Con Daniel tenemos una buena relación, somos bastante apasionados, tanto en lo romántico como en lo netamente sexual. Llevamos dos años de novio y la pasamos muy bien siempre, casi no peleamos. Tenemos muchos amigos en común, debido a que estudiamos en la misma universidad. Él tiene 25 años y yo 24.
Cada tanto hacemos reuniones con nuestros amigos. La verdad que son geniales esos momentos porque la pasamos muy bien. En general son pocos esos encuentros ya que es muy difícil que coincidamos todos un solo día, pero cuando sucedía, eran momentos increíbles.
Por cierto, mí nombre es Carla y les quiero contar cómo empezó todo.
Resulta que ayer a la noche, pudimos coincidir todos para reunirnos, quedamos en juntarnos en la casa de uno de los chicos para hacer la previa y luego irnos a algún boliche o simplemente quedarnos allí, según lo que surja.
Dani, mí novio, me dijo que llegaba sobre la hora, porque salía de jugar fútbol y se iba a su casa para bañarse y cambiarse.
La casa estaba bastante alejada y era de difícil acceso. Era un chalet en las afueras de la ciudad, un lugar ideal para hacer juntadas y que los vecinos no se quejen.
Un grupo de chicas y chicos iban a ir en un auto, así que les pregunté si podía ir con ellos y me dijeron que no había problema pero que íbamos a ir bastante apretados. Les dije que me acomodaba, que no importaba.
Hacía bastante calor ese día, así que decidí ponerme poca ropa y algo apretada. Esto incluía una minifalda blanca bastante corta y un top bastante escotado. La noche lo ameritaba, ya que no salíamos tan seguido.
Llegué al punto de encuentro un poco atrasada porque tardé en arreglarme y los chicos estaban ya dentro del auto esperándome. Estaba prácticamente repleto, solo había un lugar arriba de uno de los chicos, Nicolás, que trató de hacerme lugar al costado pero fue inútil. Le dije que no tenía problemas en sentarme arriba suyo. Iba a ser un viaje bastante largo, así que traté de ponerme de la mejor manera para que sus piernas no se acalambren.
Nos íbamos riendo a carcajadas en el auto, hay varios chicos que son muy graciosos. Mí cuerpo fue cediendo y quedé completamente arriba de los genitales de Nico. Pude notar que su miembro estaba erecto. Yo no sabía qué hacer, por un lado me excitaba la situación y por otro sentía pudor..
No me moví de esa posición, notaba que empezaba a ponerse más duro y yo, calentándome más, disimuladamente comencé a moverme rosando su bulto. Después de un instante, sus manos aparecieron acariciándome suavemente mis piernas. Esto se estaba poniendo raro, pero era excitante. Nico no es uno de los amigos más allegados de Daniel, eso calmaba bastante el pudor que sentía y de a poco me fui dejando llevar.
Mis movimientos eran un poco más pronunciados pero siempre disimulados. Lentamente fui abriendo las piernas y Nico llevaba sus manos cada vez más adentro de mí falda. Por suerte el resto seguía a las carcajadas y no se percataban de lo que estaba pasando.
Mis piernas estaban bastante abiertas y mí pollera muy levantada. Los dedos de Nicolás llegaron hasta mí tanga y por un costadito los empezó a meter para llegar a mí vulva que estaba muy mojada ya en ese momento.
Sin querer emití un gemido suave pero que llamó la atención de un par. Por suerte estaba oscuro como para ver lo que estábamos haciendo. Me preguntaron si estaba bien y yo les contesté que sí y ellos siguieron con lo suyo.
El pudor me invadió y le saqué inmediatamente la mano a Nico.
Finalmente llegamos a la casa. Todos nos pusimos a ayudar con las bebidas, la música, etcétera.
Daniel estaba aún tratando de conseguir transporte.
Empezamos a tomar y bailar, estaba divertido el ambiente, no era necesario ir al boliche.
La casa era muy grande, habían suficientes habitaciones para todos, yo tenía asignada una con cama matrimonial para Daniel y yo. A todo esto Dani me avisó que no había más transportes para llegar. Así que se quedaba en su casa. Le dije que al otro día yo iba para allá y compensábamos.
La fiesta estaba increíble, la estábamos pasando realmente bien. Había mucho alcohol y otras cosas circulando por la casa. Yo sólo me dediqué a tomar cerveza con las chicas mientras bailabámos absolutamente todas las canciones. Un par ya estaban "dando el brazo a torcer" y se querían ir a dormir. No era tan tarde, pero estaba siendo intensa la fiesta.
Las que estábamos un poco mejor, llevamos a las chicas que estaban más ebrias a su habitación. Yo aproveché para pasar por la mía para corregir un poco el maquillaje. A Nico no lo ví más durante la fiesta, pero cuando estaba saliendo, me lo cruzo en el pasillo y me pregunta: -"ya te vas a dormir"?, Yo niego con la cabeza y le digo -"sólo pasé a arreglarme un poco y estaba volviendo". Nico mira hacia adentro de mí habitación y pregunta por Dani, le contesto que no puede venir por el transporte. Él me dice -"qué lástima, vas a dormir solita entonces hoy?" En ese instante recuerdo lo que había pasado en el auto y contesto pícaramente -" tal vez... A menos que me quieras acompañar". Se le iluminaron los ojos y me dió un beso intenso empujándome hacia adentro de la habitación. Cerré la puerta con llave por las dudas y nos seguimos besando apasionadamente. Me sacó el top y comenzó a tocarme las tetas, casi con desesperación. Yo le saqué la camisa y le desabroché el pantalón. Metí la mano para acariciar su pene durísimo por encima de su ropa interior. Él me bajó la falda y me abrazó fuertemente mientras me seguía besando ardientemente. Me apretaba las nalgas con mucho deseo y me decía en el oído lo buena que estaba. Yo estaba muy caliente también, así que le saqué la ropa interior y me dediqué a masturbar su grueso y duro pene. Él me sacó el corpiño y la tanga. Ya estábamos íntegramente desnudos, solo hacía falta ir hasta la cama y que me la meta la verga de una vez por todas.
Dejé de besarlo y me acosté en la cama con las piernas abiertas. Él ya sabía qué hacer.
Se ensalivó el glande y lentamente comenzó a penetrarme. Yo estaba empapada, tanto que me entraba con bastante fluidez, aunque sentía cómo me abría la vagina.
Volvió a abrazarme y comenzó a moverse. Automáticamente comencé a gemir. -"Está bien dura, cogeme despacito"- le dije mientras lo abrazaba y besaba. Nico fue suave, me gustaba mucho cómo lo hacía, me besaba el cuello y bajaba hacia mis pechos para hundirse en ellos y se quedaba mucho tiempo allí. Yo no aguanté más y me vine. Nico se detuvo para seguir besándome y le pedí que no pare. A esa altura estaba muy lubricada, así que él empezó a moverse con más energía. Le pregunté si quería que me ponga en cuatro, a lo que inmediatamente me contestó que sí. Se salió un instante para que yo me acomode. Arquié la espalda y saqué cola para que se excitara. Obviamente funcionó, me agarró las nalgas y me repitió lo buena que estaba. Me la metió y comenzó a cogerme un poco más fuerte. Me agarraba las tetas y besaba mí espalda. Mí concha era un río ya, en pocos minutos me vine de nuevo. Esta vez me dejó temblando y paramos un instante. Le dije: -"Me encanta cómo me estás cogiendo, seguimos?"- Él obedeció y siguió penetrándome, con toda su verga entrando en mí, con más fuerza que las veces anteriores. Su pene estaba más duro aún, con una mano sujetaba mí cadera y con la otra agarraba mí nuca. Estaba cerca de acabar y yo increíblemente también. Empezó a respirar fuerte y yo a gemir intensamente hasta que hundió su pene en lo profundo de mí interior todo agitado para eyacular. Un segundo después acabé yo, mis piernas eran de papel. Él me abrazaba desde atrás y besaba mí cuello mientras recuperaábamos el aliento.
Ya era de día, así que nos acostamos abrazados y nos dormimos.
Un rato más tarde sentía cómo me tocaba las tetas y me fui despertando otra vez excitada. Me di vuelta y noté que su verga estaba dura nuevamente. La agarré y comencé a masturbarla. Lentamente me fui acercando para metermela finalmente en la boca. Se la chupé toda, era realmente gruesa, apenas me entraba en la boca. Él me tocaba las nalgas mientras disfrutaba el momento. Le pregunté si quería coger de nuevo y obviamente me dijo que si. Me subí arriba de él, me metí el pene y suavemente comencé a bajar. Una vez que lo tuve todo adentro, empecé a subir y bajar de a poco. Le pregunté si siempre lo tenía así de duro y Nico me contestó que no, que sólo conmigo. Me dio ternura y lo besé mientras aceleraba el ritmo. Mis sentones eran cada vez más fuertes, la cama rechinaba muchísimo y mis gemidos aumentaban más y más (espero que no haya habido gente despierta). Él, desde abajo acompañaba mis movimientos mientras acariciaba mis pechos. Yo se los acercaba a su boca para que me chupe los pezones. Me dejaba su pene adentro completamente haciendo rosar mí clítoris en su pubis hasta que no aguanté mucho más y tuve un orgasmo increíble. Descansé un poco y Nico me propuso cambiar de posición. Me acosté boca arriba y abrí mis piernas una vez más. Él se las puso en el hombre y me metió la verga con fuerza. Primero me acariciaba las piernas mientras no disminuía el ritmo y luego me daba pequeños mordiscos. Yo no paraba de gemir estaba tan caliente que estaba por venirme nuevamente, le pedí que siga así y en un momento sentí una electricidad en el cuerpo. Fue un orgasmo bestial. Nico desaceleró y bajó mis piernas ya que estaba muy temblorosa pero siguió penetrándome lentamente mientras me besaba. Poco a poco fui recuperándome y comenzó a aumentar el ritmo. En pocos minutos terminó dentro mío una vez más y nos quedamos abrazados allí, hasta que sentimos que los chicos se empezaban a despertar. Nico salió sigilosamente de mí habitación y un ratito más tarde salí yo, toda desalineada.
Volvimos de la misma manera, yo arriba de Nico. Me acerqué a su oído y le agradecí por acompañarme anoche, que me encantó.
Le avisé a Dani que no iba a ir a su casa hoy, que estaba con mucha resaca.
Hace un rato llegué a casa y en una hora viene Nico, así cerramos el fin de semana...
Cada tanto hacemos reuniones con nuestros amigos. La verdad que son geniales esos momentos porque la pasamos muy bien. En general son pocos esos encuentros ya que es muy difícil que coincidamos todos un solo día, pero cuando sucedía, eran momentos increíbles.
Por cierto, mí nombre es Carla y les quiero contar cómo empezó todo.
Resulta que ayer a la noche, pudimos coincidir todos para reunirnos, quedamos en juntarnos en la casa de uno de los chicos para hacer la previa y luego irnos a algún boliche o simplemente quedarnos allí, según lo que surja.
Dani, mí novio, me dijo que llegaba sobre la hora, porque salía de jugar fútbol y se iba a su casa para bañarse y cambiarse.
La casa estaba bastante alejada y era de difícil acceso. Era un chalet en las afueras de la ciudad, un lugar ideal para hacer juntadas y que los vecinos no se quejen.
Un grupo de chicas y chicos iban a ir en un auto, así que les pregunté si podía ir con ellos y me dijeron que no había problema pero que íbamos a ir bastante apretados. Les dije que me acomodaba, que no importaba.
Hacía bastante calor ese día, así que decidí ponerme poca ropa y algo apretada. Esto incluía una minifalda blanca bastante corta y un top bastante escotado. La noche lo ameritaba, ya que no salíamos tan seguido.
Llegué al punto de encuentro un poco atrasada porque tardé en arreglarme y los chicos estaban ya dentro del auto esperándome. Estaba prácticamente repleto, solo había un lugar arriba de uno de los chicos, Nicolás, que trató de hacerme lugar al costado pero fue inútil. Le dije que no tenía problemas en sentarme arriba suyo. Iba a ser un viaje bastante largo, así que traté de ponerme de la mejor manera para que sus piernas no se acalambren.
Nos íbamos riendo a carcajadas en el auto, hay varios chicos que son muy graciosos. Mí cuerpo fue cediendo y quedé completamente arriba de los genitales de Nico. Pude notar que su miembro estaba erecto. Yo no sabía qué hacer, por un lado me excitaba la situación y por otro sentía pudor..
No me moví de esa posición, notaba que empezaba a ponerse más duro y yo, calentándome más, disimuladamente comencé a moverme rosando su bulto. Después de un instante, sus manos aparecieron acariciándome suavemente mis piernas. Esto se estaba poniendo raro, pero era excitante. Nico no es uno de los amigos más allegados de Daniel, eso calmaba bastante el pudor que sentía y de a poco me fui dejando llevar.
Mis movimientos eran un poco más pronunciados pero siempre disimulados. Lentamente fui abriendo las piernas y Nico llevaba sus manos cada vez más adentro de mí falda. Por suerte el resto seguía a las carcajadas y no se percataban de lo que estaba pasando.
Mis piernas estaban bastante abiertas y mí pollera muy levantada. Los dedos de Nicolás llegaron hasta mí tanga y por un costadito los empezó a meter para llegar a mí vulva que estaba muy mojada ya en ese momento.
Sin querer emití un gemido suave pero que llamó la atención de un par. Por suerte estaba oscuro como para ver lo que estábamos haciendo. Me preguntaron si estaba bien y yo les contesté que sí y ellos siguieron con lo suyo.
El pudor me invadió y le saqué inmediatamente la mano a Nico.
Finalmente llegamos a la casa. Todos nos pusimos a ayudar con las bebidas, la música, etcétera.
Daniel estaba aún tratando de conseguir transporte.
Empezamos a tomar y bailar, estaba divertido el ambiente, no era necesario ir al boliche.
La casa era muy grande, habían suficientes habitaciones para todos, yo tenía asignada una con cama matrimonial para Daniel y yo. A todo esto Dani me avisó que no había más transportes para llegar. Así que se quedaba en su casa. Le dije que al otro día yo iba para allá y compensábamos.
La fiesta estaba increíble, la estábamos pasando realmente bien. Había mucho alcohol y otras cosas circulando por la casa. Yo sólo me dediqué a tomar cerveza con las chicas mientras bailabámos absolutamente todas las canciones. Un par ya estaban "dando el brazo a torcer" y se querían ir a dormir. No era tan tarde, pero estaba siendo intensa la fiesta.
Las que estábamos un poco mejor, llevamos a las chicas que estaban más ebrias a su habitación. Yo aproveché para pasar por la mía para corregir un poco el maquillaje. A Nico no lo ví más durante la fiesta, pero cuando estaba saliendo, me lo cruzo en el pasillo y me pregunta: -"ya te vas a dormir"?, Yo niego con la cabeza y le digo -"sólo pasé a arreglarme un poco y estaba volviendo". Nico mira hacia adentro de mí habitación y pregunta por Dani, le contesto que no puede venir por el transporte. Él me dice -"qué lástima, vas a dormir solita entonces hoy?" En ese instante recuerdo lo que había pasado en el auto y contesto pícaramente -" tal vez... A menos que me quieras acompañar". Se le iluminaron los ojos y me dió un beso intenso empujándome hacia adentro de la habitación. Cerré la puerta con llave por las dudas y nos seguimos besando apasionadamente. Me sacó el top y comenzó a tocarme las tetas, casi con desesperación. Yo le saqué la camisa y le desabroché el pantalón. Metí la mano para acariciar su pene durísimo por encima de su ropa interior. Él me bajó la falda y me abrazó fuertemente mientras me seguía besando ardientemente. Me apretaba las nalgas con mucho deseo y me decía en el oído lo buena que estaba. Yo estaba muy caliente también, así que le saqué la ropa interior y me dediqué a masturbar su grueso y duro pene. Él me sacó el corpiño y la tanga. Ya estábamos íntegramente desnudos, solo hacía falta ir hasta la cama y que me la meta la verga de una vez por todas.
Dejé de besarlo y me acosté en la cama con las piernas abiertas. Él ya sabía qué hacer.
Se ensalivó el glande y lentamente comenzó a penetrarme. Yo estaba empapada, tanto que me entraba con bastante fluidez, aunque sentía cómo me abría la vagina.
Volvió a abrazarme y comenzó a moverse. Automáticamente comencé a gemir. -"Está bien dura, cogeme despacito"- le dije mientras lo abrazaba y besaba. Nico fue suave, me gustaba mucho cómo lo hacía, me besaba el cuello y bajaba hacia mis pechos para hundirse en ellos y se quedaba mucho tiempo allí. Yo no aguanté más y me vine. Nico se detuvo para seguir besándome y le pedí que no pare. A esa altura estaba muy lubricada, así que él empezó a moverse con más energía. Le pregunté si quería que me ponga en cuatro, a lo que inmediatamente me contestó que sí. Se salió un instante para que yo me acomode. Arquié la espalda y saqué cola para que se excitara. Obviamente funcionó, me agarró las nalgas y me repitió lo buena que estaba. Me la metió y comenzó a cogerme un poco más fuerte. Me agarraba las tetas y besaba mí espalda. Mí concha era un río ya, en pocos minutos me vine de nuevo. Esta vez me dejó temblando y paramos un instante. Le dije: -"Me encanta cómo me estás cogiendo, seguimos?"- Él obedeció y siguió penetrándome, con toda su verga entrando en mí, con más fuerza que las veces anteriores. Su pene estaba más duro aún, con una mano sujetaba mí cadera y con la otra agarraba mí nuca. Estaba cerca de acabar y yo increíblemente también. Empezó a respirar fuerte y yo a gemir intensamente hasta que hundió su pene en lo profundo de mí interior todo agitado para eyacular. Un segundo después acabé yo, mis piernas eran de papel. Él me abrazaba desde atrás y besaba mí cuello mientras recuperaábamos el aliento.
Ya era de día, así que nos acostamos abrazados y nos dormimos.
Un rato más tarde sentía cómo me tocaba las tetas y me fui despertando otra vez excitada. Me di vuelta y noté que su verga estaba dura nuevamente. La agarré y comencé a masturbarla. Lentamente me fui acercando para metermela finalmente en la boca. Se la chupé toda, era realmente gruesa, apenas me entraba en la boca. Él me tocaba las nalgas mientras disfrutaba el momento. Le pregunté si quería coger de nuevo y obviamente me dijo que si. Me subí arriba de él, me metí el pene y suavemente comencé a bajar. Una vez que lo tuve todo adentro, empecé a subir y bajar de a poco. Le pregunté si siempre lo tenía así de duro y Nico me contestó que no, que sólo conmigo. Me dio ternura y lo besé mientras aceleraba el ritmo. Mis sentones eran cada vez más fuertes, la cama rechinaba muchísimo y mis gemidos aumentaban más y más (espero que no haya habido gente despierta). Él, desde abajo acompañaba mis movimientos mientras acariciaba mis pechos. Yo se los acercaba a su boca para que me chupe los pezones. Me dejaba su pene adentro completamente haciendo rosar mí clítoris en su pubis hasta que no aguanté mucho más y tuve un orgasmo increíble. Descansé un poco y Nico me propuso cambiar de posición. Me acosté boca arriba y abrí mis piernas una vez más. Él se las puso en el hombre y me metió la verga con fuerza. Primero me acariciaba las piernas mientras no disminuía el ritmo y luego me daba pequeños mordiscos. Yo no paraba de gemir estaba tan caliente que estaba por venirme nuevamente, le pedí que siga así y en un momento sentí una electricidad en el cuerpo. Fue un orgasmo bestial. Nico desaceleró y bajó mis piernas ya que estaba muy temblorosa pero siguió penetrándome lentamente mientras me besaba. Poco a poco fui recuperándome y comenzó a aumentar el ritmo. En pocos minutos terminó dentro mío una vez más y nos quedamos abrazados allí, hasta que sentimos que los chicos se empezaban a despertar. Nico salió sigilosamente de mí habitación y un ratito más tarde salí yo, toda desalineada.
Volvimos de la misma manera, yo arriba de Nico. Me acerqué a su oído y le agradecí por acompañarme anoche, que me encantó.
Le avisé a Dani que no iba a ir a su casa hoy, que estaba con mucha resaca.
Hace un rato llegué a casa y en una hora viene Nico, así cerramos el fin de semana...
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