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Cuernos (2). ¿Qué pasó esa noche? La mujer.




Dedicado a @MariaLauraa (cualquier parecido con la realidad sería, casi, pura coincidencia)




Esta es la historia de una noche y lo que le pasó a una pareja y a algunos de su círculo cercano.

Ciudad de Buenos Aires, viernes 8 de noviembre 2019.
Historia de la mujer:

   Hace 15 minutos que había terminado de arreglarme para salir y él todavía no había llegado. Me miré una vez más al espejo y la verdad es que con el vestidito diminuto que llevaba me veía muy bien


  Era bastante provocativo, tengo que admitirlo, solo una vez me había animado a usarlo y era porque estaba con él. Me sentía muy exhibida así. Un poco expuesta. 


  Era la fiesta de cumpleaños de mi jefe de sector en la empresa que trabajo. No podía faltar, todos iban en pareja, pero él se había negado a acompañarme. Yo sabía que le da paja ir a eventos de la empresa, no lo culpo, el grupo en sí no es muy divertido que digamos. Pero me daba cosa ir sola, así que lo estaba esperando lo más sexi que pude, para convencerlo o para que se muera de celos, jaja.


  Cuando lo escuché llegar hice algunos movimientos, me puse perfume y salí como si nada. ¡La cara que puso cuando me vió! Jajajaja. La boca abierta a media palabra y los ojos grandes. - ¿Te gusta lo que ves? - le dije - Aprovechalo y vení conmigo. 


  Pero tenía esa cara de pelotudo y creo que ni me escuchó. Para que reaccione me bajé apenas el vestido así veía que tenía los pechos regalados con esta ropa. Pero me dijo que estaba cansado, que vaya sola y que la pasará bien. 


  A veces me cuesta entender a los hombres: me visto así, lista para la entrega ¿y me dice que vaya a pasarla bien? Sabe que no soy capaz de meterle los cuernos. Pero la verdad es que a veces, respuestas como esas me hacen dudar.  
  "Más vale que la voy a pasar bien" le digo para, por lo menos, molestarlo un poco. Lo beso suavemente para que se arrepienta de su decisión, inclusive le muerdo un poco el labio como a él le gusta. Y me voy meneando la cola para que sepa que esta noche se la pierde. 


  La verdad es que una vez que salí, me sentí medio pérdida. Por un lado, así vestida, estaba que rajaba la tierra, estaba para comerme el mundo pero por otro estaba sola, camino a un cumpleaños de alguien de la empresa: era demasiado...


 Se me ocurrió llamarla a mi hermana a ver si me hacía la segunda, pero apenas empezamos a hablar y le conté que estaba yendo sola a una fiesta y que él no había querido acompañarme,  se cortó la llamada y por más que intenté no pude volver a contactarla. 
  Intenté con Marilina, mi amiga. Cuando le dije de salir me dijo que sí enseguida, hasta me pareció que empezó a prepararse, pero cuando le confesé que era la fiesta de mi jefe y que estaba yendo sola se echó para atrás. 


  Me había salido mal la jugada. Creía que este vestido era una carta ganadora, pero me equivoqué. Estaba sola y demasiado provocativa, yendo al cumpleaños de mí jefe... Me quería matar.


 En cuanto llegué fui el centro de atención. Primero me encaró Clarita, la más antigua de la oficina (la mina tiene un par de años más que yo nada mas pero parece de 50, es la típica solterona del grupo, no se le conoce un chongo siquiera). "¿Qué pasó? ¿te separaste y estás disponible?", me dice con su sonrisa de malcogida. Despues las otras chicas... todas con el mismo cantito: que dónde estaba mi marido,  que si estaba "buscando un ascenso". 
  La mujer de mi jefe me miraba con una cara que prácticamente me gritaba "zorra trepadora". 
  Y los hombres... bueno, ya saben cómo son, me comían con los ojos.


  Eso por lo menos me levantaba el ego. No los crítico, la verdad es que a pesar de ya no ser una pendeja, tengo lo mío y esta noche lo estaba mostrando todo. Me terminé creyendo el rol, y un poco para divertirme, andaba por la fiesta hecha una gatita. Mis compañeras me estaban odiando. Pero a los jefes les estaba dando de comer de mi mano. Jajaja. 


  Igual fue solo un juego, de entrada aclaré que tenía otro evento de mi marido, que él ya estaba allá y que solo podía estar un ratito, que me disculparan. Todo falso, pero me sacaba de encima tener que dar tantas explicaciones. 


  A la hora y media, cuando consideré que ya había cumplido, empecé a despedirme, y al acercarme a la puerta, entre tres o cuatro personas que estaban entrando, lo ví: Hernán. 


  Hernán era el sobrino de mi jefe. 


  Unos años atrás había sido cadete en nuestra oficina pero después se lo llevaron a otro sector en otro edificio y no lo había visto más. Ya en ese entonces, a pesar de ser un nenito, estaba como para untarlo en dulce y comerlo, pero ahora... Todo formado y bien arreglado. Era un hombre impactante.


  Encima me reconoció al toque y me saludó con un abrazo afectuoso.
 La verdad era que yo lo quería al pendejo, lo habia tratado como una hermana mayor, aconsejándolo con sus noviecitas, siendo su confidente...Pero ahora que lo miraba hecho un hombre, sentí algo en la panza que me hizo ruido. Cuando sentí su abrazo fuerte y oí que me llamó por mí nombre al oído creo que un poco me mojé.


  Nos pusimos a charlar enseguida.  Me sorprendía todo lo que había madurado en este tiempo. Encima no me sacaba la vista de los ojos. ¡Directo a los ojos me miraba! Y yo que estaba mostrando todo, pero él me miraba la cara, la boca. En la cabeza me empecé a preguntar cómo sería besar esa boca que tenía, carnosa, grande. 


  No sé cuánto tiempo estuvimos charlando hasta que se me acercó Clarita trayendome la cartera del perchero y me preguntó "¿no te fuiste hace como una hora vos?". ¡Me había colgado! "Si, si ya me voy" le respondí, pero en el fondo la quería asesinar. 
 - ¿Te vas?   - me pregunta Hernan.
- Sí, hace rato que la espera el marido. - se me adelanta a responder Clarita. 
- Si. Si, Clarita, gracias.- le digo, mordiéndome la lengua para no putearla - me tengo que ir Hernán...
- ¡Que pena! - me dice él. Y se me queda mirando fijo un instante más. - A ver, espérame un minuto, veo si te puedo alcanzar. 


  Y me deja ahí, parada en la puerta. Clarita me mira de arriba a abajo, me hace una mueca y se va. ¡Cómo le vendría bien una poronga a esta Clarita!


 No sé que fue a buscar Hernán pero ví que lo saludó al tío y que habló con otro chico con el que había entrado. Ví que me miraban un instante los dos, le decía algo a su amigo y el otro asentía con la cabeza.


 En eso se acercan los dos y me dice: 
- Él es Patricio, es un amigo de la facu. Lo tengo que llevar al departamento pero me gustaría alcanzarte a vos primero. ¿Me dejas? Hace mucho que no te veía y me gustaría charlar un ratito más...


  En qué quilombo me metí. Claro que quería charlar un rato más con el pendejo.


 El corazón me latía intenso... Pero qué podía decirle, si en realidad yo no iba a ningún lado. Aparte el amigo... Supuse que su plan era sacarselo de encima enseguida para quedarse sola conmigo. ¿Sería así? ¿Se quería tirar un lance conmigo? ¿O era yo que estaba fantaseando porque tenía ganas? Igual el amiguito estaba igual de fuerte que Hernán 


  Le dije que sí. No me salió decirle otra cosa. Cuando lo pensé un poquito ya estábamos afuera buscando el auto. 


 Hernán me abrió la puerta del acompañante y yo me senté. El amigo se acomodó atrás y él al volante. "¿Adonde te alcanzo?", me preguntó. De los nervios, me empecé a reír. Él me miraba y sonreía pero no entendía qué pasaba. Y ahí le confesé todo, total había confianza entre nosotros. Nos reímos de la situación un rato, hasta el amigo estaba tentado. 


- Bueno. ¿Entonces no tenes nada que hacer esta noche? - cortó el hielo Hernán. 
   Yo lo miré y no sabía qué decirle, él arranco el auto y me dijo: - Damos una vuelta ¿Te parece? 


  Le respondí que sí. La verdad que, con esta compañía, me sentía con 10 o 15 años menos y lo estaba disfrutando. Seguro no iba a pasar nada más esa noche, pero hacía rato que no se me daba coquetear con alguien y se sentía bien.


  Charlamos de todo un poco, me fue contando de su vida estos últimos años, me preguntaba por la mía, cómo era la vida de casada y cosas así, realmente parecía interesarse por mí y eso me gustó. Mentiría si dijera que no me lo estaba comiendo con los ojos mientras me hablaba. 


  Entonces me dijo: - ¿Sabes? Siempre me acuerdo de los consejos amorosos que me dabas. Me fué muy bien con las chicas gracias a vos... Muy bien.
  Yo lo miraba y sonreía como tonta, creo que me estaba mordiendo los labios en ese momento. 


 - En serio te digo. Algún día me gustaría devolverte ese favor. - Y al decir eso frenó el auto y me miró fijo y serio. 
 Yo no sabía qué hacer, me gustaba el juego de seducción pero no tenía planeado pasar a más, no terminaba de convencerme a mi misma. Entonces él sin sacarme la mirada me confiesa: - ¿Sabes que siempre me gustaste, no?


  Ahí mí cara de sorpresa fue totalmente genuina, no tenía ni idea. 


 - ¿Sabes que cada consejo que te pedía solo era para poder charlar un poco con vos? - al decir eso me acarició suave el brazo, y ese roce me provocó una cosquilla, mis pezones se endurecieron. 


 Él de a poco se me iba acercando. Casi tenía su cara sobre la mía y lo escucho decir: - ¿Sabes las ganas que tenía de pasar una noche con vos?¿De que lo nuestro fuera algo más que solo amistad o algo platónico?  ¿De lograr hacerte disfrutar como nunca?


  Yo sentía que mi respiración se entrecortaba. Sentí sus labios sobre los míos y fue un momento muy intenso. Su boca era un dulce empalagante y caliente. "Estoy casada Hernán" me escuché a mí misma decir...


- Esta noche no, por favor. - me imploró.- Está noche dejame devolverte todo lo que me diste y regalame esta fantasía que tengo pendiente.
 Ese ruego que me hizo me derritió. Sentir que había ejercido sobre él todo esto que ahora me contaba y yo no haberme dado cuenta (o no haber querido darme cuenta) me impactó. 


  Sus besos eran tan suaves y dulces que me dejé llevar. 
  Sentí sus manos acariciarme la cintura, agarrándome fuerte mientras su lengua invadía mi boca y la calentura que me generaba fluia entre mis piernas. 
  Así estuvimos un rato. 


  Cuando el calor en el ambiente empezó a sentirse sofocante, ya totalmente decidida le pregunté despacito: - ¿Que hacemos con tu amigo?¿Lo dejamos en su departamento?
 - Mi amigo vive acá.- me respondió, sonriendo, haciendo señas al edificio en el cual habíamos estacionado.
- Ah. - dije... pero no entendía. ¿Por qué no se había bajado entonces?
-Él podría cedernos su departamento, si estás de acuerdo... - me lo decía con una carita que me daba mucha ternura. Era como si en el fondo yo siguiera siendo la chica mayor de la que el estaba enamorado.


 Pero antes de que le diga que sí, él se adelanta y me aclara: - Te acordas que te dije que mi intención era hacerte disfrutar como nunca... No sé cuándo voy a volver a verte, y me gustaría verte gozar mucho... Mi amigo está dispuesto a estar con nosotros esta noche si a vos te parece apropiado...


  ¿Que me estaba proponiendo? ¿El hijo de puta quería enfiestarme? ¿Con un desconocido para colmo?¿Me había chamuyado toda la noche?


  - Nada de lo que te dije hoy es falso. Es tu decisión: si no querés no pasa nada. Te entiendo. Te llevo a tu casa y sigamos siendo amigos.


  Esas palabras me relajaron. Pensándolo bien, aunque haya sido verso todo lo que me dijo, la realidad era que, tenía a dos pendejos que estaban más que bien y que realmente pretendían pasar la noche conmigo. Eso le levanta el ánimo a cualquiera. Pero... yo no soy una cualquiera... 


¿Ni siquiera por una noche? 


  Me lo preguntaba realmente. Nunca se me hubiera cruzado por la cabeza estar con otro hombre esa noche. Mucho menos con dos. Los miraba y mi cuerpo me lo pedía. Sentía que era una oportunidad única. No podía dejarla pasar. Los dos estaban expectantes de mi respuesta. Mi cabeza era una tormenta de pensamientos: mi marido en casa "descansando", yo vestida para matar, este pendejo divino haciéndose el galán conmigo, el amigo dispuesto a ser mio esta noche, mi cuerpo excitado, sediento, el tiempo que llevaba sin probar otra piel...


  Ahí lo escuché decir a Hernán:
 - Imaginate tener esta pija para chupar esta noche mientras mi amigo te coje de la manera que le pidas...- y tomando mi mano la acercó a su bulto, duro. Hacía tanto que no tocaba otra pija...


 Escuchar esa propuesta y subir al departamento fue cuestión de segundos.


  Ya arriba, más relajada, tomando algo, escuchando música suave, me decidí a dejarme ser la más puta esa noche. Esos dos se lo merecían, pero más que nada yo me lo merecía.


  Empecé bailando provocadoramente. Movía mi cuerpo para que supieran que está noche los iba a poseer a los dos. Con un gesto les pedí que se acercaran a mí. Y cuando los tuve cerca los besaba de a uno, a la vez que les tocaba el bulto, para sentir con cuál iba a empezar. Hernán tenía un lindo paquete, duro. 


  Pero el amigo... sentí cómo se le iba engrosando en mi mano y me sorprendió. Lo transé fuerte para calentarlo más, y la pija ¡no paraba de crecer! Fue demasiado para mí, no me pude contener. 
  Lo empuje al sofá, le desabroché la bragueta y comencé besándole la cabecita. La tenía en la mano y no la abarcaba. 


  Nunca había tenido la suerte de estar con una así. Le saque los pantalones y con una mano le agarré los huevos y se los sostenia mientras con la otra lo pajeaba suave.
   Él me miraba y yo lo miré a Hernán.
 - ¿No te molesta que empiece por acá? - le pregunté desde ahí agachada.
  Él me sonrió y me dijo: - arrancá dónde quieras pero tenés que saber que esta noche no te vas a ir sin haber sentido la leche que vengo juntando para vos hace tiempo...


  Eso que me dijo me calentó más. El amigo me imploraba con los ojos que le pasara la lengua a su pija. Yo se la apretaba con ganas y cuando ví que la puntita le brillaba supe que era el momento. 


  Despacito le pase la lengua para sentirle el gusto.¡Que delicia! Sentía mi concha humedecerse cada vez más. Después la recorrí entera con la boca. ¡Que lindo sentir ese pedazo caliente y duro entre los dientes! Me entretuve un buen rato ahí. 


  Cuando me dí cuenta lo tenía a Hernán atrás mío, ya totalmente desnudo, con la pija en la mano, me sacó el vestido y me la apoyó en la espalda. Estaba caliente, ardiente. ¡Cómo me puso sentirla así!
 Después se agachó, siempre atrás mío, me hizo levantar un poco la cola, me rompió la bombacha con las manos ¡Que hijo de puta! Y empezó a buscarme con la lengua.La sentí buscándome la concha, sentía su cara hundirse y su lengua hurgando desesperada. 


  Mientras bebía del jugo caliente que mi cuerpo generaba con tanta calentura, sentía su naríz apoyada en mí ano. Y todo eso me mataba. Me presionaba fuerte con la boca, barriendome la concha con su lengua mientras me hundía la nariz y sentía la puntita penetrarme el culo. ¡Por diosssss! Estallé el primer orgasmo de la noche.


  Enseguida lo sentí a Hernán apoyándome    la poronga en la entrada de la vagina. Y al sentirlo empujar me pregunta - ¿Te gusta así?
  - Y yo... de solo pensar que estaba siendo cogida por una pija mientras tenía la otra en mi boca, volví a acabar.


  ¡Dos veces casi seguidas! Nunca me había pasado así. Encima esta segunda vez fue larga porque Hernan no paraba de bombearme con fuerza y de decirme "¿Te gusta así? ¿Te gusta putita?". 
 "Sí. Siiiiiii. Cojeme. ¡Cojeme fuerte pendejo! Haceme mierda". Le gritaba yo desesperada.


  Entonces, de pronto, Hernán se frena, se corre y me dice: - A ver, quiero ver cómo te cojes a mi amigo. 
 Yo acato el pedido. Me levanto y así como estaba de mojada me meto la pija entera adentro y empiezo a saltarle arriba.


 Hernán me miró y me pidió: 
- Así no: alreves. Quiero verte de frente. 


  Entonces me levanto y me doy vuelta. Me siento arriba de su amigo, y vuelvo a meterme la pija adentro. Le agarro las piernas para hacer apoyo y empiezo a mover el culo. Hernán me miraba fascinado:
  - Se notaba que eras toda una putita...- me dice eso y me encanta.
 - Quiero verte mover, te quiero ver saltar las tetas. Cojelo a mi amigo. Cojelo rápido. - más me ordenaba y más loca me ponía. 


  Cerré los ojos para concentrarme en sentir esa pija gorda adentro mío. Percibía mis pechos saltando y moviéndose hasta deformarse. 
  El amigo gritaba de placer y de pronto me llega un olorcito... abro los ojos y veo la pija de Hernán casi en mi boca.


  El pendejo me la estaba ofreciendo. Tenía el gustito salado de haberla sacado de adentro mío. Y se la empecé a comer. El amigo ya acababa y entonces quería sentir esa leche también. "Dámela. Dame tu leche" le pido.


  Hernán hacía fuerza por contenerse. Sentí el impacto de su amigo acabando dentro mío y eso me puso loca y al momento de llegar a un nuevo orgasmo lo sentí acabarme en la cara y meterme la pija rápido en la boca para que pruebe su leche. ¡Ay que rica, por favor! 


  Pasamos la noche entera cogiendo.


 Cuando me dí cuenta ya estaba por amanecer y ahí me acordé de mi marido. ¡Puta madre! ¿Y si me estaba esperando despierto? 
  Me vestí lo más rápido que pude pero no encontraba mi cartera. Hernán me dice: - seguro la dejaste en el auto. - Y tenía razón, había quedado tirada abajo del asiento.  


  Me dejó a dos cuadras para no llamar la atención. Y al llegar a la esquina me quiero matar. ¡Me faltaban las llaves! Seguro quedaron en el auto de Hernán.


 ¿Que hago? ¿Cómo entro a casa? En eso lo veo al portero que había salido a limpiar la vereda y aproveché la oportunidad. Dije "Buenos días" y entre rápido para que no se me quedara mirando.
  Estaba hecha un desastre. Sin bombacha, desalineada. El maquillaje corrido. Caminando medio adolorida.
 Subo al piso y siento que todavía me chorrea leche desde la concha. 


  Me pregunto cómo carajo iba a entrar. Me apoyo suave en la puerta para intentar escuchar si me estaba esperando despierto. Y al apoyarme la puerta se abre.
 ¡El pelotudo dejo la puerta sin llave! Bueno, por suerte en realidad. 


  Me fui directo al baño y me duché, al salir voy despacito a la habitación y lo escucho roncando a viva voz. 
 El alma me volvió al cuerpo. 
 
 Tenía miedo que me dijera algo al día siguiente cuando me preguntó "por qué no lo había despertado para coger cuando llegué" pero creo que reculó porque se dió cuenta solito, por la cara que puso, que había estado mal en dejarme ir sola a esa fiesta la noche anterior...










Gracias por pasar.
Si algo te gustó dejame un comentario.


¿Querés saber que más paso esa noche?
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Primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3833329/Cuernos-Que-paso-esa-noche.html


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11 comentarios - Cuernos (2). ¿Qué pasó esa noche? La mujer.

sebatatu1984 +2
exelente pero quien ce cojio al marido?
martinfcd +2
Creo que de a poco se va a ir sabiendo todo lo que pasó esa noche
leloir2010 +1
Me encanto el relato. Me calente mal. Como aprovecho la mina para meterle los cuernos al marido y tiene un si flojo
martinfcd +1
Era una descocada. Jaja. Che, les pasará a todas eso?
leloir2010
No creo que a todas le pase lo mismo
juanrozabal +1
mooy boeeeee.... queremos mas
martinfcd +1
Alguito más hay. Mañana jueves por ahí. Todavía no se sabe bien que pasó esa noche...
ms-1167 +1
Si pudiera dejaría 100 puntos, excelente relato!
martinfcd
Gracias. El comentario lo vale.
LAEMMEDEMYRIAM +1
excelente y ojala muchas se animen a disfrutar la vida asi ,,, siempre disfrutar
martinfcd +1
Tenés tanta razón Myriam.
real-visceral +1
Muy bueno!
martinfcd +1
Gracias. Viniendo de tu parte vale doble el comentario.
@real-visceral recomendadísimo posteador!!
real-visceral
Bartolomeo1111 +1
Muy bueno 👏👏
martinfcd
Gracias. Habrá sido la liberación de esta mujer o solo un pequeño desliz más? Jajaja. Gracias por comentar.
Bartolomeo1111
@martinfcd sin duda la liberación, el marido es aburrido y seguro fué un punto de inflexión
Si-Nombre +1
Simplemente espectacular la 2da parte no me quedó claro el final pero voy a mirar la 3ra para comprender mejor
Pero acá huele a hermana apasionada jajajaja jajajaja jajajaja
martinfcd +1
Jajaja. Gracias x comentar
Si-Nombre
@martinfcd me engañaste no fue la cuñada que sensacional
jtaluiro +1
Maravilloso relato, escribes muy bien y se deleita uno con la lectura, parece que te estoy viendo superfollada por todas partes, oliendo a leche de dos machos, y con tus agujeros abiertisimos, que maravilla. Apuntame dos pajas.
martinfcd +1
Gracias por tu comentario. Muy perceptiva tu visión. Ah! Quien dice 2, dice 3 ....
http://poringa.net/posts/relatos/3852461/Charla-con-el-amigo-que-se-cogio-a-mi-mujer.html