Hola, este es mi primer post. Siempre que pienso en cómo fue mi iniciación sexual con otro flaco me caliento, por lo que quiero compartirla con ustedes.
Yo soy de una pequeña ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires y esto ocurrió ya hace unos 30, por lo que la vida era mucho más tranquila de lo que es hoy.
Esta historia ocurrió cuando yo tenía 11 años y mi vida consistía en jugar siempre fuera de mi casa, visitar a mis amigos, salir a "cazar con la onda" (aunque nunca matamos ni un solo pájaro y era solo para salir a boludear y estar solos).
Como les comentaba, me lo pasaba en la casa de mis amigos. En particular en la casa de unos chicos que vivían a media cuadra de casa y que generalmente estaban solos, porque sus padres trabajaban todo el día. En esta casa vivían dos hermanos con los cuales pasaba gran parte del día. Uno de 12 años y otro de 16.
Un día estaba pasando el rato con el de 12 y en un momento voy a la cocina a buscar agua. Cuando paso frente a la puerta del baño, veo que está entreabierta. Cuando miro hacia adentro, veo al de 16 que estaba haciendo pis con la pija medio parada. Solo le veía la pija y los huevos por la rendija de la puerta. El no me veía. Me quedé mirándolo como asombrado, porque la verdad que nunca había visto una pija tan grande (en comparación con la mía y la del de 12, con quien nos solíamos ver la pija bastante seguido, con cualquier excusa).
A partir de ese momento, algo creció dentro de mi y tenía unas ganas bárbaras de volver a ver la pija de mi amigo de 16.
Pasaron unas semanas... Un día voy a la casa y mi amigo más chico no estaba, así que solo nos quedamos con el de 16. Por el momento fue normal, solo nos pusimos a ver tele y a hacer cualquier cosa... en un momento, empecé a preguntarle sobre sobre sexo... Si había tenido relaciones y cosas así. El me decía que si (yo sabía que era mentira) e inventaba historias... Se ve que se las creía porque se le paró la pija, lo cual fue como un regalo para mi jajaja. Yo se la miraba sin disimular, lo que hizo que se pusiera super nervioso. Le dije que parecía que la tenía gigante! Eso hizo que él largara una carcajada, se relajó y empezó a agrandarse diciendo que con esa pija hacía gritar de placer a las chicas... Aproveché y le pedí que me la muestre... Al principio no quiso, pero luego de insistir bastante, me la mostró. Era hermosa... se veía grande, dura y con la cabeza brillosa.
Le pedí que me deje tocársela, pero no quiso y medio que se ofendió... Se enojó y me dijo que no, que me olvidara y que no vaya a contar a nadie que se la había visto parada.
Pasaron los días y yo seguí yendo a su casa normalmente. Mientras estaba el hermano menor, no le decía nada. Cuando estaba él solo, siempre le sacaba la conversación de su verga e intentaba tocársela y la reacción era parecida... Se enojaba y me tenía que ir.
Tanto insistí, que un día le dije de tocársela y aceptó. Yo no tenía ni idea que hacer con una pija grande, pero si sabía como pajear, así que me dediqué a eso.
A partir de ahí, empezamos a hacer planes juntos. Salíamos con la excusa de cazar o a hacer mandados lejos. Cuando encontrábamos lugar alejado, le hacía la paja hasta que acabara. Incluso un día le hice la paja debajo de la mesa, mientras el hermano estaba sentado mirando tele a unos metros.
En unas de nuestras charlas, me confesó que con un primo se pajeaban uno al otro y que varias veces nos había visto enseñándonos la pija con el hermano, por lo que pensaba que hacíamos lo mismo.
La verdad que no lo habíamos hecho, porque no me llamaba la atención la pija del hermano porque era como la mía.
Poco a poco fuimos ganando confianza. Él proponía y yo chocho aceptaba. Me propuso que se la chupe y así lo hice. De forma inexperta, pero siempre aprendiendo. Más de una vez sentí su leche en la boca. Al principio no me gustaba, después le pedía que acabe en mi boca.
Pasaron como 6 meses hasta que llegamos a que intente ponérmela. Las primeras veces era solo sentir la cabeza de su pija en la puerta de mi cola, se movía por 10 o 15 minutos, pajeándose con mi nalgas y me tiraba toda la leche en la cola. Un día, mientras estaba acabando empujó y entró la cabeza. Me dolió mucho, pero fue un nuevo reto para mi. De ahí en más, siempre que podíamos trabajábamos varios minutos para lograr que entre. De a poco lo íbamos logrando pero con la tensión y calentura, se acababa antes de que entre (no lográbamos que entre mas que la cabeza, y generalmente entraba cuando estaba acabando).
Un día que salimos con la excusa de cazar, y en un monte alejado nos pusimos a intentar y por fin se dió por completo. El se tiró boca arriba, me puso mucha saliva en la cola y yo me empecé a sentar sobre su pija. Ese día fue el mejor... La pija fue entrando poco a poco hasta el fondo, y sin nada de dolor.
Me cojió por un rato largo y me tiró toda la leche adentro. Cuando la sacó me salía de la cola lo que me encantó. Lo convencí de quedarnos un rato más y cuando se le volvió a parar me la volvió a poner. Ahora si entró re bien porque la tenía toda mojada. Se sentía super suave y calentita. Fue lo mejor.
Esto lo repetimos por un año y pico, cuando encontrábamos la oportunidad; hasta que se puso de novio con una chica (hoy está casado y nunca más hablamos del tema).
Con la experiencia lograda, de chico tuve otras experiencias con su primo... pero esa es otra historia.
Espero que les haya gustado y que con esto no ofenda a nadie, por la edad en que se produjo.
Para mi se vió normal y lo recuerdo con mucho cariño y calentura.
Yo soy de una pequeña ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires y esto ocurrió ya hace unos 30, por lo que la vida era mucho más tranquila de lo que es hoy.
Esta historia ocurrió cuando yo tenía 11 años y mi vida consistía en jugar siempre fuera de mi casa, visitar a mis amigos, salir a "cazar con la onda" (aunque nunca matamos ni un solo pájaro y era solo para salir a boludear y estar solos).
Como les comentaba, me lo pasaba en la casa de mis amigos. En particular en la casa de unos chicos que vivían a media cuadra de casa y que generalmente estaban solos, porque sus padres trabajaban todo el día. En esta casa vivían dos hermanos con los cuales pasaba gran parte del día. Uno de 12 años y otro de 16.
Un día estaba pasando el rato con el de 12 y en un momento voy a la cocina a buscar agua. Cuando paso frente a la puerta del baño, veo que está entreabierta. Cuando miro hacia adentro, veo al de 16 que estaba haciendo pis con la pija medio parada. Solo le veía la pija y los huevos por la rendija de la puerta. El no me veía. Me quedé mirándolo como asombrado, porque la verdad que nunca había visto una pija tan grande (en comparación con la mía y la del de 12, con quien nos solíamos ver la pija bastante seguido, con cualquier excusa).
A partir de ese momento, algo creció dentro de mi y tenía unas ganas bárbaras de volver a ver la pija de mi amigo de 16.
Pasaron unas semanas... Un día voy a la casa y mi amigo más chico no estaba, así que solo nos quedamos con el de 16. Por el momento fue normal, solo nos pusimos a ver tele y a hacer cualquier cosa... en un momento, empecé a preguntarle sobre sobre sexo... Si había tenido relaciones y cosas así. El me decía que si (yo sabía que era mentira) e inventaba historias... Se ve que se las creía porque se le paró la pija, lo cual fue como un regalo para mi jajaja. Yo se la miraba sin disimular, lo que hizo que se pusiera super nervioso. Le dije que parecía que la tenía gigante! Eso hizo que él largara una carcajada, se relajó y empezó a agrandarse diciendo que con esa pija hacía gritar de placer a las chicas... Aproveché y le pedí que me la muestre... Al principio no quiso, pero luego de insistir bastante, me la mostró. Era hermosa... se veía grande, dura y con la cabeza brillosa.
Le pedí que me deje tocársela, pero no quiso y medio que se ofendió... Se enojó y me dijo que no, que me olvidara y que no vaya a contar a nadie que se la había visto parada.
Pasaron los días y yo seguí yendo a su casa normalmente. Mientras estaba el hermano menor, no le decía nada. Cuando estaba él solo, siempre le sacaba la conversación de su verga e intentaba tocársela y la reacción era parecida... Se enojaba y me tenía que ir.
Tanto insistí, que un día le dije de tocársela y aceptó. Yo no tenía ni idea que hacer con una pija grande, pero si sabía como pajear, así que me dediqué a eso.
A partir de ahí, empezamos a hacer planes juntos. Salíamos con la excusa de cazar o a hacer mandados lejos. Cuando encontrábamos lugar alejado, le hacía la paja hasta que acabara. Incluso un día le hice la paja debajo de la mesa, mientras el hermano estaba sentado mirando tele a unos metros.
En unas de nuestras charlas, me confesó que con un primo se pajeaban uno al otro y que varias veces nos había visto enseñándonos la pija con el hermano, por lo que pensaba que hacíamos lo mismo.
La verdad que no lo habíamos hecho, porque no me llamaba la atención la pija del hermano porque era como la mía.
Poco a poco fuimos ganando confianza. Él proponía y yo chocho aceptaba. Me propuso que se la chupe y así lo hice. De forma inexperta, pero siempre aprendiendo. Más de una vez sentí su leche en la boca. Al principio no me gustaba, después le pedía que acabe en mi boca.
Pasaron como 6 meses hasta que llegamos a que intente ponérmela. Las primeras veces era solo sentir la cabeza de su pija en la puerta de mi cola, se movía por 10 o 15 minutos, pajeándose con mi nalgas y me tiraba toda la leche en la cola. Un día, mientras estaba acabando empujó y entró la cabeza. Me dolió mucho, pero fue un nuevo reto para mi. De ahí en más, siempre que podíamos trabajábamos varios minutos para lograr que entre. De a poco lo íbamos logrando pero con la tensión y calentura, se acababa antes de que entre (no lográbamos que entre mas que la cabeza, y generalmente entraba cuando estaba acabando).
Un día que salimos con la excusa de cazar, y en un monte alejado nos pusimos a intentar y por fin se dió por completo. El se tiró boca arriba, me puso mucha saliva en la cola y yo me empecé a sentar sobre su pija. Ese día fue el mejor... La pija fue entrando poco a poco hasta el fondo, y sin nada de dolor.
Me cojió por un rato largo y me tiró toda la leche adentro. Cuando la sacó me salía de la cola lo que me encantó. Lo convencí de quedarnos un rato más y cuando se le volvió a parar me la volvió a poner. Ahora si entró re bien porque la tenía toda mojada. Se sentía super suave y calentita. Fue lo mejor.
Esto lo repetimos por un año y pico, cuando encontrábamos la oportunidad; hasta que se puso de novio con una chica (hoy está casado y nunca más hablamos del tema).
Con la experiencia lograda, de chico tuve otras experiencias con su primo... pero esa es otra historia.
Espero que les haya gustado y que con esto no ofenda a nadie, por la edad en que se produjo.
Para mi se vió normal y lo recuerdo con mucho cariño y calentura.
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