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HELENA.

 (Leanlo completo antes de sacar conclusiones )  
 Su pequeña mano acarició tímidamente el miembro, desde los testículos al glande; arrancando al obeso hombre un gemido de placer.
- Puedo besarlo? -Preguntó con voz cantarinamente aniñada- porfi...
Y sin esperar respuesta comenzó a practicarle sexo oral de una forma , entre tímida y principiante... las coletas de su pelo se mecian al ritmo de sus embestidas y cada tanto raspaba un poco, delicadamente el miembro con sus dientes...
-Me das tu lechita? - pidió con picardía en la voz- dale papi.. damela!!!! - agregó mientras lo masturbaba freneticamente; el hombre acabo abundantemente, salpicando su propio vientre tembloroso y el pelo y los pequeños pechos de la muchaca...
-Woooow... cuántas ganas tenías papi... - agregó ella mientras lo sujetaba con una mano en el pecho para que el no se incorpore- dejame gozar a mi- dijo mientras se sentaba a horcajadas sobre el.
Comenzó entonces a restregar su vulva contra el palpitante miembro, dándole cada vez más velocidad, empapandolo con sus jugos, los pequeños pechos bamboleandose, al compás de sus coletas de colegiala, la cintura sinuosa marcando un ritmo frenético, mientras sus dedo de la mano derecha jugeteaban traviesos con los testículos, empapados de saliva y jugos vaginales; pero sin dejarse penetrar en ningún momento.
El hombre lanzó un gemido agónico mientras eyaculaba nuevamente; ella continuó su frenética cabalgata hasta verlo tener un orgasmo, talvez el primero real de su vida.
- Descansa un poco papi- le indicó mientras caminaba hacia la ducha meneando sus portentosas nalgas.
Luego de ducharse de acercó a la cama donde el hombreton roncaba estertoneamente , sonrió complacida y se dirigió hacia el espejo de cuerpo entero empotrado en la pared; este se habrio revelando el paso a una recámara oculta donde la esperaba otro hombre, mayor ya según indicaba su platinado cabello.
- Lo hiciste acabar dos veces en menos de 20 minutos, Felicidades! - dijo a modo de saludo- cómo sabías que podría?
- No es el primer empresario obeso que atiendo - respondió ella- voy a dejarlo dormir un poco más y cuando este por acabar su turno lo despierto, así me ahorro el trabajo de volver a ordeñarlo. 
-Más sabe el diablo por viejo... -el anciano dejo la frase colgando - no extrañas tu vida anterior, viajando con el circo?
- Lo que no extraño, es el miedo a nunca poder salir de esa vida- respondió ella encendiendo un cigarrillo - además no soy taaaan vieja, tengo 25 años recién. 
-Aun eres una niñita, al menos para esos degenerados, - ascintio el dueño del burdel-este fue un pequeño gran cambio en tu vida, no? - ante la dura sonrisa de la mujer, se contuvo de hacer otro chiste de esos, a Elena no le caían bien los chistes de enanos.

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