Como todos los relatos estan basados en mis fantasías.
Habia salido a tomarme unas copas con mis amigas, se nos hizo un poco tarde y regresaba a casa cuando alguien salio de detrás de un coche y me empujó hacia un callejón. Sin poder reaccionar me colocó un trapo en la boca para que no gritara y me ato las manos, me arrojo al suelo. Yo trate de levantarme y salir de allí corriendo pero el hombre me agarro. Yo estaba aterrorizada, el hombre era de constitución fuerte.
-Esta noche unos amigos y yo vamos a disfrutar de tu cuerpo. Serás nuestra puta.
El hombre se acerco a mí, me levanto la remera y la pollera, sólo con la tanga puesta, aparecieron tres hombres negros con sus pollas tiesas al aire libre, debían de medir entre 30 y 40 cm de largo y eran muy gruesas las cuales me iban a destrozar. El primero de los negros se aproximó, yo intente levantarme del suelo pero con las manos atadas me resultaba muy difícil. Me agarro por los tobillos y me separo brutalmente las piernas, abriendomelas hasta no poder más, coloco su pollón en la entrada de mi concha y me empezo a meter su gran capullo. Yo notaba como me iba llenando poco a poco pero por más que gritara no se iba a escuchar nada, con un bestial golpe de cadera me la insertó hasta el fondo, me dolio la brutal embestida. Entonces la volvió a sacar por completo y la metió con fuerza hasta el fondo. Estos movimientos los estuvo repitiendo como unos 20/30 minutos, me estaba partiendo por la mitad. Otro negro me saco el trapo de la boca pero justo cuando me disponía a gritar me introdujo su pija impidiendome gritar, empezó a meter poco a poco parte de su tremendo pollón y no me había metido ni un cuarto todavía cuando su polla rozó mi campanilla, me la metia cada vez un poco más, me daban arcadas, su pija empezo a bajarme por la garganta cada vez más, la dejaba metida durante unos segundos impidiendome respirar con normalidad, mientras el otro negro seguía violándome con dureza. El negro que me estaba follando la concha me levanto las piernas y el cuerpo hacía el techo, de modo que quede solo apoyada en el suelo con la cabeza y la nuca, mientras el resto del cuerpo se me quedaba en posición vertical. En esta incomodísima postura el cabrón siguó follandome, mientras se acercaba el tercer negro. El primer negro se movió un poco hacía delante para dejar al aire el agujero de mi culo a completa disposición del tercer negro. Coloco su megapija en la entrada de mi esfínter y se dispuso a metermela por mi ano. Yo intentaba gritar pero la pija que tenía en mi garganta no me dejaba. El tercer negro me empezo a introducir su pija por mi ano abriendomelo poco a poco, se fue introduciendo suavemente. El culo me ardía. Estaba siendo ensartada por tres pijas bestiales. Cuando me me desmaye, los negros empezaron a terminar, cada uno en su agujero. El primero fue el que me follaba la boca, la tenía tan adentro de mi garganta que llegó al estómago. El segundo en acabar fue el que me violaba por el coño, con su pija bien adentro acabo llenando mi interior de abundante esperma. Por último eyaculó dentro de mi culo el tercer negro también llenandome con su corrida. Los tres negros me cojieron todo lo que quisieron y me dejaron allí tirada en el suelo, chorreando semen por todos mis agujeros. El hombre que me secuestro regreso con dos perros gigantescos, los soltó y ambos se acercaron a olerme. El hombre se me acercaba, y me volvía a poner el trapo en mi boca, los perros tenían unas pijas enormes de unos 20-30 cm, gruesas, dos bestias me iban a violar. El primer perro se me subió encima y con su gran peso me aplastaba contra el suelo , me la metió y empezó a follarme como un loco, me la metía y me la sacaba a toda velocidad y con mucha violencia, metiendo en cada embestida un poquito más de su verga, su polla roja entraba cada vez más hasta que en una gran embestida logró meterme su enorme bola, eso me despertó, me partía su pedazo de pija canina. Entonces sin previo aviso el perro se quedo quieto y empezó a correrse dentro de mí. Litros de semen canina inundaron mi interior, pero como la bola de la base de su polla se me había introducido, hacia perfecto tapón, tenía mi coño sellado. Litros de esperma perruno inundandome y sin poder darle una salida, sin poder hacer nada. Cuando el perro terminó de descargar, paso la pata por encima de mí y se quedo enganchado por su polla dandome la espalda hasta que se soltó, el segundo ocupo su lugar y de una sola embestida me la metío por la concha, cojia de igual manera que el anterior hasta que comenzó a soltar su semen en el interior de mi concha, cuando terminó, pasó la pata por encima y se quedó abotonado, como su compañero, pero este no se limitó a esperar para poder sacar su rabo de mi culo, sino que empezo a tirar para soltarse, me estaba destrozando mi concha, quería sacar una cosa que no podía salir y me estaba causando un dolor y un ardor inimaginable. Yo lloraba y lloraba, el perro pudo sacar su polla de mi agujero y el secuestrador se los llevó, yo con menos fuerza que antes y más dolorida que nunca. El semen del perro me había entrado tan adentro como el del anterior, aparecieron tres hombres los cuales empezaron a meterme los dedos por el culito y después por delante, tenían pijas de gran tamaño, tiesas y listas para penetrarme, uno de ellos me metió la pija sin compasión por el ano y otro por la concha y el último por la boca, las penetraciones eran muy violentas, yo sufría, estaba siendo salvajemente violada nuevamente, tardaron un buen rato pero los tres descargaron la leche casi al mismo tiempo, pasaron todos por mis tres agujeros. Los que me estaban penetrando sacaron sus vergas y el hombre que me secuestro me la metió, luego de un tiempo acabo corriéndose dentro mío, me dejó ir, como pude me acomodé la ropa y me fui, me costaba caminar, estaba pasando por una plaza cuando alguien me empuja hacia un árbol, corrió mi tanga y me metió sus dedos, se bajó sus pantalones y calzones y me introdujo su enorme pija,me chupaba las tetas, me tumbó en el pasto, me follaba brutalmente igual q los 7 hombres anteriores y los dos perros, me tapaba la boca con una mano para que nadie nos ollera, nada más correrse se limpió, se vistió y me amenazó con hacerme daño si lo denunciaba y se fue. No me había dado cuenta que había otros hombres que habían visto todo, seguía tumbada sobre en el pasto cuando aparece uno con su pija al aire, el hombre me penetró y bombeaba sin piedad, mientras otro me metió enorme pija en la boca y un tercero me manoseaba y apretaba mis tetas, el primero luego de un rato acabo y ahora era turno del segundo que casi me ahogaba con su pija.
- ¡Vas a romper a la chica al medio! - gritó el tercero mientras le chupaba los pezones erectos.
- Ya está rota hace rato por lo que se ve.
El segundo acabo y el tercero no dudó en meterme la pija hasta los mismísimos huevos, cojiendome sin parar como el resto. Al terminar se fueron. En total había sido violada por 11 hombres y dos perros durante toda la noche
Habia salido a tomarme unas copas con mis amigas, se nos hizo un poco tarde y regresaba a casa cuando alguien salio de detrás de un coche y me empujó hacia un callejón. Sin poder reaccionar me colocó un trapo en la boca para que no gritara y me ato las manos, me arrojo al suelo. Yo trate de levantarme y salir de allí corriendo pero el hombre me agarro. Yo estaba aterrorizada, el hombre era de constitución fuerte.
-Esta noche unos amigos y yo vamos a disfrutar de tu cuerpo. Serás nuestra puta.
El hombre se acerco a mí, me levanto la remera y la pollera, sólo con la tanga puesta, aparecieron tres hombres negros con sus pollas tiesas al aire libre, debían de medir entre 30 y 40 cm de largo y eran muy gruesas las cuales me iban a destrozar. El primero de los negros se aproximó, yo intente levantarme del suelo pero con las manos atadas me resultaba muy difícil. Me agarro por los tobillos y me separo brutalmente las piernas, abriendomelas hasta no poder más, coloco su pollón en la entrada de mi concha y me empezo a meter su gran capullo. Yo notaba como me iba llenando poco a poco pero por más que gritara no se iba a escuchar nada, con un bestial golpe de cadera me la insertó hasta el fondo, me dolio la brutal embestida. Entonces la volvió a sacar por completo y la metió con fuerza hasta el fondo. Estos movimientos los estuvo repitiendo como unos 20/30 minutos, me estaba partiendo por la mitad. Otro negro me saco el trapo de la boca pero justo cuando me disponía a gritar me introdujo su pija impidiendome gritar, empezó a meter poco a poco parte de su tremendo pollón y no me había metido ni un cuarto todavía cuando su polla rozó mi campanilla, me la metia cada vez un poco más, me daban arcadas, su pija empezo a bajarme por la garganta cada vez más, la dejaba metida durante unos segundos impidiendome respirar con normalidad, mientras el otro negro seguía violándome con dureza. El negro que me estaba follando la concha me levanto las piernas y el cuerpo hacía el techo, de modo que quede solo apoyada en el suelo con la cabeza y la nuca, mientras el resto del cuerpo se me quedaba en posición vertical. En esta incomodísima postura el cabrón siguó follandome, mientras se acercaba el tercer negro. El primer negro se movió un poco hacía delante para dejar al aire el agujero de mi culo a completa disposición del tercer negro. Coloco su megapija en la entrada de mi esfínter y se dispuso a metermela por mi ano. Yo intentaba gritar pero la pija que tenía en mi garganta no me dejaba. El tercer negro me empezo a introducir su pija por mi ano abriendomelo poco a poco, se fue introduciendo suavemente. El culo me ardía. Estaba siendo ensartada por tres pijas bestiales. Cuando me me desmaye, los negros empezaron a terminar, cada uno en su agujero. El primero fue el que me follaba la boca, la tenía tan adentro de mi garganta que llegó al estómago. El segundo en acabar fue el que me violaba por el coño, con su pija bien adentro acabo llenando mi interior de abundante esperma. Por último eyaculó dentro de mi culo el tercer negro también llenandome con su corrida. Los tres negros me cojieron todo lo que quisieron y me dejaron allí tirada en el suelo, chorreando semen por todos mis agujeros. El hombre que me secuestro regreso con dos perros gigantescos, los soltó y ambos se acercaron a olerme. El hombre se me acercaba, y me volvía a poner el trapo en mi boca, los perros tenían unas pijas enormes de unos 20-30 cm, gruesas, dos bestias me iban a violar. El primer perro se me subió encima y con su gran peso me aplastaba contra el suelo , me la metió y empezó a follarme como un loco, me la metía y me la sacaba a toda velocidad y con mucha violencia, metiendo en cada embestida un poquito más de su verga, su polla roja entraba cada vez más hasta que en una gran embestida logró meterme su enorme bola, eso me despertó, me partía su pedazo de pija canina. Entonces sin previo aviso el perro se quedo quieto y empezó a correrse dentro de mí. Litros de semen canina inundaron mi interior, pero como la bola de la base de su polla se me había introducido, hacia perfecto tapón, tenía mi coño sellado. Litros de esperma perruno inundandome y sin poder darle una salida, sin poder hacer nada. Cuando el perro terminó de descargar, paso la pata por encima de mí y se quedo enganchado por su polla dandome la espalda hasta que se soltó, el segundo ocupo su lugar y de una sola embestida me la metío por la concha, cojia de igual manera que el anterior hasta que comenzó a soltar su semen en el interior de mi concha, cuando terminó, pasó la pata por encima y se quedó abotonado, como su compañero, pero este no se limitó a esperar para poder sacar su rabo de mi culo, sino que empezo a tirar para soltarse, me estaba destrozando mi concha, quería sacar una cosa que no podía salir y me estaba causando un dolor y un ardor inimaginable. Yo lloraba y lloraba, el perro pudo sacar su polla de mi agujero y el secuestrador se los llevó, yo con menos fuerza que antes y más dolorida que nunca. El semen del perro me había entrado tan adentro como el del anterior, aparecieron tres hombres los cuales empezaron a meterme los dedos por el culito y después por delante, tenían pijas de gran tamaño, tiesas y listas para penetrarme, uno de ellos me metió la pija sin compasión por el ano y otro por la concha y el último por la boca, las penetraciones eran muy violentas, yo sufría, estaba siendo salvajemente violada nuevamente, tardaron un buen rato pero los tres descargaron la leche casi al mismo tiempo, pasaron todos por mis tres agujeros. Los que me estaban penetrando sacaron sus vergas y el hombre que me secuestro me la metió, luego de un tiempo acabo corriéndose dentro mío, me dejó ir, como pude me acomodé la ropa y me fui, me costaba caminar, estaba pasando por una plaza cuando alguien me empuja hacia un árbol, corrió mi tanga y me metió sus dedos, se bajó sus pantalones y calzones y me introdujo su enorme pija,me chupaba las tetas, me tumbó en el pasto, me follaba brutalmente igual q los 7 hombres anteriores y los dos perros, me tapaba la boca con una mano para que nadie nos ollera, nada más correrse se limpió, se vistió y me amenazó con hacerme daño si lo denunciaba y se fue. No me había dado cuenta que había otros hombres que habían visto todo, seguía tumbada sobre en el pasto cuando aparece uno con su pija al aire, el hombre me penetró y bombeaba sin piedad, mientras otro me metió enorme pija en la boca y un tercero me manoseaba y apretaba mis tetas, el primero luego de un rato acabo y ahora era turno del segundo que casi me ahogaba con su pija.
- ¡Vas a romper a la chica al medio! - gritó el tercero mientras le chupaba los pezones erectos.
- Ya está rota hace rato por lo que se ve.
El segundo acabo y el tercero no dudó en meterme la pija hasta los mismísimos huevos, cojiendome sin parar como el resto. Al terminar se fueron. En total había sido violada por 11 hombres y dos perros durante toda la noche
1 comentarios - Noche de chicas