Por supuesto que con mi yegua Sandrita festejamos a fondo el 21 de septiembre. Desde meses que vivo en cuarentena con ella, le sigo dando duro. Y esta primavera le iba a dar flor de pija que tanto quiere.
Apenas nos despertamos, le di beso en la boca y me le pegoteé con ganas de darle de entrada. Sandrita, encima en fino camisón, me paró dulce y me llevó a la cocina, donde me hizo el desayuno, café con leche y tostadas. Comimos, nos besamos, nos mimamos, y pum: la agarré, la llevé contra la heladera, le abrí su bata y se la puse con bombacha y todo, dándole loco y largando mi semen en su bombacha, que ella me dio a lamer y degusté. Luego se cambió a malla de gimnasia e hicimos por zoom, pero le presté atención más a su malla y sus piernas y culo que a la gym, y apenas terminamos la volví a abordar, la mandé violento contra una pared y tras tocarle todo, me bajé mi pantalón, pelé buena pija y se la puse en su malla bien adentro. Sandri gimió y pidió ser enchastrada de vuelta, y le acabé bien en su malla.
Ahí empezó más o menos todo. Porque no podía parar de mironearla, encima la primavera, encima yo con calentura. Encima, Sandrita se fue un rato y volvió bañada, pelo atado, aroma a crema de las manos y cuerpo, en fina bata de nuevo. La sujeté, ni mimé ni nada, le saqué la bata, enloquecí con su bombacha, se la bajé, la tiré en el sofá, y loco por su cremita me le subí y le di por la cola, llenándola de semen, y luego por su vagina inundándola de espeso líquido, mientras mi potra acababa bien y nos chupamos todo. Luego fiambre, pasta y a la cama. Y como en la cama se sentía y sentía el aroma a cremita, me metí desnudo, la volví a agarrar, le hice sacarse todo, Sandrita se puso en posición y pidió sser violada, y con salvajismo me la volví a coger por su concha hasta eyacular mucho semen. Tras la siesta, otra sesión de gimnasia pasó a leche y tostadas, y cuando ella guardó el queso en la heladera, antes que se diera vuelta la aplasté, le toqué bien el culo, pelé mi pene y se lo enchufé en su pantalón de jogging empapándolo de esperma. Y al final tenía que ser con todo. Cena romántica, ella otra vez bañada y encremada, cama, mimos, besos, ella me estimuló, se sacó despacito su corpiño y bombacha fina, se abrió y se la di y violé con buena parada y bien gruesa haciéndola gritar loca de placer. Loco froté con furia como si empezara y le llené la vagina de semen, lo mismo un rato después la cola, no podía parar con ese olor a crema que me reventó la cabeza. Sandrita me reventó todo, la pija, los huevos, el semen. Y yo la reventé a ella. Una flor de yegua se merecía una flor de primavera.
Apenas nos despertamos, le di beso en la boca y me le pegoteé con ganas de darle de entrada. Sandrita, encima en fino camisón, me paró dulce y me llevó a la cocina, donde me hizo el desayuno, café con leche y tostadas. Comimos, nos besamos, nos mimamos, y pum: la agarré, la llevé contra la heladera, le abrí su bata y se la puse con bombacha y todo, dándole loco y largando mi semen en su bombacha, que ella me dio a lamer y degusté. Luego se cambió a malla de gimnasia e hicimos por zoom, pero le presté atención más a su malla y sus piernas y culo que a la gym, y apenas terminamos la volví a abordar, la mandé violento contra una pared y tras tocarle todo, me bajé mi pantalón, pelé buena pija y se la puse en su malla bien adentro. Sandri gimió y pidió ser enchastrada de vuelta, y le acabé bien en su malla.
Ahí empezó más o menos todo. Porque no podía parar de mironearla, encima la primavera, encima yo con calentura. Encima, Sandrita se fue un rato y volvió bañada, pelo atado, aroma a crema de las manos y cuerpo, en fina bata de nuevo. La sujeté, ni mimé ni nada, le saqué la bata, enloquecí con su bombacha, se la bajé, la tiré en el sofá, y loco por su cremita me le subí y le di por la cola, llenándola de semen, y luego por su vagina inundándola de espeso líquido, mientras mi potra acababa bien y nos chupamos todo. Luego fiambre, pasta y a la cama. Y como en la cama se sentía y sentía el aroma a cremita, me metí desnudo, la volví a agarrar, le hice sacarse todo, Sandrita se puso en posición y pidió sser violada, y con salvajismo me la volví a coger por su concha hasta eyacular mucho semen. Tras la siesta, otra sesión de gimnasia pasó a leche y tostadas, y cuando ella guardó el queso en la heladera, antes que se diera vuelta la aplasté, le toqué bien el culo, pelé mi pene y se lo enchufé en su pantalón de jogging empapándolo de esperma. Y al final tenía que ser con todo. Cena romántica, ella otra vez bañada y encremada, cama, mimos, besos, ella me estimuló, se sacó despacito su corpiño y bombacha fina, se abrió y se la di y violé con buena parada y bien gruesa haciéndola gritar loca de placer. Loco froté con furia como si empezara y le llené la vagina de semen, lo mismo un rato después la cola, no podía parar con ese olor a crema que me reventó la cabeza. Sandrita me reventó todo, la pija, los huevos, el semen. Y yo la reventé a ella. Una flor de yegua se merecía una flor de primavera.
0 comentarios - Sandrita recibió mi flor de pene en primavera