sacó el pantalón, esa cola con la tanga negra era magnífica, no podía esperar a tenerla encima para agarrarle toda la cola bien fuerte. Se sacó la remera y esas tetas eran todo lo que había imaginado y más, los pezones me llamaban para que los muerda y que pase mi lengua entre esas dos montañas sexuales, donde se ubicaba un gran tatuaje que quería saliva, las escupí, hecho que derivó a que mi pija se desplace suavemente haciéndome una francesa entre los pechos.
Se sacó la bombacha y con ella y la remera me ató las manos. No poder agarrar o tocar fue una sensacion única, mezcla de deseo e impotencia que provocaba mucha lujuria.
Bajó para chuparme la pija y levantaba la mirada para observarme como cómplice y con maldad.
Me desató sólo para ponerse en cuatro y mientras se la metía me reclamaba chirlos en la cola; cada vez con más fuerza hasta que queden los cachetes colorados.
Para terminar me pidió que le meta el pulgar en el otro y con la otra mano sostenga sus tetas mientras oscilaban con el movimiento de las bombeadas.
Cuando estaba por terminar saque mi pija y le volque en las tetas con todas las ganas del mundo mientras me miraba y se tocaba la concha toda mojada.
La pendeja me dio vuelta, espero haya otros encuentros.
2 comentarios - Gracias a Instagram