El puticlub

Me quedé en el hotel de Humberto Primo, aunque muchas noches no iba a dormir, en realidad dormía de día. Seguía con Flavia que me conseguía trabajo aunque no muchos, yo estaba educada como pasiva y los hombres, muchos, son versátiles, así que debía callejear y agarrar lo que viniera. Un gran zoo la calle, intensa y peligrosa. En parte seguía con Flavia por que me dijo que cuando tuviera 21 me mandaba a Italia.
Con Nicole no podía estar por que Flavia me lo prohibió así que me ubicó para parar en la calle Cochabamba y Santiago del estero, aunque pasaba mucho tiempo en el bar de San José y Constitución con otras traviesas, eran noches muy divertidas y así surgían muchas cosas para hacer.
Me comentaron que el capitalista de la quiniela del barrio había abierto un puticlub travieso con fachada de bar en Pavón y Salta y como estaba media cansada de las feas sorpresas de la calle iría a ver que onda. A el dueño lo conocía, nos conocíamos todos ya, se dedicaba a el negocio marginal del barrio, telos, arreglos con la poli y esas cosas además de actividades de dudosa legalidad pero eso no me molestaba.
Pensaba ir a la próxima tarde para hablar tranquilos sin la intensidad que habría a las noches.
Me arreglé bien pero tranqui, era una entrevista de trabajo así que busqué el equilibrio entre puta y formal. Calzas platinadas, sandalias con tacos y plataforma de acrílico y un remerón holgado rojo que lo habia hecho pupera, no me gustaba usar corpiño salvo cuando anda solo con corpiño a las noches, me gustaba sentir el roce de las remeras y blusas eso me ponía duro y sensibles los pezones. Por cierto las hormonas eran re buenas, un año de tomarlas y tenía gran desarrollo no necesitaba siliconas, tomaba la que me daba Flavia y compraba alguna nueva si se comentaba que eran superior. Decidí ir caminando, eran casi 4 cuadras y casi nunca salía de día, aproveché para comprar lenceria en la tienda de Constitución y Salta, aunque Flavia me la compraba, a mi me gustaba hacerlo, la lencería me fascina y atendía una traviesa re buena onda.
No había chicas trabajando de día así que era blanco de miradas, palabras de todo tono. Los tipos ven una travesti y piensan en sexo, nos ven así, saben que nos encanta la pija que somos re buenas chupándola, que entragamos la cola y que estamos más fuerte que muchas biológicas, al menos yo si. Lo que me encantaba era cuando me cruzaba a alguno caminando y estaba al re palo con los ojos clavados en mi, es cierto que con esos tacos solo podía caminar como cuando yiraba además esa era yo, ya no había marcha atrás como dijo Flavia necestiaba diciplina y ya era bien trava.
Decidí ir a la saladita que estaba a unos metros del bareto, siempre tenían algo. Me encantó un vestido eslastizado rojo que había en un maniquí. En eso veo a un morochazo de unas 50, bigotudo, machote que me hace un gesto como diciendo "si compralo", le devolví el gesto con carita de ok y entré, lo pedí y fui al vestidor a probármelo por que me lo llevaría puesto así que aproveché me puse una medias de encaje negras que había comprado. Salí del probador para verme mejor al espejo y estaba el morochazo mirando que aprobó con una carita de degenerado que me calentó, le hice una seña discreta para que me esperara y entré al probador supuestamente para cambiarme pero... dejé abierta la cortina unos 40 cms para que me viera, el vestido tenía un lindo tajo hice que me subía las medias desde la liga, me di vuelta y descubri mi cola y pierna y le dejé ver mi tanga roja mientras lo miraba por el espejo.

Salí del probador muy sexy y hot con mi nuevo vestido y fui a pagar, el morochazo firme mmm si se lo veía que la tenía muy firme. El dueño del local me dijo unos piropos y me ofreció hacer un set de fotos con sus vestidos para hacer catálogos y para publicar en mercado libre, obvio le dije que si que me gustaba hacer fotos y videitos se entusiasmó y arreglamos para la proxima semana, había conseguido vestidos de arriba, como dijo Nicole "acostumbrate a pagar con sexo.

Tenía al morochazo en la cabeza y lo queria arriba mio. Salí, lo salude con un piquito acariciándole el paquete sutílmente, me dijo que era de Chajarí que ese vestido era para mi y de una me dijo vamos al telo ese, el de salta, le dije de ir al de Garay que me gustaba más y me calenaba que me vieran entrar, además estaba re lindo para caminar unas cuadritas con el morochazo.
Tuvimos una charla caliente en tanto, me preguntaba si me gustaba chupar pija le decía que según el tamaño y respondió mirá, yo se la había marcado del principo, y se apretaba el paquete para que se hinchara mmm "decí que es de día t vamos por la avenida sino te la mamaba acá" igual me dio para tocársela un poco.
Como pasabamos por el cine porno le dije si quería ir ahí un rato, los hombres hacían lo que les decía cuando estaba en modo gata, entramos, estaba el gordo como siempre en la entrada, era buena onda. Bajamos, no se veía nada y poca gente parecía tranqui, nada de acción. Fuimos a primera fila había mas lugar para que se estirara y más luz, le dije que mejor me sacaba el vestido así no lo manchaba. Me saqué el vestido lentamente y muy sexy como un strip, acariciándome y quedé en tetas, tanga, las medias bucaneras de enaje nuevas y tacos, como soy muy blanca se me veía bastante. Con los ojos ya acostumbrados a la oscuridad vi 8 personas solas.
El morochazo Julio había pelado su buena verga y se la estaba acariciando, lo miraba parada haciendo movimentos sensuales, no era muy original en su habla, "que pedazo de lomo tenés puta, como te voy a coger...", seguía mi danza, estaba ardiendo y me sorprendió "subí al escenario y bailame", "pero hay gente" le dije con falsa candidez. Subi bien gata y así en tangas tacos, medias y en tetas empecé la danza del sexo.
Vi como se empezaron a acercar a las filas de adelante algunos tipos con la verga afuera.
En los cines pornos está todo permitido asi que nadie se sorprendería en una cueva para los amorales, pervertidos. Había que dejar los prejuicios al entar a ese mundo underground de locuras paganas y a mi me encantaba ser protagonista de esos delirios calientes.
Había hecho parar como 10 pijas, los veía pajearse, uno me llamó pero le dijie vení vos con el dedito, subió.
Nos comimos la boca franeleo directo a mi cola mientras me chupaba las tetas y yo le manoteaba el bulto, se sacó los pantalones y dejó ver su poder, a mi me encanta empezar las mamadas arrodillada como una oración, una modo de chupársela a los dioses así que me arrodillé ante ese hombre poderoso que me ofrecía su verga dura y me la comi toda, subieron 2 más y Julio seguía pajeándose, le echaba miraditas llena de lujuria y pasaba mi lengua por los labios cuando no tenpia la pija adentro. Arrodillada ante esos dioses demonios de pijas duras se las chupaba de a una, me pusieron en cuatro en el piso y así de a uno me hicieron perrita, 2 se sacaron los forros y me acabaron en la espalda y cola el otro en la cara, linda, calentita.
Me limpie me puse el vestido y le dije a Julio "acompañame al bareto a ver siconseguía un trabajo "tranqui".
El lugar estaba bien, bastante limpio, sólo un borracho y un merquero hablando desde distintas mesas, esas charlas que terminan en cuchilladas o en hermandad.
Pedí por el gitano, el dueño a la gorda que atendía con cara de mala le pedí que le llevara a Julio lo que pidiera. Salió, nos saludamos amistosamente y le comenté mi búsqueda, "pasá a la oficina" un cuartito roido por el tiempo y me dijo, "sabés como es esto, sacarle guita a los tipos, cero choreo, hacés de moza, te tenés que vestir como te vestís en la calle cuando trabajás, acá cerramos las cortinas cuando hay clientes por privacidad y por la luz del sol pero dejamos la puerta abierta como ahora para atraerlos sobre todo de día pero si entran 4 más ya cerramos, podés hacerte ver en la vereda un rato. Para chuparles la pija podés ir al baño o en el patio hay un colchón después te muestro. Podés bailar, hay una fonola, coger, pero no llevarte clientes y me das la mitad de lo que hagas. Tenés que levantar quiniela, venderles merca, alcohol, forros, fasos, si quieren cosas más pesadas me los mandás a mi, en fin lo que hacen las camareras acá. ¿Guita?, la que hagas con las propinas y cogiendo si veo que vas bien te tiro unos mangos, las chicas si están de noche unas 5 horas hacen 10 servicios, de noche son 2 de día una. Te doy cerveza y merca así brillás y cada tanto me vas a tener que chupar la pija y entregar el culo, cuando te marque a ciertos tipos no le cobrás y arreglamos. Los horarios son largo estás vos sola de día, a la gorda esta  le quiero pegar una patada en el culo que me la chupo y raspo con los dientes pero a la tarde están todas de resaca, si empezás la rajo. Hacé una prueba ahora, mirá entraron 2", le dijo a la gorda que no los atendiera.
-"pero con el vestido no me da, tengo ropa para cambiarme, estoy más cómoda calza y remerita y es menos formal", y me desnudé delante de él para edir la reacción, hubo movimiento bajo su pantalón.
Salí, Julio estaba en la fonola eligiendo un tema, era re copado. Me acerqué a los 2 que entraron, me presenté con un beso a cada, los hice sentir cómodos, les comenté lo que teníaamos para que eligieran los dos dijeron que a mi, mmm, no podía todavía tenía pendiente a mi morochazo que había elegido pappos blues. Me senté, les seguí la corriente con alguna caricia, ellos la devolvieron, les ancantaban mis tetas y me levanté para llevarles el pedido, unas birras, un papel a cada uno y unos npumeros a la quiniela, fuimos a la oficina y me dio los papelitos, en eso empezó a sonar No obstante lo cual de Riff, así que el cuerpo se me movía solo, "¿que hacés hija de puta?" y me apretó contra la pared me bajó la calza me corrió la tanga y me cogió duro y rápido. La gorda me miró feo se ve que se escucho el garche.
Les serví el pedido y le dije al gitano que me gustaba que quería trabajar ahí que ahora me iba y que volvía mañana a la tarde.
Nos fuimos con Julio a mi hotel caminado tranquis, movidito el dia.