Carta de un lector:
Hola Sonia. Mi nombre es Antonio, 46 años y vivo en la provincia de Tucumán.
Te escribo para contarte que me separé producto de una infidelidad.
Me considero una persona trabajadora, leal y cariñosa , pero nada de eso me sirvió para evitar que me hagan un cornudo. Vos decís en tus relatos que es importante la atención del marido asia la mujer, pero en mi experiencia no sirvió de nada .
Yo trabajo como técnico en ascensores y muy de vez en cuando tengo que viajar a otras provincias a pedido de los clientes .
Cuando me encontraba lejos de casa me comunicaba de Cuatro a cinco veces por día para ver cómo estaban, Ella (44 a) y mis dos hijos ( 16 y 20 a). Si tenía que viajar por más de tres días le pedía a mi señora alguna "fotito" erótica y me filmaba masturbando me en la soledad de una habitación de hotel para que mi señora sintiera seguridad respecto a mi fidelidad.
Me "machacaba " el pito frente a la cam de la computadora para que viera lo mucho que la deseaba.
Era un juego entre nosotros dos y lo considere importante para disipar cualquier sospecha de mi honestidad..
Cómo soy corto de vista , subía sus fotos a mi ordenador y las ampliaba a pantalla completa.
Al principio no le di mucha importancia , pero algo en la foto despertó mi desconfianza respecto a su lealtad.
En una de las imágenes me mostró sus senos y se le notaba una diferencia de bronceado en su piel. Parecía una foto de verano , dónde se notaba las marcas del corpiño. Estábamos en invierno . Esa imagen tenía más de 6 meses y nunca antes la había visto. Me había mentido.
Cuando regrese a casa aparente estar bien y cuando tuve la oportunidad fui a ver a mi madre, quien vivía con nosotros.
Le conté lo sucedido y me saco corriendo por lo ridículo de mis argumentos y me dijo:
_ Tu mujer es una gran madre. Nunca sale de la casa y me cuida como una hija ... ¡¡Deja esos pensamientos de lado!! _ me grito.
Por supuesto que le creí y por casi un año nunca volví a sospechar de mi pareja. Hasta que, un día después de bañarme , lleve mi ropa sucia al lavadero y en el canasto había unas medias de nylon con manchas muy grandes, similares al semen.
Recordé que esas medias las había usado dos días atrás por el frío y había salido de la casa por diez minutos para comprar un poco de mercadería.
"__Tal vez, tendría un amante por el barrio"__. Pensé.
Empecé a estudiar sus movimientos y como decía mi madre: ..Cuidaba mucho de su familia y nunca salia sin un motivo puntual....
A parte, para mí tranquilidad , era una mujer muy poco femenina , no daba con el perfil de una amante: Usaba ropa interior de abuela , se depilaba muy de vez en cuando y nunca se maquillaba.
Pasaban los meses y no había conseguido comprobar mis sospechas.
Una tarde calurosa de primavera volví temprano a casa y encontré a mis hijos haciendo las tareas del colegio y a mi madre lavando unos platos en la cocina, al preguntar por mi mujer me contestaron que estaba en la terraza descolgando la ropa. Subí para ayudarla a bajar los tachos y no la encontre.
A lo lejos podía escuchar un gemido familiar. Me asome por la medianera y
Le ví su rostro asomada por una ventana de una casilla de chapa. Tenía los ojos cerrados , la boca abierta y se la veía sofocada por el calor.
Unas manos la agarraban de la nuca y la apretaban contra el marco de la ventana.
La casilla era del jubilado Ignacio. Un vecino de 65 años. Aunque me costaba creer lo que estaba viendo la estaba montando por atrás.
Desde mi techo la llamé por su nombre, al verme me sonrió y grito con todas sus fuerzas la eyaculación que estaba teniendo.
Nunca más volvió a casa y de tanto en tanto la veo pasear de la mano con el Viejo Ignacio.
Sonia te quería contar esta historia para contrastar con tu opinión. A los hombres buenos también nos engañan.
Gracias por tu atención.
Marcos - Tucuman
Respuesta: Estás en lo cierto. A nosotros los buenos también nos pasa. Siempre digo que la pareja es como la lotería, no siempre elegimos bien.
Soniadoraescritora@gmail.com
M.Grande
Hola Sonia. Mi nombre es Antonio, 46 años y vivo en la provincia de Tucumán.
Te escribo para contarte que me separé producto de una infidelidad.
Me considero una persona trabajadora, leal y cariñosa , pero nada de eso me sirvió para evitar que me hagan un cornudo. Vos decís en tus relatos que es importante la atención del marido asia la mujer, pero en mi experiencia no sirvió de nada .
Yo trabajo como técnico en ascensores y muy de vez en cuando tengo que viajar a otras provincias a pedido de los clientes .
Cuando me encontraba lejos de casa me comunicaba de Cuatro a cinco veces por día para ver cómo estaban, Ella (44 a) y mis dos hijos ( 16 y 20 a). Si tenía que viajar por más de tres días le pedía a mi señora alguna "fotito" erótica y me filmaba masturbando me en la soledad de una habitación de hotel para que mi señora sintiera seguridad respecto a mi fidelidad.
Me "machacaba " el pito frente a la cam de la computadora para que viera lo mucho que la deseaba.
Era un juego entre nosotros dos y lo considere importante para disipar cualquier sospecha de mi honestidad..
Cómo soy corto de vista , subía sus fotos a mi ordenador y las ampliaba a pantalla completa.
Al principio no le di mucha importancia , pero algo en la foto despertó mi desconfianza respecto a su lealtad.
En una de las imágenes me mostró sus senos y se le notaba una diferencia de bronceado en su piel. Parecía una foto de verano , dónde se notaba las marcas del corpiño. Estábamos en invierno . Esa imagen tenía más de 6 meses y nunca antes la había visto. Me había mentido.
Cuando regrese a casa aparente estar bien y cuando tuve la oportunidad fui a ver a mi madre, quien vivía con nosotros.
Le conté lo sucedido y me saco corriendo por lo ridículo de mis argumentos y me dijo:
_ Tu mujer es una gran madre. Nunca sale de la casa y me cuida como una hija ... ¡¡Deja esos pensamientos de lado!! _ me grito.
Por supuesto que le creí y por casi un año nunca volví a sospechar de mi pareja. Hasta que, un día después de bañarme , lleve mi ropa sucia al lavadero y en el canasto había unas medias de nylon con manchas muy grandes, similares al semen.
Recordé que esas medias las había usado dos días atrás por el frío y había salido de la casa por diez minutos para comprar un poco de mercadería.
"__Tal vez, tendría un amante por el barrio"__. Pensé.
Empecé a estudiar sus movimientos y como decía mi madre: ..Cuidaba mucho de su familia y nunca salia sin un motivo puntual....
A parte, para mí tranquilidad , era una mujer muy poco femenina , no daba con el perfil de una amante: Usaba ropa interior de abuela , se depilaba muy de vez en cuando y nunca se maquillaba.
Pasaban los meses y no había conseguido comprobar mis sospechas.
Una tarde calurosa de primavera volví temprano a casa y encontré a mis hijos haciendo las tareas del colegio y a mi madre lavando unos platos en la cocina, al preguntar por mi mujer me contestaron que estaba en la terraza descolgando la ropa. Subí para ayudarla a bajar los tachos y no la encontre.
A lo lejos podía escuchar un gemido familiar. Me asome por la medianera y
Le ví su rostro asomada por una ventana de una casilla de chapa. Tenía los ojos cerrados , la boca abierta y se la veía sofocada por el calor.
Unas manos la agarraban de la nuca y la apretaban contra el marco de la ventana.
La casilla era del jubilado Ignacio. Un vecino de 65 años. Aunque me costaba creer lo que estaba viendo la estaba montando por atrás.
Desde mi techo la llamé por su nombre, al verme me sonrió y grito con todas sus fuerzas la eyaculación que estaba teniendo.
Nunca más volvió a casa y de tanto en tanto la veo pasear de la mano con el Viejo Ignacio.
Sonia te quería contar esta historia para contrastar con tu opinión. A los hombres buenos también nos engañan.
Gracias por tu atención.
Marcos - Tucuman
Respuesta: Estás en lo cierto. A nosotros los buenos también nos pasa. Siempre digo que la pareja es como la lotería, no siempre elegimos bien.
Soniadoraescritora@gmail.com
M.Grande
5 comentarios - Esposa Infiel