Lo que pasa por ir a hacerse masajes 3/7

Me había quedado caliente con Serena. Pensé varias veces en encontrarla en el gym, pero sería demasiado sospechoso que vaya solo, cuando no soy un gran atleta. Las pocas veces que fuimos durante las dos semanas siguientes con Virginia, no los volvimos a cruzar. 
Otra vez me estaba quedando duro del cuello. Y la conversación volvió al mismo punto de unas semanas atrás. Virginia me insistió a que vaya de nuevo a la masajista, pero esta vez me encargué yo de pedir turno. Obviamente, pedí turno con Serena.
Jueves 15 hs. Llegué puntual, me hicieron pasar, y me dieron las mismas indicaciones de la primera vez. Me desvestí, me recosté boca abajo en la camilla, y tapándome la cola con la toalla, esperé que llegue la masajista. 
S: hola, buenas tardes – escuché de nuevo esa voz dulce, la reconocí enseguida.
Y: Hola Serena, soy Jorge, tu vecino.
S: ay hola Jorge! No me dijeron que eras vos…. Bueno, venis por lo mismo de la otra vez?
Y: si si, de nuevo las contracturas.
S: bueno ya sabés entonces, voy a empezar con los descontracturantes, y luego los relajantes.
Y: Dale
Cuando se paró delante de mí, pude ver de nuevo sus pies. Mientras me empezó a hacer masajes y a intentar destrabar los nudos que me tenían a mal traer, intenté sacarle conversación.
Y: así que vivimos en el mismo complejo.
S: si, que casualidad!!!
Y: no te vi más por el gimnasio….
S: pasa que no vamos todos los días a la misma hora….
Y: no bueno, nosotros tampoco vamos todos los días, te habrás dado cuenta que no tengo un físico de gimnasio…..
S: jajaja que tonto! Nosotros no vamos a la misma hora todos los días, pero sí vamos todos los días, es casi obligatorio para nosotros…..jajaja
Y: si, me imagino que si…. Y se les nota….. Salís muy tarde de acá?
S: a las 18 generalmente.
Y: ah está bien, y entrás temprano?
S: a las 9
Y: y viene gente a esa hora????
S: si! Hay muchas mujeres mayores que vienen a esa hora….. aprovechan y se hacen todo, masajes, cama solar, uñas, pies, tratamientos faciales, etc.
Y: claro. Bueno, ya se a que hora encontrarte por el gym más o menos entonces…..
S: jajaja no te creas, como te dije, no vamos siempre a la misma hora…. Pasa que Maxi me pasa a buscar todos los días por acá, pero a veces vamos derecho para casa, otras veces vamos al shopping, o lo acompaño a la agencia, tiene una agencia de autos, y bueno, vamos cuando podemos, pero seguro vamos!!! Jajaja
Y: ahhhh está perfecto… me gustaría tener la disciplina de ustedes.
S: jajaja, bueno, ahora date vuelta y ponete boca arriba. 
La vi ir hasta la mesita donde trajo los parches esos con ese líquido “relajante de párpados” y me los puso en los ojos. Comenzó de nuevo el masaje. No se por qué, pero me pareció que esta vez fue todo más rápido. Cuando me dí cuenta, me estaba masajeando las piernas, nuevamente en la parte interna de los muslos, lo que me daba cosquillas. Intenté concentrarme para no pasar vergüenza de nuevo, pero me fue imposible. Otra vez había tenido una erección. 
S: Listo, terminamos.
Y: Uff…. Perdón de nuevo… la verdad que no puedo controlarlo…..
Ella se reía mientras relojeaba disimuladamente la carpa que había formado la toalla que me cubría la pija. 
Y: Se puede hacer algo con esto? – le dije arriesgándome a que se ofenda y me denuncie….
S: La verdad que el centro (de estética) nos tiene prohibido hacer cualquier tipo de servicio sexual…..
Y: Después de esa frase viene un “pero”…… o no?
S: Mirá, tengo otro cliente en diez minutos. Lo único que te puedo ofrecer son unos masajes especiales, pero que no se puede enterar nadie de acá adentro, y me lo abonas directamente a mí.
Arreglamos el precio, nada caro por cierto. Le di el dinero, ella cerró la puerta con llave y yo me recosté de nuevo en la camilla. Me hizo quitar la toalla que me cubría:
S: bueno, bastante bien eh!? Vamos a empezar…..
Se colocó unos guantes de látex, esos que usan los médicos, y poniéndose un aceite comenzó a masturbarme. Suavecito, de arriba abajo, lubricando bien todo el largo de mi pene. Después empezó a hacer como círculos con las manos, como queriendo exprimirme. Descabezó la punta de la pija y con los dedos la masajeó muy suave, provocándome una sensación que no había tenido nunca en mi vida. Retomó el ritmo de la paja y fue incrementando, hasta el punto de no retorno. Le avisé por las dudas, y me entregué al orgasmo. La leche me enchastró toda la panza, incluso llegó a mi pecho. Cuando mi pija dejó de escupir semen, ella la soltó, y se quitó los guantes, para tirarlos en el cesto. Todavía me latía la verga. Me saludó, juntó sus cosas, y me dijo que podía ducharme si quería, para no volver sucio a mi casa. Me metí en la ducha, y cerrando los ojos, volví a pajearme. 
Ese día ya saqué turno para la semana siguiente el mismo día en el mismo horario…..