Los pies de mi compañera Pau.

En una ocasión nos habían dicho que tendríamos un día pesado en la oficina, mi compañera de trabajo con quién comparto oficina es una chica joven, una copa 34 D más o menos seguro deben ser unos 92 cm en sus pechos, blanca, castaña y a mi parecer linda, se llama Paulina.


Ella no suele usar mucho zapatos bajos (tipo flats), solo un par de veces a llevado zapatos así y esas dos ocasiones he tenido la oportunidad de olerlos a profundidad.


La primera de esas veces que les comento en realidad tuvimos un día bastante atareado, subíamos y bajábamos escaleras por documentos que debíamos juntar, recorríamos pasillos buscando personal para que nos firmara esos documentos, etc, era un día bastante duró.
Ella llevaba unos leggins negros que le favorecían bastante pues la hacian ver más caderona de lo que es, con una blusa de tirantes color negra que le pronunciaban muy bien sus pechos carnosos, me era muy imposible no mirar de reojo el boucing que producían movimientos bruscos que a su vez daban movimientos sutiles a sus grandes pechos, a veces era complicado trabajar sin mirar sus piernas palidas o sus pechos blancos, por suerte y desgracia, ella es una chica muy openmind y he tenido oportunidades de verla usar blusas sin sostén, pezones rosas y respingados donde he tenido que usar la discreción para poder contemplarlos ya que también está atenta a quien mira sus pechos pues sabe lo grandes que son.
Volviendo a aquella primera oportunidad con sus flats, como les decía, la dejaba bajar las escaleras primero para poder ver desde arriba ese par de tetas carnosas, había momentos donde tanto boucing bajaba un poco su blusa y le sorprendia hasta 8 CM de canalillo, me tenía babeando.



Buscaba papeles en cajones bajos y me daba el festín de la vida mirando desde arriba sus carnosos malvaviscos blancos, me fantaseaba sumergiendo mi rostro en sus tetas, oliendo todo ese dulce olor que de entre sus pechos, miraba a veces ya descaradamente pero siempre alerta a cualquier movimiento que me delatara, apreciaba el columpiar de sus pechos, me sentía muy extasiado ver cómo objetos que pegaba a su pecho opulento me mostraban la suavidad y elasticidad de sus grandes senos blancos, rogaba por qué esos momentos de búsqueda se prolongarán y me dejaran más tiempo de verla.


Tres veces en ese día tuve la dicha de verla así de rodillas deleitándome con lo anterior mencionado, tan sumergido estaba en sus pechos y su culo que note como de repente hizo flip con sus flats, dejándome ver toda la planta de sus pies rosa con pequeñas virutas de lo que parecía ser pintura con toejam, mi pene ya erecto de ver sus tetas se puso aún más duro, comenzaba a masturbarme meneando mis piernas mirándola con discreción pero me era imposible dejar de mirar, cada segundo valía pues como les digo no siempre lleva ese tipo de zapatos y sus pies me eran un morbo sumamente preciado, en fin, termino el deleite, se levantó, y fue en busca de más papeleo.

Tenía esa sensación en el pene de que de solo tocarlo me iba a reventar, se tardó un rato, consulte el correo y habían solicitado que pau se presentará con unos papeles a una sucursal que relativamente está cerca y me anunciaban una visita de un compañero que pasaría por unos documentos que debía solicitar en una oficina arriba de la mía, total que en cuanto regreso pau la vi agitada y ya un poquito sudada de tanto andar de aquí para allá, le comente que debía ir a la otra sucursal y me respondió "osh Haha ya me cansé Lic, pero si ahorita voy para allá, solo hago algo rápido y voy", le dije que si y me puse a hacer lo que debía tarde un poco y al regresar a mi oficina acomode los papeles donde decía y me llegó un aroma muy sutil pero que tenía presencia y que en lo personal para mí era agradable, semejante a la vinagreta de manzana pero menos pungente y más dulce, mezclado con un aroma sutil a un queso que acá en México se llama cotija, el aroma salía del loker de Pau que para la buena suerte no tiene chapa y uno puede abrirlo con el mínimo esfuerzo.
Sentí una sensación de adrenalina en el estómago combinado con miedo que a su vez me habían puesto una erección insoportable por mi presentimiento e impulso de hacer lo que me atreví a hacer, entonces marque a su número y le pregunté por dónde venía a lo que ella me dijo que estaba aún una avenida atrás y que pasaría a comprar un cóctel de fruta, me ofreció comprar uno para mi, con una emoción extraña le contesté que si pero que necesitaba que me prestará una libreta que yo sabía ella guardaba en su locker con la excusa de tomar unos correos que ella apunto ahí y ella me dijo que la tomara de su loker y que llegaba en 15 mins, me lo dijo sin preocupaciones ni temores, dicho esto colgué y aprovechando esos 15 minutos me dirigí de inmediato a su loker y mis sospechas eran ciertas, vi sus flats negras en una bolsa abierta, cosa que me estremeció bastante, mire los zapatos como un sediento mira el agua, los llevé directo a mi nariz y di mi primera bocanada, mi pene palpitaba como un corazón, volví a oler ese aroma tan femenino y suyo y de nuevo aspire, no soportaba más, corrí a la puerta y puse seguro y en mi celular puse una foto de Pau que miraba mientras olía como desesperado sus flats, no pude evitarlo y comencé a masturbarme, metía mi nariz hasta el fondo donde pudia oler más consentrado ese aroma tan delicioso, con el otro frotaba mi pene de punta a talón, de repente me llega un mensaje de Pau diciendo que estaba a dos calles, la fruta que me había comprado y lo que le debía, deje salir todo el cum viendo su fotografía, recordando la rosa y sudada planta de sus pies, mientras embarraba el interior de su zapato en mi nariz, el aroma estaba impregnado en la parte superior de mis labio y mi nariz, aún sin el zapato en mi rostro, sin embargo no me lo despegue para nada, saque tanto cum que lo embarre por toda la plantilla de ambos zapatos con mi pene, todo con un alivio y adrenalina que me liberaban de todo el estrés del día, puse todo en su sitio correspondiente, me acomode la ropa y respire profundo dando por terminado todo, me asegure de que las cosas en el loker de Pau estuvieran en el orden correcto que debían estar y prendí el aire acondicionado para que se dicipara el aroma de sus pies (yo no quería pero debía hacerlo), me senté en mi silla a continuar con lo que debía, pasaron un par de minutos cuando tocaron y trataron de abrir la puerta pero por el seguro no se pudo, me pare y abrí, era un colega que me había anticipado su visita y por el cual había puesto seguro en caso de que llegara antes, todo continuo como si nada, cuando llegó Pau no hubo sospechas de nada, nos pusimos a comer mientras platicamos de lo pesado del día, vi que tenía puesto unos tenis que se veían cómodos y que como me gustaría olerlos también pero en fin, pronto les comentaré más anécdotas, dejen sus comentarios.