La puerta se abrío y, entre sombras, su silueta se fué acercando. Su cuerpo era ideal para brindar placer, ella era media cabeza más baja que él, totalmente proporcionada, de tez blanca y piel delicada.
Al irla teniendo más cerca, él no podía creer lo que tenía en frente...
Sus ojos prolijamente delineados, desbordaban sensualidad y picardía. Debajo, sus senos firmes y redondos ofrecían un espectáculo maravilloso.
Más abajo se apreciaba una tanga de lycra, elegida especialmente para la ocasión, que dejaba entrever la silueta de los labios de su vagina y unas medias con liga que moldeaban sus piernas suaves, firmes y contorneadas.
Al llegar a él, ella introdujo su mano por debajo de su boxer, sacó su pene e inmediatamente lo comenzó a pajear; mientras lo hacía lo miraba a los ojos, en silencio, pero su carita de afiebrada por el sexo dejaba ver su necesidad de tener un pene erecto dentro de ella.
Luego él se sentó y ella se arrodilló entre sus piernas. El la tomó de la cabeza oprimiéndolá contra su ingle, ella inclino la cabeza hacia un lado y abrió sus labios carnosos y pintados dejando introducir esa pija ya en erección, al cabo de unos segundos él comenzó a cojer su boca fuertemente con su pija
Su boca y mejilla se deformaban cada vez que la pija entraba entre sus delicadas mandíbulas y ella ya se sentía extasiada y su vagina comenzaba a mojarse.
Del lado de él, su respiración se comenzaba a agitar y su pija se ponía cada vez más dura y venosa.
(CONTINUARÁ...)
Al irla teniendo más cerca, él no podía creer lo que tenía en frente...
Sus ojos prolijamente delineados, desbordaban sensualidad y picardía. Debajo, sus senos firmes y redondos ofrecían un espectáculo maravilloso.
Más abajo se apreciaba una tanga de lycra, elegida especialmente para la ocasión, que dejaba entrever la silueta de los labios de su vagina y unas medias con liga que moldeaban sus piernas suaves, firmes y contorneadas.
Al llegar a él, ella introdujo su mano por debajo de su boxer, sacó su pene e inmediatamente lo comenzó a pajear; mientras lo hacía lo miraba a los ojos, en silencio, pero su carita de afiebrada por el sexo dejaba ver su necesidad de tener un pene erecto dentro de ella.
Luego él se sentó y ella se arrodilló entre sus piernas. El la tomó de la cabeza oprimiéndolá contra su ingle, ella inclino la cabeza hacia un lado y abrió sus labios carnosos y pintados dejando introducir esa pija ya en erección, al cabo de unos segundos él comenzó a cojer su boca fuertemente con su pija
Su boca y mejilla se deformaban cada vez que la pija entraba entre sus delicadas mandíbulas y ella ya se sentía extasiada y su vagina comenzaba a mojarse.
Del lado de él, su respiración se comenzaba a agitar y su pija se ponía cada vez más dura y venosa.
(CONTINUARÁ...)
0 comentarios - Afiebrada por la pija (Pte 1)