Qué noche habíamos tenido. Mi amigo se fue temprano. Casi no habíamos dormido nosotros dos. Ella le pegó hasta media mañana. Preparamos un desayuno y nos metimos a la ducha. Cruzamos pocas palabras. Me pidió que no hubiera penetración, estaba dolorida. La entendí. Ya higienizados, metimos un 69 bien suave y lo más lento posible. Como con amor. Nos saciamos. Acomodamos todo y me fui.
Qué negocio estábamos haciendo. Ella satisfacía su necesidad y había recuperado la sonrisa. Yo creaba, y concretabamos. Nos teníamos ganas. No había compromiso y no era diario, lo que hacía que la llama siempre estuviera viva, al mango.
Me decía que no podía creer la verga de mi amigo. Ni si quiera había visto algo parecido. No era de ver porno ni nada de eso, típica madre de los años 50. Y tenía 30. El estilo de vida. Sin embargo, yo la calentaba más. No todo es tener un termo entre las piernas.
Debía seguir en esa línea para seguir complaciendola. Y complacerme yo también, amanecía casi todos los días con semen en el calzoncillo.
Pasó un tiempo desde ese fin de semana. Yo tuve que viajar por laburo unos dias y ella no habia salido. Se le habia engripado un hijo. Dejamos de hablar, ni fotos de nada. Yo no queria enviar nada sin que ella me mandara algo antes para no dejarla en offside. Nos desconectamos.
Un dia me escribió para que le hiciera el favor de ir a buscar un paquete a lo de su prima en la ciudad para darselo a mi viejo y que el se lo llevara a la quinta. Le dije que podia pasar por la siesta, me quedaba cerca de donde estaba.
Llegué al edificio en cuestion. Toqué y me hicieron subir. Me abrió la prima. Pasé. Bonita, 1.60 y se la notaba entrenada. Fit. Piolísima. Esperaba que me diera el paquete y me despachara al toque, pero me charlaba. Tampoco vi el paquete. A los 10 minutos le pregunté por el mismo. No era que la estaba pasando mal, pero iba para eso. Me dijo que era pesado, si podia buscarlo en la cocina. Pedí permiso y me mandé.
Sorpresón. Estaba ella. Jamás me lo esperé. Jean blanco, remera celeste. Sonrió y se mordió el labio. Avanzó ella, me bulteó y besó. Me explotó la cabeza. Pensé en un segundo lo que venía. No le pregunté qué hacía en la ciudad ni nada, no hacía falta.
Me tomó de la mano y fuimos donde la prima que, con una sonrisa pícara, nos saludó y se fue. Por medio segundo pensé que se quedaba. Uff. Lastima. Apenas cerró la puerta, largamos. Yo ya estaba empalmado, por lo que le di la pija por la bragueta para que hiciera
lo suyo mientras yo me desvestía. La mentita que tenía en la boca hacía que el pete fuera gelido. Lengüeteo de otro mundo. Dios. Te hacia putearla ese oral. Diosa del pete. Me la cargué al hombro y busqué una cama, mientras le arrancaba la ropa. Literal. La encontré. La arrojé boca abajo, y antes de que tocara el colchón le bajé el pantalón. Para mi ella es orto y orto. Me saca. La salivé y le mandé el puñal. Pude meter bastante de una. Me encanto no tener que prepararlo. Hija de puta. Le di diez bombazos fuertes como puñaladas. Como castigándola por la sorpresa que me había dado. Querías eso putita?. Me pedía más. Se la saqué. Me tiró en la cama, se sacó todo y se me sentó en la cara para que la comiera. Cómo no tener dos lenguas. Dios. Meti un dedo en la concha y otro en el culito. Le encantó ese trinomio. Gemia distinto por ese mix de placer. Mis dedos hacían tope. Mete saca a toda velocidad. Me agarró la pija. Siempre pensé que era ella, hasta que me empezaron a petear. Me dejé llevar. Seguí con lo mio. Ya la tenía.
Cinco minutos y temblequeo seguido de un pequeño squirt. La saqué para ver quien me comía la pija. La prima. "R", de ahora en mas como la llamaré a mi culito, me miro aputasada y me susurró TRIO al oido. Hija de puta. Esa mujer era lo más. Que buen pete el de la prima, lo llevaban en la sangre estas guarras. Me miraba fijo mientas pajeaba. Queria leche porque abria la boca para recibirla. Yo no se la queria dar todavia. Lengueteo con R. Me levanté para franelear ese cuerpito fit. Buena dureza. Mientras la chapaba, ella se desvestía. Le cacheteé el culo. Firme. Redondo. Me tiré en la cama boca arriba y me la senté en la cara para chuparla. Soy petero. Peteo mas de lo que penetro. Le ordené a R que me montara mientras tanto. Armonía de gemidos. Este papo no estaba depilado, pero sabia rico igual. Terminamos la prima y yo juntos. R al sentir mi gritaso pre eyaculacion, se desmontó y se tomó mi leche tras una paja a toda velocidad. Me mordí un dedo del placer. Le ganó la leche a la prima. Se reía. Putita nueva y hermosa. Pedi ducha entre los tres. Ducha. Fantasié con chape entre ellas dos, se lo pedí pero no accedieron. Me ensanguicharon. Yo chapaba con la prima, que me queria colar un dedo en el culo, le dije que no pero sí que me lo frotara mientras yo le daba por atras a R. Su culito ya parecia una conchita. Ya me aceptaba la verga como tal. La prima queria anal tambien, por lo que la saqué, giré y ensarté. Cerradito. Me costó pero entré. Hermoso culito duro, pero no era el de R. Dejame con ése. Salimos de la ducha enganchados los dos, la puse en cuatro en la cama y le di mas fuerte. Orgasmo de ella. Era multiorgasmica. Hicimos un parate, para qué apurarse. Habia que bajar un cambio. Les dije q me habían tendido una trampa. La prima fue a buscar algo para tomar. Nos quedamos chapando con R. Fantasié con llamar a mi amigo, yo quería dejar saciadas a esas yeguas y no me quería quedar corto. Le pregunté a ella si le pintaba. Me dijo que si, asique al toque lo llamé. En dos segundos le conté la situacion. Tocaron el timbre a los cinco minutos, como si estuviera a la vuelta el hijo de puta. La prima se quejó del timbre, pero le dije a R que fuera a recibirlo ella para que la prima viera que habia confianza y no se asustara. Entraron los dos, ella lo traia de la pija, ya parada. Toro viejo. Qué puta, merecia que él le desgarrara el ojete. La prima no emitió palabra. Se miraron entre ellos y largaron a chapar. Se atrajeron mutuamente al instante. R conmigo. Le dije que me calentaba que ella los mirara mientras yo le hacia cosas a ella. Nos pusimos a verlos mientras se daban masa. Le besaba el cuello por atras y franeleaba todo el cuerpo. Ella no dejaba de verlos. Jadeaba. Se relamia. Ni siquiera parpadeaba. El toro ya estaba haciendo de las suyas. Otra victima al historial. Le pedía mas despacio. La mia se elevó de pies y se puerteó el orto con mi pija. Tenía el clitoris al mango. Mi mano brillaba del flujo. Que caliente la puso ver a su prima sometida. Le susurré si le gustaba ver eso, me decia que mucho. Le pregunte si le gustaria estar ahi, me dijo que no. Seguimos un poco mas ahora contra la pared hasta terminar los dos juntos. Le llené el culito. Chapamos. Los gritos de los otros dos ya eran alarmantes. Calentaban. R estaba dudosa. La vi con ganas de meterse de lleno. Yo sabia que le habia encantado esa pija. La sufrió pero llego a disfrutarla. Le dije que fuera. Se sumó al felattio que estaba recibiendo mi amigo. Bramaba el hijo de puta. Me encanta ver. Lo montó R, segura, sin miedo. Pero nuevamente esa pija la mató. Le ensanchó esa conchita que hasta hace poco parecía virgen. Que gritos bebé. Se los merecia por la sorpresa que me habia dado. Atinó a mandarsela al culo, pero finalmente no se animó. Hizo bien. Iba a lastimarse. Bombearon por cinco minutos. Lechaso del toro. Ambas lo tomaron. Yo ya estaba al palo nuevamente, R me vio, vino y me preguntó si queria su ojete. Puta hermosa. En qué te habias convertido? Le dije que no, que queria repetir el 69 de la vez pasada. Fuimos al sillon a lamernos de la forma más delicada que pudimos. Nos encantaba el sexo oral. Más darlo que recibirlo. En eso coincidíamos. Y éramos muy muy buenos.
Ya relajados, le pregunté si estaba conforme con lo que estaba haciendo. Me dijo que eran las mejores experiencias que había tenido. Me agradeció haberla ayudado a sacar esa loba del armario. Que quería más y no quería parar. La tranquilicé, había más cosas en mente.
Qué negocio estábamos haciendo. Ella satisfacía su necesidad y había recuperado la sonrisa. Yo creaba, y concretabamos. Nos teníamos ganas. No había compromiso y no era diario, lo que hacía que la llama siempre estuviera viva, al mango.
Me decía que no podía creer la verga de mi amigo. Ni si quiera había visto algo parecido. No era de ver porno ni nada de eso, típica madre de los años 50. Y tenía 30. El estilo de vida. Sin embargo, yo la calentaba más. No todo es tener un termo entre las piernas.
Debía seguir en esa línea para seguir complaciendola. Y complacerme yo también, amanecía casi todos los días con semen en el calzoncillo.
Pasó un tiempo desde ese fin de semana. Yo tuve que viajar por laburo unos dias y ella no habia salido. Se le habia engripado un hijo. Dejamos de hablar, ni fotos de nada. Yo no queria enviar nada sin que ella me mandara algo antes para no dejarla en offside. Nos desconectamos.
Un dia me escribió para que le hiciera el favor de ir a buscar un paquete a lo de su prima en la ciudad para darselo a mi viejo y que el se lo llevara a la quinta. Le dije que podia pasar por la siesta, me quedaba cerca de donde estaba.
Llegué al edificio en cuestion. Toqué y me hicieron subir. Me abrió la prima. Pasé. Bonita, 1.60 y se la notaba entrenada. Fit. Piolísima. Esperaba que me diera el paquete y me despachara al toque, pero me charlaba. Tampoco vi el paquete. A los 10 minutos le pregunté por el mismo. No era que la estaba pasando mal, pero iba para eso. Me dijo que era pesado, si podia buscarlo en la cocina. Pedí permiso y me mandé.
Sorpresón. Estaba ella. Jamás me lo esperé. Jean blanco, remera celeste. Sonrió y se mordió el labio. Avanzó ella, me bulteó y besó. Me explotó la cabeza. Pensé en un segundo lo que venía. No le pregunté qué hacía en la ciudad ni nada, no hacía falta.
Me tomó de la mano y fuimos donde la prima que, con una sonrisa pícara, nos saludó y se fue. Por medio segundo pensé que se quedaba. Uff. Lastima. Apenas cerró la puerta, largamos. Yo ya estaba empalmado, por lo que le di la pija por la bragueta para que hiciera
lo suyo mientras yo me desvestía. La mentita que tenía en la boca hacía que el pete fuera gelido. Lengüeteo de otro mundo. Dios. Te hacia putearla ese oral. Diosa del pete. Me la cargué al hombro y busqué una cama, mientras le arrancaba la ropa. Literal. La encontré. La arrojé boca abajo, y antes de que tocara el colchón le bajé el pantalón. Para mi ella es orto y orto. Me saca. La salivé y le mandé el puñal. Pude meter bastante de una. Me encanto no tener que prepararlo. Hija de puta. Le di diez bombazos fuertes como puñaladas. Como castigándola por la sorpresa que me había dado. Querías eso putita?. Me pedía más. Se la saqué. Me tiró en la cama, se sacó todo y se me sentó en la cara para que la comiera. Cómo no tener dos lenguas. Dios. Meti un dedo en la concha y otro en el culito. Le encantó ese trinomio. Gemia distinto por ese mix de placer. Mis dedos hacían tope. Mete saca a toda velocidad. Me agarró la pija. Siempre pensé que era ella, hasta que me empezaron a petear. Me dejé llevar. Seguí con lo mio. Ya la tenía.
Cinco minutos y temblequeo seguido de un pequeño squirt. La saqué para ver quien me comía la pija. La prima. "R", de ahora en mas como la llamaré a mi culito, me miro aputasada y me susurró TRIO al oido. Hija de puta. Esa mujer era lo más. Que buen pete el de la prima, lo llevaban en la sangre estas guarras. Me miraba fijo mientas pajeaba. Queria leche porque abria la boca para recibirla. Yo no se la queria dar todavia. Lengueteo con R. Me levanté para franelear ese cuerpito fit. Buena dureza. Mientras la chapaba, ella se desvestía. Le cacheteé el culo. Firme. Redondo. Me tiré en la cama boca arriba y me la senté en la cara para chuparla. Soy petero. Peteo mas de lo que penetro. Le ordené a R que me montara mientras tanto. Armonía de gemidos. Este papo no estaba depilado, pero sabia rico igual. Terminamos la prima y yo juntos. R al sentir mi gritaso pre eyaculacion, se desmontó y se tomó mi leche tras una paja a toda velocidad. Me mordí un dedo del placer. Le ganó la leche a la prima. Se reía. Putita nueva y hermosa. Pedi ducha entre los tres. Ducha. Fantasié con chape entre ellas dos, se lo pedí pero no accedieron. Me ensanguicharon. Yo chapaba con la prima, que me queria colar un dedo en el culo, le dije que no pero sí que me lo frotara mientras yo le daba por atras a R. Su culito ya parecia una conchita. Ya me aceptaba la verga como tal. La prima queria anal tambien, por lo que la saqué, giré y ensarté. Cerradito. Me costó pero entré. Hermoso culito duro, pero no era el de R. Dejame con ése. Salimos de la ducha enganchados los dos, la puse en cuatro en la cama y le di mas fuerte. Orgasmo de ella. Era multiorgasmica. Hicimos un parate, para qué apurarse. Habia que bajar un cambio. Les dije q me habían tendido una trampa. La prima fue a buscar algo para tomar. Nos quedamos chapando con R. Fantasié con llamar a mi amigo, yo quería dejar saciadas a esas yeguas y no me quería quedar corto. Le pregunté a ella si le pintaba. Me dijo que si, asique al toque lo llamé. En dos segundos le conté la situacion. Tocaron el timbre a los cinco minutos, como si estuviera a la vuelta el hijo de puta. La prima se quejó del timbre, pero le dije a R que fuera a recibirlo ella para que la prima viera que habia confianza y no se asustara. Entraron los dos, ella lo traia de la pija, ya parada. Toro viejo. Qué puta, merecia que él le desgarrara el ojete. La prima no emitió palabra. Se miraron entre ellos y largaron a chapar. Se atrajeron mutuamente al instante. R conmigo. Le dije que me calentaba que ella los mirara mientras yo le hacia cosas a ella. Nos pusimos a verlos mientras se daban masa. Le besaba el cuello por atras y franeleaba todo el cuerpo. Ella no dejaba de verlos. Jadeaba. Se relamia. Ni siquiera parpadeaba. El toro ya estaba haciendo de las suyas. Otra victima al historial. Le pedía mas despacio. La mia se elevó de pies y se puerteó el orto con mi pija. Tenía el clitoris al mango. Mi mano brillaba del flujo. Que caliente la puso ver a su prima sometida. Le susurré si le gustaba ver eso, me decia que mucho. Le pregunte si le gustaria estar ahi, me dijo que no. Seguimos un poco mas ahora contra la pared hasta terminar los dos juntos. Le llené el culito. Chapamos. Los gritos de los otros dos ya eran alarmantes. Calentaban. R estaba dudosa. La vi con ganas de meterse de lleno. Yo sabia que le habia encantado esa pija. La sufrió pero llego a disfrutarla. Le dije que fuera. Se sumó al felattio que estaba recibiendo mi amigo. Bramaba el hijo de puta. Me encanta ver. Lo montó R, segura, sin miedo. Pero nuevamente esa pija la mató. Le ensanchó esa conchita que hasta hace poco parecía virgen. Que gritos bebé. Se los merecia por la sorpresa que me habia dado. Atinó a mandarsela al culo, pero finalmente no se animó. Hizo bien. Iba a lastimarse. Bombearon por cinco minutos. Lechaso del toro. Ambas lo tomaron. Yo ya estaba al palo nuevamente, R me vio, vino y me preguntó si queria su ojete. Puta hermosa. En qué te habias convertido? Le dije que no, que queria repetir el 69 de la vez pasada. Fuimos al sillon a lamernos de la forma más delicada que pudimos. Nos encantaba el sexo oral. Más darlo que recibirlo. En eso coincidíamos. Y éramos muy muy buenos.
Ya relajados, le pregunté si estaba conforme con lo que estaba haciendo. Me dijo que eran las mejores experiencias que había tenido. Me agradeció haberla ayudado a sacar esa loba del armario. Que quería más y no quería parar. La tranquilicé, había más cosas en mente.
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