Le digo a mi mujer que sé que otros se la cogen...

 

 Este tal vez sea el final (¿o el principio?) de esta historia....
1
https://poringa.net/posts/relatos/3848759/Cuernos-O-amor.html
2
https://poringa.net/posts/relatos/3852461/Charla-con-el-amigo-que-se-cogio-a-mi-mujer.html
3
https://poringa.net/posts/relatos/3856810/Mi-amigo-me-invita-a-ver-como-se-coge-a-mi-mujer.html


Era un jueves por la noche, ya estábamos acostados en la cama y habíamos apagado la luz. 
  En mi mente giraban las escenas en las que había visto a mi mujer siendo cogida, sin piedad, por mi amigo y por el otro pendejo... Veía la locura en la cara de ella... Lo desatada que había estado con ellos. No la reconocía. Ni siquiera la recordaba, así, siendo tan puta conmigo.
   ¡Esos gritos de placer que pegó...! Ese papel de sumisa o dominante según el momento...


  Me dieron ganas de cogerla. Me toqué la pija, la apreté hasta que se endureció bien. Y desde atrás la abracé en la cama, apoyandosela entre las nalgas.
  Ella, simulando que ya estaba quedándose dormida, me dice:
  - ah bueno... ¿que querés? ¿ahora querés coger...? Ya me estaba quedando dormida...


  Siempre sus respuestas eran parecidas, a veces me pedía que fuera un rápidito, así me bajaba la calentura. Otras veces me agarraba la pija y me masturbaba mientras me dejaba tocarle los pechos o la cola y así me hacía acabar. Después me decía "buenas noches", me daba la espalda y se ponía a dormir. 
 
  La quise convencer, estaba realmente caliente esa noche. Le digo "dale... dejate un poquito..." mientras le clavaba la pija entre las piernas, "dejamela metertela..."
  Ella hizo un resoplo, como cuando algo la fastidia. Me dice "es que no tengo muchas ganas, me duele un poco la espalda..."
  Su apatía me molestó, pero lo que más bronca me dió, fue pensar que por ahí no quería coger conmigo porque al otro día, seguro, se iba a encontrar con mi amigo. 


 Y ahí me saqué... 


  Me saqué porque, yo sabía, que a ella le gustaba coger. La había visto, no solo me lo habían contado. Yo había sido testigo de lo mucho que le gustaba ser la puta de otros, inclusive de hombres que apenas conocía.
  Y con la calentura del momento, reaccioné. Prendí la luz del velador y me levanté de la cama. Ella me dice cubriéndose los ojos "¿qué haces?" Y yo le pregunto:
 - ¿Que pasa?. No querés coger conmigo pero con otros no tenes problema...
- ¿De qué hablas?- me responde enseguida.
- ¿Que pasó? ¿Te cogiste al pendejo que hace la entrega del supermercado hoy...?


  Ella abrió grande la boca. Parecía que quería decir algo, pero no le salía palabra. El borde de sus labios se arqueaba un poco hacía arriba, esbozando una sonrisa, pero ella trataba de contenerse...
 - ¿Te cogió bien? - le pregunto . - ¿O te estás reservando para mañana...? ¿Te estás guardando para que sea mi amigo el que te coja bien?


 Ella se sentó en la cama, tenía puesto un pijama de tela liviana, short y musculosa. Me respondió un poco confundida:
- Pará, pará. ¿Que sabes vos? ¿Con quien hablaste...? - Pero se dió cuenta, por lo que le decía, que yo estaba enterado de todo.


- Lo sé todo pelotuda...- le dije enojado.- Lo sé todo, porque yo lo planeé todo. Yo fuí el que le pidió a mi amigo que te cogiera. Y te ví, con mis propios ojos. Te ví, hija de puta. Te ví cómo le comías la verga al pendejo del supermercado, te ví cuando mi amigo te hacía el orto. Sé que te gusta tomarle toda la leche...


  Hubo un instante de silencio. Ella fue cayendo en la cuenta de cómo habían sido las cosas en realidad. Yo me fui calmando un poco, después de soltar toda la bronca contenida. 
  Me miró fijo y me dijo: - Pero entonces... Entonces vos... ¿me entregaste a tu amigo...? En sus ojos había cierto desconcierto, pero sus pezones bajo el pijama se pusieron duros. 
  
   Ahí tuve un instante de incertidumbre. Por un lado quería reprocharle todo lo que sabía que ella era capaz de hacer con otros. Pero, por otro lado, yo quería disfrutarla, siendo así de puta conmigo, también. Y al notar la reacción de su cuerpo, se me vinieron a la mente los consejos de mi amigo y decidí probar suerte...


 - Sí. Fui yo el que te entregué. Fui yo el que le pedí a mi amigo que te cogiera como a una puta, que despertara a la trola que una vez conocí. 


 Sus ojos brillaban. Su sonrisa se encendía... Yo seguí diciendo.
- Y por lo que sé, a vos, te encantó. Te encantó comerle la pija, chuparle los huevos. Te encantó sentir su pija entrando a tu cuerpo. Te gustó que te hiciera el orto aunque te doliera...


 A medida que iba hablando la ví entrecerrar los ojos, rememorando. La ví morderse los labios pensando en esa pija. Ví cómo, entre sus piernas, la humedad de su sexo traspasaba la bombacha y el short. 
 - Te gustó tomarle la leche y limpiarle la verga después de entregarle el culo. Te gustó meterte juguetitos pensando en él. Te gustó que te consiguiera un pendejo al que pudiste mandonear y lo disfrutaste como quisiste...


  Ella se apretaba las tetas, pellizcandose los pezones, soltando pequeños gemidos ante cada cosa que le hacía recordar.
 
- Sé, que mañana viernes, te vas a ver con él y te vas a entregar obedientemente a lo que te pida...
 Ahí no aguantó más y directamente se metió una mano abajo de la bombacha para tocarse. 


 Pero si algo había entendido en ese momento, era que, el que la iba a pasar bien esa noche, era yo. La pija se me había puesto dura y firme sin siquiera haberla tocado.


 La dejé acariciarse un poco más y después le dije: - A ver, mostrame esa manito...
  Ella sacó lentamente la mano con la que se estaba tocando y la ví salir, mojada y brillosa. 
 - Olela. - Le ordené. Ella lo hizo. - Probala, por favor, quiero saber si está rica.. - le pedí después.
  Ella se llevó los dedos a la boca y los fué degustando de a uno, mirándome con cara de nena obediente.
- ¿Está rica?- Le pregunté, y ella me respondió: "muy rica".


  Entonces, me acerqué y me senté al borde de la cama. Saqué la pija por el agujero del boxer y le dije con severidad: "Ahora me vas a chupar la pija, como a mi me gusta... O mejor, como a mi amigo le gusta..."
  Sus ojos se abrieron grandes y se abalanzó hasta mi pija. Mientras me la chupaba (ella arrodillada en la cama, yo sentado al borde) le agarré la cabeza, y con fuertes enviones, se la sacaba y se la metía en la boca. Ella me dejaba hacer.
  Despues le pedí que me chupara las huevos también, y como lo hizo muy bien, la premié llevando unos dedos hasta su cola y empecé a cariciarle el ano. Por lo visto le gustaba, porque a medida que la tocaba, más fuerte y con más ganas me chupaba la pija. 
  Hacía tanto que no sentía su boca así que no me aguanté, sin avisarle, le acabé en la cara. 
  Ella se tomó todo lo que pudo y después siguió lamiéndome la pija y los huevos para juntar lo que se había chorreado. Tenía la cara llena de saliva y leche.
 - ¿Te gusta ser tan puta? - le pregunté.
 - Me encanta.. - me contestó. Decidida, hermosa, excitada...
  
 De los pelos la agarré y la tiré contra la cama. Del impulso quedó acostada. Enseguida se sacó toda la ropa y me preguntó: "¿Puedo tocarme ahora...?"
  -Tocate, -le dije.- y contame...aparte de mi amigo y el pendejo del super, ¿te cogerías a alguien más...?


  Ella sonrió con una cara... Mientras, con una mano, empezaba a meterse dos dedos por la concha y con el dedo chiquito se apretaba el ano y con la otra mano se acariciaba el clítoris, que lo tenia hinchado, a punto. Me dijo: - ¿del vecino no sabes nada...?


  - ¿Que vecino?- le pregunté sorprendido.
  - El de enfrente. El papá de los mellizos. Me lo cojo cada vez que te vas a jugar a la pelota... Ah. Ahhh...- me lo contaba y se tocaba con más fuerza.- ¡No sabes que pija tan hermosa que tiene!... A él solo le gusta cogerme por el culo y que le tome la leche, no quiere tener problemas. Dice que así no corre riesgo de embarazarme...


  Me sorprendió con esa. No me imaginé que pudiera darle el cuerpo para coger con más gente de la que me imaginaba... La pija se me estaba endureciendo otra vez. 
 - ¿Y sabes lo que me prometió...? Ahh, ahaahh...- me dice haciendo esfuerzos por contener la explosión.. - Me prometió... Ahhh... me prometió que la semana que viene iba a venir con su primo, porque a su primo le gustan las putitas como yo...


  Sus manos se movían a una velocidad extrema, ya eran tres los dedos con los que se cogía la concha y el dedo chiquito estaba casi completamente adentro de su culo. Gemía con fuerza, se notaba que confesarme todo esto, la calentaba mucho, su cara estaba colorada, su cuerpo se sacudía en la cama como una poseída.. 


  Me preguntó al borde del orgasmo:
-  Amor.... Amor ¿Me dejas?... Ay, ay...¿Me dejas que me los coja a los dos?... Mmmmhhh... Por favor. ¡Por favor! - me rogaba.


 Y yo, sabiendo que estaba esperando mi orden para acabar, le dije: - Amor, vos podes estar con el que se te antoje... Pero eso sí, solo si vas a ser muy, muy, putita...


 Y de la calentura con la que acabó, casi acabo yo también de nuevo. 
  Pero me la aguanté. 
  Todavía no me la había cogido. La noche era larga y esa concha y ese culo iban a ser míos. Porque conseguí lo que quería. Conseguí que mi mujer fuera mí puta.


  Algunos quizás opinen que el precio que pagué es mucho...
  Pero yo, ahora, mientras le entierro la pija hasta el fondo, sé que ella es mía, solo mía, aunque se la cojan todos...






Gracias por leer!! Si te gustó o, al menos en alguna parte algo te excitó, dejame un comentario. Escribir una historia lleva bastante tiempo, saber que a alguien le gusta es la motivación para seguir escribiendo. 



El principio de esta historia:
1
https://poringa.net/posts/relatos/3848759/Cuernos-O-amor.html
2
https://poringa.net/posts/relatos/3852461/Charla-con-el-amigo-que-se-cogio-a-mi-mujer.html
3
https://poringa.net/posts/relatos/3856810/Mi-amigo-me-invita-a-ver-como-se-coge-a-mi-mujer.html


otros relatos:
https://poringa.net/posts/relatos/3767844/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-0.html


https://poringa.net/posts/relatos/3700478/Las-bombachas-de-mi-vecina.html


https://poringa.net/posts/relatos/3585486/Mi-cunadita-juega-a-las-gatitas-con-sus-amigas.html




  
.
,.,..