“Nunca pensé que llegaría a este punto; un"sissygasm”. Una locura, una maldita locura que cometería una y mil vecesmás”.
En estos tiempos que asolan a las sociedades unxtiene los tiempos para poder probar todas las cosas que se le plasman, todoslos deseos más profundos, así sean los más sucios que pasen por la propiamente, así sean los más profanos de la integridad moral que vos pensás quetenés.
Era sábado, cansadxde la rutina de siempre; levantarse, desayunar, home office, almorzar, homeoffice, merendar y que el día muera allí; siempre era lo mismo, 2 meses viviendoesa inhumana tortura, pero bueno, hay veces en las cuales las circunstancias sesalen de las manos y no se puede hace más que esperar. Todo era "normal" hastaque decidí que era momento de ponerle fin a una seguidillas de días los cualesno paraban de repetir los mismos factores, una y otra vez, nada mataba mitiempo, el tiempo me mataba a mí, por eso luego de una jornada de home officeme decidí a intentar cosas nuevas, por lo menos unos días por semana, verseries y películas ya no me llenaban, cocinar no era lo mío e intentar jugarvideo-juegos me parecía monótono; masturbarme me aburria, sentía que lo hacíamás por hacer que por darme placer a mí mismo. Ese sábado estaba cansadx era denoche y empecé a ver varios tipos depornografía que solamente me llamaban la atención y nada más no ocurría, simplementenada. No sentía la necesidad de tocarme, solamente quedaba allí; hasta queencontré varios videos que me llamaron la atención "Sissy-hypno",solamente por curiosidad entré, muy mala elección. el circulo vicioso quegeneró en mi era intenso, pero esos videos tenían algo muy curioso, tocaban miltemáticas distintas los cuales prometían que despertarías a"zorra" que llevabas dentro; con una voz subliminal y con un vórtice,sin contar las imágenes de fondo, me hacían replantear todo el tiempo misexualidad y me excitaban porque en ciertas medidas llegaban a loprohibido y causaban cierto morbo en mí, los cuales desembocaban en un estímuloenorme que me hacía desear todo el tiempo probar un buen miembro.
Cada semana se repetía lo mismo, hasta que sevolvió un poco más continuo, pero había algo que llamaba más mi atención, detal manera que no podía dejar de pensar en lo mismo, estimularse analmente ycausar un sissygasm. No me animaba a tanto, o eso pensaba, pero ¿Estaba bien?Mi mente no paraba de decirme que no, pero mi cuerpo decía que sí.
Me decidí y entre a una página de un Sex-shopy compré un consolador, no se imaginan mi vergüenza cuando llegó el correoa mi depto, pero por suerte venía bien “empaquetado” como para que no se notasesu contenido; podría presentir que esa noche iba a ser única, así que me inundécon toda la infografía posible para no estaré en blanco en el tema (dondeestimular más, mejores posiciones, etc). Se hizo de noche y era el momento, conectémi laptop en mi tv y reproducía ese tipo de videos allí, mientras lubricaba todala zona y obviamente mi compañero de juegos. El video pasaba y yo, empecé a vestirmecomo nena, una tanguita, unos tacos, una peluca y mientras el video de fondo;una linda previa. Me miraba al espejo y podía notar una erección enorme, pues,me encantaba ese morbo de verme así, mientras se escuchaba la voz de fondo ymás leve unos gemidos del video, me fui a recostar en el sillón. Acostado en misillón, me empecé a sacar los tacos con los mismos pies y poco a poco la tangaque tenía. Como no poseo bello púbico en mi cuerpo, pues siempre fui lampiño yel poco que aparece lo rasuro, además, de que soy delgadx, era muy fácil parami mente asociarme como una mujer; poco a poco empecé a lubricar misinstrumentos, hasta que de la excitación empecé a juguetear con mis dedos alrededorde mi ano, me causaba un fuego interno que era indescriptible, no imaginéencontrarme así nunca, mi corazón latía a mil, mi piel, de gallina por ese momento. Introduje uno de los dedos y sentí pocoa poco como el frio de mi índice lubricado entrando en mí, eran tan lento, tanrico, que es indescriptible lo que sentía. Pasaban los minutos y mi miembro me pedíaa gritos ser tocado, pero me negaba a eso, yo estaba sintiendo un placer enorme,más de lo que había sentido alguna vez. Mi ano tan dilatado me dio de aviso de queera el momento de la verdad, era momento de introducir algo mas ahí. Miré miconsolador como si de un depredador se tratase y lo tomé, lo lubriqué y lo insertélentamente sobre mí, sentía como la “cabeza” de ese pene de goma, golpeaba en mí,sentía todo el calor dentro mío, hasta que lento pude meter parte del tronco y dolía,pero el placer siempre fue más grande que esa sensación. Mi cuerpo seacostumbraba lentamente a la inserción de un cuerpo extraño en él, a un grancuerpo extraño que se introducía mienta yo estaba recostado en mi sillón; noparaba de gemir, mis gemidos eran de lo más real que nunca había escuchado enmi vida, mi excitación era profunda, como si del lugar mas profundo del planetase tratase. Me puse en cuatro y llevando mi mano derecha hacia atrás empecé adarme ese placer que nunca había sentido, cada vez más rápido, cada vez másduro, cada vez más placer dentro mío, varié de posiciones hasta que terminé conmis piernas atadas con un cinto, elevadas en el aire y atadas al respaldo de micama, todo era hermoso, hasta que empecé a sentir cierta sensación en mi glande,algo como una presión que quemaba y se expandía hasta mis testículos, haciendoque me dé escalofríos en mi cuerpo del placer que me generaba eso; me autobombeaba tan rápido que el sentimiento era cada vez mas grande; ahí recordé lodel sissygasm ¿Lo estaba logrando? ¿Ese era ese super orgasmo que tanto escuchéy leí en aquellas paginas prohibidas? Así que solo atiné a seguir en lo mío,hasta que el cansancio se apoderaba de mí, pero, no era un impedimento, me desaté,fui hacia el piso, coloqué en el suelo el dildo y empecé a darle sentones comotoda un puta, hasta que de pronto, una sensación que recorrió desde la punta demi glande, por todo mi recto, hasta cada extremo de mi cuerpo salió para darmeavisó que estaba llegando al final, no paré y un cosquilleo enorme junto con unéxtasis y un gran gemido con un tono agudo, tal como si de una princesa setratase, acabé de la forma más intensa que jamás había sentido nunca, sintocarme. Me dejé caer y todavía con el dildo dentro mío estaba ahí, llenx de mipropia leche, en el piso de mi cuarto, dentro de mi depto. Nunca pensé que llegaría a este punto; un"sissygasm”. Una locura, una maldita locura que cometería una y mil vecesmás; que espero, se siga repitiendo cada vez que me encuentre a solas. Esa es lahistoria de como me coroné como una verdadera putita.
En estos tiempos que asolan a las sociedades unxtiene los tiempos para poder probar todas las cosas que se le plasman, todoslos deseos más profundos, así sean los más sucios que pasen por la propiamente, así sean los más profanos de la integridad moral que vos pensás quetenés.
Era sábado, cansadxde la rutina de siempre; levantarse, desayunar, home office, almorzar, homeoffice, merendar y que el día muera allí; siempre era lo mismo, 2 meses viviendoesa inhumana tortura, pero bueno, hay veces en las cuales las circunstancias sesalen de las manos y no se puede hace más que esperar. Todo era "normal" hastaque decidí que era momento de ponerle fin a una seguidillas de días los cualesno paraban de repetir los mismos factores, una y otra vez, nada mataba mitiempo, el tiempo me mataba a mí, por eso luego de una jornada de home officeme decidí a intentar cosas nuevas, por lo menos unos días por semana, verseries y películas ya no me llenaban, cocinar no era lo mío e intentar jugarvideo-juegos me parecía monótono; masturbarme me aburria, sentía que lo hacíamás por hacer que por darme placer a mí mismo. Ese sábado estaba cansadx era denoche y empecé a ver varios tipos depornografía que solamente me llamaban la atención y nada más no ocurría, simplementenada. No sentía la necesidad de tocarme, solamente quedaba allí; hasta queencontré varios videos que me llamaron la atención "Sissy-hypno",solamente por curiosidad entré, muy mala elección. el circulo vicioso quegeneró en mi era intenso, pero esos videos tenían algo muy curioso, tocaban miltemáticas distintas los cuales prometían que despertarías a"zorra" que llevabas dentro; con una voz subliminal y con un vórtice,sin contar las imágenes de fondo, me hacían replantear todo el tiempo misexualidad y me excitaban porque en ciertas medidas llegaban a loprohibido y causaban cierto morbo en mí, los cuales desembocaban en un estímuloenorme que me hacía desear todo el tiempo probar un buen miembro.
Cada semana se repetía lo mismo, hasta que sevolvió un poco más continuo, pero había algo que llamaba más mi atención, detal manera que no podía dejar de pensar en lo mismo, estimularse analmente ycausar un sissygasm. No me animaba a tanto, o eso pensaba, pero ¿Estaba bien?Mi mente no paraba de decirme que no, pero mi cuerpo decía que sí.
Me decidí y entre a una página de un Sex-shopy compré un consolador, no se imaginan mi vergüenza cuando llegó el correoa mi depto, pero por suerte venía bien “empaquetado” como para que no se notasesu contenido; podría presentir que esa noche iba a ser única, así que me inundécon toda la infografía posible para no estaré en blanco en el tema (dondeestimular más, mejores posiciones, etc). Se hizo de noche y era el momento, conectémi laptop en mi tv y reproducía ese tipo de videos allí, mientras lubricaba todala zona y obviamente mi compañero de juegos. El video pasaba y yo, empecé a vestirmecomo nena, una tanguita, unos tacos, una peluca y mientras el video de fondo;una linda previa. Me miraba al espejo y podía notar una erección enorme, pues,me encantaba ese morbo de verme así, mientras se escuchaba la voz de fondo ymás leve unos gemidos del video, me fui a recostar en el sillón. Acostado en misillón, me empecé a sacar los tacos con los mismos pies y poco a poco la tangaque tenía. Como no poseo bello púbico en mi cuerpo, pues siempre fui lampiño yel poco que aparece lo rasuro, además, de que soy delgadx, era muy fácil parami mente asociarme como una mujer; poco a poco empecé a lubricar misinstrumentos, hasta que de la excitación empecé a juguetear con mis dedos alrededorde mi ano, me causaba un fuego interno que era indescriptible, no imaginéencontrarme así nunca, mi corazón latía a mil, mi piel, de gallina por ese momento. Introduje uno de los dedos y sentí pocoa poco como el frio de mi índice lubricado entrando en mí, eran tan lento, tanrico, que es indescriptible lo que sentía. Pasaban los minutos y mi miembro me pedíaa gritos ser tocado, pero me negaba a eso, yo estaba sintiendo un placer enorme,más de lo que había sentido alguna vez. Mi ano tan dilatado me dio de aviso de queera el momento de la verdad, era momento de introducir algo mas ahí. Miré miconsolador como si de un depredador se tratase y lo tomé, lo lubriqué y lo insertélentamente sobre mí, sentía como la “cabeza” de ese pene de goma, golpeaba en mí,sentía todo el calor dentro mío, hasta que lento pude meter parte del tronco y dolía,pero el placer siempre fue más grande que esa sensación. Mi cuerpo seacostumbraba lentamente a la inserción de un cuerpo extraño en él, a un grancuerpo extraño que se introducía mienta yo estaba recostado en mi sillón; noparaba de gemir, mis gemidos eran de lo más real que nunca había escuchado enmi vida, mi excitación era profunda, como si del lugar mas profundo del planetase tratase. Me puse en cuatro y llevando mi mano derecha hacia atrás empecé adarme ese placer que nunca había sentido, cada vez más rápido, cada vez másduro, cada vez más placer dentro mío, varié de posiciones hasta que terminé conmis piernas atadas con un cinto, elevadas en el aire y atadas al respaldo de micama, todo era hermoso, hasta que empecé a sentir cierta sensación en mi glande,algo como una presión que quemaba y se expandía hasta mis testículos, haciendoque me dé escalofríos en mi cuerpo del placer que me generaba eso; me autobombeaba tan rápido que el sentimiento era cada vez mas grande; ahí recordé lodel sissygasm ¿Lo estaba logrando? ¿Ese era ese super orgasmo que tanto escuchéy leí en aquellas paginas prohibidas? Así que solo atiné a seguir en lo mío,hasta que el cansancio se apoderaba de mí, pero, no era un impedimento, me desaté,fui hacia el piso, coloqué en el suelo el dildo y empecé a darle sentones comotoda un puta, hasta que de pronto, una sensación que recorrió desde la punta demi glande, por todo mi recto, hasta cada extremo de mi cuerpo salió para darmeavisó que estaba llegando al final, no paré y un cosquilleo enorme junto con unéxtasis y un gran gemido con un tono agudo, tal como si de una princesa setratase, acabé de la forma más intensa que jamás había sentido nunca, sintocarme. Me dejé caer y todavía con el dildo dentro mío estaba ahí, llenx de mipropia leche, en el piso de mi cuarto, dentro de mi depto. Nunca pensé que llegaría a este punto; un"sissygasm”. Una locura, una maldita locura que cometería una y mil vecesmás; que espero, se siga repitiendo cada vez que me encuentre a solas. Esa es lahistoria de como me coroné como una verdadera putita.
2 comentarios - Mi primer Sissygasm (relato).