No dejes de pasar por mi mejor post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html
No te vas a arrepentir!
En ese momento sentÃa latir las sienes, mis axilas estaban transpiradas a pesar del frÃo que hacÃa y ya no querÃa escuchar más, pero al mismo tiempo necesitaba seguir escuchando.
-Yo me negué en principio, nunca habÃa practicado sexo anal y la verga de toro era demasiado gorda, pero bueno, Carlos tenÃa miles de formas diferentes de doblegarme, al fin me habÃan acomodado sobre el sillón en cuatro patas, toro vino sobre mà y me contraje por instinto cundo sentà apenas un dedo invadirme, sentà un feo dolor, y me negué a proseguir. Ellos reÃan, abrieron otra cerveza mientras toro fue hasta el baño, trajo un pote y unos preservativos, me dijo que era un gel con anestesia, que me relajara y que me dejara lubricar, que pronto no sentirÃa dolor. Fui reticente al principio, sintiendo nuevamente su dedo embardunando mi esfÃnter, pero mágicamente con el correr de los minutos el dolor fue cediendo y ya no tuve ninguna sensación…
-Y fue tu primera experiencia anal?
-Si, toro se colocó un preservativo, me dijo que si su miembro se llenaba de gel el también perderÃa la sensibilidad, se colocó por detrás y solo lo hizo, solo sentÃa el peso de su cuerpo empujando con ritmo, pero mi esfÃnter estaba todo adormecido, asà que lo dejé disfrutar a toro, pero en especial a Carlos, porque su placer era mi placer. Mientras lo hacÃa giré un poco para observar su rostro, pero él estaba tan concentrado que no pudo notarlo, Carlos estaba filmando todo, estaba filmando como su amigo me rompÃa el culo. Y siguió dándome hasta quedar sin fuerzas, el salió, tomó una de mis manos y la llevó a mi culito, me entraron los cuatro dedos sin problemas, me asusté. Un chirlo de chuky en una de mis nalgas largando la frase ‘linda putita conseguiste’ cortó el momento, eso me dolió pero traté de borrar lo que habÃa escuchado…
-Y entonces?
-Bueno… me cogieron otro rato, pero ya no daba para mucho más, Carlos seguÃa con la cámara grabando todo y en ese momento me pareció erótico, algo para nuestra intimidad, me hicieron arrodillar y se empezaron a masturbar los tres cerca de mi cara, Carlos me dio una cachetada un tanto amistosa, un tanto dolorosa y me dijo ‘puta, abrà la boca! abrà la boca te digo!’, yo sonreà y le hice caso, mirando directamente a la cámara…
-Pará! pará un minuto, necesito un minuto, voy hasta el baño a orinar… - dije cortando su monólogo.
La dejé por unos instantes, necesitaba tranquizarme un poco, fui al baño y me enjuagué con agua frÃa, las manos y el rostro, aun sentÃa una molesta dureza entre mis piernas, fui orinar, mi glande estaba impregnado en esos jugos transparentes producto de una erección tan prolongada, me molesté conmigo mismo puesto que me odiaba por asumirme excitado escuchando lo que la mujer de mis sueños habÃa vivido con otros tipos, portándose como una puta regalada, volvà a lavarme y volvà a la mesa. Su rostro permanecÃa duro, sus facciones un tanto desencajadas y su mirada perdida en el infinito, sin mirar nada, apenas sus aros en medias lunas brillaban a la luz dando algo de color a la escena.
Me senté nuevamente a su lado, esta vez tomé una de sus delicadas manos entre las mÃas, como para darle ánimo a que prosiguiera y viera que no la juzgaba en absoluto, la animé a continuar
-Como te dije, los tres me apuntaban y Carlos me apuraba para que no cerrara la boca, chuky fue el primero en acabar dando directamente en mi hueco, empecé a sentir su sabor amargo, no me gustaba para nada, me pareció repugnante, empezó a correr por mis labios, tuve una arcada de asco y escupà al piso, Carlos se enfureció en ese momento y me recriminó, me obligó a lamer el piso y tomar todo, hasta la última gota…
-Pero... por qué permitiste esa humillación?
-Te lo dije, cuando estoy enamorada hago cualquier cosa, soy una estúpida. Bueno, ya imaginas como terminó la historia, el toro y mi novio siguieron hasta llenarme la boca de semen, lo disfruté y lo tragué todo, hasta que no quedara nada, ante la lente de su cámara…
-Y después?
-Después siguió la vida, el me llevó a casa y me despidió como de costumbre, entré sigilosamente para no despertar a mis padres y me fui a dormir, al menos intenté dormir, pero el efecto de la anestesia del lubricante empezó a ceder y el culito me empezó a doler terriblemente, no tenÃa posición para estar cómoda en la cama, lloré como una niña hasta que el sueño me venció por completo…
-Y que pasó después? – pregunté demasiado ansioso –
-Bueno, no me quejo de las cogidas que tuve, esa primera vez se repitió, una, dos muchas veces, empezó a hacerse rutina, me hicieron entre los tres adicta al sexo anal y el dolor de aquella primera vez solo se transformó en recuerdo, hasta la gorda verga de toro ya no era un problema para mi dilatado culo, y yo disfrutaba con todo eso, disfrutaba en chuparles la verga y tragarme todo, disfrutaba con cada filmación, tenÃa terribles orgasmos y me llenaban la concha de leche hasta rebalsarla, hasta hacÃamos doble penetración con el tercero en mi boca, llenándome todos los agujeros…
Marta respiró profundamente y siguió
-Pero no era feliz, después de esas jornadas maratónicas de sexo me sentÃa vacÃa, porque empecé a asumir que Carlos solo me querÃa para coger, hiciera lo que hiciera nunca me amarÃa como yo esperaba que me amase, me habÃa transformado en una puta reventada que disfrutaba como perra cuando esos tres tipos se la cogÃan, y Carlos empezó a regalarme, cogÃa con uno, con otro, con cualquiera. Después me sentÃa sucia, la conciencia me comÃa los pensamientos y no me perdonaba por disfrutar, solÃa meterme en la bañera de casa con agua al cuello y refregarme la piel hasta casi lastimarme, solo querÃa lavar mi alma, no era mi cuerpo el que estaba sucio, hasta me sumergÃa por completo y solo salÃa cuando ya no me era posible mantener la respiración…
-Y cuanto duró todo esto? por qué te habló asà el otro dÃa?
-Cuánto duró? Hasta cuándo durará deberÃas preguntarme…
-Cómo aun hoy en dÃa…
-SÃ, me costó renunciar pero después de un año lo enfrenté a Carlos y le dije que ya no querÃa saber más nada con él, ni con sus amigos, que ya no cogerÃa con ellos, que no serÃa más su putita barata, entonces conocà al verdadero Carlos, él me dijo que cogerÃa todo lo que él quisiera, que serÃa su perra y en caso contrario, todos mis conocidos, familiares, amigos verÃan los videos que habÃa filmado.
-Entonces eres su puta…
-No me digas asÃ, me lastimas… pero si, de alguna manera me atormenta con ello, es una pesadilla…
-Pero… por qué nunca me lo dijiste? por qué no confiaste en m�
Marta me miró con cara de hastÃo, no hastÃo hacia mÃ, sino odio a todo lo que fuera el sexo masculino y me respondió con una falsa sonrisa, llena de odio, de odio acumulado
-Claro, y piensas que es muy fácil, contarlo y ya, que hubieras dicho de m�, que hubieras pensado de m�, vamos, se honesto, me hubieras visto como una prostituta, te hubieras enamorado de mà de haberlo sabido o solo me hubieras regalado falso amor para cogerme y humillarme hasta que ya no tuvieras ganas?
Por primera vez me quedé en silencio, ahora era yo quien no tenÃa palabras, confundido, ahora era yo quien miraba la nada misma, el ambiente se tornó denso y la presión pareció aumentar, entonces ella un tanto más calmada terminó diciendo
-Bueno, querÃas saber la verdad? eres la primera persona en saberlo, solo querÃa ser honesta contigo, por si no lo notaste estoy perdidamente enamorada de vos, y tengo al alma rota, pero bueno, la vida debe continuar, y créeme que te entenderé, solo te pido que no me guardes rencor, al fin y al cabo, quien querrÃa estar con una puta como yo, no?
Ella se levantó y solo se fue, la dejé ir, me quedé solo, solo en mis pensamientos, pagué la cuenta y volvà a mi departamento.
Al dÃa siguiente esperé ansioso a que me llamara al celular, pero ya no sonó, ni al siguiente, ni al próximo, pronto asumà que realmente ella habÃa decidido ya no molestarme.
Pasé un mes entero esperando ese llamado, un mes entero rearmando dÃa tras dÃa el rompecabezas de nuestros dÃas juntos, traté solo de imaginar por todo lo que habÃa pasado…
El final de la historia? fui yo quien la llamé y le dije que querÃa seguir a su lado, que la amaba, que no podÃa vivir sin ella…
Qué fue de Carlos y sus amigos, bueno, en alguna oportunidades, portar un uniforme policial, una placa, un arma, tener amigos y contactos no muy santos, pueden servir para amedrentar al más valiente, esa basuras comprendieron que les convenÃa desaparecer de nuestras vidas y olvidar todo el pasado, fuimos demasiados buenos con ellos…
Diez años después escribo su historia, mi historia, nuestra historia, la de mi mujer, esa que me enamora dÃa a dÃa, la mujer de mi vida…
Si tienes comentarios, sugerencias al respecto puedes escribirme con tÃtulo ‘LA VIDA DE MARTA’ a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
En ese momento sentÃa latir las sienes, mis axilas estaban transpiradas a pesar del frÃo que hacÃa y ya no querÃa escuchar más, pero al mismo tiempo necesitaba seguir escuchando.
-Yo me negué en principio, nunca habÃa practicado sexo anal y la verga de toro era demasiado gorda, pero bueno, Carlos tenÃa miles de formas diferentes de doblegarme, al fin me habÃan acomodado sobre el sillón en cuatro patas, toro vino sobre mà y me contraje por instinto cundo sentà apenas un dedo invadirme, sentà un feo dolor, y me negué a proseguir. Ellos reÃan, abrieron otra cerveza mientras toro fue hasta el baño, trajo un pote y unos preservativos, me dijo que era un gel con anestesia, que me relajara y que me dejara lubricar, que pronto no sentirÃa dolor. Fui reticente al principio, sintiendo nuevamente su dedo embardunando mi esfÃnter, pero mágicamente con el correr de los minutos el dolor fue cediendo y ya no tuve ninguna sensación…
-Y fue tu primera experiencia anal?
-Si, toro se colocó un preservativo, me dijo que si su miembro se llenaba de gel el también perderÃa la sensibilidad, se colocó por detrás y solo lo hizo, solo sentÃa el peso de su cuerpo empujando con ritmo, pero mi esfÃnter estaba todo adormecido, asà que lo dejé disfrutar a toro, pero en especial a Carlos, porque su placer era mi placer. Mientras lo hacÃa giré un poco para observar su rostro, pero él estaba tan concentrado que no pudo notarlo, Carlos estaba filmando todo, estaba filmando como su amigo me rompÃa el culo. Y siguió dándome hasta quedar sin fuerzas, el salió, tomó una de mis manos y la llevó a mi culito, me entraron los cuatro dedos sin problemas, me asusté. Un chirlo de chuky en una de mis nalgas largando la frase ‘linda putita conseguiste’ cortó el momento, eso me dolió pero traté de borrar lo que habÃa escuchado…
-Y entonces?
-Bueno… me cogieron otro rato, pero ya no daba para mucho más, Carlos seguÃa con la cámara grabando todo y en ese momento me pareció erótico, algo para nuestra intimidad, me hicieron arrodillar y se empezaron a masturbar los tres cerca de mi cara, Carlos me dio una cachetada un tanto amistosa, un tanto dolorosa y me dijo ‘puta, abrà la boca! abrà la boca te digo!’, yo sonreà y le hice caso, mirando directamente a la cámara…
-Pará! pará un minuto, necesito un minuto, voy hasta el baño a orinar… - dije cortando su monólogo.
La dejé por unos instantes, necesitaba tranquizarme un poco, fui al baño y me enjuagué con agua frÃa, las manos y el rostro, aun sentÃa una molesta dureza entre mis piernas, fui orinar, mi glande estaba impregnado en esos jugos transparentes producto de una erección tan prolongada, me molesté conmigo mismo puesto que me odiaba por asumirme excitado escuchando lo que la mujer de mis sueños habÃa vivido con otros tipos, portándose como una puta regalada, volvà a lavarme y volvà a la mesa. Su rostro permanecÃa duro, sus facciones un tanto desencajadas y su mirada perdida en el infinito, sin mirar nada, apenas sus aros en medias lunas brillaban a la luz dando algo de color a la escena.
Me senté nuevamente a su lado, esta vez tomé una de sus delicadas manos entre las mÃas, como para darle ánimo a que prosiguiera y viera que no la juzgaba en absoluto, la animé a continuar
-Como te dije, los tres me apuntaban y Carlos me apuraba para que no cerrara la boca, chuky fue el primero en acabar dando directamente en mi hueco, empecé a sentir su sabor amargo, no me gustaba para nada, me pareció repugnante, empezó a correr por mis labios, tuve una arcada de asco y escupà al piso, Carlos se enfureció en ese momento y me recriminó, me obligó a lamer el piso y tomar todo, hasta la última gota…
-Pero... por qué permitiste esa humillación?
-Te lo dije, cuando estoy enamorada hago cualquier cosa, soy una estúpida. Bueno, ya imaginas como terminó la historia, el toro y mi novio siguieron hasta llenarme la boca de semen, lo disfruté y lo tragué todo, hasta que no quedara nada, ante la lente de su cámara…
-Y después?
-Después siguió la vida, el me llevó a casa y me despidió como de costumbre, entré sigilosamente para no despertar a mis padres y me fui a dormir, al menos intenté dormir, pero el efecto de la anestesia del lubricante empezó a ceder y el culito me empezó a doler terriblemente, no tenÃa posición para estar cómoda en la cama, lloré como una niña hasta que el sueño me venció por completo…
-Y que pasó después? – pregunté demasiado ansioso –
-Bueno, no me quejo de las cogidas que tuve, esa primera vez se repitió, una, dos muchas veces, empezó a hacerse rutina, me hicieron entre los tres adicta al sexo anal y el dolor de aquella primera vez solo se transformó en recuerdo, hasta la gorda verga de toro ya no era un problema para mi dilatado culo, y yo disfrutaba con todo eso, disfrutaba en chuparles la verga y tragarme todo, disfrutaba con cada filmación, tenÃa terribles orgasmos y me llenaban la concha de leche hasta rebalsarla, hasta hacÃamos doble penetración con el tercero en mi boca, llenándome todos los agujeros…
Marta respiró profundamente y siguió
-Pero no era feliz, después de esas jornadas maratónicas de sexo me sentÃa vacÃa, porque empecé a asumir que Carlos solo me querÃa para coger, hiciera lo que hiciera nunca me amarÃa como yo esperaba que me amase, me habÃa transformado en una puta reventada que disfrutaba como perra cuando esos tres tipos se la cogÃan, y Carlos empezó a regalarme, cogÃa con uno, con otro, con cualquiera. Después me sentÃa sucia, la conciencia me comÃa los pensamientos y no me perdonaba por disfrutar, solÃa meterme en la bañera de casa con agua al cuello y refregarme la piel hasta casi lastimarme, solo querÃa lavar mi alma, no era mi cuerpo el que estaba sucio, hasta me sumergÃa por completo y solo salÃa cuando ya no me era posible mantener la respiración…
-Y cuanto duró todo esto? por qué te habló asà el otro dÃa?
-Cuánto duró? Hasta cuándo durará deberÃas preguntarme…
-Cómo aun hoy en dÃa…
-SÃ, me costó renunciar pero después de un año lo enfrenté a Carlos y le dije que ya no querÃa saber más nada con él, ni con sus amigos, que ya no cogerÃa con ellos, que no serÃa más su putita barata, entonces conocà al verdadero Carlos, él me dijo que cogerÃa todo lo que él quisiera, que serÃa su perra y en caso contrario, todos mis conocidos, familiares, amigos verÃan los videos que habÃa filmado.
-Entonces eres su puta…
-No me digas asÃ, me lastimas… pero si, de alguna manera me atormenta con ello, es una pesadilla…
-Pero… por qué nunca me lo dijiste? por qué no confiaste en m�
Marta me miró con cara de hastÃo, no hastÃo hacia mÃ, sino odio a todo lo que fuera el sexo masculino y me respondió con una falsa sonrisa, llena de odio, de odio acumulado
-Claro, y piensas que es muy fácil, contarlo y ya, que hubieras dicho de m�, que hubieras pensado de m�, vamos, se honesto, me hubieras visto como una prostituta, te hubieras enamorado de mà de haberlo sabido o solo me hubieras regalado falso amor para cogerme y humillarme hasta que ya no tuvieras ganas?
Por primera vez me quedé en silencio, ahora era yo quien no tenÃa palabras, confundido, ahora era yo quien miraba la nada misma, el ambiente se tornó denso y la presión pareció aumentar, entonces ella un tanto más calmada terminó diciendo
-Bueno, querÃas saber la verdad? eres la primera persona en saberlo, solo querÃa ser honesta contigo, por si no lo notaste estoy perdidamente enamorada de vos, y tengo al alma rota, pero bueno, la vida debe continuar, y créeme que te entenderé, solo te pido que no me guardes rencor, al fin y al cabo, quien querrÃa estar con una puta como yo, no?
Ella se levantó y solo se fue, la dejé ir, me quedé solo, solo en mis pensamientos, pagué la cuenta y volvà a mi departamento.
Al dÃa siguiente esperé ansioso a que me llamara al celular, pero ya no sonó, ni al siguiente, ni al próximo, pronto asumà que realmente ella habÃa decidido ya no molestarme.
Pasé un mes entero esperando ese llamado, un mes entero rearmando dÃa tras dÃa el rompecabezas de nuestros dÃas juntos, traté solo de imaginar por todo lo que habÃa pasado…
El final de la historia? fui yo quien la llamé y le dije que querÃa seguir a su lado, que la amaba, que no podÃa vivir sin ella…
Qué fue de Carlos y sus amigos, bueno, en alguna oportunidades, portar un uniforme policial, una placa, un arma, tener amigos y contactos no muy santos, pueden servir para amedrentar al más valiente, esa basuras comprendieron que les convenÃa desaparecer de nuestras vidas y olvidar todo el pasado, fuimos demasiados buenos con ellos…
Diez años después escribo su historia, mi historia, nuestra historia, la de mi mujer, esa que me enamora dÃa a dÃa, la mujer de mi vida…
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6 comentarios - La vida de Marta - 3 de 3
Les deseo lo mejor para ustedes dos!