Y llegó por fin el 5 capítulo de esta nueva temporada, la intensidad sube a más de 9000 cuando los hermanos retoman una práctica que hace bastante no realizan. También van a conocer que práctica sexual es del gusto de Sandra, que cansada del franeleo de su hija hacia su esposo, decide tomar medidas en el asunto.
Ya saben que uso imágenes de la instagramer Bee_farmer como ejemplo de la protagonista Tammy, y de Xev Bellringer para Sandra. Consideren que de existir un live action ellas sería mi primera opción 😉 igual, pueden imaginar las cosas como quieran.
¡Aquí viene lo bueno joven!
Starring:
Tammy
Sandra
Un Reality digno de Playboy channel
Me sentía como en un reality show del Playboy channel o Venus, algo así, si tuvieran el presupuesto y los huevos para hacerlo sobre una casa de familia donde yo tenía aventuras a dos puntas con mi hermana, mi madre, y a su vez, mi hermana con mi padre y conmigo (y para ser justos mamá conmigo y con papá dhu). Ya había hecho la analogía de mi casa con la de Gran Hermano en algún momento de mi historia, no obstante, ahora que no podía salir a estudiar ni ejercitarme ni nada, se hacía más evidente las equivalencias. Encerrados, con calor, con las hormonas locas y miedo del exterior.
También podía ser un survival horror para adultos muy pornoso, en el que un virus letal estaba diezmando la humanidad y el protagonista encontraba en el sexo intrafamiliar un escape psicológico y espiritual al horror.
- Va para mi página de ideas.- Dije en la soledad de mi habitación anotando en evernote mi ocurrencia de un apocalipsis zombie y una casa de incestuosos encerrados.- Oh, mira si el virus te despierta tanto la lujuria que te coges a cualquiera, incluso familiares y al final resulta que… ¡Los infectados siempre fuimos nosotros en una casa falsa dentro de un laboratorio!- Y anoté sin parar como un profesor loco.- Que buena idea, mucho mejor que la mierda de The Last of Us 2 jeje.
- ¿No te podés dormir ototo-san?- Me preguntó Tammy, que remolona, dormía como una bolsa de cemento mojada.- ¿Se te ocurrió otra idea de películas para cuando seas director en 1000 años?
- Si, es buenísima, capaz hasta te gusta para dibujar y hacer un manga.
- Ya se me ocurrió una mejor idea, es sobre un hermano que deja dormir a su hermana porque es jodidamente tarde…
Mis viejos en cambio salían, por si no lo notaron, cada día por medio. Trabajaban en sus respectivos puestos de la mañana a la tarde noche pero después tenían un día de descanso, casi como turnos policiales, por eso, con Tammy avanzábamos por turnos, paso a paso por nuestro tablero perverso.
Después de esa pequeña escenita en la mesa del desayuno junto a Tamara, mamá preparó la comida, comimos milanesas con ensalada de zanahoria y unos fideos con manteca que habían quedado todo bien normal. En lugar de dormir siesta, me había quedado agazapado, expectante en el living, fingiendo estar ocupado en mis asuntos cuando en realidad esperaba el siguiente movimiento de mamá, que como deseaba, apareció con su habitual indumentaria de yoga, la pelota azul de gimnasia, y se dispuso a poner sus dvds.
- Contame que pasó a la tarde cuando los dejé solos. Ya que no me dejas dormir. – Me preguntó Tammy en el presente, en su cama esa noche, pegada a mí.
- Te quise contar pero estabas ocupada onee-san.
Después del nuevo episodio relacionado con el yoga, papá llegó como era habitual para quedarse incluso hasta mañana, por ende, como papá y mamá estaban al mismo tiempo en la casa, decidí hacerle compañía a mi hermana entrada la noche y contarle lo que paso haciendo cucharita. Lamentablemente, la había encontrado dormida pero ahora que la desperté con mis divagaciones de mi primer éxito “Incest Mayhem House” le contaría todo.
- No quería apurar las cosas, soy cauteloso, me conoces.- Admití, cosa que era cierto. Ni yo podía creer lo bien que se daba todo cuando metía al sexo de por medio. No intenten seguir ninguno de mis pasos, estoy iluminado por un santo en particular y no quiero alentara nadie que me este leyendo a probar suerte como yo, lo más probable es que si tienen una hermana o madre sexys terminen con un palo de amasar roto en sus cabezas.
- Mamá vino vestida para matar, ya sabes.
- No, no sé, a vos te gusta mamá, a mí no.
- Como a mí me gusta, con ese top apretado, esa calza colorida, descalza (esto va a tener relevancia más adelante)… ahora ella sabe cuánto me calienta su cuerpo, como me gustan sus curvas así que no hay que ser físico nuclear para darse cuenta de que quería algo, de lo contrario no se me mostraría tan insinuante.
- Déjame adivinar, ni bien se acostó en la pelota y empezó a estirarse volviste a filmarla.
- Algo así. Algo se estiró, eso es seguro.
Los minutos pasaron mientras mi excitación subía como si subieran un termostato en mi interior. Con solo verla hacer sus poses tan sugerentes, tan sexuales (para mi, que el porno me quemó la cabeza y con ver calzas y una milf haciendo yoga ya me sentía en un video de Mike Adriano) no tardé en izar mi bandera redonda y enseñarle el mástil bajo mi apretado pantalón.
Era mucho más hermosa que la instructora en el dvd (una tal Tara Lee) mi viejo era jodidamente afortunado por haberme hecho a mí y a Tammy con ella (re que me olvidé de mi otro hermano).
- Mama me ignoró los primeros segundos, como luchando con el impulso de… no sé, volver a pajearme o hacer algo nuevo. Se notaba que una parte de ella quería hacer de cuenta que no pasaba nada y estaba sola con sus dvds.
Mientras le relataba lo ocurrido en la tarde de ayer, noté que Tammy comenzaba a frotar su cuerpo, en especial su culo contra mí. Sentí la redondez perfecta y suave de sus nalgas conectando en mi cuerpo en una cucharita perfecta, que de a poco, fui deformando para apoyarla con mi pija.
- En vez de filmarla, me empecé a tocar por arriba, a frotarme.- Susurré mientras acaricie su cuerpo, su cintura bajo la remera, sus piernas desnudas, y me hundía en sus cabellos.
Mama me dio la espalda acostándose boca abajo contra la pelota, balanceándose hacia adelante hasta sostenerse con los brazos. Me di cuenta de lo fuerte que era cuando pudo hacer varias flexiones, claro que la pelota la sostenía desde la cadera pero igual demostraba que estaba en excelente estado físico, otra muestra de su estado físico era como la calza desnudaba sus redondeados contornos.
La observé por minutos realizar varias poses con la pelota y casi que exploto cuando me dio la cara y empezó a hacer abdominales con las piernas entreabiertas. Juraría que no usaba ropa interior, de lo contrario, no se le marcaria tanto la puertita que me trajo al mundo.
- Le mire tanto el papo a mamá que sin darme cuenta, había pelado la chota y me estaba pajeando como un robot.
- Sos un nene sucio ototo-san.- Me dijo Tammy, frotándose cada vez más mientras le contaba lo ocurrido.
- Ella abrió los ojos y me vio de frente, viéndola fijo mientras me pajeaba. Negó con la cabeza, abochornada. No era lo que tenía en mente, no pensaba ir tan rápido en su aventura secreta con su retoño. Tras dejar atrás el bochorno, se bajó de la pelota y avanzo hacia mí en cuatro, con las tetas colgando como melones y los ojos azules clavados en mí. Se detuvo frente a mi pija y la observó con atención.
- Mmm Tommy, como me pone esto… tócame mientras me contás, acaríciame las tetas.- Y obediente, deslice una mano para arriba buscando su teta, a la que comencé a acariciar suavemente en el pezón, mientras que con la otra mano hacía lo que podía para acariciarle el cuerpo.
Pensé que me la iba a chupar, estaba a centímetros de mi falo erecto, viendo mi cabeza roja a punto de reventar y mi mano dándome placer sin parar, con descaro frente a ella.
“Yo te hice un favorcito hoy a la mañana , ahora quiero que me hagas uno a mi” Me dijo mamá que, tras pasarle la lengüita a mi glande y llenarme de ilusiones, abandonó la posición y se sentó en el extremo opuesto del sofá. No me imaginaba que iba a pasar, creí que se masturbaría frente a mí. Era una buena opción, sin dudas. “Ayudale a mama con esto que a papa no le gusta mucho…”
- ¿Qué hizo? ¿Qué te pidió? Mmm Tommy…
- No gimas hermana o se van a despertar.- Le susurré en la oreja y se la mordí con delicadeza mientras no dejaba de acosar su pezón, manteniéndolo erecto todo el tiempo.
- Contame de una vez la concha tuya, no me hagas esperar…
- Que ansiosa, bueno, te dije que se sentó frente a mí en el extremo opuesto y sus pies estaban desnudo, bueno, le metió un poco de fetiche a la tarde y me acarició la pija con los dedos…
No sabía si dejarle la manualidad a sus pies o seguir con mis manos, la cuestión es que no había notado sus pies desde hace años: Sus uñas estaban pulcramente pintadas de rosa y tenia pies que no reflejaban su edad, quizás de 15 años menos, sin venas, manchas, nada, solo piel suave y algo brillante rematadas en dedos muy cuidados. Me dejé acariciar el pene por sus pies hasta que me indico que quería otra cosa.
- Fue subiendo los pies frente mí, como si caminara por mi cuerpo y acerco una a mi boca, primero le lamí la planta, sin decir nada, ni ver su reacción, solo me importaba darle lo que quería, una buena chupada de pies.
Mientras se lo decía, fui bajando mi mano por su vientre la deslicé como una serpiente hacia su espalda y bajé hacia su vagina, desde atrás. Mi otra mano la escurrí por debajo de ella y en un medio abrazo, seguí estimulado sus pechos.
- Sos un hijito y hermanito ejemplar, Tommy.- Y mientras me elogiaba, le metí la lengua en la boca y dos dedos en su sudada vagina, lo más adentro que pude entre sus húmedos gajos de carne.
Mamá estaba complacida, dejo su pie contra mi boca, apoyando su talón en la misma, parte del cuerpo que nunca pensé que tendría en la boca pero tampoco rechacé. Hice el sacrificio menor de lamerle toda la planta de arriba abajo mientras me masturbaba. Abrí los ojos y mamá descubrió sus pechos para mí por sobre el escote del top, quedando sus enormes tetas paradas y juntas como dos números 0 formando un ∞.
Envalentonado por la excitante visión pase a atender sus dedos, lamiendo los resquicios entre uno y otro, dedo por dedo, con paciencia, notando el nuevo sabor saladito que se me impregnaba en la lengua. Mama comenzó a respirar fuerte, quizás conteniendo sus gemidos para no ser oída. Mientras se pellizcaba los pezones que me alimentaron alguna vez, me acercó el otro pie y repetí el procedimiento de besar y lamer sus dedos, concentrándome por algún motivo, en sus dedos gordos, que metí a la vez en mi boca.
- Wooa, eso es bastante gay.- Me dijo Tammy mientras seguí tocándola.
- No lo vi como gay, aunque si me estaba metiendo algo medio fálico en la boca, solo quería demostrarle que estaba dispuesto a lo que me pidiera, obvio que para cobrármelo más adelante.
Para mi sorpresa, se podría decir que me lo cobré en ese momento. Mientras mamá me refregaba una planta por toda la cara y después la otra, y así por un rato como si fuera una alfombra, vi como su mano se escurrió dentro de su calza para estimularse la vagina. En ese momento supe que nos estábamos haciendo una paja, yo ayudado con sus bamboleantes y desnudas tetas, apuntando hacia mí como proyectiles antitanque a plena luz diurna, y ella, con el morbo excitante y fetichista de mi lengua recorriendo los rincones entre sus dedos, como una pequeña criatura buscando refugio, dejando sus pies babosos y con olor a mi saliva…
- Me metió cuatro dedos en mi boca, los movió adentro mientras vi como se tocaba con los ojos cerrados, y vi como su calza se mojaba formando una mancha en su entrepierna que crecía, a la vez que su rostro se enrojecía…
- Mmm Tommy, no lo puedo creer.- Jadeó mi hermana, envuelta por mis brazos como una chica de hentai es envuelta por pulpos.
- Mamá abrió los ojos y su respiración se normalizo, retiro los dedos de su pie de su boca y los de su mano fuera de la vagina. – Acercándome al final de mi epopeya sexual.- Cuando se estaba por ir muerta de vergüenza por el manchón de excitación en la calza, le tomé la mano, y a modo de despedida, le chupe los dedos que se había metido y tenía mojados con su jugo de concha.
Acto seguido, para ilustrar mi punto, hice lo mismo con mi hermana, retirando mis dos dedos a la miseria de húmedos y apoyándolos directo en mi lengua, refregándomelos por toda la boca para empaparme del ardiente gustito de sus aceites caseros.
Tammy no me dejó disfrutarlos por mucho tiempo. Se posiciono arriba mío y me besó como de costumbre, a pura lengua, a puro lengüeteo mientras me abrazaba a ella fuerte para hundir tanto nuestras bocas que hasta me hice doler los labios. Capturó mi lengua como si me la quisiera sacar y la succionó con sus labios.
- Hermana, no puedo más, quiero cogerte, quiero venirme adentro, quiero embarazarte de una vez…- Dije como puede dado que no dejaba de lamer mis labios.- No aguanto más.
- No es prudente, tontito, estamos encerrados, sabrían que el hijo es tuyo y encima, en medio de esta situación de mierda.- Se resistió sin dejarme de acosar a besos, como si intentara callarme y evitar que siguiera soltando barbaridades.
- Por favor, no aguanto más, te prometo que voy a hacer lo imposible por cuidarlo y cuidarte, no me importa que sospechen…
- Hay hermanito, me pone tanto que me ruegues eso… pero no puedo, espera un poco más, esperemos unos meses por favor.- Me dijo sin dejar de besarme la boca, las mejillas, el cuello.
- ¿Me prometes que va a ser mío?
- ¿Te pusiste celoso boludo?- Me reprimió dándome una cachetadita.- Obvio que el primero va a ser tuyo, y si todo marcha bien, el segundo, y el tercero, quiero tener hijos con vos, hermanito y darte de amamantar siempre que sea posible, igual te vas a tener que poner las pilas y ser un buen padre, si te haces el boludo y pasas a hacer el papel de hermano nomás te fulmino.
- Mmm Tammy, no pienses eso, me voy a hacer cargo como el padre que voy a ser, no podría hacerte una forrada así, me insulta que pienses eso con lo que te amo…- Dije sin poder contener nada, como si ella estuviera succionando confesiones de mi cuerpo como una suerte de “beso de dementor” pero a la inversa, sacándome amor y dándome placer.- Te amo, hermana, te amo...
Tamara me calló apoyando sus pechos contra mi rostro y presionándome la boca con sus tetas, casi como si quisiera ahogarme con ellas. No eran tan grandes como las de mama pero si todo iba bien, me iba a alimentar de ellas por años.
- No hables más que voy a reventar de la calentura, Tommy, me estás quemando vivía… yo también te amo, lo mío con papá es un juego, vos vas a ser mi todo, boludo, no vuelvas a dudar de eso o te ahogo con mis tetas, te juro que te ahogo.
- Ahógame con tu culo, en serio…
- ¿En serio queres eso? Mira que lo tengo más grande de tanto morfar y estar sentada dibujando todo el día.
- Sentate en mi, quiero ser tu silla, tu bombacha, dale…
Tammy salió de la cama y de pie, a mi lado, se bajó la tanguita muy despacito, agachándose para enseñarme el culo y la empanada jugosa al igual que había hecho con papa, una vez totalmente desnuda, porque hasta se sacó la remera que usaba para dormir, se acomodo despacio sobre mí. La luz del velador, muy tenue a un lado, como que se fue apagando a medida que el culo de mi hermana iba bajando hacia mí y se posicionaba bien sobre mi boca.
- ¿Podes respirar? No te quiero matar antes de tiempo.
No dije nada, solo intente hacer esfuerzos denodados para sacar la lengua y pasársela por el asterisco, prácticamente pegado a mi boca. Mis manos se apoyaron en sus nalgas y las oprimí con fuerzas, hundiendo mis dedos en su carne varios centímetros bajo su piel, y aunque no lo vi, le deje los dedos bien marcados mientras Tammy se despegaba un poquito para dejar pasar aire, aire que se viciaba con el aroma de su sexo, de su sudor, de su todo y lo respiraba como si la respirara a ella.
Con suavidad, se fue dejando caer en mi boca y la dejé apoyarse libremente, llevando mis manos a mi pija para masturbarme. Ella me detuvo las manos y se las llevó a las tetas.
- No te hagas una paja, haceme la colita mejor.- No pude decir nada ante tal maravillosa combinación de palabras, no obstante, la pija parecía que quería salirse de mi cuerpo, debía de tener la mitad de la sangre de mi organismo ahí contenida bullendo.
Disfrute de chuparle el ano en un rimming profundo e intenso, atacando su centro con fuerza y cavando con la lengua hasta que se zafaba a los lados o su centro. Cuando me di el gusto de chuparle el culo tras tanto tiempo (parecía mentira pero desde que retomamos el incesto no se lo había comido) abrí sus nalgas de forma obscena y le lamí la vagina con énfasis, pasando de un agujero al otro como si quisiera decolorarle la raya.
- Aah, ahah, haha, ototo-san, que hambre que tenías.- Me dijo dejándose caer con su peso contra mi rostro por varios segundos. Cuando salió avanzo en cuatro hacia delante de modo sugerente y apunto su ojete a mi verga parada.- ¿Listo para retomar el anal?- Me preguntó volteando para mirarme mientras se abría el culo con los brazos.- No te quejes de cómo te quede que estoy al natural.
- Que rico, así es como más me gusta.- Expresé a mil de excitación frotándome la punta del glande contra su ano todo humedecido por mi saliva. – Listo, dejate caer despacito, muy despacito.- Dije cuando tuve el arma bien apuntada al centro de la diana. Quería sentir su orificio astringente abriéndose milímetro a milímetro dentro suyo para darle paso a mi pija.
- Ahí voy, mmm uuhhh, ahah… esta hirviendo.- Menciono dejando que su ano se comiera mi pija con naturalidad, lo tenía bastante dilatado gracias a mis besos y lengüetazos.
Esa noche mágica volví a hacer un anal. Por el quilombo que hacia el colchón y lo excitado que estaba, sabía que no iba a durar tanto, estábamos cogiendo a menos de 20 metros de dónde nuestros viejos dormían.
- Mmm Tammy, lo tenes re apretadito, no volviste a tocarte el culito parece ¿Ni un dedito te metes?
- Ese es tu trabajo, no me gusta ensuciarme las manos.- Dijo dándome la espalda, dejándome penetrarla analmente con mis movimientos de cadera. Ella me estaba entregando la cola como un obsequio, quietita, limitándose a mantener sus nalgas abiertas de par en par, dejándome coger su culo a mi manera y a mi ritmo.
- Por Dios, me gustaría hacer esto de acá hasta mañana. No quiero sacártela nunca pero no aguanto.
- Tomate el tiempo que quieras, disfruta de mi culo que hace mucho que no me lo coges.- Me enamoró aún más con su infinita predisposición a complacerme.- Si te cansas decime que te relevo y me muevo yo.
- Bueno, quiero ver cómo te moves.- Propuse sin dejar de ver como su agujero me acogotaba el ganso.
Tammy empezó a impulsarse con sus piernas arrodilladas levemente, propiciando un sexo anal tan bueno o mejor a como yo lo hacía. No sé si le gustaba pero no parecía dolerle o sufrirlo, aunque tampoco se la había metido toda ni podía gritar mucho. Mi idea era traspasar el ano y eyacular dentro de ella, no esperaba una penetración muy profunda.
- ¿Me dejas ver cómo te queda el agujero?- Le pedí empujando su cola hacia arriba para liberar mi pija. En efecto, su culo era una obra de arte por sí solo, pero después de ser cogido era aún mejor, un asterisco de centro rosado grande y dilatado, mi dedo entro hasta el fondo con comodidad, apenas sintiendo carne que me lo apretara.- No doy más, voy a venirme en tu culo.
- Cógeme la cola, llenámela con tu lechita.- Me dijo volviendo la vista al frente y dejándome hacerlo a mi ritmo. En cuestión de segundos, ni bien la volví a meter, eyacule golpeado sus nalgas con mi cadera con más fuerza, liberando una carga inmensa de semen en su culo.
- Mmpf, mmpf, mmpf, uuuff, ahhh… fiuu.- Me sequé el sudor sin darme cuenta de que había transpirado bastante. Tammy dejó caer sus nalgas y perdí la visión de mi pija, que entre que perdía altura, ahora estaba metida en el valle de sus carnes. Muy lentamente se fue incorporando hasta dejármela libre y ardiente de calor.
- La tengo toda adentro, eyaculaste muy profundo, puedo sentirlo.- Me dijo limpiándomela con los clásicos y confiables pañuelitos húmedos. Ella hizo lo mismo con su vagina, con su ano, y me acompaño en la cama.
- Eso fue… tan bueno. Me encanto, gracias.- Le agradecí obsequiándole un jugoso beso de buenas noches, aunque eran como las 4 de la mañana.
- No me des besos pendejo sucio, sé bien donde metiste esa lengua.- Me retó de chiste mientras apagaba la luz, como si después de ese arrebato de sexo incestuoso pudiéramos dormir algo.
Afiebrados de placer
Habría que remontarse a nuestro viaje a Mar del Plata o quizás nuestras primeras aventuras para encontrar un punto de tanta calentura, de tana excitación. El juego de Tammy con papá, y el mío con mamá, había echado tanto carbón al horno quela locomotora parecía tren bala. Quisimos mitigar nuestro fuego y le terminamos echando nafta, la noche anterior había sido solo una pequeña muestra.
El lado negativo era que estábamos hechos mierda, como zombies mirando tele y boludeando con el teléfono en el sillón del living. Papá trabajaba en la mesa de la cocina con unos planos y solía hacer llamadas cada dos por tres, así que con mi hermana nos comunicábamos por mensajes. Estábamos proponiendo nombres para nuestros hijos.
Yo quería seguir con la tradición de nombres que empiecen con T (tradición sin ningún motivo, casi por casualidad) ella la flasheaba y pensaba nombres japoneses y de animes.
- Tiffani se me hace muy yanquee, pero Tatiana puede ser. Y para varón de los que me mandaste me gusta Theo y Tulio.- Me contestó mi hermana, como dije, por medio de mensaje escrito. Se imagen lo raro que seria que nos escuché papa proponiendo nombres.
- Ya tenemos los mejores nombres con T… Thiago, Tomás y Tamara. Aunque yo tengo nombre de, no sé, peluche o juguete. Nunca me gusto Tommy.
- A mi me encanta, denota inocencia, no te puedo imaginar como adulto o viejo si te digo Tommy. Siempre vas a ser mi hermanito menor.- Acompañando su mensaje con un emoji de bebé.- Aunque cuando seas papá te voy a decir Tomás siempre, ahí vas a crecer para mí.
- Ese es el problema.- Mientras lo escribía, se acostó apoyando la cabeza sobre mi regazo, quedando con el buzo levantado y la tanguita expuesta, obviamente, apuntando a papá que no notaba que con solo girar la cabeza podía verle la empanadita a su hija.
- Bueno, Tamara siempre me pareció nombre de puta o actriz porno.
- Cada uno es el nombre que le toca al parecer.
Tammy me dio un coscorrón en el brazo que me dejo doliendo. Tanto tiempo sin actividad física me había dejado como una mojarrita, ni siquiera había logrado formarme en el tiempo que fui.
- Cambiando de tema, estaba pensando que pasaría si le envías un pack a papá.- Le propuse e inmediatamente empezó a contestarme.- Con esa posición te va a ver la tanga y seguro se va a re calentar.
- ¿Qué hacen ustedes dos?- Preguntó papá, como si sintiera vibras incestuosas en el living y parara la oreja.- ¿Están mirando tele o jugando con el celular?
- Ni una cosa ni la otra.- Contestó Tammy, desinteresada.- Tengo sueño, y ni ganas de nada.
- Se nota, se nota, están ahí hace rato, par de larvas ¿Dónde está la juventud?- Reconoció dedicándole una mirada bastante prolongada a la posición de su hija, abierta de piernas, acostada, con la empanadita entangada expuesta.- Los iba a mandar a comprar pero con esas ganas mejor voy yo.- Aún viéndole la ropa interior.
- Compra Oreos, esos paquetes de 3.- Pidió Tamara.- Y si hay un block también que se me termino, de medio kilo o de kilo total dura.
- ¿Algo más princesa? ¿Ustedes ni se enteraron de lo que vale todo no?- Ironizo poniéndose el barbijo y agarrando una botellita de alcohol en gel frente nuestro. Tammy ni amagó a cerrar las piernas.- Me voy, si encuentro algo traigo. Si llega mamá le dicen que fui a comprar para hacer unas pizas de anchoas y cantimpalo.
- A mi no me preguntes si quiero algo he.- Me quejé haciendo reír a papá. Háblame de preferencias.
Por lo menos ahora podíamos hablar libremente y eso hicimos por varios minutos, siguiendo con nuestra selección de nombres y planes pervertidos a futuro.
- Si me compra algo de lo que le pedí, le mando fotos mías picantes. Vos te quedas acá y ves como reacciona.- Propuso la muy traviesa.
- Que bien que te queda el nombre.
- Vos podrías hacer lo mismo con mamá. Total no tenes nada que perder, a lo sumo te castiga caminándote por la cara o algo así.
- Que loco. Así que le va esa onda de los pies, como a Tarantino.
- ¿Taran qué?
Los siguientes minutos nos pusimos la ropa de hermanos, hablamos largo y tendido de temas más inocentes y legales. Mi hermana, muy culta sobre la cultura japonesa y el animé, no sabía tanto de cine y no conocía a Tarantino, aunque vio un par de películas de él que ella no sabía que habían sido dirigidas por el director: Django Unchaind y Pulp- Fiction. Por último le explique que era sabido que Quentin Tarantino tenía un gusto particular por los pies y solía dedicarles tomas de privilegio en sus películas, entre otras muchas marcas distintivas de sus películas.
- ¿Kill Bill no fue de él? En esa cortan brazos y piernas y sale sangre como en un capítulo de Claymore.- Haciendo referencia a un anime de guerreras demonio que blanden espadas enormes.
- Exacto, es así.- Mientras Tammy se acomodaba sobre mí, al parecer, para terminar con nuestro papel de hermanos y comenzar el de amantes.- Nos pueden oír, pueden llegar en cualquier momento.
- Es un beso nada más, para inspirarme cuando me vaya a bañar y me saque unas fotitos para papá.- Planeó besándome apasionadamente envolviéndome en un abrazo al igual que su lujuriosa lengua me envolvía la mía. Con Tammy no había besos como en las películas o telenovelas, todo era un chupeteo constante y una degustación bucal mutua. No me quedé atrás y pose mis manos en su culo, al que apretuje con suavidad hundiendo mis dedos en sus carnes blanditas.
- Bien, ya vengo, me voy a dar un bañito, además quedé toda cochina por lo de anoche.- Guiñándome un ojo.
- Si viene papá te cuento cómo reacciona. – Y mientras se paraba le di una fuerte nalgada en la cola.
- ¡Auch! ¡Hey! ¿A vos también te va eso de nalguearme la cola?
Papá había disfrutado de “castigar” a Tammy con nalgueadas, mamá de refregarme las patas por la cara y la boca, algo era seguro, el encierro por cuarentena nos había permitido conocernos más que nunca como familia, y sin dudas estábamos más unidos que antes.
Papá no tardó en llegar, y como esperaba, le trajo a su hijita consentida todo lo que le pidió, oreos, chocolates, y hasta un budín, me preguntó dónde estaba Tammy y le dije que se estaba bañando o cambiando en su habitación. Lo notó colorado, algo sudoroso y hasta nervioso. Intuí que ya había recibido las fotos y estaba re caliente. ¿Se vendría una llamad de atención u otra cosa?
- Toma, para que veas que me acuerdo de vos.- Obsequiándome un chocolate bastante suculento. No tuve tiempo ni de agradecerle cuando lo vi subir las escaleras para ver si su hija se bañaba, estaba en su habitación u otra cosa.
“¿Este esta tan caliente que se va a mandar al baño o la pieza? ¿Qué le habrá mandando esta zarpada?” me preguntaba mientras guardaba el chocolate en la heladera para después. Algo me decía que la acción ya había empezado y sin mí.
Me la jugué. Algo celoso, algo curioso, subí las escaleras pisando como gato sobre cómoda y llegue al 2do piso. No escuchaba el agua de la lluvia desde el baño, al acercarme al cuarto de mi hermana, lo escuché y lo vi…
La puerta estaba entreabierta y daba a la cama de ella. Vi las cosas por partes, primero una pierna masculina con el pantalón arremangado en ella, otra pierna apuntando al techo, desnuda, lisa, de Tammy, balanceándose como una rama agitada por el viento. Entra abrí un poco más la puerta y recibí más información de la que quería: mi papá, y sus nalgas desnudas, caían una y otra vez sobre mi hermana, cuya tanga colgaba de su otra pierna. Los gemidos de mi hermana eran acallados por la boca de mi padre, que la besaba… se escuchaba tanto el chupeteo de sus bocas como el rítmico rechinar del colchón.
Aunque era desagradable para mí ver el trasero desnudo de mi progenitor, el hecho de que este penetrando a su hija, con desenfreno, rápido y sin reparos, también tenía un encanto primitivo. Era como ver a un hombre que antes era cuerdo, estaba en sus cabales y parecía normal a simple vista, descender a un abismo bestial preso de sus impulsos más obscenos, abismo en el que, sin dudarlo, Tammy había empujado inmisericorde.
El que hasta hace unos días era el papa del año y aparecía en casi todas las fotos con momentos clave en la vida de Tamara regadas por la casa, como el primer día de escuela de, una vez que fue abanderada y la fue a ver, las vacaciones a Disney y su graduación en la escuela de arte, ahí estaba ahora, bombeándole su esperma a su propia hija, hija que lo recibía en un abrazo de piernas abiertas de par en par, y ahí, caí en cuenta de que tenia temor.
- Papi…. Mmm, veníte en mi boca… o mis tetas… papi…- Al parecer, mi hermana tenía el mismo temor.
Papa se la seguía cogiendo como un auto fuera de control al que se le rompieron las llaves. Me entro pánico, no quería que fuera él el que embaracé a Tammy (y no sé qué es lo más enfermo de la situación) tenía miedo de que se viniera adentro y sentí hasta bronca con mi hermana por dejarlo, por quejarse con tanta flojera…
Casi arrancándome las zapatillas, bajé a toda velocidad sin hacer un sonido (los escalones de madera parecidos a durmientes eran ideales para eso) y abajo doble a mi derecha, fui a la puerta de entrada, la abrí, y desde afuera toque el timbre bastante fuerte dos veces.
Casi al instante me puse las zapatillas y toqué por 2da vez “ya si siguen cogiendo tras escuchar el timbre es el colmo, no los paro ni con un baldazo de agua fría.” Entre a casa triunfal al escuchar pasos acelerados arriba.
- ¿¡Quién era!? - El hijo de puta de papá estaba agitado, traspirado, y sonó muy enojado como si la bronca por el polvo interrumpido le saliera de adentro.
- Un amigo mío, le presé unos comics de Iron-Man y se fue rajando por lo de la pandemia.
Papa no lo puteó pero se notó que ganas no le faltaron. Me sentía perverso por mis deseos malsanos con Tamara que iban más allá de hacerle el amor, de fornicar de todas las maneras posibles, que habían llegado al punto de abrazar un destino de paternidad junto a ella.
Mamá llegó al rato, agarrándome estudiando en la mesa con pinta de más bueno que Bambi, sin sospechar que ahora oficialmente todos los hombres de la casa habíamos cogido con Tammy, recibió a papá con un beso y a mí con un piquito, felicitándome por estar estudiando mientras su mano me acariciaba el brazo y la espalda.
- Perdón, estaba muy metido, “Teorías del cine” de Robert Stam, esta genial.- Dije sin mentir del todo, ya que tras mi jugada maestra me sentí tan relajado que hasta pude leer con normalidad.
Antes de la cena, me hice el boludo y le pregunté a Tammy que había pasado. De paso pedí que me muestre las fotos que le había enviado a papa. Ella me dijo que había llegado humeando como una locomotora gracias a esas fotos y sin previo aviso, tiró el chocolate de regalo a un lado, le bajó la tanga y la poseyó como un preso en una visita higiénica. Fingiendo sorpresa, no tuve reparos en preguntarle por los detalles como si le había gustado o si se había corrido adentro a lo que respondió que si a lo primero y no a lo segundo. Yo dije que no imagine que estaban cogiendo y que la visita de mi amigo había sido un imprevisto.
Las fotitos que le mando Tammy a su papá. Algunas tomadas ese mismo día y otras antes, de su época de patreon.
“Me salvaste, sino ibas a tener un sobrihermano en 9 meses e ibas ser un joven tío” bromeó sin causarme mucha gracia. “Entonces por las dudas hoy te hago un sobrihijo sin falta y te convierto en mama” ella respondió con emojis de risa.
Hablando de mamas, masticando esa loca tarde (como todas) llegué a la conclusión de que mi hermana me había ganado en esa tácita competencia de incesto al ser la primer en sumar a su palmarés de conquistas a un progenitor, no obstante, no pensaba quedarme atrás y volvía la carga con mamá. Lo mío con ella estaba lejos de terminar, sentía que ni habíamos arrancado.
- Papi ayudame con el jean, está muy apretado y no lo puedo subir.- Me ayudó Tammy posicionándose frente a papa, muy cerca de él con el jean por debajo de la colita y usando una tanguita de encaje minúscula. Mama que se mensajeaba conmigo la vio con un gesto de rechazo.
- ¿Porqué no me lo pedís a mi?
- No me entra y papá tiene más fuerza.- Le respondió a mamá haciéndose la inocente.
- ¿Es el mismo del otro día? No te va a entrar si es ese.- Preguntó papa, dejando entre ver que no era la primera vez que pasaba.
- No, es otro, ayudame a subirlo.- Sin pararse de la silla, papá posicionó sus manos por detrás y tomó el jean, y haciendo un movimiento como quien levanta la barra para hacer trapecios, fue subiendo como pudo cubriendo de a poco ese manso culo con el pantalón, provocando en cada bamboleo que esa cola tiemble como el agua en el vaso de Jurassic Park. Por supuesto, repitió el mismo número de apretujar la cola con las manos para empujar a la vez e ir subiendo el jean, que poco a poco, ganaba terreno.
- ¿Podes dejar de manosearle el culo a tu hija? – Se calentó mama y no precisamente por excitarse.
- ¡Sandra vamos! Lo decís como si estuviera haciendo algo malo.- Se excusó.- Es la última vez que te ayudo, mañana te compro un par de jean y si no te los podes poner sola, los devuelvo.
- Dale, consentila más de lo que la consentís. Pareces un viejo baboso como Kevin Spacey- Mientras papá y mamá discutían (y mi hermana dejaba la escena como una pirómana que abandonaba un incendio forestal tras de sí), yo esperaba mi respuesta y como si esas escenas de cachondeo de Tamara con papa la hubieran empujado al abismo, me respondió de la mejor manera imaginable.
- Después te mando unas fotitos mías muy lindas, bebé, y vos me mandas unas tuyas. Te quiero presumir con Nayla, mi amiga de la que te conté que vive y coge con su hijo.- Me respondió tras decidirlo en el living mientras miraba C5N. Papá casi a modo de castigo cocinaba.
Me sonaba el nombre, creo que era una de las tantas amigas que hizo en la oficina. Si era la que creo que es, se trataba de una mujer de negocios pelirroja que trabajaba en el área de redes.
- ¿En serio me decís? Me muero. – Poniendo un emoji de carita babeando muy indecoroso.- Si queres podes sacarme la foto vos, podemos salir juntos si queres.
- Primero mandame una vos, quiero que parezca que me acosas con fotos así, después nos sacamos algunas juntitos, le quiero presumir que mi hijo es más bonito.- Respondió y juro que creí que se me paró el corazón pero resulto ser que toda la sangre que recorría mi pija en el momento se quedó ahí y se me agarrotó.
- Sos la mejor mamá del mundo, lo que quieras, lo hago, incluso me podes tomar foto mientras te hago lo que te hice ayer.
- Me encantaría bebé.- Aceptó.- Tengo un hijo muy lindo, cuando pueda a la noche te paso a dar el besito de las buenas noche o de los buenos días, el que pueda.
- Te espero.- Finalicé cruzando miradas con ella, que se sonrojó. Era increíble lo que los celos podían lograr. Gracias al jugueteo padre e hija (que yo sabía que había llegado más allá de un jugueteo) mamá estaba tan cabreada que a modo de venganza, me usaba para tener su aventura secreta a espaldas de papá, me usaba para satisfacer sus fetiches, y ahora, iba a convertirme en su reluciente listón frente a esa otra mama pícara llamada Nayla. La idea de que me usara a su manera como hace Tammy, para satisfacer cada capricho, me encantaba. Solo espero que en ningún momento se descubriera que jugaba a dos puntas y me desmiembren como a un juguete de trapo entre dos niños caprichosos indispuestos a compartir.
Continuara
¡Gracias por leer! Se está hablando mucho de embarazo como notarán… ¿Estará pronto a llegar el ansiado momento de formar una familia prohibida? ¿Cómo va a terminar ese repentino interés de Sandra por presumir a su hijo? ¿Y si mama y papa intervienen justo a tiempo?
Si les gustó esta nueva historia muéstrenme su apoyo dejando puntos y/o comentarios, lo que gusten. Si pueden mandar a favoritos también pueden dejar puntos, no sean ratas que esto se hace a pulmón y para ustedes 😉
Capítulos anteriores:
Hermana Otaku 2da Temporada 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3727751/Hermana-Otaku-2da-Temporada.html?notification#comment-185844
Hermana Otaku 2da Temporada 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3750217/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-2.html
Hermana Otaku 2da Temporada 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3776003/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-3.html
Hermana Otaku 2da Temporada 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3800384/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-4.html
Ya saben que uso imágenes de la instagramer Bee_farmer como ejemplo de la protagonista Tammy, y de Xev Bellringer para Sandra. Consideren que de existir un live action ellas sería mi primera opción 😉 igual, pueden imaginar las cosas como quieran.
¡Aquí viene lo bueno joven!
Starring:
Tammy
Sandra
Un Reality digno de Playboy channel
Me sentía como en un reality show del Playboy channel o Venus, algo así, si tuvieran el presupuesto y los huevos para hacerlo sobre una casa de familia donde yo tenía aventuras a dos puntas con mi hermana, mi madre, y a su vez, mi hermana con mi padre y conmigo (y para ser justos mamá conmigo y con papá dhu). Ya había hecho la analogía de mi casa con la de Gran Hermano en algún momento de mi historia, no obstante, ahora que no podía salir a estudiar ni ejercitarme ni nada, se hacía más evidente las equivalencias. Encerrados, con calor, con las hormonas locas y miedo del exterior.
También podía ser un survival horror para adultos muy pornoso, en el que un virus letal estaba diezmando la humanidad y el protagonista encontraba en el sexo intrafamiliar un escape psicológico y espiritual al horror.
- Va para mi página de ideas.- Dije en la soledad de mi habitación anotando en evernote mi ocurrencia de un apocalipsis zombie y una casa de incestuosos encerrados.- Oh, mira si el virus te despierta tanto la lujuria que te coges a cualquiera, incluso familiares y al final resulta que… ¡Los infectados siempre fuimos nosotros en una casa falsa dentro de un laboratorio!- Y anoté sin parar como un profesor loco.- Que buena idea, mucho mejor que la mierda de The Last of Us 2 jeje.
- ¿No te podés dormir ototo-san?- Me preguntó Tammy, que remolona, dormía como una bolsa de cemento mojada.- ¿Se te ocurrió otra idea de películas para cuando seas director en 1000 años?
- Si, es buenísima, capaz hasta te gusta para dibujar y hacer un manga.
- Ya se me ocurrió una mejor idea, es sobre un hermano que deja dormir a su hermana porque es jodidamente tarde…
Mis viejos en cambio salían, por si no lo notaron, cada día por medio. Trabajaban en sus respectivos puestos de la mañana a la tarde noche pero después tenían un día de descanso, casi como turnos policiales, por eso, con Tammy avanzábamos por turnos, paso a paso por nuestro tablero perverso.
Después de esa pequeña escenita en la mesa del desayuno junto a Tamara, mamá preparó la comida, comimos milanesas con ensalada de zanahoria y unos fideos con manteca que habían quedado todo bien normal. En lugar de dormir siesta, me había quedado agazapado, expectante en el living, fingiendo estar ocupado en mis asuntos cuando en realidad esperaba el siguiente movimiento de mamá, que como deseaba, apareció con su habitual indumentaria de yoga, la pelota azul de gimnasia, y se dispuso a poner sus dvds.
- Contame que pasó a la tarde cuando los dejé solos. Ya que no me dejas dormir. – Me preguntó Tammy en el presente, en su cama esa noche, pegada a mí.
- Te quise contar pero estabas ocupada onee-san.
Después del nuevo episodio relacionado con el yoga, papá llegó como era habitual para quedarse incluso hasta mañana, por ende, como papá y mamá estaban al mismo tiempo en la casa, decidí hacerle compañía a mi hermana entrada la noche y contarle lo que paso haciendo cucharita. Lamentablemente, la había encontrado dormida pero ahora que la desperté con mis divagaciones de mi primer éxito “Incest Mayhem House” le contaría todo.
- No quería apurar las cosas, soy cauteloso, me conoces.- Admití, cosa que era cierto. Ni yo podía creer lo bien que se daba todo cuando metía al sexo de por medio. No intenten seguir ninguno de mis pasos, estoy iluminado por un santo en particular y no quiero alentara nadie que me este leyendo a probar suerte como yo, lo más probable es que si tienen una hermana o madre sexys terminen con un palo de amasar roto en sus cabezas.
- Mamá vino vestida para matar, ya sabes.
- No, no sé, a vos te gusta mamá, a mí no.
- Como a mí me gusta, con ese top apretado, esa calza colorida, descalza (esto va a tener relevancia más adelante)… ahora ella sabe cuánto me calienta su cuerpo, como me gustan sus curvas así que no hay que ser físico nuclear para darse cuenta de que quería algo, de lo contrario no se me mostraría tan insinuante.
- Déjame adivinar, ni bien se acostó en la pelota y empezó a estirarse volviste a filmarla.
- Algo así. Algo se estiró, eso es seguro.
Los minutos pasaron mientras mi excitación subía como si subieran un termostato en mi interior. Con solo verla hacer sus poses tan sugerentes, tan sexuales (para mi, que el porno me quemó la cabeza y con ver calzas y una milf haciendo yoga ya me sentía en un video de Mike Adriano) no tardé en izar mi bandera redonda y enseñarle el mástil bajo mi apretado pantalón.
Era mucho más hermosa que la instructora en el dvd (una tal Tara Lee) mi viejo era jodidamente afortunado por haberme hecho a mí y a Tammy con ella (re que me olvidé de mi otro hermano).
- Mama me ignoró los primeros segundos, como luchando con el impulso de… no sé, volver a pajearme o hacer algo nuevo. Se notaba que una parte de ella quería hacer de cuenta que no pasaba nada y estaba sola con sus dvds.
Mientras le relataba lo ocurrido en la tarde de ayer, noté que Tammy comenzaba a frotar su cuerpo, en especial su culo contra mí. Sentí la redondez perfecta y suave de sus nalgas conectando en mi cuerpo en una cucharita perfecta, que de a poco, fui deformando para apoyarla con mi pija.
- En vez de filmarla, me empecé a tocar por arriba, a frotarme.- Susurré mientras acaricie su cuerpo, su cintura bajo la remera, sus piernas desnudas, y me hundía en sus cabellos.
Mama me dio la espalda acostándose boca abajo contra la pelota, balanceándose hacia adelante hasta sostenerse con los brazos. Me di cuenta de lo fuerte que era cuando pudo hacer varias flexiones, claro que la pelota la sostenía desde la cadera pero igual demostraba que estaba en excelente estado físico, otra muestra de su estado físico era como la calza desnudaba sus redondeados contornos.
La observé por minutos realizar varias poses con la pelota y casi que exploto cuando me dio la cara y empezó a hacer abdominales con las piernas entreabiertas. Juraría que no usaba ropa interior, de lo contrario, no se le marcaria tanto la puertita que me trajo al mundo.
- Le mire tanto el papo a mamá que sin darme cuenta, había pelado la chota y me estaba pajeando como un robot.
- Sos un nene sucio ototo-san.- Me dijo Tammy, frotándose cada vez más mientras le contaba lo ocurrido.
- Ella abrió los ojos y me vio de frente, viéndola fijo mientras me pajeaba. Negó con la cabeza, abochornada. No era lo que tenía en mente, no pensaba ir tan rápido en su aventura secreta con su retoño. Tras dejar atrás el bochorno, se bajó de la pelota y avanzo hacia mí en cuatro, con las tetas colgando como melones y los ojos azules clavados en mí. Se detuvo frente a mi pija y la observó con atención.
- Mmm Tommy, como me pone esto… tócame mientras me contás, acaríciame las tetas.- Y obediente, deslice una mano para arriba buscando su teta, a la que comencé a acariciar suavemente en el pezón, mientras que con la otra mano hacía lo que podía para acariciarle el cuerpo.
Pensé que me la iba a chupar, estaba a centímetros de mi falo erecto, viendo mi cabeza roja a punto de reventar y mi mano dándome placer sin parar, con descaro frente a ella.
“Yo te hice un favorcito hoy a la mañana , ahora quiero que me hagas uno a mi” Me dijo mamá que, tras pasarle la lengüita a mi glande y llenarme de ilusiones, abandonó la posición y se sentó en el extremo opuesto del sofá. No me imaginaba que iba a pasar, creí que se masturbaría frente a mí. Era una buena opción, sin dudas. “Ayudale a mama con esto que a papa no le gusta mucho…”
- ¿Qué hizo? ¿Qué te pidió? Mmm Tommy…
- No gimas hermana o se van a despertar.- Le susurré en la oreja y se la mordí con delicadeza mientras no dejaba de acosar su pezón, manteniéndolo erecto todo el tiempo.
- Contame de una vez la concha tuya, no me hagas esperar…
- Que ansiosa, bueno, te dije que se sentó frente a mí en el extremo opuesto y sus pies estaban desnudo, bueno, le metió un poco de fetiche a la tarde y me acarició la pija con los dedos…
No sabía si dejarle la manualidad a sus pies o seguir con mis manos, la cuestión es que no había notado sus pies desde hace años: Sus uñas estaban pulcramente pintadas de rosa y tenia pies que no reflejaban su edad, quizás de 15 años menos, sin venas, manchas, nada, solo piel suave y algo brillante rematadas en dedos muy cuidados. Me dejé acariciar el pene por sus pies hasta que me indico que quería otra cosa.
- Fue subiendo los pies frente mí, como si caminara por mi cuerpo y acerco una a mi boca, primero le lamí la planta, sin decir nada, ni ver su reacción, solo me importaba darle lo que quería, una buena chupada de pies.
Mientras se lo decía, fui bajando mi mano por su vientre la deslicé como una serpiente hacia su espalda y bajé hacia su vagina, desde atrás. Mi otra mano la escurrí por debajo de ella y en un medio abrazo, seguí estimulado sus pechos.
- Sos un hijito y hermanito ejemplar, Tommy.- Y mientras me elogiaba, le metí la lengua en la boca y dos dedos en su sudada vagina, lo más adentro que pude entre sus húmedos gajos de carne.
Mamá estaba complacida, dejo su pie contra mi boca, apoyando su talón en la misma, parte del cuerpo que nunca pensé que tendría en la boca pero tampoco rechacé. Hice el sacrificio menor de lamerle toda la planta de arriba abajo mientras me masturbaba. Abrí los ojos y mamá descubrió sus pechos para mí por sobre el escote del top, quedando sus enormes tetas paradas y juntas como dos números 0 formando un ∞.
Envalentonado por la excitante visión pase a atender sus dedos, lamiendo los resquicios entre uno y otro, dedo por dedo, con paciencia, notando el nuevo sabor saladito que se me impregnaba en la lengua. Mama comenzó a respirar fuerte, quizás conteniendo sus gemidos para no ser oída. Mientras se pellizcaba los pezones que me alimentaron alguna vez, me acercó el otro pie y repetí el procedimiento de besar y lamer sus dedos, concentrándome por algún motivo, en sus dedos gordos, que metí a la vez en mi boca.
- Wooa, eso es bastante gay.- Me dijo Tammy mientras seguí tocándola.
- No lo vi como gay, aunque si me estaba metiendo algo medio fálico en la boca, solo quería demostrarle que estaba dispuesto a lo que me pidiera, obvio que para cobrármelo más adelante.
Para mi sorpresa, se podría decir que me lo cobré en ese momento. Mientras mamá me refregaba una planta por toda la cara y después la otra, y así por un rato como si fuera una alfombra, vi como su mano se escurrió dentro de su calza para estimularse la vagina. En ese momento supe que nos estábamos haciendo una paja, yo ayudado con sus bamboleantes y desnudas tetas, apuntando hacia mí como proyectiles antitanque a plena luz diurna, y ella, con el morbo excitante y fetichista de mi lengua recorriendo los rincones entre sus dedos, como una pequeña criatura buscando refugio, dejando sus pies babosos y con olor a mi saliva…
- Me metió cuatro dedos en mi boca, los movió adentro mientras vi como se tocaba con los ojos cerrados, y vi como su calza se mojaba formando una mancha en su entrepierna que crecía, a la vez que su rostro se enrojecía…
- Mmm Tommy, no lo puedo creer.- Jadeó mi hermana, envuelta por mis brazos como una chica de hentai es envuelta por pulpos.
- Mamá abrió los ojos y su respiración se normalizo, retiro los dedos de su pie de su boca y los de su mano fuera de la vagina. – Acercándome al final de mi epopeya sexual.- Cuando se estaba por ir muerta de vergüenza por el manchón de excitación en la calza, le tomé la mano, y a modo de despedida, le chupe los dedos que se había metido y tenía mojados con su jugo de concha.
Acto seguido, para ilustrar mi punto, hice lo mismo con mi hermana, retirando mis dos dedos a la miseria de húmedos y apoyándolos directo en mi lengua, refregándomelos por toda la boca para empaparme del ardiente gustito de sus aceites caseros.
Tammy no me dejó disfrutarlos por mucho tiempo. Se posiciono arriba mío y me besó como de costumbre, a pura lengua, a puro lengüeteo mientras me abrazaba a ella fuerte para hundir tanto nuestras bocas que hasta me hice doler los labios. Capturó mi lengua como si me la quisiera sacar y la succionó con sus labios.
- Hermana, no puedo más, quiero cogerte, quiero venirme adentro, quiero embarazarte de una vez…- Dije como puede dado que no dejaba de lamer mis labios.- No aguanto más.
- No es prudente, tontito, estamos encerrados, sabrían que el hijo es tuyo y encima, en medio de esta situación de mierda.- Se resistió sin dejarme de acosar a besos, como si intentara callarme y evitar que siguiera soltando barbaridades.
- Por favor, no aguanto más, te prometo que voy a hacer lo imposible por cuidarlo y cuidarte, no me importa que sospechen…
- Hay hermanito, me pone tanto que me ruegues eso… pero no puedo, espera un poco más, esperemos unos meses por favor.- Me dijo sin dejar de besarme la boca, las mejillas, el cuello.
- ¿Me prometes que va a ser mío?
- ¿Te pusiste celoso boludo?- Me reprimió dándome una cachetadita.- Obvio que el primero va a ser tuyo, y si todo marcha bien, el segundo, y el tercero, quiero tener hijos con vos, hermanito y darte de amamantar siempre que sea posible, igual te vas a tener que poner las pilas y ser un buen padre, si te haces el boludo y pasas a hacer el papel de hermano nomás te fulmino.
- Mmm Tammy, no pienses eso, me voy a hacer cargo como el padre que voy a ser, no podría hacerte una forrada así, me insulta que pienses eso con lo que te amo…- Dije sin poder contener nada, como si ella estuviera succionando confesiones de mi cuerpo como una suerte de “beso de dementor” pero a la inversa, sacándome amor y dándome placer.- Te amo, hermana, te amo...
Tamara me calló apoyando sus pechos contra mi rostro y presionándome la boca con sus tetas, casi como si quisiera ahogarme con ellas. No eran tan grandes como las de mama pero si todo iba bien, me iba a alimentar de ellas por años.
- No hables más que voy a reventar de la calentura, Tommy, me estás quemando vivía… yo también te amo, lo mío con papá es un juego, vos vas a ser mi todo, boludo, no vuelvas a dudar de eso o te ahogo con mis tetas, te juro que te ahogo.
- Ahógame con tu culo, en serio…
- ¿En serio queres eso? Mira que lo tengo más grande de tanto morfar y estar sentada dibujando todo el día.
- Sentate en mi, quiero ser tu silla, tu bombacha, dale…
Tammy salió de la cama y de pie, a mi lado, se bajó la tanguita muy despacito, agachándose para enseñarme el culo y la empanada jugosa al igual que había hecho con papa, una vez totalmente desnuda, porque hasta se sacó la remera que usaba para dormir, se acomodo despacio sobre mí. La luz del velador, muy tenue a un lado, como que se fue apagando a medida que el culo de mi hermana iba bajando hacia mí y se posicionaba bien sobre mi boca.
- ¿Podes respirar? No te quiero matar antes de tiempo.
No dije nada, solo intente hacer esfuerzos denodados para sacar la lengua y pasársela por el asterisco, prácticamente pegado a mi boca. Mis manos se apoyaron en sus nalgas y las oprimí con fuerzas, hundiendo mis dedos en su carne varios centímetros bajo su piel, y aunque no lo vi, le deje los dedos bien marcados mientras Tammy se despegaba un poquito para dejar pasar aire, aire que se viciaba con el aroma de su sexo, de su sudor, de su todo y lo respiraba como si la respirara a ella.
Con suavidad, se fue dejando caer en mi boca y la dejé apoyarse libremente, llevando mis manos a mi pija para masturbarme. Ella me detuvo las manos y se las llevó a las tetas.
- No te hagas una paja, haceme la colita mejor.- No pude decir nada ante tal maravillosa combinación de palabras, no obstante, la pija parecía que quería salirse de mi cuerpo, debía de tener la mitad de la sangre de mi organismo ahí contenida bullendo.
Disfrute de chuparle el ano en un rimming profundo e intenso, atacando su centro con fuerza y cavando con la lengua hasta que se zafaba a los lados o su centro. Cuando me di el gusto de chuparle el culo tras tanto tiempo (parecía mentira pero desde que retomamos el incesto no se lo había comido) abrí sus nalgas de forma obscena y le lamí la vagina con énfasis, pasando de un agujero al otro como si quisiera decolorarle la raya.
- Aah, ahah, haha, ototo-san, que hambre que tenías.- Me dijo dejándose caer con su peso contra mi rostro por varios segundos. Cuando salió avanzo en cuatro hacia delante de modo sugerente y apunto su ojete a mi verga parada.- ¿Listo para retomar el anal?- Me preguntó volteando para mirarme mientras se abría el culo con los brazos.- No te quejes de cómo te quede que estoy al natural.
- Que rico, así es como más me gusta.- Expresé a mil de excitación frotándome la punta del glande contra su ano todo humedecido por mi saliva. – Listo, dejate caer despacito, muy despacito.- Dije cuando tuve el arma bien apuntada al centro de la diana. Quería sentir su orificio astringente abriéndose milímetro a milímetro dentro suyo para darle paso a mi pija.
- Ahí voy, mmm uuhhh, ahah… esta hirviendo.- Menciono dejando que su ano se comiera mi pija con naturalidad, lo tenía bastante dilatado gracias a mis besos y lengüetazos.
Esa noche mágica volví a hacer un anal. Por el quilombo que hacia el colchón y lo excitado que estaba, sabía que no iba a durar tanto, estábamos cogiendo a menos de 20 metros de dónde nuestros viejos dormían.
- Mmm Tammy, lo tenes re apretadito, no volviste a tocarte el culito parece ¿Ni un dedito te metes?
- Ese es tu trabajo, no me gusta ensuciarme las manos.- Dijo dándome la espalda, dejándome penetrarla analmente con mis movimientos de cadera. Ella me estaba entregando la cola como un obsequio, quietita, limitándose a mantener sus nalgas abiertas de par en par, dejándome coger su culo a mi manera y a mi ritmo.
- Por Dios, me gustaría hacer esto de acá hasta mañana. No quiero sacártela nunca pero no aguanto.
- Tomate el tiempo que quieras, disfruta de mi culo que hace mucho que no me lo coges.- Me enamoró aún más con su infinita predisposición a complacerme.- Si te cansas decime que te relevo y me muevo yo.
- Bueno, quiero ver cómo te moves.- Propuse sin dejar de ver como su agujero me acogotaba el ganso.
Tammy empezó a impulsarse con sus piernas arrodilladas levemente, propiciando un sexo anal tan bueno o mejor a como yo lo hacía. No sé si le gustaba pero no parecía dolerle o sufrirlo, aunque tampoco se la había metido toda ni podía gritar mucho. Mi idea era traspasar el ano y eyacular dentro de ella, no esperaba una penetración muy profunda.
- ¿Me dejas ver cómo te queda el agujero?- Le pedí empujando su cola hacia arriba para liberar mi pija. En efecto, su culo era una obra de arte por sí solo, pero después de ser cogido era aún mejor, un asterisco de centro rosado grande y dilatado, mi dedo entro hasta el fondo con comodidad, apenas sintiendo carne que me lo apretara.- No doy más, voy a venirme en tu culo.
- Cógeme la cola, llenámela con tu lechita.- Me dijo volviendo la vista al frente y dejándome hacerlo a mi ritmo. En cuestión de segundos, ni bien la volví a meter, eyacule golpeado sus nalgas con mi cadera con más fuerza, liberando una carga inmensa de semen en su culo.
- Mmpf, mmpf, mmpf, uuuff, ahhh… fiuu.- Me sequé el sudor sin darme cuenta de que había transpirado bastante. Tammy dejó caer sus nalgas y perdí la visión de mi pija, que entre que perdía altura, ahora estaba metida en el valle de sus carnes. Muy lentamente se fue incorporando hasta dejármela libre y ardiente de calor.
- La tengo toda adentro, eyaculaste muy profundo, puedo sentirlo.- Me dijo limpiándomela con los clásicos y confiables pañuelitos húmedos. Ella hizo lo mismo con su vagina, con su ano, y me acompaño en la cama.
- Eso fue… tan bueno. Me encanto, gracias.- Le agradecí obsequiándole un jugoso beso de buenas noches, aunque eran como las 4 de la mañana.
- No me des besos pendejo sucio, sé bien donde metiste esa lengua.- Me retó de chiste mientras apagaba la luz, como si después de ese arrebato de sexo incestuoso pudiéramos dormir algo.
Afiebrados de placer
Habría que remontarse a nuestro viaje a Mar del Plata o quizás nuestras primeras aventuras para encontrar un punto de tanta calentura, de tana excitación. El juego de Tammy con papá, y el mío con mamá, había echado tanto carbón al horno quela locomotora parecía tren bala. Quisimos mitigar nuestro fuego y le terminamos echando nafta, la noche anterior había sido solo una pequeña muestra.
El lado negativo era que estábamos hechos mierda, como zombies mirando tele y boludeando con el teléfono en el sillón del living. Papá trabajaba en la mesa de la cocina con unos planos y solía hacer llamadas cada dos por tres, así que con mi hermana nos comunicábamos por mensajes. Estábamos proponiendo nombres para nuestros hijos.
Yo quería seguir con la tradición de nombres que empiecen con T (tradición sin ningún motivo, casi por casualidad) ella la flasheaba y pensaba nombres japoneses y de animes.
- Tiffani se me hace muy yanquee, pero Tatiana puede ser. Y para varón de los que me mandaste me gusta Theo y Tulio.- Me contestó mi hermana, como dije, por medio de mensaje escrito. Se imagen lo raro que seria que nos escuché papa proponiendo nombres.
- Ya tenemos los mejores nombres con T… Thiago, Tomás y Tamara. Aunque yo tengo nombre de, no sé, peluche o juguete. Nunca me gusto Tommy.
- A mi me encanta, denota inocencia, no te puedo imaginar como adulto o viejo si te digo Tommy. Siempre vas a ser mi hermanito menor.- Acompañando su mensaje con un emoji de bebé.- Aunque cuando seas papá te voy a decir Tomás siempre, ahí vas a crecer para mí.
- Ese es el problema.- Mientras lo escribía, se acostó apoyando la cabeza sobre mi regazo, quedando con el buzo levantado y la tanguita expuesta, obviamente, apuntando a papá que no notaba que con solo girar la cabeza podía verle la empanadita a su hija.
- Bueno, Tamara siempre me pareció nombre de puta o actriz porno.
- Cada uno es el nombre que le toca al parecer.
Tammy me dio un coscorrón en el brazo que me dejo doliendo. Tanto tiempo sin actividad física me había dejado como una mojarrita, ni siquiera había logrado formarme en el tiempo que fui.
- Cambiando de tema, estaba pensando que pasaría si le envías un pack a papá.- Le propuse e inmediatamente empezó a contestarme.- Con esa posición te va a ver la tanga y seguro se va a re calentar.
- ¿Qué hacen ustedes dos?- Preguntó papá, como si sintiera vibras incestuosas en el living y parara la oreja.- ¿Están mirando tele o jugando con el celular?
- Ni una cosa ni la otra.- Contestó Tammy, desinteresada.- Tengo sueño, y ni ganas de nada.
- Se nota, se nota, están ahí hace rato, par de larvas ¿Dónde está la juventud?- Reconoció dedicándole una mirada bastante prolongada a la posición de su hija, abierta de piernas, acostada, con la empanadita entangada expuesta.- Los iba a mandar a comprar pero con esas ganas mejor voy yo.- Aún viéndole la ropa interior.
- Compra Oreos, esos paquetes de 3.- Pidió Tamara.- Y si hay un block también que se me termino, de medio kilo o de kilo total dura.
- ¿Algo más princesa? ¿Ustedes ni se enteraron de lo que vale todo no?- Ironizo poniéndose el barbijo y agarrando una botellita de alcohol en gel frente nuestro. Tammy ni amagó a cerrar las piernas.- Me voy, si encuentro algo traigo. Si llega mamá le dicen que fui a comprar para hacer unas pizas de anchoas y cantimpalo.
- A mi no me preguntes si quiero algo he.- Me quejé haciendo reír a papá. Háblame de preferencias.
Por lo menos ahora podíamos hablar libremente y eso hicimos por varios minutos, siguiendo con nuestra selección de nombres y planes pervertidos a futuro.
- Si me compra algo de lo que le pedí, le mando fotos mías picantes. Vos te quedas acá y ves como reacciona.- Propuso la muy traviesa.
- Que bien que te queda el nombre.
- Vos podrías hacer lo mismo con mamá. Total no tenes nada que perder, a lo sumo te castiga caminándote por la cara o algo así.
- Que loco. Así que le va esa onda de los pies, como a Tarantino.
- ¿Taran qué?
Los siguientes minutos nos pusimos la ropa de hermanos, hablamos largo y tendido de temas más inocentes y legales. Mi hermana, muy culta sobre la cultura japonesa y el animé, no sabía tanto de cine y no conocía a Tarantino, aunque vio un par de películas de él que ella no sabía que habían sido dirigidas por el director: Django Unchaind y Pulp- Fiction. Por último le explique que era sabido que Quentin Tarantino tenía un gusto particular por los pies y solía dedicarles tomas de privilegio en sus películas, entre otras muchas marcas distintivas de sus películas.
- ¿Kill Bill no fue de él? En esa cortan brazos y piernas y sale sangre como en un capítulo de Claymore.- Haciendo referencia a un anime de guerreras demonio que blanden espadas enormes.
- Exacto, es así.- Mientras Tammy se acomodaba sobre mí, al parecer, para terminar con nuestro papel de hermanos y comenzar el de amantes.- Nos pueden oír, pueden llegar en cualquier momento.
- Es un beso nada más, para inspirarme cuando me vaya a bañar y me saque unas fotitos para papá.- Planeó besándome apasionadamente envolviéndome en un abrazo al igual que su lujuriosa lengua me envolvía la mía. Con Tammy no había besos como en las películas o telenovelas, todo era un chupeteo constante y una degustación bucal mutua. No me quedé atrás y pose mis manos en su culo, al que apretuje con suavidad hundiendo mis dedos en sus carnes blanditas.
- Bien, ya vengo, me voy a dar un bañito, además quedé toda cochina por lo de anoche.- Guiñándome un ojo.
- Si viene papá te cuento cómo reacciona. – Y mientras se paraba le di una fuerte nalgada en la cola.
- ¡Auch! ¡Hey! ¿A vos también te va eso de nalguearme la cola?
Papá había disfrutado de “castigar” a Tammy con nalgueadas, mamá de refregarme las patas por la cara y la boca, algo era seguro, el encierro por cuarentena nos había permitido conocernos más que nunca como familia, y sin dudas estábamos más unidos que antes.
Papá no tardó en llegar, y como esperaba, le trajo a su hijita consentida todo lo que le pidió, oreos, chocolates, y hasta un budín, me preguntó dónde estaba Tammy y le dije que se estaba bañando o cambiando en su habitación. Lo notó colorado, algo sudoroso y hasta nervioso. Intuí que ya había recibido las fotos y estaba re caliente. ¿Se vendría una llamad de atención u otra cosa?
- Toma, para que veas que me acuerdo de vos.- Obsequiándome un chocolate bastante suculento. No tuve tiempo ni de agradecerle cuando lo vi subir las escaleras para ver si su hija se bañaba, estaba en su habitación u otra cosa.
“¿Este esta tan caliente que se va a mandar al baño o la pieza? ¿Qué le habrá mandando esta zarpada?” me preguntaba mientras guardaba el chocolate en la heladera para después. Algo me decía que la acción ya había empezado y sin mí.
Me la jugué. Algo celoso, algo curioso, subí las escaleras pisando como gato sobre cómoda y llegue al 2do piso. No escuchaba el agua de la lluvia desde el baño, al acercarme al cuarto de mi hermana, lo escuché y lo vi…
La puerta estaba entreabierta y daba a la cama de ella. Vi las cosas por partes, primero una pierna masculina con el pantalón arremangado en ella, otra pierna apuntando al techo, desnuda, lisa, de Tammy, balanceándose como una rama agitada por el viento. Entra abrí un poco más la puerta y recibí más información de la que quería: mi papá, y sus nalgas desnudas, caían una y otra vez sobre mi hermana, cuya tanga colgaba de su otra pierna. Los gemidos de mi hermana eran acallados por la boca de mi padre, que la besaba… se escuchaba tanto el chupeteo de sus bocas como el rítmico rechinar del colchón.
Aunque era desagradable para mí ver el trasero desnudo de mi progenitor, el hecho de que este penetrando a su hija, con desenfreno, rápido y sin reparos, también tenía un encanto primitivo. Era como ver a un hombre que antes era cuerdo, estaba en sus cabales y parecía normal a simple vista, descender a un abismo bestial preso de sus impulsos más obscenos, abismo en el que, sin dudarlo, Tammy había empujado inmisericorde.
El que hasta hace unos días era el papa del año y aparecía en casi todas las fotos con momentos clave en la vida de Tamara regadas por la casa, como el primer día de escuela de, una vez que fue abanderada y la fue a ver, las vacaciones a Disney y su graduación en la escuela de arte, ahí estaba ahora, bombeándole su esperma a su propia hija, hija que lo recibía en un abrazo de piernas abiertas de par en par, y ahí, caí en cuenta de que tenia temor.
- Papi…. Mmm, veníte en mi boca… o mis tetas… papi…- Al parecer, mi hermana tenía el mismo temor.
Papa se la seguía cogiendo como un auto fuera de control al que se le rompieron las llaves. Me entro pánico, no quería que fuera él el que embaracé a Tammy (y no sé qué es lo más enfermo de la situación) tenía miedo de que se viniera adentro y sentí hasta bronca con mi hermana por dejarlo, por quejarse con tanta flojera…
Casi arrancándome las zapatillas, bajé a toda velocidad sin hacer un sonido (los escalones de madera parecidos a durmientes eran ideales para eso) y abajo doble a mi derecha, fui a la puerta de entrada, la abrí, y desde afuera toque el timbre bastante fuerte dos veces.
Casi al instante me puse las zapatillas y toqué por 2da vez “ya si siguen cogiendo tras escuchar el timbre es el colmo, no los paro ni con un baldazo de agua fría.” Entre a casa triunfal al escuchar pasos acelerados arriba.
- ¿¡Quién era!? - El hijo de puta de papá estaba agitado, traspirado, y sonó muy enojado como si la bronca por el polvo interrumpido le saliera de adentro.
- Un amigo mío, le presé unos comics de Iron-Man y se fue rajando por lo de la pandemia.
Papa no lo puteó pero se notó que ganas no le faltaron. Me sentía perverso por mis deseos malsanos con Tamara que iban más allá de hacerle el amor, de fornicar de todas las maneras posibles, que habían llegado al punto de abrazar un destino de paternidad junto a ella.
Mamá llegó al rato, agarrándome estudiando en la mesa con pinta de más bueno que Bambi, sin sospechar que ahora oficialmente todos los hombres de la casa habíamos cogido con Tammy, recibió a papá con un beso y a mí con un piquito, felicitándome por estar estudiando mientras su mano me acariciaba el brazo y la espalda.
- Perdón, estaba muy metido, “Teorías del cine” de Robert Stam, esta genial.- Dije sin mentir del todo, ya que tras mi jugada maestra me sentí tan relajado que hasta pude leer con normalidad.
Antes de la cena, me hice el boludo y le pregunté a Tammy que había pasado. De paso pedí que me muestre las fotos que le había enviado a papa. Ella me dijo que había llegado humeando como una locomotora gracias a esas fotos y sin previo aviso, tiró el chocolate de regalo a un lado, le bajó la tanga y la poseyó como un preso en una visita higiénica. Fingiendo sorpresa, no tuve reparos en preguntarle por los detalles como si le había gustado o si se había corrido adentro a lo que respondió que si a lo primero y no a lo segundo. Yo dije que no imagine que estaban cogiendo y que la visita de mi amigo había sido un imprevisto.
Las fotitos que le mando Tammy a su papá. Algunas tomadas ese mismo día y otras antes, de su época de patreon.
“Me salvaste, sino ibas a tener un sobrihermano en 9 meses e ibas ser un joven tío” bromeó sin causarme mucha gracia. “Entonces por las dudas hoy te hago un sobrihijo sin falta y te convierto en mama” ella respondió con emojis de risa.
Hablando de mamas, masticando esa loca tarde (como todas) llegué a la conclusión de que mi hermana me había ganado en esa tácita competencia de incesto al ser la primer en sumar a su palmarés de conquistas a un progenitor, no obstante, no pensaba quedarme atrás y volvía la carga con mamá. Lo mío con ella estaba lejos de terminar, sentía que ni habíamos arrancado.
- Papi ayudame con el jean, está muy apretado y no lo puedo subir.- Me ayudó Tammy posicionándose frente a papa, muy cerca de él con el jean por debajo de la colita y usando una tanguita de encaje minúscula. Mama que se mensajeaba conmigo la vio con un gesto de rechazo.
- ¿Porqué no me lo pedís a mi?
- No me entra y papá tiene más fuerza.- Le respondió a mamá haciéndose la inocente.
- ¿Es el mismo del otro día? No te va a entrar si es ese.- Preguntó papa, dejando entre ver que no era la primera vez que pasaba.
- No, es otro, ayudame a subirlo.- Sin pararse de la silla, papá posicionó sus manos por detrás y tomó el jean, y haciendo un movimiento como quien levanta la barra para hacer trapecios, fue subiendo como pudo cubriendo de a poco ese manso culo con el pantalón, provocando en cada bamboleo que esa cola tiemble como el agua en el vaso de Jurassic Park. Por supuesto, repitió el mismo número de apretujar la cola con las manos para empujar a la vez e ir subiendo el jean, que poco a poco, ganaba terreno.
- ¿Podes dejar de manosearle el culo a tu hija? – Se calentó mama y no precisamente por excitarse.
- ¡Sandra vamos! Lo decís como si estuviera haciendo algo malo.- Se excusó.- Es la última vez que te ayudo, mañana te compro un par de jean y si no te los podes poner sola, los devuelvo.
- Dale, consentila más de lo que la consentís. Pareces un viejo baboso como Kevin Spacey- Mientras papá y mamá discutían (y mi hermana dejaba la escena como una pirómana que abandonaba un incendio forestal tras de sí), yo esperaba mi respuesta y como si esas escenas de cachondeo de Tamara con papa la hubieran empujado al abismo, me respondió de la mejor manera imaginable.
- Después te mando unas fotitos mías muy lindas, bebé, y vos me mandas unas tuyas. Te quiero presumir con Nayla, mi amiga de la que te conté que vive y coge con su hijo.- Me respondió tras decidirlo en el living mientras miraba C5N. Papá casi a modo de castigo cocinaba.
Me sonaba el nombre, creo que era una de las tantas amigas que hizo en la oficina. Si era la que creo que es, se trataba de una mujer de negocios pelirroja que trabajaba en el área de redes.
- ¿En serio me decís? Me muero. – Poniendo un emoji de carita babeando muy indecoroso.- Si queres podes sacarme la foto vos, podemos salir juntos si queres.
- Primero mandame una vos, quiero que parezca que me acosas con fotos así, después nos sacamos algunas juntitos, le quiero presumir que mi hijo es más bonito.- Respondió y juro que creí que se me paró el corazón pero resulto ser que toda la sangre que recorría mi pija en el momento se quedó ahí y se me agarrotó.
- Sos la mejor mamá del mundo, lo que quieras, lo hago, incluso me podes tomar foto mientras te hago lo que te hice ayer.
- Me encantaría bebé.- Aceptó.- Tengo un hijo muy lindo, cuando pueda a la noche te paso a dar el besito de las buenas noche o de los buenos días, el que pueda.
- Te espero.- Finalicé cruzando miradas con ella, que se sonrojó. Era increíble lo que los celos podían lograr. Gracias al jugueteo padre e hija (que yo sabía que había llegado más allá de un jugueteo) mamá estaba tan cabreada que a modo de venganza, me usaba para tener su aventura secreta a espaldas de papá, me usaba para satisfacer sus fetiches, y ahora, iba a convertirme en su reluciente listón frente a esa otra mama pícara llamada Nayla. La idea de que me usara a su manera como hace Tammy, para satisfacer cada capricho, me encantaba. Solo espero que en ningún momento se descubriera que jugaba a dos puntas y me desmiembren como a un juguete de trapo entre dos niños caprichosos indispuestos a compartir.
Continuara
¡Gracias por leer! Se está hablando mucho de embarazo como notarán… ¿Estará pronto a llegar el ansiado momento de formar una familia prohibida? ¿Cómo va a terminar ese repentino interés de Sandra por presumir a su hijo? ¿Y si mama y papa intervienen justo a tiempo?
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Capítulos anteriores:
Hermana Otaku 2da Temporada 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3727751/Hermana-Otaku-2da-Temporada.html?notification#comment-185844
Hermana Otaku 2da Temporada 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3750217/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-2.html
Hermana Otaku 2da Temporada 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3776003/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-3.html
Hermana Otaku 2da Temporada 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3800384/Hermana-Otaku-2da-Temporada-Capitulo-4.html
9 comentarios - Hermana Otaku 2da Temporada: Capítulo 5
MUY AGRADECIDO AMIGO, SALUDOS👍👍😃😃