Varias veces a la semana venía mi tío para garchar con mi madre, casi siempre podía espiarlos y me pajeaba mientras miraba como garchaban. Bah, veía un poco e imaginaba el resto, porque si me veían se complicaba todo.
Un día, después de almorzar, estábamos lavando los platos con mi mamá y me dice: "Te vi hoy". Yo tragué saliva y traté de hacerme el tonto y le respondí: "Sí, me ves todos los días". Su respuesta fue contundente: "No te hagas el tonto, vi que nos estabas espiando al tío y a mí. ¿Hace cuánto nos espiás?" "Hace varias semanas", le dije, "pero no conté nada, me gusta que le metas los cuernos a papá. Y más me gusta ver sexo en vivo!!!"
Ella se rió.
"Por lo que pude ver, no estabas en buena posición para vernos", me dijo, y le respondí que tenía razón.
Me dijo que eso se podía solucionar.
Al día siguiente, me dijo que me pusiera adentro de un placard, Había sacado la mayoría de las cajas, algunas las puso debajo de la cama y el resto las puso delante mío, dejándome espacio para verlos.
No tenía mucho espacio ni me podía mover mucho o se caían las cajas, así que me desnudé y me acomodé de nuevo.
Al rato llega mi madre, se acuesta en la cama, completamente desnuda y me saluda. Un par de minutos después llega mi tío.
Él se desnuda y ella le empieza a chupar la pija. Yo estaba super caliente y con la verga a mil, pero sin poder pajearme o terminaba tirando todo, para peor re incómodo. Pero podía ver perfecto por primera vez.
Ella deja de chupársela, se acuesta y él se le sube encima y empiezan a garchar.
Yo tenía ganas de tirar las cajas y pajearme sin problemas, pero me resistí.
Mi tío, como vi todas las veces, saca la verga y le acaba encima de la concha.
La besó, fue al baño y después se fue.
Mi mamá me llamó para que saliera. Me acosté al lado de ella, estábamos los dos desnudos, ella con la concha enlechada y yo con la verga que casi me estallaba.
2 comentarios - Un día tenía que ser