El Payo... mi iniciador...

Si...me cojió mi padrino, fué mi iniciador...tardó muchos dias intentando...hoy que soy adulta me doy cuenta de como insistió y me preparó la conchita virgen y chiquita para que una noche...
Con la pija bien dura y bien caliente...bien humeda ..me metió su lengua en mi boca y me inundó de su salíva, lascivia pura... Me estaba desvirgando y lo asumía...mientras que con una mano me apretaba el cuello para ahogar mis quéjas y gemídos, con la otra empujaba la cabeza de su verga dentro de mis entrañas, empujando suave pero firme; pude sentir una especie de latigazo poderoso y potente; la pija de ese hombre adulto, macho... Un alfa poderoso que se jugaba la vida en desflorar a una virgen...

Mis pezónes negros estaban tan duros que dolían con ese dolor placentero que pide alivio de lengua, cuando "El Payo" se dió cuenta terminó de enterrar su hombría hasta donde el tamaño y mi conchita se lo permitian y se dedicó a lamer mis tetitas de perra... me ardía la entrepierna con unas ganas tremendas de hacerme pis encima que no podía dominar y en vez de alívio me producia mas ganas... podía sentir toda la vagína rodeando esa carne inmensa como succionandola , envolviendola, sintiendo la tensión de esa carne ..

Me sentí llena, invadida.
Me dolía y me provocaba un ardor inmenso pero era una sensación sofocante...
El tipo me acariciaba, me besaba, me lamía, me respiraba en la oreja y pude experimentar el poder tremendo que tenía sobre su persona, me dejé hacer.
Estuvo un buen rato con su pija bien dura casi inmovil llenandome la conchita que yo sentía afiebrada, inflamada, como intentando amoldarla para lo que venía.
Al cabo de un rato de llevarme al extasis con sus dedos y su boca, retiró su sexó y pude sentir una mescla de alivio y humedad tremenda.
Me llevé la mano a la entrepierna y me palpé la conchita sintiendo como si se quisiera escapar de mi cuerpo, mi sexo chiquito estaba ardiente, todo mojado, inflamado, me asusté pensando que estaba lastimada pero el éxtasis de sentir mis dedos deslizandose sobre la rajita florecida me dieron ganas de hacer pis otra vez.

En la penumbra podía divisar la silueta de mi padrino con su verga durisima, tiesa, apuntando al horizonte... No me di cuenta de como se movió para terminar enterrando su lengua en el interior de mi conchita mojada y ultrasensible, sentí el beso de su lengua entrando, subiendo y bajando, la succión de sus labios... sus manos sujetando las mias que intentaban apartar su cabeza de mi sexo que se estremecia soltando esas ganas de hacer pis tan tremendas, quería evitar orinarle la cara pero el cada vez que me sentía retorcer se empeñaba mas y mas hasta el punto que me sentía desmayar...

De repente su lengua ensalivada subió de mi rajita a mis tetitas doloridas que recibieron con alivio la caricia de su lengua tibia y aspera que masajeaba y lamia mis pezones endurecidos y electrizados.
Pude ver otra vez como se agarraba ese órgano sexúal bien exitado, y corría la piel hacia atras descubriendo una cabeza rosada , tensa y brillante que apenas apoyó en mi conchita separando los labios y frotando de arriba hacia abajo como un masaje de carne dura y sedosa, lubricada.
Por la distancia de su cadera entre mis pierna pude intuir inocente que mi padrino me iba a embestir con ese pito enorme que le había espiado mas de una vez.

Acomodó bien su sexo adulto en mi rajita nueva y empujó con firmeza pero con suavidad, pude sentir su embestida pero tambien la suavidad de todo su miembro inundando mi cuerpo... me sentía llena de un poder magnífico.

Me quedé muy quietita mientras me sentía poseida por ese macho adulto que me respiraba al oido y me decia cosas que no entendía pero que a la vez me hacían comprender el placer enorme y único que le producía dominarme... cuando llegó al tope de su verga mi conchita estaba tan llena y tan sensible que podia sentir como los pelos de su entrepierna se frotaban en mi conchita que se estremecia con esas embestidas, por abajo podía sentir ese par de huevos enormes golpeando y chasqueando mi sexo que insistía en mearse encima del sexo de mi padrino que se entusiasmaba cada vez mas cuando me hacia retorcer bombeandome cada vez con mas intensidad... las gotas de transpiración de mi hombre me caían encima, cuando frotaba su pecho contra el mio y me abrazaba fuerte podía sentir el vigor de su hombria y me sentía como segura...protegida... como que ésa experiencia me había hecho comprender mi rol de hembra complaciente y segúra de que los machos se manejaban asi.

Me dejé poseer por ese hombre grande , no me sentí ni mal, ni violada, ni corrompida.
Tenía trece años...él tenía veintiocho...
Después ...después lo violé un par de veces...