Hola antes que nada quiero aclarar que esta serie de historias la comencé a publicar en los foros de relatos en el año 2015, está version será un tanto más limpia y estructurada debido a que en ese momento tenía 17 años y poseía una nula habilidad para la escritura, lo que les voy a relatar es un hecho veridico del como he tenido algunas experiencias muy excitantes con mi hermana Fátima y con Beatriz. Después de haber leído muchos relatos me he dado cuenta que no soy el unico que ha tenido roces eroticos con personas de su famila y es por esa razón me he decidido a documentar y compartir algunas anécdotas que he vivido con mi hermosa hermana y con la que hasta ese momento yo solo veía como mi madre, fueron tantas que solo el hecho de recordarlas me ponen muy cachondo, sin mas rodeos por el momento ire al grano de la historia y comenzare a escribir, espero que les guste.
Mi nombre es Carlos vivo en Torreon, Coahuila, México y soy un joven de lo mas normal de 17 años nada fuera de lo comun estatura considerable 1.80m, un físico buenos debido a que voy mucho al gimnasio y a mi buena genética familiar.
Mi familia es pequeña, está compuesta por mi padre Daniel muy trabajador y dedicado a su empresa constructora, mi madre Beatriz una ama de casa y comerciante de 34 años que se dedica completamente al hogar, la famila y su negocio de ropa.
Mi madre la protagonista de esta historia es una diosa de los pies a la cabeza y no es por exagerar mide 1.65metros de estatura, tiene un rostro lindo que lo hace más provocativo debido a que sus ojos y sus labios son muy expresivos, en cuanto a erotismo se refiere, tiene pechos lindos de tamaño medio podría decirse que le encanta lucir con escotes pronuncia, pero su atributo que más destaca son ese hermoso par de piernas y ese descomunal par de nalgas que tiene a mas de uno de mis vecinos y conocidos vueltos locos, no es por exagerar pero nadie se puede resistir a echarle una que otra mirada lujuriosa cuando llega a algún lugar. Y para finalizar con mi familia llegamos a la ultima integrante de la misma, mi hermana Fatima, soy mayor que ella por dos años actualmente ella tiene 15 añitos y goza de un cuerpo que nos deja si no es que a todos, les aseguro que a más de uno con la boca abierta cada vez que la ves pasar, yo creo es en gran parte a la herencia genetica de mi madre, de la cual pudo heredar ese hermoso par de nalgas. Pero es ese modo tan disitintivo de vestir tan despreocupado, sexy y cachondo que las distigue a ambas de las demas mujeres en el barrio en el que vivimos, yo sé que tal vez este mal que vea a mi madre y mi hermana de esa manera, pero les aseguro que si tuvieran la oportunidad de verlas a diario con esas faldas cortas y ajustadas que siempre dejan ver sus hermosas piernas e incluso que a veces dejan escapar el borde de su descomunal par de nalgas tendrian los mismos pensamientos que tengo yo siempre que las veo.
Después de la pubertad muchas veces mi hermana e incluso mi madre Betty me descubrieron en un estado de tonto hipnotizado por el vaiven de sus nalgas mientras realizaban las tareas del hogar o las acompañaba de compras y me quedaba un poco por detrás de ellas buscando cualquier excusa para que se adelantaran unos metros por delante mio y disfrutar de ese grandioso show que nos brindan siempre en todos lados a los que las acopaño, en ese tipo de situaciones fue cuando comenzó mi tensión y morbo hacia ellas. Cuando comenzaron a notar que las veía de una manera morbosa comenzaron una especie de juego “inocente” en que incluían caras burlonas y de complicidad acompañadas de comentarios como: "¿Que me estas viendo cochino? ¿te gustan o qué?", "te las vas a acabar con esos ojos", “tómales foto si quieres” ese tipo de comentarios acompañados de movimientos sugestivos de su culo mientras se reían en lugar de lograr que dejara de mirar me invitaban a seguir gozando el show.
En fin no es secreto que mi madre y mi hermana tienen en el barrio una reputación de tipicas calienta vergas, lo cual a mi me molestaba mucho en un principio ya que a pesar de que era consciente de que exageraban su caminar y vestían provocativo para conseguir favores con vecinos o conocidos o por el simple gusto de provocar a los hombres no dejaba de molestarme el hecho de que les dijeran ese tipo de comentarios, hasta que una situación hizo que cambiara totalmente mi forma de pensar y diera credito a que yo mismo me diera cuenta que realmente si eran un par de golfillas que gustaban de provocar a cuanto hombre se les parara enfrente sin discriminar.
Ese día todo transcurria de manera normal como cualquier otro día, pero con una sola diferencia, nos preparabamos para el cumpleaños número 42 mi padre fecha especial ya que a él siempre le ha gustado festejarse en grande e invitar a sus amigos, familia y uno que otro colega de su gremio.
El día transcurria de los mas tranquilo y yo descansaba en la sala cuando de repente escuche que me llamaba mi hermana desde su cuarto.
<Carlos!-Contesté
>Que pasa!?
<Puedes venir por favor?
Me levante algo molesto del sillon en el que estaba descansando y subí las escaleras para llegar a su cuarto. Cuando entré quede boquiabierto, ahí estaban las dos, con unos vestidos ceñidos al cuerpo y cortisimos que acababan de comprar para la fiesta.
<¿Que te parecen Dany? ¿Crees que estan bien para la fiesta?
Me quedé callado, estaba en shock, esos vestidos eran mas cortos y ajustados de lo normal, empece a reaccionar, quise contestar pero solo alcancé a balbucear, me interrumpio mamá.
<Creo que si le gustaron hija, mira, hasta mudo lo dejamos.
A lo que mi hermana contesto con una risa diciendo.
<Ya sé miralo pobrecito esta todo rojo.
<¿No nos vas a pedir una vuelta?- agregó Betty
A lo que muy torpemente alcanze a balbucear.
>Si a ver una vuelta.
<Yo primero. Dijo mi hermana girando lentamente y parando ese hermoso culo carnoso y bien formado que se carga.
Me puse a mil, pero mi Betty se llevo el premio.
Comenzó a girar de un modo lento mientras comenzó a bailar de una manera muy sensual, mis ojos quedaron clavados inmediatamente en sus nalgas, no lo podia creer, ese vestido dejaba escapar mucha mas carne de lo normal era cuestion de una pequeña inclinacion de mi madre para que se escapara casi una cuarta parte de su culo.
>No crees que es muy corto?
<Si... pero pues tratare de no moverme mucho para que no se escape nada jaja, aparte se ve que te gustó como se me ve, mira nada mas eso. - Me dijo dirigiendo su mirada a mi paquete, era obvio que al verlas iba a tener una erección, no pude contener la pena y me puse completamente rojo.
Mi hermana y mi madre soltaron una carcajada burlona y se dirigieron al cuarto de al lado.
<Vamos hija, yo creo tu hermano necesita hacer algo a solas .- Dijo mientras reía, a lo que las dos empezaron salir del cuarto riendo a carcajadas.
Al salir del cuarto mi hermana se dio cuenta que observaba obscenamente el culo de ambas y le dio a Betty una nalgada que me hizo excitarme aún más.
Y Betty no se equivocaba, si necesitaba desesperadamente hacer algo a solas , necesitaba masturbarme, fue la primer corrida que tuve pensando en ellas dos, el solo hecho de imaginar a mi hermana y mi madre empinadas levantandoles el vestido y follandolas por el culo sin misericordia me envolvió, la sensacion fue algo extraña, me excitaba y me sentia raro a la vez, pero les aseguro que fue la mejor corrida que tuve en mucho tiempo.
La fiesta comenzó en punto de las 6 de la tarde aproximadamente pero para este punto Betty ya tenía unos tragos encima, los invitados comenzaron a llegar y otra cosa llamo mi atención. Mi madre tiene tres hermanos mayores, ella fue la unica mujer, al llegar uno a uno mis tíos acompañados de mis primos noté que llegaban y la sorprendian tapandole los ojos para que "adivinara" quien era, pero al analizar bien esa acción obvio pude deducir que solo era una tactica para restregarle la verga en las nalgas a mi madre, pero eso lo entendería mas tarde. Obviamente mis primos que tienen un rango de edad parecido al mío quedaron fascinados al ver a Betty con semejante vestido y ese par de altos tacones que hacían resaltar más su glorioso culo.
Me parecio raro que mis algunos invitados (por lo general familiares) se acercaban demasiado a Betty usando cualquier excusa, la tomaban desprevenida por la cintura desde la parte de atrás dándole los famosos “arrimones” a lo que ella daba solo un sobresalto de sorpresa mientras sonreía, en más de una ocasión noté también que bajaban la mano disimuladamente para tocar sus nalgas a lo que ella respondía con manazos juguetones o les tomaba disimuladamente las manos para quitarlas de sus nalgas y colocarlas de nuevo en su cintura con el fin de que nadie viera la situación, pero jamás hubo protesta alguna de parte de ella al sentir tales acciones, sabía que la familia en general era muy unida pero eso era de mas.
Mi tío Enrique el mas cercano en edad a Betty, fue el primero de los tres hermanos en llegar, la tomo por detras y le tapo los ojos, para esto, al momento en el que él entro a la casa y la vio de espalda no pudo evitar soltar una mueca de lujuria , paso sus lengua por sus labios de manera obscena y eso me llamó mucho la atención.
>¿Quien soy chaparra?
Me quede pensando, como si tu voz no te fuera a delatar idiota. Pero mamá me volvio a sorprender.
<Mmmmmmm déjame pensar, ¡no sé!
Contestó de una manera muy cachonda, siempre me ha gustado cuando hace ese tono de niña mimada.
<¡Ay no sé!
Y noté que comenzo a mover sus nalgas de una manera circular muy sutil, mi tío tenía su verga totalmente pegada en el culo de mi mamá y era obvio que ese masaje que mi madre le daba con las nalgas mientras "trataba de adivinar" lo tenía en la gloria, se podía ver en su rostro.
<Eres Luis!
>No, no soy Luis.
<Entonces Roberto!
>No, ¡soy Enrique Betty! -Acto seguido mi tio le dio una nalgada descomunal, mi madre solo dio un pequeño salto hacía adelante volteo a verlo y le solto una sonrisa.
<Me dolio tonto.
>Discúlpame, ven para sobarte Betty.
<Eso quisieras Idiota- Contestó mientras soltaba una carcajada.
>Siempre has sabido lo que quiero jajaja, mírate! sigues buenisima!
<Eres un idiota! -Contestó mi mamá mientras reía.
¿Qué? "¿Sigues buenisima?" eso fue la gota que derramo el vaso, sin duda alguna ahora estaba seguro que en mi casa tenía una diosa a la que todos querian disfrutar.
La fiesta continuo y no pude dejar de observar como todos los hombres se le quedaban viendo a mamá, ¡claro! Betty como de costumbre no cumplio lo que dijo. <"No me voy a mover tanto para que no se salga nada", claro que sí, se movio y mucho, como siempre, caminaba de una manera exagerada que hacía que sus nalgas se movieran aún mas de lo normal y el vestido fuera subiendo poco a poco, mientras servia los platos la inclinacion dejaba ver el principio de sus nalgas carnosas y un hermoso cachetero negro que las hacia resaltar aun mas. En el transcurso de la fiesta y al calor de los tragos que eran abundantes como de costumbre en los eventos de mi casa, comenzaron a hacerse más frecuentes los tocamientos “involuntarios” hacia Betty, todos aprovechaban la oportunidad para tocarla de una u otra manera, quise suponer que era debido al alcohol el hecho de que ella no hiciera nada al respecto pero eso siempre será una incógnita para mí.
Al ver todo eso mi excitación crecío, vi como sus tres hermanos o sea mis tíos se daban un festin tomandole fotos cada vez que podian, las veían y discutian haciendo caras de placer y excitación, ellos siempre van solo acompañados de mis primos a nuestras fiestas, sus esposas jamas van a nuestra casa debido a que no quieren a mi mamá por "corriente" y "zorra" según ellas y pues eso les facilita hacer sus fechorias siempre, y pues como es obvio a mis primos también les encanta el espectáculo que es ver a Betty en cualquier situación.
Este completo ambiente de erotismo empezo a pegarme de lleno, pensé, si mi madre no les reclamaba a ellos ¿por qué no puedo hacerlo yo? me armé de valor para poder hacer yo lo mismo que todos estaban haciendo, mi madre pasó frente a mí con dirección a la cocina mis ojos quedaron clavados en sus nalgas por su forma de caminar, tomé un respiro profundo y me dispuse a seguirla.
Entré a la cocina y ahí estaba ella, tratando de alcanzar un recipinte de la cocineta al tratar de alcanzar el artefacto su corto vestido se subió y dejó expuesto la mitad de su culo, el hermoso cachetero de encaje negro se amoldaba perfecto a su exquisito par de nalgas y quedé hipnotizado.
>Déjame ayudarte, yo lo bajo.
Sin darle tiempo a que se moviera me acerqué a ella y pegue mi cuerpo a el por detras para estirar el brazo y ayudarle. Pero al momento de juntar mi verga erecta con sus nalgas me olvidé por completo del recipiente que trataba de alcanzar y le di el arrimón mas descarado que se puedan imaginar.
<Ayyyyy tontooooo. Dijo en un tono entre sorprendida y algo asustada.
<¿!Que te pasa Carlos!? ¿Por qué haces eso?
>Perdon mamá.
<¿Cual perdon idiota? ahorita mismo me vas a explicar, te he visto viendome el culo y... esta bien no me molesta, eres hombre y te entiendo de hecho me halagas ¿Pero esto? ¿Como se te ocurre?
>Mi tío Quique te agarra las nalgas y no dices nada!-Respondí algo exaltado.
Mi madre se quedó callada un pequeño momento y me dijo.
<Mira hijo, el y yo convivimos mucho desde jovenes y bromeamos mucho, es solo juego.
>Eso no es juego, veo como te mira y como te nalguea de "cariño" y eso no es juego.
<Jajajaja yo sé que a veces se pasa un poco de la raya pero te aseguro que es solo juego hijo jajaja relajate.
>En ese caso yo tambien quiero jugar así.
<Mira, mira jajaja ahora no solo te basta con vermelas tambien quieres tocarme, ¿no te bastó con lo que me acabas de hacer tonto? De ninguna manera jugaré así contigo ¿que te pasa?
>Andale no pido mucho, solo lo mismo que mi tío.
Me dio la espalda y no pude evitar clavar la mirada en su culo.
<¡No! si te dejo hacer eso despues querras hacer más eres hombre y los conozco no quiero lios ¿que te pasa? ¡Soy tú mamá!. Contesto con ése tono de voz que tanto me encanta.
>No mamá te lo juro que no, solo quiero tener esos mismos privilegios que tiene mi tío.
<Jajaja ahora resulta que mis nalgas son un privilegio, tenias que ser hombre cabron.
Se puso seria y me dio la espalda una vez más.
<¿De verdad si estoy muy bien? - Preguntó con un tono muy cachondo mientras volteaba y me regalaba una sonrisa.
Mi excitación se apoderó de mí y me abalancé sobre ella tomándola por la espalda, con mi brazo derecho puede rodear su diminuta cintura mientras con la otra alcance a tomar su nalga izquierda, me sentí en la gloria, pegué mi nariz a su cuello y pude olfatear ese delicioso aroma que siempre dejaba al caminar junto a mí.
<¡Déjame Carlos! Nos van a ver.
El hecho de que forcejeara conmigo me excito de sobre manera y seguí manoseándola a mi antojo. Comencé a frotar con ambas manos sus nalgas y hundí mi cara entre sus pechos.
>Suéltame nos van a ver! .- Decía desesperada. Pero su sonrisa al forcejear delató que no le molestaba del todo. Tal vez fue el alcohol pero siempre le ha encantado sentirse deseada.
>Prométeme que podré hacer lo mismo que mi tío. - Repliqué de manera imperativa.
<Lo voy a pensar, pero ya dejame, debo seguir atendiendo a los invitados. -Me contestó con un tono exaltada de temor a que nos descubrieran.
La solté, se acomodó el vestido y caminó hacia la puerta, en ese momento les juro que no pude evitar darle una tremenda nalgada, era tanta mi desesperación por tocar ese culo que mi mano no se detuvo ahí y le di un agarron de nalgas que levanto una parte de su vestido nuevamente que dejó a la vista una de sus hermosas nalgas eran duritas, firmes, carnosas... perfectas.
<Carlos! - Gritó mi mamá dando un salto.
>Pensé que ya habiamos acordado que si podía hacer eso. - Respondí.
Mi madre soltó una sonrisa nerviosa mientras se ajustaba el vestido de nuevo.
<Mañana hablaremos de ésto tonto, ayúdame con esto.
Continuará...
P.D
Espero que con estas fotografías de Betty puedan comprender la obsesión que he sentido desde hace unos cuantos por ella, saludos poringueros.
Mi nombre es Carlos vivo en Torreon, Coahuila, México y soy un joven de lo mas normal de 17 años nada fuera de lo comun estatura considerable 1.80m, un físico buenos debido a que voy mucho al gimnasio y a mi buena genética familiar.
Mi familia es pequeña, está compuesta por mi padre Daniel muy trabajador y dedicado a su empresa constructora, mi madre Beatriz una ama de casa y comerciante de 34 años que se dedica completamente al hogar, la famila y su negocio de ropa.
Mi madre la protagonista de esta historia es una diosa de los pies a la cabeza y no es por exagerar mide 1.65metros de estatura, tiene un rostro lindo que lo hace más provocativo debido a que sus ojos y sus labios son muy expresivos, en cuanto a erotismo se refiere, tiene pechos lindos de tamaño medio podría decirse que le encanta lucir con escotes pronuncia, pero su atributo que más destaca son ese hermoso par de piernas y ese descomunal par de nalgas que tiene a mas de uno de mis vecinos y conocidos vueltos locos, no es por exagerar pero nadie se puede resistir a echarle una que otra mirada lujuriosa cuando llega a algún lugar. Y para finalizar con mi familia llegamos a la ultima integrante de la misma, mi hermana Fatima, soy mayor que ella por dos años actualmente ella tiene 15 añitos y goza de un cuerpo que nos deja si no es que a todos, les aseguro que a más de uno con la boca abierta cada vez que la ves pasar, yo creo es en gran parte a la herencia genetica de mi madre, de la cual pudo heredar ese hermoso par de nalgas. Pero es ese modo tan disitintivo de vestir tan despreocupado, sexy y cachondo que las distigue a ambas de las demas mujeres en el barrio en el que vivimos, yo sé que tal vez este mal que vea a mi madre y mi hermana de esa manera, pero les aseguro que si tuvieran la oportunidad de verlas a diario con esas faldas cortas y ajustadas que siempre dejan ver sus hermosas piernas e incluso que a veces dejan escapar el borde de su descomunal par de nalgas tendrian los mismos pensamientos que tengo yo siempre que las veo.
Después de la pubertad muchas veces mi hermana e incluso mi madre Betty me descubrieron en un estado de tonto hipnotizado por el vaiven de sus nalgas mientras realizaban las tareas del hogar o las acompañaba de compras y me quedaba un poco por detrás de ellas buscando cualquier excusa para que se adelantaran unos metros por delante mio y disfrutar de ese grandioso show que nos brindan siempre en todos lados a los que las acopaño, en ese tipo de situaciones fue cuando comenzó mi tensión y morbo hacia ellas. Cuando comenzaron a notar que las veía de una manera morbosa comenzaron una especie de juego “inocente” en que incluían caras burlonas y de complicidad acompañadas de comentarios como: "¿Que me estas viendo cochino? ¿te gustan o qué?", "te las vas a acabar con esos ojos", “tómales foto si quieres” ese tipo de comentarios acompañados de movimientos sugestivos de su culo mientras se reían en lugar de lograr que dejara de mirar me invitaban a seguir gozando el show.
En fin no es secreto que mi madre y mi hermana tienen en el barrio una reputación de tipicas calienta vergas, lo cual a mi me molestaba mucho en un principio ya que a pesar de que era consciente de que exageraban su caminar y vestían provocativo para conseguir favores con vecinos o conocidos o por el simple gusto de provocar a los hombres no dejaba de molestarme el hecho de que les dijeran ese tipo de comentarios, hasta que una situación hizo que cambiara totalmente mi forma de pensar y diera credito a que yo mismo me diera cuenta que realmente si eran un par de golfillas que gustaban de provocar a cuanto hombre se les parara enfrente sin discriminar.
Ese día todo transcurria de manera normal como cualquier otro día, pero con una sola diferencia, nos preparabamos para el cumpleaños número 42 mi padre fecha especial ya que a él siempre le ha gustado festejarse en grande e invitar a sus amigos, familia y uno que otro colega de su gremio.
El día transcurria de los mas tranquilo y yo descansaba en la sala cuando de repente escuche que me llamaba mi hermana desde su cuarto.
<Carlos!-Contesté
>Que pasa!?
<Puedes venir por favor?
Me levante algo molesto del sillon en el que estaba descansando y subí las escaleras para llegar a su cuarto. Cuando entré quede boquiabierto, ahí estaban las dos, con unos vestidos ceñidos al cuerpo y cortisimos que acababan de comprar para la fiesta.
<¿Que te parecen Dany? ¿Crees que estan bien para la fiesta?
Me quedé callado, estaba en shock, esos vestidos eran mas cortos y ajustados de lo normal, empece a reaccionar, quise contestar pero solo alcancé a balbucear, me interrumpio mamá.
<Creo que si le gustaron hija, mira, hasta mudo lo dejamos.
A lo que mi hermana contesto con una risa diciendo.
<Ya sé miralo pobrecito esta todo rojo.
<¿No nos vas a pedir una vuelta?- agregó Betty
A lo que muy torpemente alcanze a balbucear.
>Si a ver una vuelta.
<Yo primero. Dijo mi hermana girando lentamente y parando ese hermoso culo carnoso y bien formado que se carga.
Me puse a mil, pero mi Betty se llevo el premio.
Comenzó a girar de un modo lento mientras comenzó a bailar de una manera muy sensual, mis ojos quedaron clavados inmediatamente en sus nalgas, no lo podia creer, ese vestido dejaba escapar mucha mas carne de lo normal era cuestion de una pequeña inclinacion de mi madre para que se escapara casi una cuarta parte de su culo.
>No crees que es muy corto?
<Si... pero pues tratare de no moverme mucho para que no se escape nada jaja, aparte se ve que te gustó como se me ve, mira nada mas eso. - Me dijo dirigiendo su mirada a mi paquete, era obvio que al verlas iba a tener una erección, no pude contener la pena y me puse completamente rojo.
Mi hermana y mi madre soltaron una carcajada burlona y se dirigieron al cuarto de al lado.
<Vamos hija, yo creo tu hermano necesita hacer algo a solas .- Dijo mientras reía, a lo que las dos empezaron salir del cuarto riendo a carcajadas.
Al salir del cuarto mi hermana se dio cuenta que observaba obscenamente el culo de ambas y le dio a Betty una nalgada que me hizo excitarme aún más.
Y Betty no se equivocaba, si necesitaba desesperadamente hacer algo a solas , necesitaba masturbarme, fue la primer corrida que tuve pensando en ellas dos, el solo hecho de imaginar a mi hermana y mi madre empinadas levantandoles el vestido y follandolas por el culo sin misericordia me envolvió, la sensacion fue algo extraña, me excitaba y me sentia raro a la vez, pero les aseguro que fue la mejor corrida que tuve en mucho tiempo.
La fiesta comenzó en punto de las 6 de la tarde aproximadamente pero para este punto Betty ya tenía unos tragos encima, los invitados comenzaron a llegar y otra cosa llamo mi atención. Mi madre tiene tres hermanos mayores, ella fue la unica mujer, al llegar uno a uno mis tíos acompañados de mis primos noté que llegaban y la sorprendian tapandole los ojos para que "adivinara" quien era, pero al analizar bien esa acción obvio pude deducir que solo era una tactica para restregarle la verga en las nalgas a mi madre, pero eso lo entendería mas tarde. Obviamente mis primos que tienen un rango de edad parecido al mío quedaron fascinados al ver a Betty con semejante vestido y ese par de altos tacones que hacían resaltar más su glorioso culo.
Me parecio raro que mis algunos invitados (por lo general familiares) se acercaban demasiado a Betty usando cualquier excusa, la tomaban desprevenida por la cintura desde la parte de atrás dándole los famosos “arrimones” a lo que ella daba solo un sobresalto de sorpresa mientras sonreía, en más de una ocasión noté también que bajaban la mano disimuladamente para tocar sus nalgas a lo que ella respondía con manazos juguetones o les tomaba disimuladamente las manos para quitarlas de sus nalgas y colocarlas de nuevo en su cintura con el fin de que nadie viera la situación, pero jamás hubo protesta alguna de parte de ella al sentir tales acciones, sabía que la familia en general era muy unida pero eso era de mas.
Mi tío Enrique el mas cercano en edad a Betty, fue el primero de los tres hermanos en llegar, la tomo por detras y le tapo los ojos, para esto, al momento en el que él entro a la casa y la vio de espalda no pudo evitar soltar una mueca de lujuria , paso sus lengua por sus labios de manera obscena y eso me llamó mucho la atención.
>¿Quien soy chaparra?
Me quede pensando, como si tu voz no te fuera a delatar idiota. Pero mamá me volvio a sorprender.
<Mmmmmmm déjame pensar, ¡no sé!
Contestó de una manera muy cachonda, siempre me ha gustado cuando hace ese tono de niña mimada.
<¡Ay no sé!
Y noté que comenzo a mover sus nalgas de una manera circular muy sutil, mi tío tenía su verga totalmente pegada en el culo de mi mamá y era obvio que ese masaje que mi madre le daba con las nalgas mientras "trataba de adivinar" lo tenía en la gloria, se podía ver en su rostro.
<Eres Luis!
>No, no soy Luis.
<Entonces Roberto!
>No, ¡soy Enrique Betty! -Acto seguido mi tio le dio una nalgada descomunal, mi madre solo dio un pequeño salto hacía adelante volteo a verlo y le solto una sonrisa.
<Me dolio tonto.
>Discúlpame, ven para sobarte Betty.
<Eso quisieras Idiota- Contestó mientras soltaba una carcajada.
>Siempre has sabido lo que quiero jajaja, mírate! sigues buenisima!
<Eres un idiota! -Contestó mi mamá mientras reía.
¿Qué? "¿Sigues buenisima?" eso fue la gota que derramo el vaso, sin duda alguna ahora estaba seguro que en mi casa tenía una diosa a la que todos querian disfrutar.
La fiesta continuo y no pude dejar de observar como todos los hombres se le quedaban viendo a mamá, ¡claro! Betty como de costumbre no cumplio lo que dijo. <"No me voy a mover tanto para que no se salga nada", claro que sí, se movio y mucho, como siempre, caminaba de una manera exagerada que hacía que sus nalgas se movieran aún mas de lo normal y el vestido fuera subiendo poco a poco, mientras servia los platos la inclinacion dejaba ver el principio de sus nalgas carnosas y un hermoso cachetero negro que las hacia resaltar aun mas. En el transcurso de la fiesta y al calor de los tragos que eran abundantes como de costumbre en los eventos de mi casa, comenzaron a hacerse más frecuentes los tocamientos “involuntarios” hacia Betty, todos aprovechaban la oportunidad para tocarla de una u otra manera, quise suponer que era debido al alcohol el hecho de que ella no hiciera nada al respecto pero eso siempre será una incógnita para mí.
Al ver todo eso mi excitación crecío, vi como sus tres hermanos o sea mis tíos se daban un festin tomandole fotos cada vez que podian, las veían y discutian haciendo caras de placer y excitación, ellos siempre van solo acompañados de mis primos a nuestras fiestas, sus esposas jamas van a nuestra casa debido a que no quieren a mi mamá por "corriente" y "zorra" según ellas y pues eso les facilita hacer sus fechorias siempre, y pues como es obvio a mis primos también les encanta el espectáculo que es ver a Betty en cualquier situación.
Este completo ambiente de erotismo empezo a pegarme de lleno, pensé, si mi madre no les reclamaba a ellos ¿por qué no puedo hacerlo yo? me armé de valor para poder hacer yo lo mismo que todos estaban haciendo, mi madre pasó frente a mí con dirección a la cocina mis ojos quedaron clavados en sus nalgas por su forma de caminar, tomé un respiro profundo y me dispuse a seguirla.
Entré a la cocina y ahí estaba ella, tratando de alcanzar un recipinte de la cocineta al tratar de alcanzar el artefacto su corto vestido se subió y dejó expuesto la mitad de su culo, el hermoso cachetero de encaje negro se amoldaba perfecto a su exquisito par de nalgas y quedé hipnotizado.
>Déjame ayudarte, yo lo bajo.
Sin darle tiempo a que se moviera me acerqué a ella y pegue mi cuerpo a el por detras para estirar el brazo y ayudarle. Pero al momento de juntar mi verga erecta con sus nalgas me olvidé por completo del recipiente que trataba de alcanzar y le di el arrimón mas descarado que se puedan imaginar.
<Ayyyyy tontooooo. Dijo en un tono entre sorprendida y algo asustada.
<¿!Que te pasa Carlos!? ¿Por qué haces eso?
>Perdon mamá.
<¿Cual perdon idiota? ahorita mismo me vas a explicar, te he visto viendome el culo y... esta bien no me molesta, eres hombre y te entiendo de hecho me halagas ¿Pero esto? ¿Como se te ocurre?
>Mi tío Quique te agarra las nalgas y no dices nada!-Respondí algo exaltado.
Mi madre se quedó callada un pequeño momento y me dijo.
<Mira hijo, el y yo convivimos mucho desde jovenes y bromeamos mucho, es solo juego.
>Eso no es juego, veo como te mira y como te nalguea de "cariño" y eso no es juego.
<Jajajaja yo sé que a veces se pasa un poco de la raya pero te aseguro que es solo juego hijo jajaja relajate.
>En ese caso yo tambien quiero jugar así.
<Mira, mira jajaja ahora no solo te basta con vermelas tambien quieres tocarme, ¿no te bastó con lo que me acabas de hacer tonto? De ninguna manera jugaré así contigo ¿que te pasa?
>Andale no pido mucho, solo lo mismo que mi tío.
Me dio la espalda y no pude evitar clavar la mirada en su culo.
<¡No! si te dejo hacer eso despues querras hacer más eres hombre y los conozco no quiero lios ¿que te pasa? ¡Soy tú mamá!. Contesto con ése tono de voz que tanto me encanta.
>No mamá te lo juro que no, solo quiero tener esos mismos privilegios que tiene mi tío.
<Jajaja ahora resulta que mis nalgas son un privilegio, tenias que ser hombre cabron.
Se puso seria y me dio la espalda una vez más.
<¿De verdad si estoy muy bien? - Preguntó con un tono muy cachondo mientras volteaba y me regalaba una sonrisa.
Mi excitación se apoderó de mí y me abalancé sobre ella tomándola por la espalda, con mi brazo derecho puede rodear su diminuta cintura mientras con la otra alcance a tomar su nalga izquierda, me sentí en la gloria, pegué mi nariz a su cuello y pude olfatear ese delicioso aroma que siempre dejaba al caminar junto a mí.
<¡Déjame Carlos! Nos van a ver.
El hecho de que forcejeara conmigo me excito de sobre manera y seguí manoseándola a mi antojo. Comencé a frotar con ambas manos sus nalgas y hundí mi cara entre sus pechos.
>Suéltame nos van a ver! .- Decía desesperada. Pero su sonrisa al forcejear delató que no le molestaba del todo. Tal vez fue el alcohol pero siempre le ha encantado sentirse deseada.
>Prométeme que podré hacer lo mismo que mi tío. - Repliqué de manera imperativa.
<Lo voy a pensar, pero ya dejame, debo seguir atendiendo a los invitados. -Me contestó con un tono exaltada de temor a que nos descubrieran.
La solté, se acomodó el vestido y caminó hacia la puerta, en ese momento les juro que no pude evitar darle una tremenda nalgada, era tanta mi desesperación por tocar ese culo que mi mano no se detuvo ahí y le di un agarron de nalgas que levanto una parte de su vestido nuevamente que dejó a la vista una de sus hermosas nalgas eran duritas, firmes, carnosas... perfectas.
<Carlos! - Gritó mi mamá dando un salto.
>Pensé que ya habiamos acordado que si podía hacer eso. - Respondí.
Mi madre soltó una sonrisa nerviosa mientras se ajustaba el vestido de nuevo.
<Mañana hablaremos de ésto tonto, ayúdame con esto.
Continuará...
P.D
Espero que con estas fotografías de Betty puedan comprender la obsesión que he sentido desde hace unos cuantos por ella, saludos poringueros.
6 comentarios - Mamá y hermana traviesas: Betty.