Les traigo la decima parte de este fanfiction del universo pókemon, dividido como siempre en breves capítulos (hoy no tan breves) para amenizar la lectura. En el capítulo de hoy nuestros protagonistas tienen un reencuentro explosivo, y tras una salida romántica, empiezan los preparativos para iniciar el viaje a Pokeporn.
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring
Serena:
May:
Capítulo 27. Diarios de motocicleta
Parece que el hombre podía planear un día deseado sin necesidad de abalanzarse contra ella e hincarle los dientes en todo el cuerpo. La antigua artista de Kalos se dejó llevar por los planes de Álex durante todo el viernes, demostrando que a pesar de su libertina manera de ganarse la vida y de la atracción que sentía hacia ella disfrutaba de su compañía en otras edificantes actividades.
Serena pensó que ni bien las ruedas comenzarían a rodar y el caño de escape a lanzar bocanadas de humo la tensión sexual acumulada entre ambos explotaría ocasionando que se detuviera en algún descampado para tener un reencuentro salvaje, no obstante, la llevo a almorzar, al cine, a una casa de postres y casi que no hizo alusión sexual alguna durante todo el día.
“Si su estrategia es hacerme desear el cabrón lo consiguió…” pensó y se arrepintió casi al instante, como si otro pensamiento más lógico hubiera chocado de frente con el anterior haciéndolo desbarrancar “No, el quiso ser gentil conmigo, es todo un caballero, que sea un gigoló no significa que tenga mi entrepierna entre ceja y ceja”
El reencuentro empezó con una comida de lo más exótica en las afueras de Azulona, en un lujoso lugar llamado Siente Estrellas, una franquicia proveniente de Orilla Valor, Sinnoh.
- Aproveche la semana para retomar el ejercicio y terminar mis trabajos en el taller, que eran demasiados.- Le contó mientras degustaba colas de Slowpoke en salsa de vinagre.- Pienso darme un atracón importante.
- No te culpo, esto se ve delicioso.- Expresó ante una ensalada Pueblo Paleta de bayas mixtas con hebras de Tangela. – También me viene bien reponer energías tras una semana intensa.
Tras unos momentos de silencio en los que se miraron mutuamente degustar los platillos, Álex admitió que estaba siendo muy misteriosa sobre sus avances sobre la lista que le hizo de guía.
- Quiero decir, eran recomendaciones para llegar suelta al trabajo, como una rutina específica para algún deporte. Podías hacerlas en meses, quizás años, y casi la completaste en una semana.
- Sí, ya sé, ya sé, es que escuche tus palabras sobre cómo debía vivir mi vida con valor y las oportunidades me llovieron. Casi no tuve que hacer nada, algún dios me ilumino los pasos y me puso en escenas dignas de tus películas.
Y acercándose a la mesa para no ser oída, mirando a izquierda y derecha:
- Y otras que no podrían ser puestas en video alguno.
- Ya me vas a contar los detalles, preciosa. Muero de la intriga.- Sorbiendo el extremo de una cola de Slowpoke avinagrada. Serena se sonrojó con su mirada penetrante.- Igual tenemos tiempo. Todo el viernes por delante además de una sorpresa.- Tas limpiarse las manos con una servilleta le mostró dos entradas para la última película de Parque Pokejurásico- En los mejores asientos ¿Te gustan esas?
- ¡Va a ser divertido, me encanta!- Sonrió radiante aunque esas películas no eran tanto de su estilo. No obstante, podía sacar ventaja de eso.- Sabes, no vi la 2da, deberías contármela para que entienda la 3era parte.
- Verás, transcurre en una 2da isla secreta en el sur del Archipiélago Sete, allí experimentaron con otros pókemon fósiles y lograron traerlos a la vida conservando su tipo original, quedando a su suerte cuando los científicos fueron asesinados en la película anterior.
- Parece buena idea lo de cambiarles el tipo, nunca entendí porque todos tienen que tener el tipo roca. ¿El tipo roca abundaba más antes o es adoptado por el proceso de fosilización?- Así como Álex era un apasionado del cine, Serena se interesaba sobre los pókemon, temas que solía ir de la mano dado que casi todas las películas populares humanos y pókemon compartían pantalla.
- Fue una excelente idea en un principio. Creían que podían descubrir nuevos tipos extinto, pero debido a que en la antigüedad no había humanos resultó imposible que sean entrenados y encima vivían en un entorno tan hostil que todos son máquinas asesinas. Los protagonistas que llegaron para capturarlos lo van a entender por las malas a medida que descubren el destino de los científicos y buscan una manera de salir de allí.- Le relató cautivándola con la historia.
- ¡Suena aterradora! – Pensó viniéndole a la mente la idea de ella abrazada a su hombre en las escenas escabrosas.- Traer a esos pókemon a la vida es un riesgo, es decir, pasaron millones de años, no pueden adaptarse fácilmente a nuestro mundo. Da para pensar.
- En esta 3era entrega un grupo empresarios decide reabrir unos laboratorios subterráneos y aunque son acompañados por un grupo comando se van a encontrar con una resistencia terrible. Va a tener mucha acción según escuche y las críticas fueron generosas.
Ni ella se equivocó con la idea de abrazarse a él en las escenas sangrientas (que fueron muchas), ni él con el alto contenido adrenalínico de la cinta. Pasaron la mayor parte de la película abrazados y aprovechando la aproximación, besándose con cariño. Sus labios se encontraron después de lo que pareció una eternidad entre adolescentes comiendo pochoclos y el celuloide tiñendo de rojo la sala con sus escenas escabrosas.
- Si te sigo besando, no podre contenerme más y terminaremos mal.- Le susurro Álex despegando sus labios y llevándolos a su oído.- Los acomodadores nos están mirando fijo.
- Mejor vemos la película… no traje ropa interior.- Le reveló haciéndolo sobresaltar en un momento de calma, quedando como si se asustó de la nada.- No tengo nada bajo la pollerita.
- ¿Me estás diciendo que… abajo… nada?- Serena asintió con una sonrisa picarona que gracias a una escena iluminada pudo apreciar (un soldado en una cueva rodeado de Kabutops comenzó a repartir disparos por doquier).- Mi pequeña está creciendo. Vas a darme muchas alegrías a mí y a todos los hombres solitarios del mundo, preciosa.- Admitió inflado el enorme pecho de orgullo. “Sin dudas la elegí bien. Al final lo que tiene de hermosa también lo tiene de zorrita”.
Todo estaba tan fríamente calculado que tras la extensa película que los dejó satisfechos en todo sentido, salieron a la hora indicada para una merienda ligera de café y pasteles en un pintoresco lugar en el que Álex, no encajaba del todo, mejor dicho, encajaba menos que un Gardevoir en el grupo huevo de amorfos.
- Siento que me equivoqué de estudio y termine en un programa para niñas, o en un espantoso programa de remodelaciones para habitaciones de bebé.- Observando el empapelado de pókemon rosados tiernos como Clefairy, Jigglypuff y Chamsey; los detalles de pasteles, frutillas y cerezas en los manteles rosa chillón y flores por doquier de colores tan llamativos que cegaban.
- Vos siempre más “edgy” que un Bisharp, si no tiene motocicletas y música pesada no es de tu agrado.- Lo peleó amistosa mientras le picaba un brazo con el dedo.
- Es demasiado meloso, me da una sensación de claustrofobia, como si estuviera encerrado en una cuna de bebita o rodeado de abuelas primerizas.
- No tenías que traerme a este lugar por compromiso, aunque me gusta la moda, oler bien y los postres también puedo correr en una carrera de Rhyhorns.- Se sinceró aunque de verdad le gustaba el sitio. Era el lugar más “Kalos” que había visto en Kanto.- Algún día vas a tener que llevarme a algún bar.
- A esta altura correr en una carrera no fue lo más atrevido que hiciste.- Observó con una mirada cómplice.- No te preocupes, el café aquí es el mejor y gracias a vos puedo volver a probarlo.
- ¿Gracias a mi?
- No soy tan valiente como para entrar solo por más que sea el mejor café de Azulona.
Las chicas que iban a pasar el rato y charlar distendidamente parecían sorprendidas de ver una pareja tan desigual, aunque por como lo miraban lo encontraban muy atractivo por más extraño que fuera ver un espécimen como él allí. Serena también se robo las miradas de varios. Los varones en las pintorescas parejitas no perdieron el tiempo y posaron la vista en ella como si hicieran un “fijar blanco”, incluso una llamativa fémina en el fondo levanto la mano para saludarla cuando cruzaron miradas.
De pelo rosado corto, musculosa holgada y piel decorada de tatuajes, Serena la recordó al instante. Era de una época en la que un simple beso lésbico le resultaba escandaloso… la vieja Serena sepultada tras toneladas de lujuria y desenfreno.
- Creamy… vaya tanto tiempo si verte.- Susurró alzando la mano ante la atenta mirada de Álex que abrió los ojos como platos. La jovencita dueña del sexshop le arrojó un beso desde su palma que la hizo sonrojar.- Tiene un local en el shopping con una réplica de tus atributos, ese día a pesar de que lo vi por minutos no hice la conexión, que boba.
- ¿Te atreves a ser más famosa que yo? – La reprimió con falsedad haciéndola reír.
- No sé si acompañarte a tu trabajo, te vas a arrepentir cuando te robe las fans.- Amenazó.- No te olvides de mis llaves ganadas, sé cómo ganarme el público, solo necesito romper el molde frente a una cámara.
- Paciencia, paciencia mi joven aprendiz, por ahora pidamos un café…
“Te pasare a buscar antes si no tienes que hacer nada, podemos ir al cine o a donde quieras, no todo es sexo en la vida chiquilla lujuriosa” le había dicho la última vez que se vieron y aguantaron bastante sin desatar sus pasiones, sin dar rienda suelta al magnetismo particular que poseían.
La paciencia no duró mucho más. Estar tanto tiempo sin verse, rodeados de parejitas felices y miradas que los desnudaban por uno u otro motivo, los hizo salir del lugar antes de lo previsto a recorrer las carreteras, y en una banquina a pocos metros del asfalto, Álex se bajó y tras quitarle el casco le comió la boca.
Fue un reencuentro explosivo, incluso en la intemperie el mundo desapareció y se redujo a sus bocas explorándose, degustándose y compartiendo los sabores recolectados ese día. Las manazas del hombre la tomaron de la cabeza para besarla lo más profundo que fuera posible, llegando con su lengua hasta el fondo de su boca.
No solo se hundieron en sus cabellos rubios, una mano más osada comprobó que en efecto, bajo su pollera no tenía nada, apretujando una nalga con soltura mientras Serena reaccionaba y no se quedaba atrás. Ahora sus manos eran mucho más osadas y sin que se despegaran las empapadas bocas, ya tenía acariciándole la abultada entrepierna. Sus dedos encontraron la circunferencia del tronco y lo frotó para masturbarlo.
- Será mejor que marchemos o voy a explotar.- Susurró Álex besándole el cuello, hundiendo su nariz entre sus cabellos perfumados como si quisiera aspirarla como a una droga.
- Es un lugar poco transitado, no hay porqué apurarse.- Acto seguido, le desabrochó el cinturón y le bajó la bragueta del vaquero.- ¿O te da miedo hacerlo en público?
- ¿Estás segura?- Se sorprendió cuando la mano de la joven se le metía para acariciar sus enormes genitales.- Oooh, parece que alguien perdió el miedo por completo.- Observó a los lados mientras Serena lo miraba fijo a los ojos sin dejar de acariciar sus genitales, desde el venoso rabo hasta los enormes testículos. Además cabía aclarar que estaban relativamente cerca de la carretera y ella dándole la espalda a la misma. Cualquiera que pasara por allí no podría ignorar ni interpretar algo que no sea un cuarentón contra su motocicleta teniendo sexo con una jovencita que podría ser su hija.
- No soy la misma de antes, espero que no te moleste que tome un poco la iniciativa.
- No le temó a las mujeres con carácter, haz lo que tengas que hacer preciosa.- La alentó mientras ella le sacaba la enorme polla afuera y se inclinaba para hacerle una felatio al aire libre. Sin dudas no era la misma Serena.- Oooh, por favor, me derrites muñequita.
Serena envolvió el glande con su boquita y desde adentro atacó el cabezal rojo e inflamado con su lengua, golpeteándolo con movimientos erráticos irreconocibles. Al instante, oprimió con sus labios y bajó hasta llevar el glande hasta el final de su boca una y otra vez, centímetro a centímetro, gozando cada milímetro de esa polla en su boca.
“Es deliciosa, me mojo con solo su sabor y olor, esperé tanto reencontrarme con él que después de todo lo que me lleve a la boca esta es caviar”
- Eso es, métela toda, así, así, lo haces muy bien muñequita.- La elogió mientras la tomaba del pelo con cariño para ver toda su cara en acción. Se la mamaba a ojos cerrados, chorreando saliva sin control y concentrada al extremo.- ¿Estás bien? Parece que entraste en trance.
- Sí, estoy bien. Mejor que nunca.- Admitió tras subir hasta sacársela de la boca dedicándole una mirada que infligía quemaduras en él.- Es solo que espere demasiado este momento, me lleve toda clase de pollas a la boca, realice actos denigrantes y hasta repulsivos tan solo para prepararme para hacerlo con vos y poder trabajar a tu lado.
- A mi lado, arriba mío, abajo mío, se nota que te liberaste como un Butterfree rompiendo su cascarón, estoy impresionado.- E inclinado sobre ella, le dedico uno de los besos más cariñosos que dio en su vida, tan lento y pausado que ni siquiera los automóviles que pasaron y les tocaron bocina fueron percibidos.
- ¿Puedo seguir chupándotela? – Preguntó con una inocencia que no se condecía con sus gestos, dado que lo que duró el beso, ella lo masturbó con lentitud y firmeza.
- Lo que quieras, si esperaste tanto este momento lo menos que puedo ha… uuuh, uuumm, vaya, tenias prisa.
No le dio tiempo a terminar y ya se la había llevado a su boca, un poco más rápido y más profundo, aunque era casi imposible para ella hundirla toda, después de todo tras su lengua y garganta había un cráneo y el hombre contaba con un manubrio de casi 29 centímetros.
- Así, hazlo rápido y cortito, no tienes que tragarla toda, no podrás de todas formas.
- Eso lo veremos, si consigo un buen ángulo podría hacerlo. Por ejemplo acostada en una mesa- Pensó mientras le besaba el tronco desde el nacimiento hasta el glande.- si consigo que mi cuello y boca se alineen podría lograrse.
- Tranquila, ya tendrás tiempo de poner en práctica todas tus ideas, por ahora, démosle a los espectadores un buen show.
Serena no entendió al principio a qué se refería con espectadores. Tras una chupada muy profunda se tomó un momento, miró a su espalda y vio tres automóviles estacionados en la esquina opuesta de la carretera. Tenían vidrios polarizados y al ser de modelos nuevos, sus andares silenciosos les permitieron llegar, acomodarse, disfrutar del espectáculo sin ser detectados por ella.
- No los escuché, me concentre tanto… bueno, no es tan grave ¿Qué diferencia hay entre tres automovilistas y los puñetas tras una pantalla?- Ni bien lo dijo, llegaron dos nuevos vehículos, y otro, y otro. Los últimos tuvieron la osadía de estacionarse a los costados de la motocicleta.
- Me encanta que seas tan hermosa que ni te das cuenta de lo que generas. Será mejor que terminemos rápido o esto trascenderá a mayores.- Observó con desconfianza esperando que ninguno se atreviera a bajar la ventanilla o apersonarse con ellos. Si cruzaban esa línea, tomaría a Serena con un brazo como un cavernícola y se marcharía de allí.
No obstante, no tuvo necesidad. Su consorte lo siguió agasajando con un perfecto sexo oral ignorando a los voyeristas a los que agasajaba de manera indirecta. Incluso Álex se estiró para tocar la entrepierna de Serena sin que esta dejara de lamer y descubrió que más que una vagina, tenía un charco. Hasta podía pescar allí de lo mojada que venía y para que todos vean su húmeda cavidad, levanto su pollera y les enseño a los automovilistas de frente sus deliciosos agujeros. A Serena se le escapó una mordidita de nervios al sentir varios ojos libidinosos en su vagina y culo desnudos, abiertos por Álex que la exponía a propósito.
Mientras la chica se dedicaba a pleno a la fellatio Álex jugueteó con su trasero, abriéndolo y cerrándolo como si preparara masa, deleitándose con la sensación de sus carnes suaves y blandas bajo sus dedos, abriéndolas para que le vean el ano al detalle en todo momento.
- Estás toda chorreada mi amor ¿Te estuviste viniendo mientras me la chupabas?- Notó pasándole un dedo que quedo todo empapado con sus fluidos, sin dejar de exponer sus orificios.
- Sin parar, no aguanto más, estoy goteando, tendrás que cogerme o me deshidrataré.- Serena cambió de posición y se acostó en la motocicleta contra el asiento del acompañante. – Cógeme, estuve reservándome toda la semana para ti, no deje que nadie invadiera mi vagina porque quiero que sea tuya.- Reveló abriéndose las piernas y los labios con los dedos. Ni bien lo hizo, un chorrito llegó al asiento de la motocicleta sin importarle, ver semejante delicia rosada y delicada como un pétalo de rosa era una delicia visual capaz de abstraerlo de cualquier otro detalle.
- De acuerdo, hagámoslo, después de todo no creo que ninguno de nuestros espectadores nos denuncie. Ahí va, preciosa.- Frotando su gran cabezal contra toda su vagina, desde el clítoris hasta la entrada húmeda.
- Amo que me digas pre... OOOH, uuuh, ah, ah, despacio… uuuh, te dije que me reservé, soy casi una virgencita.
- Lo sé, lo sé, solo metí mi cabeza, chiquilla escandalosa.- La reprimió con una simpatía impropias de su edad y de su porte. Era sin dudas la bestia amaestrada por la bella.- Lo siento, entrare más despacio.
Serena sin despegar la vista de su amado (cada vez más decidida a decirle novio alguna vez) se dejó penetrar lento pero parejo por ese enorme trozo de carne sólida que con cada empellón, parecía hacer remodelaciones en su interior, es especial reformando el tamaño de su cuevita. Era monumental para ella, estando acostada contra el asiento calculo que de entrar toda, su glande le tocaría más de un órgano vital, de hecho, la magnitud era visible de afuera dado que su vientre se levantaba levemente cuando tocaba fondo, cosa que pensó que solo ocurría en dibujos pervertidos hechos por artistas muy morbosos.
- Me… estás… haciendo un bulto en mi panza.- Levantándose la blusa para que viera el detalle, observando su vientre tan preocupada como sonrojada. – Ah, ah, uuh, uuha, mmm ¿Es normal esto? Sube y baja, sube y baja cada vez que me la metes uuuuh.
- Si quieres que me detenga lo haré, no quiero que sea doloroso para ti.- Expresó y en efecto, al hundirla al entero y mantenerla ahí, una especie de montañita se le formaba.- Aunque siendo franco, ver esto no es muy frecuente y puede ser un éxito en el porno. Debe ser que tienes una vagina muy pequeña y llego a tope muy fácil.
El hombre no detuvo el espectáculo mientras esperaba una respuesta, al contrario, aumento el ritmo deleitado por esa loma que se formaba cuando hacía tope.
- Entonces… no te detengas, sigue, sigue, uh, uh, uh, uh, es excitante saber que me puede entrar algo tan grande.
- Esa es la actitud.- La alentó y en efecto, cuando la metía toda y empujaba su fondo se formaba un bulto no muy pronunciado aunque visible.- Descuida, es por la diferencia de tamaños y la posición nada más, no te haré daño. Es que soy demasiado grande para ti en todo sentido.
- Creo que fue mala idea reservarme uuuh, ah ah, ah, habría sido mejor que me preparase bien mmmm…
En un arrebato de perversión, se dejó caer sobre Serena que soltó un gemido monumental acallado por un nuevo beso apasionado que duro hasta que Álex, cuya cadera subía y bajaba como si fuera independiente a su toso enterró todo su falo y eyaculó colmando el útero de la artista que no puedo evitar soltar un gemido fuerte y gutural totalmente alejado de su tono femenino y grácil.
- Uuuh, uuh, ah, ah, ah, ah, eso fue… intenso… muy intenso.- Jadeó llorosa y casi sentada en un charco de fluidos corporales propios y ajenos.
- Lo siento, lo siento, me deje llevar, es que, bueno, también te extrañé, que puedo decir.- Expresó no muy satisfecho por ese polvo rápido e intentando guardar su polla aún despierta en el pantalón.- Puta madre, la tengo agarrotada como un Metapod endurecido, vayamos a casa antes de que…
Serena ya se había puesto el casco y mantenía su pollerita baja con los brazos estirados, también había limpiado el asiento con sus pañuelos húmedos. Sin dudas la incomodidad y la vergüenza la habían encontrado de repente. Hasta con el casco puesto se notaba su rostro sonrojado como una luz de patrullero, y hablando de patrullero.
- No era mi intención hacer un tráiler de mi futura carrera así de grosero, creo que nos excedimos. ¡Y no debiste exponerme así! ¡Me vieron todos los agujeritos! ¿Y si me filmaron y me vuelvo viral?
- Pamplinas.- (Término que Serena no había escuchado nunca).- Si se vuelve viral acelerará tu carrera, serás famosa incluso antes de empezar a rodar lo cual no suele pasar a menudo. Por lo general ser actriz porno te da la fama.
- No me interesa tanto la fama, solo quiero vivir aventuras con vos y de paso ganarme la vida. ¿Podemos irnos ya? - Perdiendo la paciencia, cruzándose de brazos. - No quiero que nos descubra la policía, ya tuve problemas con la ley.- Dijo licuando una pequeña pista sobre sus aventuras recientes que su hombre aún desconocía.
- De acuerdo, vámonos, creo que ya tuvieron una muestra de la más prometedora actriz porno de Kalos ¿No? Además me tienes que explicar eso de “problemas con la ley” jovencita descarriada.
Serena refunfuñó y giró la cabeza. Con el casco puesto hizo el gesto aún más cómico de lo que era.
- Enojada también sos adorable.- La admiro antes de acelerar su nave.- ¿No vas a saludar a tus primeros fans?
- ¡Vámonos de una vez!- Chilló sacando su lado tsundere mientras los automovilistas se hacían oír.
Varios hicieron sonar sus bocinas a modo de aplauso o de reconocimiento. Un par se marcharon antes de que la motocicleta se perdiera en la siguiente curva lista para dejarles en “Poison Bikes”, dónde en total libertad e impunidad, podría sacarle brillo a su herramienta con su flamante aprendiz, que sin dudas, tenía más de una explicación que dar sobre su cambio de actitud.
Habría tiempo para explicaciones y ponerse al tanto con los chismes más calientes de sus vidas, por el momento, había que concretar un explosivo y salvaje reencuentro sexual.
Fue de inmediato, sin siquiera prender la luz, ni mucho menos subir las escaleras hacia la casa, Serena y Álex ya estaban haciéndolo de nuevo contra una mesada atestada de herramientas que Álex arrojó al suelo de un manotazo. Allí, en la intimidad (aunque los gemidos se escucharían fácilmente desde afuera) le bombeó la vagina mientras le giraba la cara para estamparle un jugoso beso.
- Ah, ah, ah, ah, así, así, dame duro, inflame el útero, ínflame, ah, ah, ah… - Gimió desatada contra la mesa de herramientas, aún con la lengua de Álex recorriendo la suya por fuera de sus bocas.
- Mira que salir a la calle sin panties, eres una niña muy sucia, voy a tener que darte un correctivo todo el día…
Las manos del hombre pasaron de estar sobre las caderas de Serena a retirarle el chaleco y desprenderle su habitual camisa, apretujando sus senos aún con el sostén puesto mientras las carnes sonaban por el impacto entre ellas, cada vez más juntos, sintiendo los efluvios afrodisíacos de sus cuerpos. Álex no dejo de pasar su lengua por los labios de la artista, por sus mejillas, su cuello, por sus axilas, quería impregnarse cada milímetro de la piel de Serena en sus papilas gustativas, rebalsándolas de ella.
- Ah, aah, aaaah, uhm, uhm ¿Te gusta el olor de mi piel?- Logró preguntar a duras penas entre el traqueteo de la mesa (que se golpeaba contra la pared donde había docenas herramientas colgadas).
- El sexo tiene que ser una mezcla de olores, sabores, sino no tiene sentido…- Expresó con una calma que no se correspondía con la intensidad con la que su cuerpo se sacudía contra ella. – La comida debe olerse, saborearse, degustarse, los cuerpos igual.- Y hundió su rostro en sus cabellos dorados desde atrás.- En especial los buenos platos.
- Ni mientras me… coges… dejas de enseñarme… ah, uuh, ah…
Serena observó que arriba de las herramientas había numerosos posters y calendarios con fotografías eróticas. Varias señoritas mostraban sus coños desnudos y pechos exuberantes sin pudor alguno mientras Álex le retiraba el brasier para exponer los suyos. Sus tetas se bambolearon libres casi rozando la mesa hasta que el hombre las tomó con sus manos, acariciándolas, apretujándolas con los dedos índice y medio siempre presionando sus timbres rosados.
- No quiero que te ensucies con la mesa, permíteme…
Casi sin aviso la levantó de ambas piernas como si no pesara nada y siguió penetrándola de pie, de cara a esos pósters obscenos, sintiéndose parte de ese mundo de pornografía y lascivia en la que Álex estaba inmerso en todo momento. Casi como en una full Nelson, aunque sin tomarla de la nuca sino de los muslos, cerca de las nalgas, mientras ella se aferraba como podía en pleno movimiento de sus brazos, duros y sólidos como pilares, prosiguieron con el sexo tan intenso como ruidoso. El pecho del hombre estaba al rojo vivo de tanta fricción contra la espalda de la joven.
Una bota tejana se le salió cayendo sobre la mesa (¡Paf!) mientras sus caderas se volvían siamesas de tanto estar juntas.
- Me vengo, me vengo, uuhhhaaa, uuhaamm, aahhaaauuug… no aguanto más…
- Vamos córrete, córrete todo lo que tengas que acá nadie te ve.- La alentó Álex, que por más actor porno que fuera, era humano y comenzaba a sentir el rigor de la pose. Solo pudo acelerar un poco para ayudarla en el orgasmo, anunciado por una contracción vaginal y su cuerpo arqueándose en posiciones extrañas. Desde su posición vio chorros y gotitas de fluidos tapizar su lugar de trabajo y viajar en todas direcciones, izquierda, derecha, arriba, abajo, como en un combo de juego de peleas, mientras Serena se exorcizaba con un gemido prolongado y agudo a medida que su vagina expelía todo su placer aceitoso.
Sus cuerpos sudados y olorosos respiraron al unísono con agitación mientras admiraron como los líquidos provenientes de su sexo, habían dejado su mesa irreconocible.
- Me corrí… me corrí sobre tu mesa y hasta tus pósters.- Susurró Serena sin energías, no obstante, olvidó algo fundamental.
Álex la bajó (sin poder contener el temblor de sus piernas) y llevando su rostro hacia su pene, le hizo notar que él no se había corrido metiéndosela en la boca hasta hacer tope.
- Yo aún no, me falta poco.
- Ggghk, gghk, aaagck, aaagcl, slurp, sluurp, slurrrap…- Serena chupó con soltura, haciendo los sonidos más guarros de su vida y girando su cabeza como si el pene entrara en su boca a rosca.
- Solo un poco más, preciosa, solo un poco más. Te daré energías necesarias para que continúes. – Expreso controlando los tiempos tomándola de los pelos, sin importarle que su glande golpeteara en la garganta de la artista con fuerza, haciéndola salivar de más.
- Sabe a mis flujos, es un sabor muy fuerte.- Dijo Serena sacándosela en una pausa para respirar.- Huele más a mi vagina que a ti.
- Ya sale algo que es 100% sabor mío, especialidad de la casa, ten paciencia, chupa, chupa, eso es, así, así…- Haciéndola succionar con celeridad aumentada. Serena giraba la cabeza aún más, la saliva le hacía hacer sonidos aún más guarros e irreproducibles, como el sonido de alguien balbuceando bajo el agua.
- Ahí sale, ahí sale, uuh, uuuuh, ahh.
Álex posó su enorme glande contra la lengua como si lo pusiera a descansar en un húmedo colchón y usó su mano para impulsar su carga seminal inundando su boquita de princesa con su espesa y abundante leche, también caliente y grumosa. Aunque la joven primero hizo una mueca de desagrado mantuvo sus labios abiertos hasta que la última gota se reunió en la laguna blanca de su boca. Parecía increíble que tras semejante descarga, seguía saliendo chorritos de esperma de ese enorme e inagotable falo.
- Eso es, mantenla ahí ¿Sientes mi sabor ahora? ¿Te gusta? – Serena asintió sin mucho convencimiento. Su boca estaba llena a tope de semen, cualquier movimiento y se derramaría por doquier.- Quiero verte así un poco más, llena con mi leche, no sabes lo preciosa que te ves…- Observó metiéndole los índices y abriendo un poco sus mejillas.- En la industria estos tratos son frecuentes, tendrás que acostumbrare a locuras como esta, a entrar al set como una princesa y dejarlo como una ramera ¿Comprendes?
Cuando el hombre considero que era suficiente, con el índice le cerró la boca indicando que debía tragar. Por entre los labios un poco de semen se derramó y Álex se apresuró a juntarlo con el dedo y esparcirlo en los labios de Serena.
- Hazlo despacio, no te atragantes, saboréalo, piensa que aunque sabe y huele feo, es fruto de mi amor, no debes desperdiciar ni una gota.
La garganta de Serena se contrajo haciendo “glub” seis veces, tomándose muy en serio lo de beberlo despacio, tardó más de la cuenta en terminar aunque cuando volvió a abrir la boca, esta estaba reluciente de limpia, sin una pizca de rastro seminal. Había superado sus expectativas, semejante eyaculación y ni una arcada.
- Todo adentro, como en un crimen perfecto solemos decir. Eso es, buena chica, lo hiciste tan bien como las putas con las que trabajo.- La felicitó en tono paternal, desde arriba, como un padre orgulloso de una hija deportista tras su primer juego. Serena rió.
- ¿Es normal que sea tan espesa? Pensé que se estaba cuajando en mi boca mientras tragaba.
- Tengo mis días, ojala supiera controlar cosas como el sabor, la consistencia o el color. Las funciones fisiológicas son un misterio para mí, no son mi campo.
- Bueno, ya sabes que ciertas bayas pueden mejorar su sabor. Podríamos probar eso para la próxima.- Ayudándola a incorporarse tendiéndole el antebrazo, un gesto bastante caballeroso que contradecía el cómo la había tratado.
- Por supuesto, por supuesto. Ahora dulce damisela, si me acompaña a la ducha, podremos bañarnos, relajarnos, y comer algo mientras vemos alguna película o también…
- ¿Sabes? No es lo más espeso y feo que probé en la semana.- Lo interrumpió pasándose la lengua por los labios con la pollera y el chaleco puestos y lo demás en los brazos (incluso la bota tejana que había perdido).
- Oh… puedes contarme todas las fechorías que hiciste en la semana.- Cambió de parecer.- Te morís de ganas de contarme, me doy cuenta. Vamos, quiero saber todo, cada detalle.
- Vas a estar muy orgulloso o muy impresionado. Quizás ambos.- Lo advirtió convencida de que su aventura con Jenny, Creep, y la sesión de fotografías pokefílicas le demostraría que semana a semana, Serena evolucionaba.
Capítulo 28. Pokeporn Live
Las reacciones de Álex fueron impagables, en especial por que se tomo todo con humor, incluso las partes que Serena creyó que le resultarían escabrosas (lo eran para ella y eso que las realizó). Lo que más le causaba gracia al hombre era que Serena seguía empecinada en mantener lo modales y la costumbres remilgadas después de todo lo vivido. Nunca perdería los modales.
Durante la ducha, mientras enjabonaba la espalda del hombre bajo el agradable golpeteo de la lluvia caliente, Serena le contó sobre la oficial Jenny increpándola en el supermercado por andar acompañada de un Hypno, como este se transformó en Ash y en él mismo haciéndola escapar del departamento, iniciando su polémico viaje en la patrulla del crimen y su “tutorial” para meter a Creep en la pokebola.
- Así que antes de mi lo tuvo Leaf, y antes de ella Jenny.
- Me quedo tranquilo, por lo menos la mía sabe mejor que la de un Hypno.- Expresó jocoso ahora enjabonando el cuerpo de Serena. Por supuesto que para mayor placer, no usaban esponjas. Esparcían el jabón con sus manos.
- Pero no mejor que la de Growlithe.- Susurró.
- ¿Qué?
- Nada, nada. – Se hizo la boba ahogando una risa.
- Siempre me pregunté si eran unos pervertidos de primera o solo fue un mito infundido por esas desapariciones del pasado. Los pókemon psíquicos son más peligrosos de lo que la gente cree, la mente es sagrada, no sé a qué juegan esos que andan con semejantes hurgadores de pensamientos.
- No sé cómo pasó, hasta creo que es posible que algún remanente de su hipnosis me hiciera hacerlo. Es eso o soy una puta de primera.
- Si repetiste la experiencia, entonces lo segundo, mi amor.- Confirmando sus sospechas de que era una puta de primera pero por lo menos, le decía “amor”.
- Hice algo peor la segunda oportunidad, verás, unos amigos de Kalos vinieron de visita, más bien son de Shauna y justo me encontraron con Jenny, Creep y su Growlithe en medio de nuestro rito de iniciación a la pokefília o a una cadena perpetua en prisión, según cómo se lo mire.
- O al trauma psicológico de esos pobres muchachos.
- No para nada, se lo tomaron bastante bien, verás…
Y mientras salían de la ducha relucientes como una copa de restaurant, le relató la que consideraba la escena más mórbida de su historia, y a la vez, más mística.
Empezando por su fiestita de despedida para Trevor y Tierno junto a Shauna para borrar de su lista de quehaceres el inciso de hacerlo con dos hombres, terminando con Creep e Ivysaur uniéndose en una sesión fotográfica con trance hipnótico de por medio que Trevor prometió pagar muy bien. Con eso el inciso de prostitución estaba hecho.
Álex sentado en el sofá con acostada con la cabeza sobre su falda, escuchó todo sin dar crédito a lo que oía, temiendo que Serena tuviera algún problema psiquiátrico que le hiciera inventara anécdotas. Las fotografías confirmaban que toda su “historia” era cierta, aunque Álex tenía sus dudas.
- Si en el cine pueden crear a un Tyranitar gigante computarizado destruyendo ciudades no tendrás problemas en contratar a un diseñador de efectos para que hiciera esta broma.
- Por favor, es más difícil planearlo que hacerlo y ya…
Tras mirar cada fotografía levantaba la vista para verla a la cara, como si en el celuloide no se tratara de ella y le estuviera jugando una broma. Su rostro ceñudo e incrédulo era impagable.
La Serena en 2d y 3d eran las mismas, en serio había hecho eso con su amiga y sus dos “pokeamigos” bajo la lente de una cámara. No obstante, un fragmento nebuloso de la historia era imposible de capturar en imágenes: el ocurrido en su mente.
- A ver si entendí. ¿Te habló en sueños? ¿Te eligió para dar un tipo de mensaje? – Preguntó realmente intrigado mientras marcaba el número del delivery y dejar reservado el pedido.- ¿Es un pókemon de tiempos antiguos o prehistóricos que quiere regresar a las “viejas costumbres”?
- ¿Y si no es coincidencia? ¿Si estoy destinada a ser actriz para dar algún mensaje y revertir esta situación? Sé que suena a una locura pero sé lo que vi, lo que escuché y sentí, me habló muy claro.
- Oh, quizás solo te entretuvo para hacer que le chuparas el culo.- Guiñándole un ojo.- Los hombres solemos hacer eso jeje.
- No se necesita tanto esfuerzo para lograr eso.- Le retrucó sin darse cuenta de lo mal parada que se dejó.
- No lo sé, estoy muy celoso de ese tal Creep, se lo hiciste a él antes que a mí. Creo que me buscare a una heredera de mis conocimientos menos ingrata- La peleó a modo de juego.
- ¡Fue tu maldita lista la que prácticamente me empujo a hacer todo! ¡Quería impresionarte y llegar con ventaja como dijiste!- Golpeándole el pecho mientras intentaba hacer el pedido por teléfono entre risas.
Dejando los berrinches y los chistes de lado, comieron en paz sin siquiera necesidad de prender la televisión. Álex pidió ensalada de verdeo con tomates cherry acompañada de allitas fritas. Serena un balde de triángulos de nachos con chile picante cerrando una elección de platos que parecían haber sido encargados al destinatario equivocado. Entre comida y charlas intrascendentes, hablaron de la película que vieron y de lo que ocurriría al día siguiente.
- Salimos temprano, empiezo a trabajar a eso de las nueve y salgo cuando la escena está hecha. Va a ser una jornada ajetreada, puedes verme trabajar, ver otros sets de filmación, esperarme o irte, solo quiero que sepas que una vez que empiezo a rodar pierdo noción del exterior. Trabajo poco pero es intenso.
- Trabajas pocos días al mes porque eres reconocido ¿Verdad?- Observó Serena.
- Una educada forma de decirme vago.- Leyó entre líneas.- Sí, los días en los que trabajaba 8 horas al día 20 días al mes terminaron, ya hice mi carrera, pague mi derecho a piso y tranquilamente podría retirarme hoy por hoy.
- Nunca diría que eres vago primero porque sé que también trabajas en tu taller, y segundo porque soy una desempleada.- Se atajo antes de proseguir con la charla (no le gustaba dejar temas inconclusos) – Intuyo que es el placer y la buena paga lo que te mantiene en acción.
- Me hace bien al cuerpo, a la mente. La paga es secundaria, no gano una locura aunque está bien por ser que no tengo que ir tanto… ¿A quién engaño? Es por los buenos culos. Debería ser yo el que les da dinero, esos de Pokeporn son unos orates. - Serena rió con una carcajada sincera. – Y hablando de culos ¿Quieres ver con quién voy a trabajar mañana?
- ¿Es alguien con la que ya trabajaste antes?- Se interesó poniéndole un nacho con queso en la boca al hombre sin pedir permiso.
- Un par de veces. – Contestó aceptando un segundo nacho.- Es una joven promesa de Hoenn que el público siempre pide. Las casillas de chat explotan pidiéndola por dos muy buenas y grandes razones. – Observando con las cejas arqueadas el busto de Serena para explicar a qué se refería- Creo que si la conocieras te podrías llevar muy bien.
- ¿Sí? ¿Por qué? ¿Ya me imaginas en un trío con ella viejito verde?
- Tuvo una exitosa carrera de coordinadora por varias regiones, ambas saben cómo entretener a un público con sus pókemon y ganarse su afecto. No todo es sexo en la vida chiquilla lujuriosa.
En el transcurso en el que terminaron de comer y él iba buscar el DVD en el que estaba la que sería nuevamente su compañera de trabajo, Serena no dejo de preguntarse de quién podía tratarse. Cuando encendió el televisor y deslizó el DVD en el reproductor (tenía todos sus trabajaos gravados y obsesivamente ordenados en su armario).
- Algunos que esconden su sexualidad se dice que se esconden dentro del armario, existe la expresión “muerto en el armario” para los secretos turbios, pero nunca pensé que conocería a alguien con DVDs en el armario. ¿Qué significaría? ¿Qué ocultas tu profesión?
- Ese error no lo volveré a cometer.- Respondió maravillado por la observación de Serena.- En todas mis relaciones les escondí quién era cuando me iba a trabajar y ahora que te lo conté siento que las cosas están saliendo mejor que nunca.
Serena le dedicó una mirada cargada de afecto y se puso en puntitas de pie para besar sus labios hasta que volvieron a acurrucarse uno contra otro frente a la pantalla. Él presento su trabajo:
- International White Sting Whores, número 43, no, perdón, 45. – Mirando la caja- Mañana gravaré el 68 y me reencontrare con ella.
“Por lo visto yo también me reencontrare con ella” pensó Serena reconociéndola al instante sin decírselo al hombre. Era imposible confundirse, la había visto competir en Hoenn por la famosa Copa Listón cuando ella aún requería de varios listones para acceder a dicha competencia. Mañana iba a ser un día revolucionario en su vida sin lugar a dudas y podía sorprender a Álex teniendo un caluroso reencuentro con la agasajada frente a ella en la pantalla.
- ¿En qué piensas? Estas muy concentrada.- Se percato de su silencio.
- En nada, amor, le prestó atención a la trama, es bastante compleja. – Bromeó.- Me pregunto que le pasara a esa joven tetona con tan poca ropa sentada en ese sofá. Espero que le den el trabajo.
“Parque PokeJurásico: Underground bate todos los records en taquilla siendo la más elegida de la última semana en los cines de Kanto aún entre pesos pesados como el thriller de acción Alto Voltaje y la edulcorada Un Gimnasio Para Dos. Algunos funcionarios cercanos a Giovanni no vieron el éxito de la cinta sobre pókemon fósiles como algo azaroso ni anecdótico: a Koga, la mano derecha de Giovanni, Presidente del Jurado de Evaluación de Entrenadores y la recientemente formada Sociedad de Gimnasios, no le tembló el pulso para decir que el interés en fósiles revividos se debió a los novedosos incentivos en el campo de las ciencias efectuados por su mecenas. Sus comentarios desataron oleajes de críticas, risas y vergüenza ajena en iguales proporciones. Para los más conservadores Koga no hizo más que aprovechar un hecho de lo más banal para mostrar su apoyo incondicional a la gestión Giovanni como siempre hizo y siempre hará mientras le llene el bolsillo y le inventen puestos públicos que regir… ”
Escuchó de la radio despertador de Álex en la hora prevista para levantarse. Estiró la mano buscando el cuerpo musculoso y desnudo del hombre sin encontrarlo. La cama podía ser grande pero no tanto como para esconderlo. El hombre estaba en la cocina, desayunando un licuado de cítricos y cereales, en silencio y con la mirada en la nada.
- Buen día – Lo saludó algo adormilada con un beso, vistiendo su pijama rosa percudido por el uso. - ¿Te despertaste antes y no me avisaste?
- ¡Buen día! – Le devolvió el saludo con afecto besándole la frente.- Sí, unos minutos antes, pensé en despertarte pero dormías tan profundo que no quise. Te ves tan adorable recién levantada.
- ¿Te parece que estoy lista para grabar?- Dando una vueltita con el pijama descolorido en algunas partes y con agujeritos.- Aunque tendría que comprarme uno nuevo este es tan cómodo.
- Soy muy afortunado de verte así, recién levantada y con tu ropita de dormir.- La admiró mirándola de arriba a abajo, casi como un padre orgulloso de su hija.
Tras ofrecerle té o café (optó por té con limón y miel) Álex se arregló y se puso a punto para salir. Ella por su parte, por no querer hacerle perder tiempo, se arregló más rápido de lo normal para conocer de una vez por toda su lugar de trabajo.
Condujo por algunos minutos por la fresca mañana de Azulona (que cada vez conocía menos por sus trasnochadas) hasta llegar a un edificio atípico a pocas cuadras de la famosa Silph S. A. Ella se imagino a los “cuarteles generales” de Pokeporn como un edificio cuadrado, lúgubre, gastado, como de departamentos en medio de un barrio virulento y en realidad, parecía una pequeña universidad de diseño moderno, pocos pisos, fachada con abundantes ventanales polarizados y una entrada para estacionar con un prado en forma de medialuna en el centro con el discreto logo de la empresa: Una pokebola con un corazón en el centro y una “P” a cada lado de la esfera y el “Live” restante de base.
Tras bajarse, aunque Álex le dijo que tenía la llave para entrar por la puerta trasera exclusiva del personal, la acompaño a atravesar la pulcra puerta de cristal que, como la de los casinos, impedía ver el interior.
- Llegamos, bienvenida a Pokeporn Live.- Expresó abriéndole el paso a una gran sala de recepción fina y sofisticada con una recepcionista ajetreada con su computadora tras un mostrador con el mismo logo de la entrada tallado en relieve, a los lados de este, crecían dos arbustos de bayas naturales en sus macetas. Detrás, de manera sumamente prolija, estaban enmarcados pósters de largometrajes triple X célebres, de hecho, había enmarcaciones del mismo tamaño en cada pared.
- ¡Álex! ¡Corazón, hace tiempo que no te veo entrar por la puerta grande!- Le dio la bienvenida la recepcionista, cuya credencial la presentaba como Jezz. Serena pensó que el nombre le quedaba de perlas, dado que su piel morena, labios pintados y su pelo rubio planchado le daban aspecto de Jynx, aunque a diferencia del pókemon le pareció muy atractiva y nada bizarra.
- Hola Jezz. Tanto tiempo, te presento a Serena. – haciéndola levantar la mirada, ya que tecleaba de forma tan frenética que no debió notar su presencia.- Es una amiga, por así decirlo, quiero presentársela a Duke. Tiene futuro aquí y quiero que conozca el ambiente para ir acompañándola de a poco.
- Hola, mucho gusto.- Se presentó la ex artista de Kalos.- Me encanta tu corte de cabello…
- ¡Oh que sorpresa verte acompañado! ¿Qué paso con la pelirroja, la maestra del gimnasio acuático? ¿No funciono?- Pregunto como si ella estuviera pintada.
Serena le dedico una cara de muy pocos amigos capaz de quebrar un laberinto de espejos. Mientras fingía estar distraída con los pósters de las producciones Álex le explico las buenas nuevas de su situación amorosa a la empleada de color. Si la primera impresión era la que contaba, Jezz le había dado la peor posible primera impresión.
“Al final es tan desagradable como esos pókemon psíquicos y hielo de por aquí…”
- He, corazón, disculpa, es que la novela de Álex tiene varios capítulos y no estaba al día. No sabes dónde te estás metiendo niña.- Bromeó intentando remontar lo irremontable.- No te creas la modelo de portada o te llevaras una sorpresa. Más de una creyó ser un capítulo y no le sirvió ni de epígrafe.
- Jezz, por favor, ella me conoce mejor que las anteriores. Sino no estaría aquí, empecemos por eso.
- Esta bien, no hay problema.- Devolviéndole el desinterés de forma crítica mientras echaba un vistazo a un corredor contra una pared terminado en una escalera y un ascensor. La idea de que el edificio antes había sido una escuela ganaba terreno importante en su cabeza.
Esperando a que el ascensor bajara, una mujer alta de casi 30 años, pelo muy corto violeta y un top de cuero rojo esperaba cruzada de brazos. Tenía un collar de cuero grueso con una cadena que se dividía en tres, dos iban a unos brazaletes que llevaba en los bíceps, iguales a su collar, y otro al centro del top. Parecía atrapada en una telaraña de acero y ni bien la vio, le clavó la mirada.
- Ella es una de las más famosas, se llama Purpurine Rain. Especialista en videos sado, bondage, hardcore y cosas para las que aún no creo que estés lista.- Le explicó al oído invitándola a recorrer el pasillo.
- Ya veo, tiene… personalidad.- Observó viéndola entrar al ascensor sin que esta le desviara la penetrante mirada, que parecía seguirla aún cuando las puertas plateadas se cerraros.- Al igual que Jezz. Es simpática... como una patada en la cabeza en medio de una resaca.- Dijo arrastrando las palabras con tanto desdén como le fue posible.
- Ella es así, entrometida, diría, no lo hizo de mala, créeme. Vive la vida aquí como si fuera una telenovela y está al tanto de todo, tiene ojos y oídos por todas partes. – La defendió.- Ven, subamos las escaleras, me dijo que me tocaba el quinto piso, el último, así que de paso puedo hacerte un tour.
El primer piso estaba siendo remodelado y constaba de al menos cuatro sets conectados destinados a situaciones de entre casa. Parecían habitaciones comunes y corrientes de clase media y alta, con habitaciones, cocinas, un living amplio y siempre un sofá grande y muchos almohadones. Serena entendió porqué le decían al cine fábrica de fantasías. Verlo así de desnudo era como ver una tabula rasa donde la imaginación podía volar para dar riendas suelta a cualquier historia… desde una infidelidad descubierta, una joven lujuriosa entrando a un consorte a escondidas o un joven siendo cortejado por su madrastra, todo era posible en esas paredes artificiales.
Tenían vistas a la entrada y la parte más populosa de Azulona, sin embargo, podía verse de adentro hacia afuera y no viceversa. Álex le explico que no todos los días se filmaba y que muchas veces, hacían un cambio de imagen para que no pareciera que cada video transcurre en el mismo lugar.
- Casi todo lo que ves es utilería. Desde el plasma, los adornos, los electrodomésticos, todo falso para abaratar costos. – Le explicó mientras cada trabajador le dedicaba un saludo afectuoso desde los encargados del cableado y de los soportes de iluminación ya que en algunos casos, en un par de casas faltaba el cielo raso y en su lugar había soportes para iluminación y cámaras ideales para tomas de vista de pájaro.
- ¡Hey que bueno verte! Estoy esperando el International White Sting Whores #68 – Dijo el director de arte mientras le indicaba a un ayudante dónde poner la estatua de un negro desnudo. Mientras dialogaban Serena se paseó por los sets con sumo cuidado de no pisar un cable. Las casas vistas de esa forma, conectadas de manera caprichosa con sus fachadas ilusorias, daban la sensación de irrealidad que dan los sueños.
- Walker, amigo, ya te dije mil veces que eres bienvenido en el set.- Escuchó ella a la distancia.
- Estoy trabajando con milfs últimamente, no me meto en tu piso aunque me gustaría, además, tengo que ver tus videos en la intimidad.- Dándole un golpe con el codo de manera cómplice.- Si estas buscando a Duke está en el último, te está esperando por algo urgente en su oficina.
- ¿No te dijo porqué?
- No, solo que si te veía te envié de inmediato. Además tu compañera de trabajo ya llegó y la vi más que lista.
En efecto, Álex le explico que era mejor ir cuanto antes, por lo que el contenido del 2do y 3er piso quedo en incógnita (por ahora).
Mientras subían por el ascensor este se detuvo en el 2do piso y una chica castaña pidió ingresar conectando miradas con ambos. Vistiendo una camisa con mangas cortas color rojo, con un semicírculo azul marino en el pecho. Debajo, unos shorts cortos de licra color azul oscuro pegados al cuerpo, con guantes color blanco con la extensión de los dedos del mismo color que sus shorts y su cabello adornado por una pañuelo color rojo con el dibujo de una pokebola.
- No esperaba encontrarte aquí, May, ha pasado un buen tiempo.- La saludo con simpatía la Kalense.- ¿Te acuerdas de mí?- Haciéndole un lugar a la voluptuosa joven.
- ¿Se conocen? – Se sorprendió Álex. - Hola, May.- Intervino besando sus mejillas.
Mientras subían Serena le explicó que en su viaje por Hoenn la vio competir por la Copa Listón y debido a su extensa experiencia como coordinadora, le pidió consejo.
- ¡¿Vaya, vaya, a quién tenemos aquí?!- Observándolos a ambos entrando a duras penas ya que sus prominentes pechos ocupaban un espacio considerable.- El Slaking y su Gardevoir, Álex y Serena. ¿Vos sos la joven misteriosa de la que todos hablan?- Se sorprendió la eléctrica joven nativa de Hoenn.
- ¿De la que todos hablan?- Se extrañó Serena.- Solo estoy conociendo su lugar de trabajo. Y no soy su Gardevoir, el es mi Slaking, que es distinto.- Abrazándolo con cariño.
- Por lo visto ese chismoso de Guzma anda por ahí hablando de más.- Se percató el actor.
- A Guzma le tocó trabajar ayer con Sparky Star y otros dos muchachos nuevos. Como ella es amiga mía estaba ahí cuando nos contó que tenías una discípula que sería una revelación. Aunque le insistimos no quiso decirnos quien eras, no te enojes con el chico.- Se apresuró a escudarlo.
- En el gimnasio le hablé de vos, no puede evitar tampoco mostrarle las últimas fotos que subiste estando en el Mag Donalds con tus amigos.- Se excusó Álex en tono de Furfrou regañado.
- ¿Yo una revelación? Sería creérselo demasiado, es la primera vez que entro aquí.- Reconoció con humildad.- Me está enseñando lo básico, aún no hay una decisión tomada.
- Todas empezamos un día cruzando esa puerta tan solo como promesas, no te preocupes, si estas bajo su ala protectora estarás más que bien… el viejo Álex no trae a cualquiera. Debes de ser muy especial si decidió mezclarte con su trabajo.
Serena rió algo nerviosa mientras la puerta del ascensor se abría. Era mucho más reconfortante que lo que había dicho esa tal Jezz. Ella no se sentía una página más en la vida del hombre y menos un epígrafe. Si alguna vez iba a poner un punto aparte o final no sería al final de un episodio intrascendente ni un relleno. Estaba junto a Álex para dejar huella y enriquecer su historia así como él enriquecía la suya.
- ¿Qué hay de vos? Me intriga saber cómo tamaña coordinadora cambió un público por, bueno, otro público.- Simulando la masturbación con su mano para que no quedaran dudas de a qué público se refería.
- Pueden ponerse al tanto tranquilas, voy a ver cuál es la urgencia con Duke, ya vuelvo.- Dijo el hombre a punto de entrar a su oficina. Un stencil de tipo militar en el cristal de la puerta rezaba “Presidente PokepornLive Kanto” al lado de bandera de Tesselia.
- ¿No te enteraste de lo de anoche?
- No ¿Qué pasó?- Se detuvo en seco.
- Será mejor que te lo diga Duke, de todas formas ya estoy lista para filmar. Creo que volveremos a hacer un dúo como en los viejos tiempos.
- Giselle…- Se percató de su inusual ausencia. Era extraño que su otra compañera de trabajo de ese día no estuviera presente varios minutos antes como es habitual.
- Bueno, Serena sígueme, te mostraré mi camerino y el lugar de trabajo de hoy así como el equipo de producción. – la invitó May con su entusiasmo característico. Serena aceptó con emoción.
Tras días que parecieron años y minutos que transcurrieron como horas, por fin caminaba por esa fábrica de fantasías. Los primeros pasos de Serena en Pokeporn Live estaban por comenzar.
Continuará
Gracias por leer! Perdón por tanta tardanza, fueron días agitados en lo personal y opté por escapar por otros medios (videojuegos cof cof) Por fin Serena llegó a PokePorn así que ahora resta convertir estas páginas en el desfile de waifus que tanto quise :3 Para el próximo, May y una nueva pokegirls se harán presentes en acción.
Si les gustó sean buenos y muéstrenme su apoyo puntuando y comentando, no sean ratas y no manden solamente a favoritos, please, escribir relatos no es algo de una hora y lo tienen gratis. Si no les gustó, por supuesto que entiendo que no den puntos o comentarios.
Capítulos anteriores:
A Serena le gustan mayores. Parte 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3601156/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Fanfic-de-Pokemon-resubido.html
A Serena le gustan mayores. Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html#comment-176008
A Serena le gustan mayores. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 9:http://www.poringa.net/posts/relatos/3828349/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-9-Fanfic-de-Pokemon.html
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring
Serena:
May:
Capítulo 27. Diarios de motocicleta
Parece que el hombre podía planear un día deseado sin necesidad de abalanzarse contra ella e hincarle los dientes en todo el cuerpo. La antigua artista de Kalos se dejó llevar por los planes de Álex durante todo el viernes, demostrando que a pesar de su libertina manera de ganarse la vida y de la atracción que sentía hacia ella disfrutaba de su compañía en otras edificantes actividades.
Serena pensó que ni bien las ruedas comenzarían a rodar y el caño de escape a lanzar bocanadas de humo la tensión sexual acumulada entre ambos explotaría ocasionando que se detuviera en algún descampado para tener un reencuentro salvaje, no obstante, la llevo a almorzar, al cine, a una casa de postres y casi que no hizo alusión sexual alguna durante todo el día.
“Si su estrategia es hacerme desear el cabrón lo consiguió…” pensó y se arrepintió casi al instante, como si otro pensamiento más lógico hubiera chocado de frente con el anterior haciéndolo desbarrancar “No, el quiso ser gentil conmigo, es todo un caballero, que sea un gigoló no significa que tenga mi entrepierna entre ceja y ceja”
El reencuentro empezó con una comida de lo más exótica en las afueras de Azulona, en un lujoso lugar llamado Siente Estrellas, una franquicia proveniente de Orilla Valor, Sinnoh.
- Aproveche la semana para retomar el ejercicio y terminar mis trabajos en el taller, que eran demasiados.- Le contó mientras degustaba colas de Slowpoke en salsa de vinagre.- Pienso darme un atracón importante.
- No te culpo, esto se ve delicioso.- Expresó ante una ensalada Pueblo Paleta de bayas mixtas con hebras de Tangela. – También me viene bien reponer energías tras una semana intensa.
Tras unos momentos de silencio en los que se miraron mutuamente degustar los platillos, Álex admitió que estaba siendo muy misteriosa sobre sus avances sobre la lista que le hizo de guía.
- Quiero decir, eran recomendaciones para llegar suelta al trabajo, como una rutina específica para algún deporte. Podías hacerlas en meses, quizás años, y casi la completaste en una semana.
- Sí, ya sé, ya sé, es que escuche tus palabras sobre cómo debía vivir mi vida con valor y las oportunidades me llovieron. Casi no tuve que hacer nada, algún dios me ilumino los pasos y me puso en escenas dignas de tus películas.
Y acercándose a la mesa para no ser oída, mirando a izquierda y derecha:
- Y otras que no podrían ser puestas en video alguno.
- Ya me vas a contar los detalles, preciosa. Muero de la intriga.- Sorbiendo el extremo de una cola de Slowpoke avinagrada. Serena se sonrojó con su mirada penetrante.- Igual tenemos tiempo. Todo el viernes por delante además de una sorpresa.- Tas limpiarse las manos con una servilleta le mostró dos entradas para la última película de Parque Pokejurásico- En los mejores asientos ¿Te gustan esas?
- ¡Va a ser divertido, me encanta!- Sonrió radiante aunque esas películas no eran tanto de su estilo. No obstante, podía sacar ventaja de eso.- Sabes, no vi la 2da, deberías contármela para que entienda la 3era parte.
- Verás, transcurre en una 2da isla secreta en el sur del Archipiélago Sete, allí experimentaron con otros pókemon fósiles y lograron traerlos a la vida conservando su tipo original, quedando a su suerte cuando los científicos fueron asesinados en la película anterior.
- Parece buena idea lo de cambiarles el tipo, nunca entendí porque todos tienen que tener el tipo roca. ¿El tipo roca abundaba más antes o es adoptado por el proceso de fosilización?- Así como Álex era un apasionado del cine, Serena se interesaba sobre los pókemon, temas que solía ir de la mano dado que casi todas las películas populares humanos y pókemon compartían pantalla.
- Fue una excelente idea en un principio. Creían que podían descubrir nuevos tipos extinto, pero debido a que en la antigüedad no había humanos resultó imposible que sean entrenados y encima vivían en un entorno tan hostil que todos son máquinas asesinas. Los protagonistas que llegaron para capturarlos lo van a entender por las malas a medida que descubren el destino de los científicos y buscan una manera de salir de allí.- Le relató cautivándola con la historia.
- ¡Suena aterradora! – Pensó viniéndole a la mente la idea de ella abrazada a su hombre en las escenas escabrosas.- Traer a esos pókemon a la vida es un riesgo, es decir, pasaron millones de años, no pueden adaptarse fácilmente a nuestro mundo. Da para pensar.
- En esta 3era entrega un grupo empresarios decide reabrir unos laboratorios subterráneos y aunque son acompañados por un grupo comando se van a encontrar con una resistencia terrible. Va a tener mucha acción según escuche y las críticas fueron generosas.
Ni ella se equivocó con la idea de abrazarse a él en las escenas sangrientas (que fueron muchas), ni él con el alto contenido adrenalínico de la cinta. Pasaron la mayor parte de la película abrazados y aprovechando la aproximación, besándose con cariño. Sus labios se encontraron después de lo que pareció una eternidad entre adolescentes comiendo pochoclos y el celuloide tiñendo de rojo la sala con sus escenas escabrosas.
- Si te sigo besando, no podre contenerme más y terminaremos mal.- Le susurro Álex despegando sus labios y llevándolos a su oído.- Los acomodadores nos están mirando fijo.
- Mejor vemos la película… no traje ropa interior.- Le reveló haciéndolo sobresaltar en un momento de calma, quedando como si se asustó de la nada.- No tengo nada bajo la pollerita.
- ¿Me estás diciendo que… abajo… nada?- Serena asintió con una sonrisa picarona que gracias a una escena iluminada pudo apreciar (un soldado en una cueva rodeado de Kabutops comenzó a repartir disparos por doquier).- Mi pequeña está creciendo. Vas a darme muchas alegrías a mí y a todos los hombres solitarios del mundo, preciosa.- Admitió inflado el enorme pecho de orgullo. “Sin dudas la elegí bien. Al final lo que tiene de hermosa también lo tiene de zorrita”.
Todo estaba tan fríamente calculado que tras la extensa película que los dejó satisfechos en todo sentido, salieron a la hora indicada para una merienda ligera de café y pasteles en un pintoresco lugar en el que Álex, no encajaba del todo, mejor dicho, encajaba menos que un Gardevoir en el grupo huevo de amorfos.
- Siento que me equivoqué de estudio y termine en un programa para niñas, o en un espantoso programa de remodelaciones para habitaciones de bebé.- Observando el empapelado de pókemon rosados tiernos como Clefairy, Jigglypuff y Chamsey; los detalles de pasteles, frutillas y cerezas en los manteles rosa chillón y flores por doquier de colores tan llamativos que cegaban.
- Vos siempre más “edgy” que un Bisharp, si no tiene motocicletas y música pesada no es de tu agrado.- Lo peleó amistosa mientras le picaba un brazo con el dedo.
- Es demasiado meloso, me da una sensación de claustrofobia, como si estuviera encerrado en una cuna de bebita o rodeado de abuelas primerizas.
- No tenías que traerme a este lugar por compromiso, aunque me gusta la moda, oler bien y los postres también puedo correr en una carrera de Rhyhorns.- Se sinceró aunque de verdad le gustaba el sitio. Era el lugar más “Kalos” que había visto en Kanto.- Algún día vas a tener que llevarme a algún bar.
- A esta altura correr en una carrera no fue lo más atrevido que hiciste.- Observó con una mirada cómplice.- No te preocupes, el café aquí es el mejor y gracias a vos puedo volver a probarlo.
- ¿Gracias a mi?
- No soy tan valiente como para entrar solo por más que sea el mejor café de Azulona.
Las chicas que iban a pasar el rato y charlar distendidamente parecían sorprendidas de ver una pareja tan desigual, aunque por como lo miraban lo encontraban muy atractivo por más extraño que fuera ver un espécimen como él allí. Serena también se robo las miradas de varios. Los varones en las pintorescas parejitas no perdieron el tiempo y posaron la vista en ella como si hicieran un “fijar blanco”, incluso una llamativa fémina en el fondo levanto la mano para saludarla cuando cruzaron miradas.
De pelo rosado corto, musculosa holgada y piel decorada de tatuajes, Serena la recordó al instante. Era de una época en la que un simple beso lésbico le resultaba escandaloso… la vieja Serena sepultada tras toneladas de lujuria y desenfreno.
- Creamy… vaya tanto tiempo si verte.- Susurró alzando la mano ante la atenta mirada de Álex que abrió los ojos como platos. La jovencita dueña del sexshop le arrojó un beso desde su palma que la hizo sonrojar.- Tiene un local en el shopping con una réplica de tus atributos, ese día a pesar de que lo vi por minutos no hice la conexión, que boba.
- ¿Te atreves a ser más famosa que yo? – La reprimió con falsedad haciéndola reír.
- No sé si acompañarte a tu trabajo, te vas a arrepentir cuando te robe las fans.- Amenazó.- No te olvides de mis llaves ganadas, sé cómo ganarme el público, solo necesito romper el molde frente a una cámara.
- Paciencia, paciencia mi joven aprendiz, por ahora pidamos un café…
“Te pasare a buscar antes si no tienes que hacer nada, podemos ir al cine o a donde quieras, no todo es sexo en la vida chiquilla lujuriosa” le había dicho la última vez que se vieron y aguantaron bastante sin desatar sus pasiones, sin dar rienda suelta al magnetismo particular que poseían.
La paciencia no duró mucho más. Estar tanto tiempo sin verse, rodeados de parejitas felices y miradas que los desnudaban por uno u otro motivo, los hizo salir del lugar antes de lo previsto a recorrer las carreteras, y en una banquina a pocos metros del asfalto, Álex se bajó y tras quitarle el casco le comió la boca.
Fue un reencuentro explosivo, incluso en la intemperie el mundo desapareció y se redujo a sus bocas explorándose, degustándose y compartiendo los sabores recolectados ese día. Las manazas del hombre la tomaron de la cabeza para besarla lo más profundo que fuera posible, llegando con su lengua hasta el fondo de su boca.
No solo se hundieron en sus cabellos rubios, una mano más osada comprobó que en efecto, bajo su pollera no tenía nada, apretujando una nalga con soltura mientras Serena reaccionaba y no se quedaba atrás. Ahora sus manos eran mucho más osadas y sin que se despegaran las empapadas bocas, ya tenía acariciándole la abultada entrepierna. Sus dedos encontraron la circunferencia del tronco y lo frotó para masturbarlo.
- Será mejor que marchemos o voy a explotar.- Susurró Álex besándole el cuello, hundiendo su nariz entre sus cabellos perfumados como si quisiera aspirarla como a una droga.
- Es un lugar poco transitado, no hay porqué apurarse.- Acto seguido, le desabrochó el cinturón y le bajó la bragueta del vaquero.- ¿O te da miedo hacerlo en público?
- ¿Estás segura?- Se sorprendió cuando la mano de la joven se le metía para acariciar sus enormes genitales.- Oooh, parece que alguien perdió el miedo por completo.- Observó a los lados mientras Serena lo miraba fijo a los ojos sin dejar de acariciar sus genitales, desde el venoso rabo hasta los enormes testículos. Además cabía aclarar que estaban relativamente cerca de la carretera y ella dándole la espalda a la misma. Cualquiera que pasara por allí no podría ignorar ni interpretar algo que no sea un cuarentón contra su motocicleta teniendo sexo con una jovencita que podría ser su hija.
- No soy la misma de antes, espero que no te moleste que tome un poco la iniciativa.
- No le temó a las mujeres con carácter, haz lo que tengas que hacer preciosa.- La alentó mientras ella le sacaba la enorme polla afuera y se inclinaba para hacerle una felatio al aire libre. Sin dudas no era la misma Serena.- Oooh, por favor, me derrites muñequita.
Serena envolvió el glande con su boquita y desde adentro atacó el cabezal rojo e inflamado con su lengua, golpeteándolo con movimientos erráticos irreconocibles. Al instante, oprimió con sus labios y bajó hasta llevar el glande hasta el final de su boca una y otra vez, centímetro a centímetro, gozando cada milímetro de esa polla en su boca.
“Es deliciosa, me mojo con solo su sabor y olor, esperé tanto reencontrarme con él que después de todo lo que me lleve a la boca esta es caviar”
- Eso es, métela toda, así, así, lo haces muy bien muñequita.- La elogió mientras la tomaba del pelo con cariño para ver toda su cara en acción. Se la mamaba a ojos cerrados, chorreando saliva sin control y concentrada al extremo.- ¿Estás bien? Parece que entraste en trance.
- Sí, estoy bien. Mejor que nunca.- Admitió tras subir hasta sacársela de la boca dedicándole una mirada que infligía quemaduras en él.- Es solo que espere demasiado este momento, me lleve toda clase de pollas a la boca, realice actos denigrantes y hasta repulsivos tan solo para prepararme para hacerlo con vos y poder trabajar a tu lado.
- A mi lado, arriba mío, abajo mío, se nota que te liberaste como un Butterfree rompiendo su cascarón, estoy impresionado.- E inclinado sobre ella, le dedico uno de los besos más cariñosos que dio en su vida, tan lento y pausado que ni siquiera los automóviles que pasaron y les tocaron bocina fueron percibidos.
- ¿Puedo seguir chupándotela? – Preguntó con una inocencia que no se condecía con sus gestos, dado que lo que duró el beso, ella lo masturbó con lentitud y firmeza.
- Lo que quieras, si esperaste tanto este momento lo menos que puedo ha… uuuh, uuumm, vaya, tenias prisa.
No le dio tiempo a terminar y ya se la había llevado a su boca, un poco más rápido y más profundo, aunque era casi imposible para ella hundirla toda, después de todo tras su lengua y garganta había un cráneo y el hombre contaba con un manubrio de casi 29 centímetros.
- Así, hazlo rápido y cortito, no tienes que tragarla toda, no podrás de todas formas.
- Eso lo veremos, si consigo un buen ángulo podría hacerlo. Por ejemplo acostada en una mesa- Pensó mientras le besaba el tronco desde el nacimiento hasta el glande.- si consigo que mi cuello y boca se alineen podría lograrse.
- Tranquila, ya tendrás tiempo de poner en práctica todas tus ideas, por ahora, démosle a los espectadores un buen show.
Serena no entendió al principio a qué se refería con espectadores. Tras una chupada muy profunda se tomó un momento, miró a su espalda y vio tres automóviles estacionados en la esquina opuesta de la carretera. Tenían vidrios polarizados y al ser de modelos nuevos, sus andares silenciosos les permitieron llegar, acomodarse, disfrutar del espectáculo sin ser detectados por ella.
- No los escuché, me concentre tanto… bueno, no es tan grave ¿Qué diferencia hay entre tres automovilistas y los puñetas tras una pantalla?- Ni bien lo dijo, llegaron dos nuevos vehículos, y otro, y otro. Los últimos tuvieron la osadía de estacionarse a los costados de la motocicleta.
- Me encanta que seas tan hermosa que ni te das cuenta de lo que generas. Será mejor que terminemos rápido o esto trascenderá a mayores.- Observó con desconfianza esperando que ninguno se atreviera a bajar la ventanilla o apersonarse con ellos. Si cruzaban esa línea, tomaría a Serena con un brazo como un cavernícola y se marcharía de allí.
No obstante, no tuvo necesidad. Su consorte lo siguió agasajando con un perfecto sexo oral ignorando a los voyeristas a los que agasajaba de manera indirecta. Incluso Álex se estiró para tocar la entrepierna de Serena sin que esta dejara de lamer y descubrió que más que una vagina, tenía un charco. Hasta podía pescar allí de lo mojada que venía y para que todos vean su húmeda cavidad, levanto su pollera y les enseño a los automovilistas de frente sus deliciosos agujeros. A Serena se le escapó una mordidita de nervios al sentir varios ojos libidinosos en su vagina y culo desnudos, abiertos por Álex que la exponía a propósito.
Mientras la chica se dedicaba a pleno a la fellatio Álex jugueteó con su trasero, abriéndolo y cerrándolo como si preparara masa, deleitándose con la sensación de sus carnes suaves y blandas bajo sus dedos, abriéndolas para que le vean el ano al detalle en todo momento.
- Estás toda chorreada mi amor ¿Te estuviste viniendo mientras me la chupabas?- Notó pasándole un dedo que quedo todo empapado con sus fluidos, sin dejar de exponer sus orificios.
- Sin parar, no aguanto más, estoy goteando, tendrás que cogerme o me deshidrataré.- Serena cambió de posición y se acostó en la motocicleta contra el asiento del acompañante. – Cógeme, estuve reservándome toda la semana para ti, no deje que nadie invadiera mi vagina porque quiero que sea tuya.- Reveló abriéndose las piernas y los labios con los dedos. Ni bien lo hizo, un chorrito llegó al asiento de la motocicleta sin importarle, ver semejante delicia rosada y delicada como un pétalo de rosa era una delicia visual capaz de abstraerlo de cualquier otro detalle.
- De acuerdo, hagámoslo, después de todo no creo que ninguno de nuestros espectadores nos denuncie. Ahí va, preciosa.- Frotando su gran cabezal contra toda su vagina, desde el clítoris hasta la entrada húmeda.
- Amo que me digas pre... OOOH, uuuh, ah, ah, despacio… uuuh, te dije que me reservé, soy casi una virgencita.
- Lo sé, lo sé, solo metí mi cabeza, chiquilla escandalosa.- La reprimió con una simpatía impropias de su edad y de su porte. Era sin dudas la bestia amaestrada por la bella.- Lo siento, entrare más despacio.
Serena sin despegar la vista de su amado (cada vez más decidida a decirle novio alguna vez) se dejó penetrar lento pero parejo por ese enorme trozo de carne sólida que con cada empellón, parecía hacer remodelaciones en su interior, es especial reformando el tamaño de su cuevita. Era monumental para ella, estando acostada contra el asiento calculo que de entrar toda, su glande le tocaría más de un órgano vital, de hecho, la magnitud era visible de afuera dado que su vientre se levantaba levemente cuando tocaba fondo, cosa que pensó que solo ocurría en dibujos pervertidos hechos por artistas muy morbosos.
- Me… estás… haciendo un bulto en mi panza.- Levantándose la blusa para que viera el detalle, observando su vientre tan preocupada como sonrojada. – Ah, ah, uuh, uuha, mmm ¿Es normal esto? Sube y baja, sube y baja cada vez que me la metes uuuuh.
- Si quieres que me detenga lo haré, no quiero que sea doloroso para ti.- Expresó y en efecto, al hundirla al entero y mantenerla ahí, una especie de montañita se le formaba.- Aunque siendo franco, ver esto no es muy frecuente y puede ser un éxito en el porno. Debe ser que tienes una vagina muy pequeña y llego a tope muy fácil.
El hombre no detuvo el espectáculo mientras esperaba una respuesta, al contrario, aumento el ritmo deleitado por esa loma que se formaba cuando hacía tope.
- Entonces… no te detengas, sigue, sigue, uh, uh, uh, uh, es excitante saber que me puede entrar algo tan grande.
- Esa es la actitud.- La alentó y en efecto, cuando la metía toda y empujaba su fondo se formaba un bulto no muy pronunciado aunque visible.- Descuida, es por la diferencia de tamaños y la posición nada más, no te haré daño. Es que soy demasiado grande para ti en todo sentido.
- Creo que fue mala idea reservarme uuuh, ah ah, ah, habría sido mejor que me preparase bien mmmm…
En un arrebato de perversión, se dejó caer sobre Serena que soltó un gemido monumental acallado por un nuevo beso apasionado que duro hasta que Álex, cuya cadera subía y bajaba como si fuera independiente a su toso enterró todo su falo y eyaculó colmando el útero de la artista que no puedo evitar soltar un gemido fuerte y gutural totalmente alejado de su tono femenino y grácil.
- Uuuh, uuh, ah, ah, ah, ah, eso fue… intenso… muy intenso.- Jadeó llorosa y casi sentada en un charco de fluidos corporales propios y ajenos.
- Lo siento, lo siento, me deje llevar, es que, bueno, también te extrañé, que puedo decir.- Expresó no muy satisfecho por ese polvo rápido e intentando guardar su polla aún despierta en el pantalón.- Puta madre, la tengo agarrotada como un Metapod endurecido, vayamos a casa antes de que…
Serena ya se había puesto el casco y mantenía su pollerita baja con los brazos estirados, también había limpiado el asiento con sus pañuelos húmedos. Sin dudas la incomodidad y la vergüenza la habían encontrado de repente. Hasta con el casco puesto se notaba su rostro sonrojado como una luz de patrullero, y hablando de patrullero.
- No era mi intención hacer un tráiler de mi futura carrera así de grosero, creo que nos excedimos. ¡Y no debiste exponerme así! ¡Me vieron todos los agujeritos! ¿Y si me filmaron y me vuelvo viral?
- Pamplinas.- (Término que Serena no había escuchado nunca).- Si se vuelve viral acelerará tu carrera, serás famosa incluso antes de empezar a rodar lo cual no suele pasar a menudo. Por lo general ser actriz porno te da la fama.
- No me interesa tanto la fama, solo quiero vivir aventuras con vos y de paso ganarme la vida. ¿Podemos irnos ya? - Perdiendo la paciencia, cruzándose de brazos. - No quiero que nos descubra la policía, ya tuve problemas con la ley.- Dijo licuando una pequeña pista sobre sus aventuras recientes que su hombre aún desconocía.
- De acuerdo, vámonos, creo que ya tuvieron una muestra de la más prometedora actriz porno de Kalos ¿No? Además me tienes que explicar eso de “problemas con la ley” jovencita descarriada.
Serena refunfuñó y giró la cabeza. Con el casco puesto hizo el gesto aún más cómico de lo que era.
- Enojada también sos adorable.- La admiro antes de acelerar su nave.- ¿No vas a saludar a tus primeros fans?
- ¡Vámonos de una vez!- Chilló sacando su lado tsundere mientras los automovilistas se hacían oír.
Varios hicieron sonar sus bocinas a modo de aplauso o de reconocimiento. Un par se marcharon antes de que la motocicleta se perdiera en la siguiente curva lista para dejarles en “Poison Bikes”, dónde en total libertad e impunidad, podría sacarle brillo a su herramienta con su flamante aprendiz, que sin dudas, tenía más de una explicación que dar sobre su cambio de actitud.
Habría tiempo para explicaciones y ponerse al tanto con los chismes más calientes de sus vidas, por el momento, había que concretar un explosivo y salvaje reencuentro sexual.
Fue de inmediato, sin siquiera prender la luz, ni mucho menos subir las escaleras hacia la casa, Serena y Álex ya estaban haciéndolo de nuevo contra una mesada atestada de herramientas que Álex arrojó al suelo de un manotazo. Allí, en la intimidad (aunque los gemidos se escucharían fácilmente desde afuera) le bombeó la vagina mientras le giraba la cara para estamparle un jugoso beso.
- Ah, ah, ah, ah, así, así, dame duro, inflame el útero, ínflame, ah, ah, ah… - Gimió desatada contra la mesa de herramientas, aún con la lengua de Álex recorriendo la suya por fuera de sus bocas.
- Mira que salir a la calle sin panties, eres una niña muy sucia, voy a tener que darte un correctivo todo el día…
Las manos del hombre pasaron de estar sobre las caderas de Serena a retirarle el chaleco y desprenderle su habitual camisa, apretujando sus senos aún con el sostén puesto mientras las carnes sonaban por el impacto entre ellas, cada vez más juntos, sintiendo los efluvios afrodisíacos de sus cuerpos. Álex no dejo de pasar su lengua por los labios de la artista, por sus mejillas, su cuello, por sus axilas, quería impregnarse cada milímetro de la piel de Serena en sus papilas gustativas, rebalsándolas de ella.
- Ah, aah, aaaah, uhm, uhm ¿Te gusta el olor de mi piel?- Logró preguntar a duras penas entre el traqueteo de la mesa (que se golpeaba contra la pared donde había docenas herramientas colgadas).
- El sexo tiene que ser una mezcla de olores, sabores, sino no tiene sentido…- Expresó con una calma que no se correspondía con la intensidad con la que su cuerpo se sacudía contra ella. – La comida debe olerse, saborearse, degustarse, los cuerpos igual.- Y hundió su rostro en sus cabellos dorados desde atrás.- En especial los buenos platos.
- Ni mientras me… coges… dejas de enseñarme… ah, uuh, ah…
Serena observó que arriba de las herramientas había numerosos posters y calendarios con fotografías eróticas. Varias señoritas mostraban sus coños desnudos y pechos exuberantes sin pudor alguno mientras Álex le retiraba el brasier para exponer los suyos. Sus tetas se bambolearon libres casi rozando la mesa hasta que el hombre las tomó con sus manos, acariciándolas, apretujándolas con los dedos índice y medio siempre presionando sus timbres rosados.
- No quiero que te ensucies con la mesa, permíteme…
Casi sin aviso la levantó de ambas piernas como si no pesara nada y siguió penetrándola de pie, de cara a esos pósters obscenos, sintiéndose parte de ese mundo de pornografía y lascivia en la que Álex estaba inmerso en todo momento. Casi como en una full Nelson, aunque sin tomarla de la nuca sino de los muslos, cerca de las nalgas, mientras ella se aferraba como podía en pleno movimiento de sus brazos, duros y sólidos como pilares, prosiguieron con el sexo tan intenso como ruidoso. El pecho del hombre estaba al rojo vivo de tanta fricción contra la espalda de la joven.
Una bota tejana se le salió cayendo sobre la mesa (¡Paf!) mientras sus caderas se volvían siamesas de tanto estar juntas.
- Me vengo, me vengo, uuhhhaaa, uuhaamm, aahhaaauuug… no aguanto más…
- Vamos córrete, córrete todo lo que tengas que acá nadie te ve.- La alentó Álex, que por más actor porno que fuera, era humano y comenzaba a sentir el rigor de la pose. Solo pudo acelerar un poco para ayudarla en el orgasmo, anunciado por una contracción vaginal y su cuerpo arqueándose en posiciones extrañas. Desde su posición vio chorros y gotitas de fluidos tapizar su lugar de trabajo y viajar en todas direcciones, izquierda, derecha, arriba, abajo, como en un combo de juego de peleas, mientras Serena se exorcizaba con un gemido prolongado y agudo a medida que su vagina expelía todo su placer aceitoso.
Sus cuerpos sudados y olorosos respiraron al unísono con agitación mientras admiraron como los líquidos provenientes de su sexo, habían dejado su mesa irreconocible.
- Me corrí… me corrí sobre tu mesa y hasta tus pósters.- Susurró Serena sin energías, no obstante, olvidó algo fundamental.
Álex la bajó (sin poder contener el temblor de sus piernas) y llevando su rostro hacia su pene, le hizo notar que él no se había corrido metiéndosela en la boca hasta hacer tope.
- Yo aún no, me falta poco.
- Ggghk, gghk, aaagck, aaagcl, slurp, sluurp, slurrrap…- Serena chupó con soltura, haciendo los sonidos más guarros de su vida y girando su cabeza como si el pene entrara en su boca a rosca.
- Solo un poco más, preciosa, solo un poco más. Te daré energías necesarias para que continúes. – Expreso controlando los tiempos tomándola de los pelos, sin importarle que su glande golpeteara en la garganta de la artista con fuerza, haciéndola salivar de más.
- Sabe a mis flujos, es un sabor muy fuerte.- Dijo Serena sacándosela en una pausa para respirar.- Huele más a mi vagina que a ti.
- Ya sale algo que es 100% sabor mío, especialidad de la casa, ten paciencia, chupa, chupa, eso es, así, así…- Haciéndola succionar con celeridad aumentada. Serena giraba la cabeza aún más, la saliva le hacía hacer sonidos aún más guarros e irreproducibles, como el sonido de alguien balbuceando bajo el agua.
- Ahí sale, ahí sale, uuh, uuuuh, ahh.
Álex posó su enorme glande contra la lengua como si lo pusiera a descansar en un húmedo colchón y usó su mano para impulsar su carga seminal inundando su boquita de princesa con su espesa y abundante leche, también caliente y grumosa. Aunque la joven primero hizo una mueca de desagrado mantuvo sus labios abiertos hasta que la última gota se reunió en la laguna blanca de su boca. Parecía increíble que tras semejante descarga, seguía saliendo chorritos de esperma de ese enorme e inagotable falo.
- Eso es, mantenla ahí ¿Sientes mi sabor ahora? ¿Te gusta? – Serena asintió sin mucho convencimiento. Su boca estaba llena a tope de semen, cualquier movimiento y se derramaría por doquier.- Quiero verte así un poco más, llena con mi leche, no sabes lo preciosa que te ves…- Observó metiéndole los índices y abriendo un poco sus mejillas.- En la industria estos tratos son frecuentes, tendrás que acostumbrare a locuras como esta, a entrar al set como una princesa y dejarlo como una ramera ¿Comprendes?
Cuando el hombre considero que era suficiente, con el índice le cerró la boca indicando que debía tragar. Por entre los labios un poco de semen se derramó y Álex se apresuró a juntarlo con el dedo y esparcirlo en los labios de Serena.
- Hazlo despacio, no te atragantes, saboréalo, piensa que aunque sabe y huele feo, es fruto de mi amor, no debes desperdiciar ni una gota.
La garganta de Serena se contrajo haciendo “glub” seis veces, tomándose muy en serio lo de beberlo despacio, tardó más de la cuenta en terminar aunque cuando volvió a abrir la boca, esta estaba reluciente de limpia, sin una pizca de rastro seminal. Había superado sus expectativas, semejante eyaculación y ni una arcada.
- Todo adentro, como en un crimen perfecto solemos decir. Eso es, buena chica, lo hiciste tan bien como las putas con las que trabajo.- La felicitó en tono paternal, desde arriba, como un padre orgulloso de una hija deportista tras su primer juego. Serena rió.
- ¿Es normal que sea tan espesa? Pensé que se estaba cuajando en mi boca mientras tragaba.
- Tengo mis días, ojala supiera controlar cosas como el sabor, la consistencia o el color. Las funciones fisiológicas son un misterio para mí, no son mi campo.
- Bueno, ya sabes que ciertas bayas pueden mejorar su sabor. Podríamos probar eso para la próxima.- Ayudándola a incorporarse tendiéndole el antebrazo, un gesto bastante caballeroso que contradecía el cómo la había tratado.
- Por supuesto, por supuesto. Ahora dulce damisela, si me acompaña a la ducha, podremos bañarnos, relajarnos, y comer algo mientras vemos alguna película o también…
- ¿Sabes? No es lo más espeso y feo que probé en la semana.- Lo interrumpió pasándose la lengua por los labios con la pollera y el chaleco puestos y lo demás en los brazos (incluso la bota tejana que había perdido).
- Oh… puedes contarme todas las fechorías que hiciste en la semana.- Cambió de parecer.- Te morís de ganas de contarme, me doy cuenta. Vamos, quiero saber todo, cada detalle.
- Vas a estar muy orgulloso o muy impresionado. Quizás ambos.- Lo advirtió convencida de que su aventura con Jenny, Creep, y la sesión de fotografías pokefílicas le demostraría que semana a semana, Serena evolucionaba.
Capítulo 28. Pokeporn Live
Las reacciones de Álex fueron impagables, en especial por que se tomo todo con humor, incluso las partes que Serena creyó que le resultarían escabrosas (lo eran para ella y eso que las realizó). Lo que más le causaba gracia al hombre era que Serena seguía empecinada en mantener lo modales y la costumbres remilgadas después de todo lo vivido. Nunca perdería los modales.
Durante la ducha, mientras enjabonaba la espalda del hombre bajo el agradable golpeteo de la lluvia caliente, Serena le contó sobre la oficial Jenny increpándola en el supermercado por andar acompañada de un Hypno, como este se transformó en Ash y en él mismo haciéndola escapar del departamento, iniciando su polémico viaje en la patrulla del crimen y su “tutorial” para meter a Creep en la pokebola.
- Así que antes de mi lo tuvo Leaf, y antes de ella Jenny.
- Me quedo tranquilo, por lo menos la mía sabe mejor que la de un Hypno.- Expresó jocoso ahora enjabonando el cuerpo de Serena. Por supuesto que para mayor placer, no usaban esponjas. Esparcían el jabón con sus manos.
- Pero no mejor que la de Growlithe.- Susurró.
- ¿Qué?
- Nada, nada. – Se hizo la boba ahogando una risa.
- Siempre me pregunté si eran unos pervertidos de primera o solo fue un mito infundido por esas desapariciones del pasado. Los pókemon psíquicos son más peligrosos de lo que la gente cree, la mente es sagrada, no sé a qué juegan esos que andan con semejantes hurgadores de pensamientos.
- No sé cómo pasó, hasta creo que es posible que algún remanente de su hipnosis me hiciera hacerlo. Es eso o soy una puta de primera.
- Si repetiste la experiencia, entonces lo segundo, mi amor.- Confirmando sus sospechas de que era una puta de primera pero por lo menos, le decía “amor”.
- Hice algo peor la segunda oportunidad, verás, unos amigos de Kalos vinieron de visita, más bien son de Shauna y justo me encontraron con Jenny, Creep y su Growlithe en medio de nuestro rito de iniciación a la pokefília o a una cadena perpetua en prisión, según cómo se lo mire.
- O al trauma psicológico de esos pobres muchachos.
- No para nada, se lo tomaron bastante bien, verás…
Y mientras salían de la ducha relucientes como una copa de restaurant, le relató la que consideraba la escena más mórbida de su historia, y a la vez, más mística.
Empezando por su fiestita de despedida para Trevor y Tierno junto a Shauna para borrar de su lista de quehaceres el inciso de hacerlo con dos hombres, terminando con Creep e Ivysaur uniéndose en una sesión fotográfica con trance hipnótico de por medio que Trevor prometió pagar muy bien. Con eso el inciso de prostitución estaba hecho.
Álex sentado en el sofá con acostada con la cabeza sobre su falda, escuchó todo sin dar crédito a lo que oía, temiendo que Serena tuviera algún problema psiquiátrico que le hiciera inventara anécdotas. Las fotografías confirmaban que toda su “historia” era cierta, aunque Álex tenía sus dudas.
- Si en el cine pueden crear a un Tyranitar gigante computarizado destruyendo ciudades no tendrás problemas en contratar a un diseñador de efectos para que hiciera esta broma.
- Por favor, es más difícil planearlo que hacerlo y ya…
Tras mirar cada fotografía levantaba la vista para verla a la cara, como si en el celuloide no se tratara de ella y le estuviera jugando una broma. Su rostro ceñudo e incrédulo era impagable.
La Serena en 2d y 3d eran las mismas, en serio había hecho eso con su amiga y sus dos “pokeamigos” bajo la lente de una cámara. No obstante, un fragmento nebuloso de la historia era imposible de capturar en imágenes: el ocurrido en su mente.
- A ver si entendí. ¿Te habló en sueños? ¿Te eligió para dar un tipo de mensaje? – Preguntó realmente intrigado mientras marcaba el número del delivery y dejar reservado el pedido.- ¿Es un pókemon de tiempos antiguos o prehistóricos que quiere regresar a las “viejas costumbres”?
- ¿Y si no es coincidencia? ¿Si estoy destinada a ser actriz para dar algún mensaje y revertir esta situación? Sé que suena a una locura pero sé lo que vi, lo que escuché y sentí, me habló muy claro.
- Oh, quizás solo te entretuvo para hacer que le chuparas el culo.- Guiñándole un ojo.- Los hombres solemos hacer eso jeje.
- No se necesita tanto esfuerzo para lograr eso.- Le retrucó sin darse cuenta de lo mal parada que se dejó.
- No lo sé, estoy muy celoso de ese tal Creep, se lo hiciste a él antes que a mí. Creo que me buscare a una heredera de mis conocimientos menos ingrata- La peleó a modo de juego.
- ¡Fue tu maldita lista la que prácticamente me empujo a hacer todo! ¡Quería impresionarte y llegar con ventaja como dijiste!- Golpeándole el pecho mientras intentaba hacer el pedido por teléfono entre risas.
Dejando los berrinches y los chistes de lado, comieron en paz sin siquiera necesidad de prender la televisión. Álex pidió ensalada de verdeo con tomates cherry acompañada de allitas fritas. Serena un balde de triángulos de nachos con chile picante cerrando una elección de platos que parecían haber sido encargados al destinatario equivocado. Entre comida y charlas intrascendentes, hablaron de la película que vieron y de lo que ocurriría al día siguiente.
- Salimos temprano, empiezo a trabajar a eso de las nueve y salgo cuando la escena está hecha. Va a ser una jornada ajetreada, puedes verme trabajar, ver otros sets de filmación, esperarme o irte, solo quiero que sepas que una vez que empiezo a rodar pierdo noción del exterior. Trabajo poco pero es intenso.
- Trabajas pocos días al mes porque eres reconocido ¿Verdad?- Observó Serena.
- Una educada forma de decirme vago.- Leyó entre líneas.- Sí, los días en los que trabajaba 8 horas al día 20 días al mes terminaron, ya hice mi carrera, pague mi derecho a piso y tranquilamente podría retirarme hoy por hoy.
- Nunca diría que eres vago primero porque sé que también trabajas en tu taller, y segundo porque soy una desempleada.- Se atajo antes de proseguir con la charla (no le gustaba dejar temas inconclusos) – Intuyo que es el placer y la buena paga lo que te mantiene en acción.
- Me hace bien al cuerpo, a la mente. La paga es secundaria, no gano una locura aunque está bien por ser que no tengo que ir tanto… ¿A quién engaño? Es por los buenos culos. Debería ser yo el que les da dinero, esos de Pokeporn son unos orates. - Serena rió con una carcajada sincera. – Y hablando de culos ¿Quieres ver con quién voy a trabajar mañana?
- ¿Es alguien con la que ya trabajaste antes?- Se interesó poniéndole un nacho con queso en la boca al hombre sin pedir permiso.
- Un par de veces. – Contestó aceptando un segundo nacho.- Es una joven promesa de Hoenn que el público siempre pide. Las casillas de chat explotan pidiéndola por dos muy buenas y grandes razones. – Observando con las cejas arqueadas el busto de Serena para explicar a qué se refería- Creo que si la conocieras te podrías llevar muy bien.
- ¿Sí? ¿Por qué? ¿Ya me imaginas en un trío con ella viejito verde?
- Tuvo una exitosa carrera de coordinadora por varias regiones, ambas saben cómo entretener a un público con sus pókemon y ganarse su afecto. No todo es sexo en la vida chiquilla lujuriosa.
En el transcurso en el que terminaron de comer y él iba buscar el DVD en el que estaba la que sería nuevamente su compañera de trabajo, Serena no dejo de preguntarse de quién podía tratarse. Cuando encendió el televisor y deslizó el DVD en el reproductor (tenía todos sus trabajaos gravados y obsesivamente ordenados en su armario).
- Algunos que esconden su sexualidad se dice que se esconden dentro del armario, existe la expresión “muerto en el armario” para los secretos turbios, pero nunca pensé que conocería a alguien con DVDs en el armario. ¿Qué significaría? ¿Qué ocultas tu profesión?
- Ese error no lo volveré a cometer.- Respondió maravillado por la observación de Serena.- En todas mis relaciones les escondí quién era cuando me iba a trabajar y ahora que te lo conté siento que las cosas están saliendo mejor que nunca.
Serena le dedicó una mirada cargada de afecto y se puso en puntitas de pie para besar sus labios hasta que volvieron a acurrucarse uno contra otro frente a la pantalla. Él presento su trabajo:
- International White Sting Whores, número 43, no, perdón, 45. – Mirando la caja- Mañana gravaré el 68 y me reencontrare con ella.
“Por lo visto yo también me reencontrare con ella” pensó Serena reconociéndola al instante sin decírselo al hombre. Era imposible confundirse, la había visto competir en Hoenn por la famosa Copa Listón cuando ella aún requería de varios listones para acceder a dicha competencia. Mañana iba a ser un día revolucionario en su vida sin lugar a dudas y podía sorprender a Álex teniendo un caluroso reencuentro con la agasajada frente a ella en la pantalla.
- ¿En qué piensas? Estas muy concentrada.- Se percato de su silencio.
- En nada, amor, le prestó atención a la trama, es bastante compleja. – Bromeó.- Me pregunto que le pasara a esa joven tetona con tan poca ropa sentada en ese sofá. Espero que le den el trabajo.
“Parque PokeJurásico: Underground bate todos los records en taquilla siendo la más elegida de la última semana en los cines de Kanto aún entre pesos pesados como el thriller de acción Alto Voltaje y la edulcorada Un Gimnasio Para Dos. Algunos funcionarios cercanos a Giovanni no vieron el éxito de la cinta sobre pókemon fósiles como algo azaroso ni anecdótico: a Koga, la mano derecha de Giovanni, Presidente del Jurado de Evaluación de Entrenadores y la recientemente formada Sociedad de Gimnasios, no le tembló el pulso para decir que el interés en fósiles revividos se debió a los novedosos incentivos en el campo de las ciencias efectuados por su mecenas. Sus comentarios desataron oleajes de críticas, risas y vergüenza ajena en iguales proporciones. Para los más conservadores Koga no hizo más que aprovechar un hecho de lo más banal para mostrar su apoyo incondicional a la gestión Giovanni como siempre hizo y siempre hará mientras le llene el bolsillo y le inventen puestos públicos que regir… ”
Escuchó de la radio despertador de Álex en la hora prevista para levantarse. Estiró la mano buscando el cuerpo musculoso y desnudo del hombre sin encontrarlo. La cama podía ser grande pero no tanto como para esconderlo. El hombre estaba en la cocina, desayunando un licuado de cítricos y cereales, en silencio y con la mirada en la nada.
- Buen día – Lo saludó algo adormilada con un beso, vistiendo su pijama rosa percudido por el uso. - ¿Te despertaste antes y no me avisaste?
- ¡Buen día! – Le devolvió el saludo con afecto besándole la frente.- Sí, unos minutos antes, pensé en despertarte pero dormías tan profundo que no quise. Te ves tan adorable recién levantada.
- ¿Te parece que estoy lista para grabar?- Dando una vueltita con el pijama descolorido en algunas partes y con agujeritos.- Aunque tendría que comprarme uno nuevo este es tan cómodo.
- Soy muy afortunado de verte así, recién levantada y con tu ropita de dormir.- La admiró mirándola de arriba a abajo, casi como un padre orgulloso de su hija.
Tras ofrecerle té o café (optó por té con limón y miel) Álex se arregló y se puso a punto para salir. Ella por su parte, por no querer hacerle perder tiempo, se arregló más rápido de lo normal para conocer de una vez por toda su lugar de trabajo.
Condujo por algunos minutos por la fresca mañana de Azulona (que cada vez conocía menos por sus trasnochadas) hasta llegar a un edificio atípico a pocas cuadras de la famosa Silph S. A. Ella se imagino a los “cuarteles generales” de Pokeporn como un edificio cuadrado, lúgubre, gastado, como de departamentos en medio de un barrio virulento y en realidad, parecía una pequeña universidad de diseño moderno, pocos pisos, fachada con abundantes ventanales polarizados y una entrada para estacionar con un prado en forma de medialuna en el centro con el discreto logo de la empresa: Una pokebola con un corazón en el centro y una “P” a cada lado de la esfera y el “Live” restante de base.
Tras bajarse, aunque Álex le dijo que tenía la llave para entrar por la puerta trasera exclusiva del personal, la acompaño a atravesar la pulcra puerta de cristal que, como la de los casinos, impedía ver el interior.
- Llegamos, bienvenida a Pokeporn Live.- Expresó abriéndole el paso a una gran sala de recepción fina y sofisticada con una recepcionista ajetreada con su computadora tras un mostrador con el mismo logo de la entrada tallado en relieve, a los lados de este, crecían dos arbustos de bayas naturales en sus macetas. Detrás, de manera sumamente prolija, estaban enmarcados pósters de largometrajes triple X célebres, de hecho, había enmarcaciones del mismo tamaño en cada pared.
- ¡Álex! ¡Corazón, hace tiempo que no te veo entrar por la puerta grande!- Le dio la bienvenida la recepcionista, cuya credencial la presentaba como Jezz. Serena pensó que el nombre le quedaba de perlas, dado que su piel morena, labios pintados y su pelo rubio planchado le daban aspecto de Jynx, aunque a diferencia del pókemon le pareció muy atractiva y nada bizarra.
- Hola Jezz. Tanto tiempo, te presento a Serena. – haciéndola levantar la mirada, ya que tecleaba de forma tan frenética que no debió notar su presencia.- Es una amiga, por así decirlo, quiero presentársela a Duke. Tiene futuro aquí y quiero que conozca el ambiente para ir acompañándola de a poco.
- Hola, mucho gusto.- Se presentó la ex artista de Kalos.- Me encanta tu corte de cabello…
- ¡Oh que sorpresa verte acompañado! ¿Qué paso con la pelirroja, la maestra del gimnasio acuático? ¿No funciono?- Pregunto como si ella estuviera pintada.
Serena le dedico una cara de muy pocos amigos capaz de quebrar un laberinto de espejos. Mientras fingía estar distraída con los pósters de las producciones Álex le explico las buenas nuevas de su situación amorosa a la empleada de color. Si la primera impresión era la que contaba, Jezz le había dado la peor posible primera impresión.
“Al final es tan desagradable como esos pókemon psíquicos y hielo de por aquí…”
- He, corazón, disculpa, es que la novela de Álex tiene varios capítulos y no estaba al día. No sabes dónde te estás metiendo niña.- Bromeó intentando remontar lo irremontable.- No te creas la modelo de portada o te llevaras una sorpresa. Más de una creyó ser un capítulo y no le sirvió ni de epígrafe.
- Jezz, por favor, ella me conoce mejor que las anteriores. Sino no estaría aquí, empecemos por eso.
- Esta bien, no hay problema.- Devolviéndole el desinterés de forma crítica mientras echaba un vistazo a un corredor contra una pared terminado en una escalera y un ascensor. La idea de que el edificio antes había sido una escuela ganaba terreno importante en su cabeza.
Esperando a que el ascensor bajara, una mujer alta de casi 30 años, pelo muy corto violeta y un top de cuero rojo esperaba cruzada de brazos. Tenía un collar de cuero grueso con una cadena que se dividía en tres, dos iban a unos brazaletes que llevaba en los bíceps, iguales a su collar, y otro al centro del top. Parecía atrapada en una telaraña de acero y ni bien la vio, le clavó la mirada.
- Ella es una de las más famosas, se llama Purpurine Rain. Especialista en videos sado, bondage, hardcore y cosas para las que aún no creo que estés lista.- Le explicó al oído invitándola a recorrer el pasillo.
- Ya veo, tiene… personalidad.- Observó viéndola entrar al ascensor sin que esta le desviara la penetrante mirada, que parecía seguirla aún cuando las puertas plateadas se cerraros.- Al igual que Jezz. Es simpática... como una patada en la cabeza en medio de una resaca.- Dijo arrastrando las palabras con tanto desdén como le fue posible.
- Ella es así, entrometida, diría, no lo hizo de mala, créeme. Vive la vida aquí como si fuera una telenovela y está al tanto de todo, tiene ojos y oídos por todas partes. – La defendió.- Ven, subamos las escaleras, me dijo que me tocaba el quinto piso, el último, así que de paso puedo hacerte un tour.
El primer piso estaba siendo remodelado y constaba de al menos cuatro sets conectados destinados a situaciones de entre casa. Parecían habitaciones comunes y corrientes de clase media y alta, con habitaciones, cocinas, un living amplio y siempre un sofá grande y muchos almohadones. Serena entendió porqué le decían al cine fábrica de fantasías. Verlo así de desnudo era como ver una tabula rasa donde la imaginación podía volar para dar riendas suelta a cualquier historia… desde una infidelidad descubierta, una joven lujuriosa entrando a un consorte a escondidas o un joven siendo cortejado por su madrastra, todo era posible en esas paredes artificiales.
Tenían vistas a la entrada y la parte más populosa de Azulona, sin embargo, podía verse de adentro hacia afuera y no viceversa. Álex le explico que no todos los días se filmaba y que muchas veces, hacían un cambio de imagen para que no pareciera que cada video transcurre en el mismo lugar.
- Casi todo lo que ves es utilería. Desde el plasma, los adornos, los electrodomésticos, todo falso para abaratar costos. – Le explicó mientras cada trabajador le dedicaba un saludo afectuoso desde los encargados del cableado y de los soportes de iluminación ya que en algunos casos, en un par de casas faltaba el cielo raso y en su lugar había soportes para iluminación y cámaras ideales para tomas de vista de pájaro.
- ¡Hey que bueno verte! Estoy esperando el International White Sting Whores #68 – Dijo el director de arte mientras le indicaba a un ayudante dónde poner la estatua de un negro desnudo. Mientras dialogaban Serena se paseó por los sets con sumo cuidado de no pisar un cable. Las casas vistas de esa forma, conectadas de manera caprichosa con sus fachadas ilusorias, daban la sensación de irrealidad que dan los sueños.
- Walker, amigo, ya te dije mil veces que eres bienvenido en el set.- Escuchó ella a la distancia.
- Estoy trabajando con milfs últimamente, no me meto en tu piso aunque me gustaría, además, tengo que ver tus videos en la intimidad.- Dándole un golpe con el codo de manera cómplice.- Si estas buscando a Duke está en el último, te está esperando por algo urgente en su oficina.
- ¿No te dijo porqué?
- No, solo que si te veía te envié de inmediato. Además tu compañera de trabajo ya llegó y la vi más que lista.
En efecto, Álex le explico que era mejor ir cuanto antes, por lo que el contenido del 2do y 3er piso quedo en incógnita (por ahora).
Mientras subían por el ascensor este se detuvo en el 2do piso y una chica castaña pidió ingresar conectando miradas con ambos. Vistiendo una camisa con mangas cortas color rojo, con un semicírculo azul marino en el pecho. Debajo, unos shorts cortos de licra color azul oscuro pegados al cuerpo, con guantes color blanco con la extensión de los dedos del mismo color que sus shorts y su cabello adornado por una pañuelo color rojo con el dibujo de una pokebola.
- No esperaba encontrarte aquí, May, ha pasado un buen tiempo.- La saludo con simpatía la Kalense.- ¿Te acuerdas de mí?- Haciéndole un lugar a la voluptuosa joven.
- ¿Se conocen? – Se sorprendió Álex. - Hola, May.- Intervino besando sus mejillas.
Mientras subían Serena le explicó que en su viaje por Hoenn la vio competir por la Copa Listón y debido a su extensa experiencia como coordinadora, le pidió consejo.
- ¡¿Vaya, vaya, a quién tenemos aquí?!- Observándolos a ambos entrando a duras penas ya que sus prominentes pechos ocupaban un espacio considerable.- El Slaking y su Gardevoir, Álex y Serena. ¿Vos sos la joven misteriosa de la que todos hablan?- Se sorprendió la eléctrica joven nativa de Hoenn.
- ¿De la que todos hablan?- Se extrañó Serena.- Solo estoy conociendo su lugar de trabajo. Y no soy su Gardevoir, el es mi Slaking, que es distinto.- Abrazándolo con cariño.
- Por lo visto ese chismoso de Guzma anda por ahí hablando de más.- Se percató el actor.
- A Guzma le tocó trabajar ayer con Sparky Star y otros dos muchachos nuevos. Como ella es amiga mía estaba ahí cuando nos contó que tenías una discípula que sería una revelación. Aunque le insistimos no quiso decirnos quien eras, no te enojes con el chico.- Se apresuró a escudarlo.
- En el gimnasio le hablé de vos, no puede evitar tampoco mostrarle las últimas fotos que subiste estando en el Mag Donalds con tus amigos.- Se excusó Álex en tono de Furfrou regañado.
- ¿Yo una revelación? Sería creérselo demasiado, es la primera vez que entro aquí.- Reconoció con humildad.- Me está enseñando lo básico, aún no hay una decisión tomada.
- Todas empezamos un día cruzando esa puerta tan solo como promesas, no te preocupes, si estas bajo su ala protectora estarás más que bien… el viejo Álex no trae a cualquiera. Debes de ser muy especial si decidió mezclarte con su trabajo.
Serena rió algo nerviosa mientras la puerta del ascensor se abría. Era mucho más reconfortante que lo que había dicho esa tal Jezz. Ella no se sentía una página más en la vida del hombre y menos un epígrafe. Si alguna vez iba a poner un punto aparte o final no sería al final de un episodio intrascendente ni un relleno. Estaba junto a Álex para dejar huella y enriquecer su historia así como él enriquecía la suya.
- ¿Qué hay de vos? Me intriga saber cómo tamaña coordinadora cambió un público por, bueno, otro público.- Simulando la masturbación con su mano para que no quedaran dudas de a qué público se refería.
- Pueden ponerse al tanto tranquilas, voy a ver cuál es la urgencia con Duke, ya vuelvo.- Dijo el hombre a punto de entrar a su oficina. Un stencil de tipo militar en el cristal de la puerta rezaba “Presidente PokepornLive Kanto” al lado de bandera de Tesselia.
- ¿No te enteraste de lo de anoche?
- No ¿Qué pasó?- Se detuvo en seco.
- Será mejor que te lo diga Duke, de todas formas ya estoy lista para filmar. Creo que volveremos a hacer un dúo como en los viejos tiempos.
- Giselle…- Se percató de su inusual ausencia. Era extraño que su otra compañera de trabajo de ese día no estuviera presente varios minutos antes como es habitual.
- Bueno, Serena sígueme, te mostraré mi camerino y el lugar de trabajo de hoy así como el equipo de producción. – la invitó May con su entusiasmo característico. Serena aceptó con emoción.
Tras días que parecieron años y minutos que transcurrieron como horas, por fin caminaba por esa fábrica de fantasías. Los primeros pasos de Serena en Pokeporn Live estaban por comenzar.
Continuará
Gracias por leer! Perdón por tanta tardanza, fueron días agitados en lo personal y opté por escapar por otros medios (videojuegos cof cof) Por fin Serena llegó a PokePorn así que ahora resta convertir estas páginas en el desfile de waifus que tanto quise :3 Para el próximo, May y una nueva pokegirls se harán presentes en acción.
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Capítulos anteriores:
A Serena le gustan mayores. Parte 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3601156/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Fanfic-de-Pokemon-resubido.html
A Serena le gustan mayores. Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html#comment-176008
A Serena le gustan mayores. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 9:http://www.poringa.net/posts/relatos/3828349/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-9-Fanfic-de-Pokemon.html
7 comentarios - A Serena le Gustan Mayores: Parte 10