Buenas amigos, en esta ocasión le traigo un relato mas de nuestra amiga @Danielacasda, quien una vez más me hizo el honor de contarme una de sus candentes historias para publicarla, para el deleite de ustedes. esperamos sea de su agrado y de ser asi dejen puntos y comenten, para mensajes directos es al perfil de nuestra ardiente protagonista. Aquí la historia:
Nosotros tenemos una pareja de vecinos, mayores que nosotros, él tiene 52 y ella 45, nos llevamos muy bien a pensar de la diferencia de edades
Con lo de la pandemia he podido salir a los bares ni a los antros, así que mi esposo y yo invitamos a nuestros vecinos a tomar unos tragos a nuestra casa para platicar y distraernos un poco para salir de la rutina. Ya lo habíamos hecho en otras ocasiones y siempre nos ponemos hasta atrás los cuarto jajaja. Pero en las últimas dos veces noté que el vecino me coqueteaba disimuladamente, varias veces mientras nos tomábamos fotos los cuarto juntos, me agarraba la mano a escondidas y pues yo le seguí la corriente y se la agarraba también o rosaba las yemas de mis dedos suavemente sobre su mano
La siguiente oportunidad fue un poco más atrevido, yo tenía puesto unos leggins ceñidos a mi cuerpo y eso me hacía notar la pequeña tanga de encaje que tenía debajo, sabiendo que mi vecino me veía, a propósito me empinaba o sacaba más mi trasero cuando la vecina iba al sanitario y mi esposo poniendo música o sirviendo más tragos, notaba su mirada en mi así que aprovechaba para agacharme a levantar algo que a propósito se me caía jaja. Como es lógico, él no me quitaba la mirada de encima, como era costumbre llegó el momento de tomarnos fotos cuando ya estábamos muy tomados, ahí sentí como me tocaba la pierna con su mano, me rosaba con los dedos, me hacia la desentendida y seguía tomando selfies con mi celular, hasta me acomodé de lado para que sintiera mi nalga.
La vecina estaba a mi lado y mi esposo enfrente todo borracho y el vecino aprovechó la posición para ir más allá y apretarme una nalga, eso me calentó muchísimo, me dio mucho morbo saber que estábamos frente a nuestras parejas y nos podían cachar, sin embargo, el riesgo no me impidió pedirle a mi esposo que estaba al frente que tomara la foto, con la mano libre la bajé para poder sentir su paquete sobre el pantalón, primero se lo apreté, como los otros dos seguían posando para la foto, aproveché para sobarlo, pude sentir como estaba semi dura.
¡Ufff! Que excitación me provocó, tuve que contenerme pues me empezaba a mojar, ese día nos pusimos bien borrachos, pero no pasó nada más, cada quien se fue a su casa a dormir.
Pasaron dos semanas y mi esposo viajó a ir a visitar a sus papas a México, se fue por cuatro días, en la noche me sentí sola y aburrida así que le mandé mensaje a mi vecina invitándolos a tomar a mi casa, tal como lo esperaba, aceptaron gustosos. Al llegar a mi casa, los recibí sola y me preguntaron por mi esposo, les dije que no estaba que andaba en México, como estaba sola tenía ganas de ponerme asta atrás jajaja, la vecina me dijo que andaba con los mismos antojos, como estábamos en sintonía empezamos a tomar, entre risas y platicas pasaba el tiempo y la vecina fue poco apoco vencida por el alcohol, yo también estaba tomada pero no tanto, pues me hacia la tonta para que ella tomara más que yo, sabiendo que cuando se pone así la tenemos que llevara su casa en peso jajaja.
Mi plan era emborracharla y aprovechar el momento, y me pareció mi vecino pensaba lo mismo, ya que no dejaba el vaso su esposa vacío, era evidente que le servía de manera copiosa, comparado como me servía a mí.
Esa noche tenía puesta una faldita varios centímetros arriba de las rodillas, debajo llevaba una tanga pequeñita y en la parte superior una blusa de tela muy delgadita y con un buen escote, modestia aparte, me veía y me sentía sexy, normal, no tanto para provocar celos en la vecina, pero si para llamar la atención de mi vecino.
Como era costumbre en cada reunión, inicio la sesión de fotosy selfies, de manera premeditada colocamos a mi vecina al frente con el celular para las capturas, mientras mi vecino y yo nos colocamos uno al lado del otro atrás de la esposa.
Como era de esperarse y como yo lo deseaba, mi vecino empezó a tocarme, primero la cintura como para acercarme más a él, pero poco apoco fue bajando su mano hasta sobar mis nalgas sobre la falda, pero como su esposa estaba entretenida tomando fotos muy alegre por la borrachera que tenía, se dio valor se meter la nano bajo mi prenda y poder sentir mis glúteos al natural, bueno casi, porque la tanga era un hilo en la parte trasera, en eso estábamos, disfrutando ambos, el de la carnosidad y suavidad de mi trasero y yo de sus atrevidas caricias con sus rudas manos que no hacían otra cosa que excitarme amas no poder, cuando de pronto su mujer empezó con malestares, como a querer vomitar, síntoma inequívoco de que ya no daba más y teníamos que a dormir, siempre es así.
Como buena anfitriona le ayude al vecino a llevarla a su casa que están contiguas y a meterla a su cama, esperamos a que se durmiera, lo cual no demoro mucho y me dijo el vecino que iría conmigo a ayudarme a recoger el desorden que dejamos en mi casa, con agrado acepté su ofrecimiento y nos dirigimos a mi casa, yo adelante meneando mi trasero, sabiendo que aquel hombre me clavaba su mirada.
En cuanto cerramos el portón de mi patio me tomó del brazo, dándome la vuelta me recargó contra la pared donde no nos veían de su casa y me agarró de la cara para empezar a besarme, al principio me negaba y movía La cabeza diciéndole que eso estaba mal, en el fondo lo deseaba, pero quería hacerlas cosas interesantes, sin embargo me ganó el deseo y poco a poco fui cediendo y pues le respondí con mi lengua, agarrándolo de la cabeza, dándonos unos besos súper excitantes que me mojaron aún más de lo que ya estaba.
Él es alto, flaco y pelón, con lentes, es algo feo, pero ya me tenía super caliente. Sus manos iniciaron la exploración de mi cuerpo, parecía pulpo, me tocaba por todos lados, se le notaba el deseo que sentía por míy eso me encendía más, pues me calienta saberme deseaba de una manera tan ardiente.
Bajó ambas manos a mi trasero, por debajo de mi falda y me empezó a manosear las nalgas, me las apretaba y me las abría mientras me besaba el cuello, aumentando mi calentura, por eso me bajé la blusa y el brasier, incitándolo a chupar mis pezones y jugar con mis aretitos, si tengo pircings en los pezones. Me los jalaba con sus dientes y mmm eso me encanta, como me hacía gemir el maldito.
Pasó su mano derecha al frente y comenzó a sobarme la panochita por arriba de la falda, luego por debajo, pero sobre la delgada tela de la tanga, para finalmente meter su mano directo a mis labios, suspiré y gemí al sentir sus dedos ingresando en mi vagina, que rico me masturba.
Presa del deseo, lo agarre de los hombros y prácticamente lo empujé hacia abajo, de inmediato entendió lo que yo quería y no se hizo derogar.
Se hincó frente a mí, metió ambas manos debajo de mi falda y tomando mi tanga de las orillas la bajó, se veían los líquidos que me habían emanado de mi caliente puchita, enrolló mi falda en mi cintura y separando mis piernas comenzó a darme un delicioso sexo oral, me tenía tan caliente que le agarraba su cabeza pelona, para detenerme un poco por que las piernas me temblaban y a la vez para acercarlo lo mas posible a mi sexo, como si así fuera a enterrarme mas su deliciosa lengua, al tiempo que movía mis caderas, presa dela excitación. Solo de recordar cómo me chupaba mi botoncito, como movía su lengua y como me metía sus dedos, solo de recordarlo me mojo otra vez.
Yo ya no aguantaba y le dije que me siguiera, tenemos una barra en el patio agarre una silla y la puse atrás de la barra para tener un poco más de privacidad por si alguien se le ocurría asomarse sobre la verja, me senté en la silla y él se puso enfrente a mí, sin dudarlo y sin demora le desabroché él pantalón y se lo bajé con todo y bóxer, como un resorte saltó ante mis ojos un delicioso pene, casi erecto, pero aun le faltaba, goteaba en la punta y eso hizo que se me antojara más, sin perder más tiempo comencé a chuparle la verga, la tenía rica, muy larga, recorría el tronco, me la metía en la boca y le daba masajes en la punta con mi lengua, la sobaba y la escupía, se veía tan rica así brillosa por mi saliva, bajé a sus bolas peludas y también se las chupe, le encantaba, sus gemidos me lo decían, tanto que me agarraba la cabeza y me cogía por la boca, se la puse bien dura con tanta chupada.
Después de varios minutos de felación le dije que se sentara en la silla, al estar yo de pie me quite completamente la tanga, me subí la falda, coloqué mis piernas a sus costados, tome su verga con una mano, tallándola en mis labios, uufff, que rico se sentía, hasta que poco a poco mefui sentando, así peloncita, que delicia, así bien mojadita como estaba sentía como me la iba tragando centímetro a centímetro hasta ensartarme todo su rico pitote.
Él no perdió el tiempo y me chupaba los senos, parecía becerrito pegado a mis tetas, mientras yo gozaba brincando sobre ese trozo de carne que me estaba llevando al orgasmo, mmmm sentía tan rico que no quería que terminara pero sabia que no teníamos mucho tiempo, estaba riesgosa la situación ,así que empecé a mover mis caderas con mayor velocidad, que ría hacerlo venir, que ría agradecerle tan rica cogida, me movías en todas direcciones pero con cadencia, sintiendo como su pene rozaba mis paredes intimas y se iba poniendo más grande y duro, hasta que me dijo que no aguantaba, que se iba a venir, con frases entre cortadas por la agitación de mis acelerados movimientos en su regazo y con su miembro en mío interior le dije que viniera adentro, se tensó y exclamo un gemido ronco mientras sentía su leche brotar en mi interior, al tiempo que yo también alcanzaba el orgasmo, acabamos juntos, sincronizados y fue delicioso. Me lleno de leche mi cosita y yo se la deje llena de mis jugos.
Nos quedamos un ratito en esa posición para descansar un rato, mientras nos besábamos tiernamente, hasta que me separé cuando su pene había perdido totalmente su firmeza, tomé unas servilletas y nos limpiamos, nos acomodamos nuestras ropas, él se fue a su casa muy tranquilo lo y yo me metí ala mía a dormir plácidamente después de tan rica sesión de sexo.
Esperamos les haya gustado, hay una segunda parte, si desean conocerla, háganlo saber. saludos.
Nosotros tenemos una pareja de vecinos, mayores que nosotros, él tiene 52 y ella 45, nos llevamos muy bien a pensar de la diferencia de edades
Con lo de la pandemia he podido salir a los bares ni a los antros, así que mi esposo y yo invitamos a nuestros vecinos a tomar unos tragos a nuestra casa para platicar y distraernos un poco para salir de la rutina. Ya lo habíamos hecho en otras ocasiones y siempre nos ponemos hasta atrás los cuarto jajaja. Pero en las últimas dos veces noté que el vecino me coqueteaba disimuladamente, varias veces mientras nos tomábamos fotos los cuarto juntos, me agarraba la mano a escondidas y pues yo le seguí la corriente y se la agarraba también o rosaba las yemas de mis dedos suavemente sobre su mano
La siguiente oportunidad fue un poco más atrevido, yo tenía puesto unos leggins ceñidos a mi cuerpo y eso me hacía notar la pequeña tanga de encaje que tenía debajo, sabiendo que mi vecino me veía, a propósito me empinaba o sacaba más mi trasero cuando la vecina iba al sanitario y mi esposo poniendo música o sirviendo más tragos, notaba su mirada en mi así que aprovechaba para agacharme a levantar algo que a propósito se me caía jaja. Como es lógico, él no me quitaba la mirada de encima, como era costumbre llegó el momento de tomarnos fotos cuando ya estábamos muy tomados, ahí sentí como me tocaba la pierna con su mano, me rosaba con los dedos, me hacia la desentendida y seguía tomando selfies con mi celular, hasta me acomodé de lado para que sintiera mi nalga.
La vecina estaba a mi lado y mi esposo enfrente todo borracho y el vecino aprovechó la posición para ir más allá y apretarme una nalga, eso me calentó muchísimo, me dio mucho morbo saber que estábamos frente a nuestras parejas y nos podían cachar, sin embargo, el riesgo no me impidió pedirle a mi esposo que estaba al frente que tomara la foto, con la mano libre la bajé para poder sentir su paquete sobre el pantalón, primero se lo apreté, como los otros dos seguían posando para la foto, aproveché para sobarlo, pude sentir como estaba semi dura.
¡Ufff! Que excitación me provocó, tuve que contenerme pues me empezaba a mojar, ese día nos pusimos bien borrachos, pero no pasó nada más, cada quien se fue a su casa a dormir.
Pasaron dos semanas y mi esposo viajó a ir a visitar a sus papas a México, se fue por cuatro días, en la noche me sentí sola y aburrida así que le mandé mensaje a mi vecina invitándolos a tomar a mi casa, tal como lo esperaba, aceptaron gustosos. Al llegar a mi casa, los recibí sola y me preguntaron por mi esposo, les dije que no estaba que andaba en México, como estaba sola tenía ganas de ponerme asta atrás jajaja, la vecina me dijo que andaba con los mismos antojos, como estábamos en sintonía empezamos a tomar, entre risas y platicas pasaba el tiempo y la vecina fue poco apoco vencida por el alcohol, yo también estaba tomada pero no tanto, pues me hacia la tonta para que ella tomara más que yo, sabiendo que cuando se pone así la tenemos que llevara su casa en peso jajaja.
Mi plan era emborracharla y aprovechar el momento, y me pareció mi vecino pensaba lo mismo, ya que no dejaba el vaso su esposa vacío, era evidente que le servía de manera copiosa, comparado como me servía a mí.
Esa noche tenía puesta una faldita varios centímetros arriba de las rodillas, debajo llevaba una tanga pequeñita y en la parte superior una blusa de tela muy delgadita y con un buen escote, modestia aparte, me veía y me sentía sexy, normal, no tanto para provocar celos en la vecina, pero si para llamar la atención de mi vecino.
Como era costumbre en cada reunión, inicio la sesión de fotosy selfies, de manera premeditada colocamos a mi vecina al frente con el celular para las capturas, mientras mi vecino y yo nos colocamos uno al lado del otro atrás de la esposa.
Como era de esperarse y como yo lo deseaba, mi vecino empezó a tocarme, primero la cintura como para acercarme más a él, pero poco apoco fue bajando su mano hasta sobar mis nalgas sobre la falda, pero como su esposa estaba entretenida tomando fotos muy alegre por la borrachera que tenía, se dio valor se meter la nano bajo mi prenda y poder sentir mis glúteos al natural, bueno casi, porque la tanga era un hilo en la parte trasera, en eso estábamos, disfrutando ambos, el de la carnosidad y suavidad de mi trasero y yo de sus atrevidas caricias con sus rudas manos que no hacían otra cosa que excitarme amas no poder, cuando de pronto su mujer empezó con malestares, como a querer vomitar, síntoma inequívoco de que ya no daba más y teníamos que a dormir, siempre es así.
Como buena anfitriona le ayude al vecino a llevarla a su casa que están contiguas y a meterla a su cama, esperamos a que se durmiera, lo cual no demoro mucho y me dijo el vecino que iría conmigo a ayudarme a recoger el desorden que dejamos en mi casa, con agrado acepté su ofrecimiento y nos dirigimos a mi casa, yo adelante meneando mi trasero, sabiendo que aquel hombre me clavaba su mirada.
En cuanto cerramos el portón de mi patio me tomó del brazo, dándome la vuelta me recargó contra la pared donde no nos veían de su casa y me agarró de la cara para empezar a besarme, al principio me negaba y movía La cabeza diciéndole que eso estaba mal, en el fondo lo deseaba, pero quería hacerlas cosas interesantes, sin embargo me ganó el deseo y poco a poco fui cediendo y pues le respondí con mi lengua, agarrándolo de la cabeza, dándonos unos besos súper excitantes que me mojaron aún más de lo que ya estaba.
Él es alto, flaco y pelón, con lentes, es algo feo, pero ya me tenía super caliente. Sus manos iniciaron la exploración de mi cuerpo, parecía pulpo, me tocaba por todos lados, se le notaba el deseo que sentía por míy eso me encendía más, pues me calienta saberme deseaba de una manera tan ardiente.
Bajó ambas manos a mi trasero, por debajo de mi falda y me empezó a manosear las nalgas, me las apretaba y me las abría mientras me besaba el cuello, aumentando mi calentura, por eso me bajé la blusa y el brasier, incitándolo a chupar mis pezones y jugar con mis aretitos, si tengo pircings en los pezones. Me los jalaba con sus dientes y mmm eso me encanta, como me hacía gemir el maldito.
Pasó su mano derecha al frente y comenzó a sobarme la panochita por arriba de la falda, luego por debajo, pero sobre la delgada tela de la tanga, para finalmente meter su mano directo a mis labios, suspiré y gemí al sentir sus dedos ingresando en mi vagina, que rico me masturba.
Presa del deseo, lo agarre de los hombros y prácticamente lo empujé hacia abajo, de inmediato entendió lo que yo quería y no se hizo derogar.
Se hincó frente a mí, metió ambas manos debajo de mi falda y tomando mi tanga de las orillas la bajó, se veían los líquidos que me habían emanado de mi caliente puchita, enrolló mi falda en mi cintura y separando mis piernas comenzó a darme un delicioso sexo oral, me tenía tan caliente que le agarraba su cabeza pelona, para detenerme un poco por que las piernas me temblaban y a la vez para acercarlo lo mas posible a mi sexo, como si así fuera a enterrarme mas su deliciosa lengua, al tiempo que movía mis caderas, presa dela excitación. Solo de recordar cómo me chupaba mi botoncito, como movía su lengua y como me metía sus dedos, solo de recordarlo me mojo otra vez.
Yo ya no aguantaba y le dije que me siguiera, tenemos una barra en el patio agarre una silla y la puse atrás de la barra para tener un poco más de privacidad por si alguien se le ocurría asomarse sobre la verja, me senté en la silla y él se puso enfrente a mí, sin dudarlo y sin demora le desabroché él pantalón y se lo bajé con todo y bóxer, como un resorte saltó ante mis ojos un delicioso pene, casi erecto, pero aun le faltaba, goteaba en la punta y eso hizo que se me antojara más, sin perder más tiempo comencé a chuparle la verga, la tenía rica, muy larga, recorría el tronco, me la metía en la boca y le daba masajes en la punta con mi lengua, la sobaba y la escupía, se veía tan rica así brillosa por mi saliva, bajé a sus bolas peludas y también se las chupe, le encantaba, sus gemidos me lo decían, tanto que me agarraba la cabeza y me cogía por la boca, se la puse bien dura con tanta chupada.
Después de varios minutos de felación le dije que se sentara en la silla, al estar yo de pie me quite completamente la tanga, me subí la falda, coloqué mis piernas a sus costados, tome su verga con una mano, tallándola en mis labios, uufff, que rico se sentía, hasta que poco a poco mefui sentando, así peloncita, que delicia, así bien mojadita como estaba sentía como me la iba tragando centímetro a centímetro hasta ensartarme todo su rico pitote.
Él no perdió el tiempo y me chupaba los senos, parecía becerrito pegado a mis tetas, mientras yo gozaba brincando sobre ese trozo de carne que me estaba llevando al orgasmo, mmmm sentía tan rico que no quería que terminara pero sabia que no teníamos mucho tiempo, estaba riesgosa la situación ,así que empecé a mover mis caderas con mayor velocidad, que ría hacerlo venir, que ría agradecerle tan rica cogida, me movías en todas direcciones pero con cadencia, sintiendo como su pene rozaba mis paredes intimas y se iba poniendo más grande y duro, hasta que me dijo que no aguantaba, que se iba a venir, con frases entre cortadas por la agitación de mis acelerados movimientos en su regazo y con su miembro en mío interior le dije que viniera adentro, se tensó y exclamo un gemido ronco mientras sentía su leche brotar en mi interior, al tiempo que yo también alcanzaba el orgasmo, acabamos juntos, sincronizados y fue delicioso. Me lleno de leche mi cosita y yo se la deje llena de mis jugos.
Nos quedamos un ratito en esa posición para descansar un rato, mientras nos besábamos tiernamente, hasta que me separé cuando su pene había perdido totalmente su firmeza, tomé unas servilletas y nos limpiamos, nos acomodamos nuestras ropas, él se fue a su casa muy tranquilo lo y yo me metí ala mía a dormir plácidamente después de tan rica sesión de sexo.
Esperamos les haya gustado, hay una segunda parte, si desean conocerla, háganlo saber. saludos.
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