Mi nombre es Solange, soy de Ciudad de Buenos Aires, hincha fanática del xeneize gracias a mi papá, morocha, bajita, joven, con un culo grande y loca por la pija, soy la típica chica de pelo largo que tiene los ojos traviesos de los pervertidos que me miran en la calle.
En el 2018, se jugaba la semifinal de la copa libertadores, entre River y Boca y yo en el partido de ida, hice una pequeña apuesta con tres gallinas que terminaron con mi sanidad anal...
Esa noche nos juntamos a ver el partido ellos tres y yo. Todos hinchas de "Riber" y yo sola con mi camiseta Boca. Estoy acostumbrada a estar sola en medio de los hombres... conozco sus gustos, sus groserías, sus virtudes y miserias, y sé que cuando se habla de fútbol todos sacan pasión a flor de piel.
Ellos cantaban, alentaban a su equipo, me molestaban a mi para variar pero todo iba bien y tranquilo. Apenas comenzó el partido el V.A.R (como siempre ayudando a Riber) cobró penal para ellos. Los muchachos primero festejaron, se abrazaron un poco y ya a esa altura empezaron a "bromear" con mi trasero:
"Prepará ese colita porque River se va a culiar a Boca una vez más, eh... jajaja" dijo uno mientras los demás festejaban la ocurrencia.
Cuando pateó el penal e hicieron el primero, ellos se abrazaron, saltaron, se tiraban en el piso de la habitación, me agarraban y me hacía parte de su festejo. Yo con bronca me levanté y sentí como una mano me daba una palmada en la cola. No dije nada.
Me quedé parada, por los nervios no podía estar sentada, ellos volvieron a sus lugares y yo me quedé ahí a su lado. Como la primera vez no dije nada cuando palmearon mi trasero, estos confianzudos ya con algunas cervezas encima, tenían como un ritual: cada vez que River se acercaba al arco o tenía alguna situación de gol, ellos gritaban, me agarraban, me sacudían y, por supuesto, me abofetaban el culo. Por supuesto, entendí que todo ese show era para poder manosearme...
"Esta noche nos comemos a Solcito, gritaban" y puf, manotazo en la cola.
Yo tenía puesto un jean y como dije antes, mi remera de -Boca. En un momento entre tanto apretón y nalgadas, sentí como se empezaba hinchar mi cola.
No pasó mucho tiempo más cuando uno de esos bastardos dijo: "esta noche nos cogemos la cola de esta putita con la camiseta bostera puesta"
Oh, gente ... ¿Por qué dijo eso?
Me metieron entre medio de los tres, hicieron una ronda y comenzaron a cantar más fuerte de lo que habían gritado el primer gol:
"Este es el famoso River...el famoso River Plate, bajensé los pantalones, que lo vamos a coger...."
Después adaptaron la canción a mi, entre medio decían mi nombre y boludeces que me hicieron reír.
Me superaban en número, era difícil contener la euforia de los tres, incluso sin mi consentimiento a la idea, ya habían dictaminado que eso iba a suceder.
El partido continuó yo estaba preocupada más por mi culo que por el juego, si me agarraban los tres me lo iban a destrozar...
El partido terminó dos a cero a favor de RiBer, ahí los chicos empezaron a festejar y a cargarme:
"entregá el marrón, entregá el marrón, Solange....entregá el marrón jajaja"
Revoleaban la camiseta, saltaban, se abrazaban, se burlaban como si estuvieran en el monumental, hasta que en un momento se serenaron los tres y me dijeron: "bueno, ¿Vas a hacerle la fiestita a la hinchada de River o vas a correr como toda bostera?"
Esas palabras tocaron mi orgullo, podrán decir lo que quieran de nosotros... pero ¿Correr? eso jamás. Además, si entregaba ellos iban a poder tener la fiesta completa...
les asenté con la cabeza, dando a entender que me iban a poder poseer y me llevaron a la pieza del anfitrión. Mi único petitorio fue que antes de empezar utilizaran lubricante o una crema (después de todo no quería volver a casa habiendo perdido el juego y con el culo desgarrado el mismo día).
Ahí me saqué el pantalón, la bombacha que llevaba y cuando quise sacarme la camiseta me frenaron: "No, Sole no, con la camisetita puesta queremos..." me dijo uno.
jugaron un juego rápido para decidir quien iba a empezar, quien le seguiría y quien terminaría con esa tortura.
El primero me acomodó en cuatro, en ese instante sentí un dedo meñique cremoso en mi ano, el hijo de puta al menos tenía un poco de piedad y me estaba pasando un lubricante mientras me abría la cola.
En un momento me ilusioné porque amagó a entrar por la vagina pero los demás le gritaron que la apuesta era solo por la cola. El desgraciado agradeció sarcásticamente el recordatorio y ahí si empinó para mi culo.
Ahí estaba, en cuatro, esperando el castigo que me tocaba por haber perdido y frente a un tipo que en ese momento podía ser cualquier delantero de RiBer de la historia a punto de convertirle un gol a boca, en este caso en culo de una xeneize.
Apenas entró me dolió mucho y yo exclamé un "ahhhhh"
Eso generó risa generalizada y un grito de gol de los chicos.
Mientras uno me penetraba los demás cantaban los hits que suenan siempre en el monumental.
Eso era lo peor, entregarles el culo a estos tres vaya y pase pero saber que me iban a romper el orto, con la camiseta de boca y cargando en contra de mi equipo todo el tiempo, era lo peor de la vida.
Relataban los goles históricos de los clásicos... sabía de memoria el relato de los goles del Pity, el de Juanfer, Pratto, Nacho, etc, etc, etc.
y al final gritaban: "Gooooooool en el culo de Boca....
El canto no se detuvo, los que esperaron el turno, tamborilearon y cantaron sin parar:
"Esta es la banda de gallinero, la que se coge a los bosteros..." y más...
Yo por mi parte estaba boca abajo con mi boca mordiendo la almohada soportando las embestidas de esa abertura de cola.
Luego de un rato así, me enderezó, agarró por debajo de mi cintura y puso la otra en mi hombro, como haciendo palanca con movimientos rápidos y secos, dando golpes constantes, como perro que se engrana con otro, sólo que aquí la perra era yo.
La hinchada cantaba, el bastardo agitaba y yo pensaba en ese momento en que todavía faltaban dos por venir... ¡No me iba a poder sentar por una semana!
El primero entró, entró, entró, hasta que se cansó, y pidió el cambio..
Por mi parte, no hubo descanso, apenas se levantó, el segundo se puso atrás y ahí estaba yo, con los codos en la cama y dispuesta a ser penetrada por la cola por segunda vez en la noche. Me di vuelta y le dije: despacio, que todavía queda otro más después de vos.
Poco a poco, la cola se fue abriendo y lo que antes eran gemidos de dolor se fueron convirtiendo en gemidos placenteros. La pija del segundo entraba y salía con poco esfuerzo y mi conchita empezaba a mojarse mucho más que antes.
Los cantos siguieron... las gastadas también: "rompele el orto a la bostera", se escuchaba, yo sentía como los huevos chocaban contra mi sexo y me excitaba más y más
Es increíble la pasión por el fútbol, yo ya había cogido con alguna vez con ellos en distintas situaciones y por separado, pero a ninguno lo había visto tan excitado como esa noche y todo era por mi camiseta de Boca...
El tipo me cogía con rabia, con fuerza, con cara de pervertido apretando los dientes. "Tomá culo roto, tomá bostera" decía
mientras que los otros gritaban: "Con una cola como esa tenés que recibir las pijas de la hinchada de River todos los días"
Para ese punto era una verdadera cancha de fútbol la habitación, los chicos cantaban y tamborileaban, la cama golpeada la pared y crujía en los movimientos, las bolas me golpeaban el culo haciendo un "ploc", "ploc" y mis pequeños gritos y gemidos resonaban en el aire sin la menor vergüenza.
"ayyyy mi culito, pervertidos, mi culito ahhhhhhhhhhh"
con cada pequeño gemido mío era para ellos gritar otro gol
En ese momento, el bastardo que me estaba culiando me tomó del caballo, con su mano tiró mi cabeza hacia atrás y me dijo al oído:
"¿Ves lo que hacemos con el culito de Boca? yo sólo te estoy rompiendo el orto como hizo esta noche River con con tu equipo..."
y continuó: "Dale bosterita, decí que river le rompe el culo a Boca"
Era el colmo de la humillación futbolística, me estaban cogiendo con la camiseta de mi equipo y encima tenía que decir algo así....
Dudé un poco, me mordí los labios en silencio, pero una embestida más fuerte y un chirlo en la cola, junto a una nueva orden me convenció.
Ahí estaba yo, en cuatro con la camiseta de boca, con la pija de un hincha de River enterrada en el culo gimiendo y vociferando tal atrocidad contra mi equipo....
"AAAAY AYYY RIVER LE ROMPE EL CULO A BOCA...."
En ese momento el bastardo pidió silencio a todos y me dijo que lo repitiera más fuerte
"RIVER ES EL QUE MANDA"
"ME ENCANTA LA PIJA DEL MUÑECO Y LA DE RIVER...."
"AAAAY AYYY RIVER LE ROMPE EL CULO A BOCA....",
Las primeras dos frases salieron de mi alma como salieron todos mis fluidos por la vagina y bajaron por mi pierna... el gallina no me había pedido eso pero acompañando mi orgasmo salieron esas cosas de mi boca.
Unos segundos de silencio permanecieron en el aire, hasta que el grito más grande de toda la noche explotó:
"ESTE ES EL FAMOSO RIVER, EL FAMOSO RIVER PLATE, BAJENSE LOS PANTALONES QUE LOS VAMOS A COGER"
Fueron gritos y risas interminables, mientras yo hacía mi sacrificio por la felicidad de los fanáticos rivales...
Y así siguió la juerga hasta que el arbitró silbó el final del juego. Cuando todo terminó estaban todos felices y saciados.
Para terminar, ya con la cola rota y llena de semen, me arrodillé, los tres se pararon en ronda frente a mi y cual pelicula porno también me llenaron de semen toda la cara y la camiseta de mi querido Boca Juniors....
Me volví a tirar en la cama, mi cola estaba roja de tantas bofetadas, lleno de mordeduras y mi equipo estaba totalmente humillado entre tantas bromas y cantos..
Me tomó un tiempo levantarme, salí caminando rengueando y ayudada por los muchachos que me llevaron al baño para darme una ducha. Logré recuperar algo de fuerza para regresar a casa sin levantar muchas sospechas de mi pobre padre.
¡Pobrecito de papá! que iba a saber él que además de a su equipo, riBer también le rompía el culo a su pequeña hija...
Bueno, esa fue la historia. Saludos.
3 comentarios - Bosterita Solange, la apuesta