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La extraña relación entre mí mujer y su hermana. VI

Este es el recorrido en la vida sexual de Cami, mí mujer, y su hermana Micaela



Con el tiempo, mientras maduraba, descubrió el placer de la masturbación. Contradiciendo la educación religiosa y las buenas costumbres que habían tratado de inculcarle. Fue explorándose poco a poco y, sin admitírselo ni si quiera a ella misma, aprendió a gozar con su cuerpo y a darse placer. Le encantaba. Le fascinaba. ¿Qué era eso que podía hacerla temblar tan fuerte? ¿Qué era esa sensación tan extraña y potente que lograba surgir tan solo de frotarse con la punta de sus dedos? ¿Por qué le gustaba tanto? ¿Estaba mal?
   Esas preguntas jamás las consulto con nadie. Lo vivió todo como un secreto. Algo propio, un tesoro, que tenía que defender para que no se lo quitaran. Y sin apuro fue aprendiendo más y más. Le gustaba acariciarse, hacerse estremecer. Sobre todo, en la cama. Sobre todo, de noche. 
  Ella compartía la habitación con su hermana. Así que solía esperar a que se durmiera para empezar su ritual. 
  Comenzaba por mimarse, acariciarse el cuerpo, estirar un poco las piernas. Apretarse los pechos, pellizcar los pezones. Ir bajando las manos acariciando su vientre. Hasta llegar a su ombligo. Entonces empezaba a moverse más lento. Con la mano pesada. Iba despacio, sin despegar la mano de su piel, hasta llegar a su ropa interior. Ahí, al llegar apenas, ya sentía que la piel se erizaba en sus brazos y en la nuca.
  Ya con el corazón galopando, se palpaba el pubis, por encima de la ropa y eso le generaba un calor que le quemaba las mejillas.
  En ese momento ella sabía que no había marcha atrás. Se bajaba el pantalón pijama y la bombacha, casi hasta las rodillas. Le gustaba, al hacerlo, estar toda metida debajo de las sabanas. Le gustaba respirar ese olor tan particular que despedía su cuerpo en esos momentos. Un olor que a ella siempre le hizo recordar al mar.
 Entonces empezaba a rozar su vagina, suavemente, con la yema de los dedos. Le gustaba sentir ese vapor, esa humedad, que habitaba esa parte de su cuerpo.
   Lo curioso era que al hacerlo nunca pensó en hombres o en miembros masculinos. Siempre pensó en ella misma. Le gustaba recordar su rostro sonriendo frente al espejo, mirándose fijamente a los ojos, haciéndose una mueca. Le gustaba pensar en ella misma cambiándose de ropa o totalmente desnuda dándose un baño. Se imaginaba viéndose desde fuera de su cuerpo, espiándose a ella misma. 
  Con esa fantasía no podía contenerse y sentía como sus dedos se mojaban con un chorrito de un pis caliente pero más espeso que se le escapaba. En un movimiento rápido, lo esparcía por toda su vulva y sentía cómo, a ese movimiento, todo su cuerpo reaccionaba.
  Se mordía y se relamía los labios de su boca caliente. Moría por ver ese gesto que ella misma hacía. De solo imaginárselo la sensación se volvía incontrolable. Pensaba en cuanto le gustaría duplicar su propio cuerpo. En poder separarse en dos. Para poder ver su propio rostro gozando, su cuerpo estremeciéndose. Para poder ser ella misma la que la toque, pero desde afuera. La que le dé ese placer. 
  Esas ideas siempre la llevaban al extremo, al éxtasis. Acababa retorciéndose de placer en su propia cama doblegada por ella misma. Después, casi inmediatamente se dormía.
  Así fue esa etapa de autodescubrimiento en su vida. Una etapa de felicidad. 
  Pero una noche, al volver de una fiesta, ya acostada en su cama, empezando el ritual, recordándose con ese hermoso vestido que había usado y que tan bien le quedaba, mientras sentía los primeros chispazos de satisfacción, sintió una voz. Su propia voz, que preguntaba: - ¿Me enseñas a tocarme así?
  Tardó en reaccionar y salir del asombro. 
  Finalmente comprendió que esa voz en medio de la oscuridad no era la suya, sino la de su hermana, que sentada desde su cama, la observaba con cara curiosa y expectante: - Dale, a mí también me gustaría sentir el cuerpo así ¿me ayudas?

Continúa acá:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3796024/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-VII.html


Así empezó:
Parte 0:
https://poringa.net/posts/relatos/3767844/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-0.html

Parte 1:
https://poringa.net/posts/relatos/3769926/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-I.html

Parte 2:
https://poringa.net/posts/relatos/3775461/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-II.html

Parte 3:
https://poringa.net/posts/relatos/3782256/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-III.html

Parte 4
https://poringa.net/posts/relatos/3784392/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-IV.html

Parte 5
https://poringa.net/posts/relatos/3788773/La-extrana-relacion-entre-mi-mujer-y-su-hermana-V.html

Otras historias en:
https://poringa.net/martinfcd/posts

2 comentarios - La extraña relación entre mí mujer y su hermana. VI

cddamian
Paja por cuñada en telegram @Die60g
martinfcd
Jajajaja!! Metele que yo ya arranqué!