Compañera de colegio me contó qué hace con su novio

Sigo dándole bien a mi yegua Sandrita, obvio, una cuarentena de aquéllas. Pero siempre estoy al acecho de qué hacen otras mujeres. Charlo con María Teresa, Estela y demás a ver qué chongada nueva. Pero en este caso hablé con una grande de antes, que me encantó reencontrar. Y ni hablar lo que contó. Bah, qué no contó….

Marina es una compañera de colegio de la gloriosa Escuela 18 de Carapachay, donde me recibí con 19 y caliente con varias minas. Entre ellas la castaña bajita, que medio nostálgico decidií llamar días atrás. La compa se puso chocha de escucharme, que tanto tiempo, que esto, lo otro, la boludez. Obvio le consulté de su vida. "Estoy en pareja con un chico re lindo y dulce, tengo tres hijos y convivo con él", arrancó bien abiertona. Ya dijo hijos y me agarró calentura. Y le seguí cómo andaba con el chongo. Para mi sorpresa, contestó: "Bárbaro, re divino, me mima, me cocina, todo". Ahí mandé mis acotaciones: "Qué bueno, y deben andar bien de sexo, ¿no?". Me quería esconder, me mandé flor de cagada, ahí nomás me corta dije.

No, nada, otra sorpresa. Sorpresón. Marina mandó "ah, espectacular en la cama". Eso para empezar. Como respondió copada, me mandé y le atreví "uh, genial, contame, ¿puedo saber algún detalle?" Ahí sí me corta. Tampoco. La loca nomás contó todo su sexo con su hombre…

"Ah, no sabés Diegui cómo nos damos. Termino hecha bolsa de cada vez que hacemos el amor", empezó. Ante mi insistencia, mi requisitoria, mi pija parada, Marina agregó: "Soy muy fogosa, lo caliento bien, le beso y toco todo, le chupo bien el pene, se lo aprieto suave, le pongo mis tetas en la cara y tras sacarme tranquilita la bombacha, me le abro y disfruto cuando me enchufonea ese salchichón, y después me larga una de semen que ni te cuento. Me llena la vagina, que me gusta más. Igual me encanta por todas partes. ¿Cuántos por semana? Noo, por día amor, cada vez que podemos le damos a la garchada….".

De más que diga que tenía una mano en mi celu y otra en mi pija gruesa, encima recién bañado. Obvio la aproveché a Marina y le mandé mis preguntongas, que si usa cuero, que con qué duerme, el fiambre, en qué posición hace. Marinita la siguió casi jadeando de excitada: "Sí, sí, me encanta contar todo, y, me la da en cualquier parte de la casa y en cualquier posición, parada contra la heladera, sentada en el baño o el sillón, acostada en la cama. Tengo dos camperas de cuero y una mini para excitarlo, uso cremita, perfume, maquillaje,duermo con remerita y sin nada abajo pero cuando cogemos me pongo una ropita que ni te cuento, sabés cómo se le para".

Y así casi media hora de confesiones de mi compañerita de clase, compañerita y gauchita. Tanto que terminé contándole yo lo mío: "Estoy con una minita bárbara por la cuarentena, le doy todo el día, pero aparte hago de todo: me pajeo y eyaculo en mi calzón, uso ropa de mujer y la mancho, me volteo otras mujeres, sexo telefónico….". Marina chocha y sorprendida de su compañerito acotó: "Divino corazón, cuando pase la mierda esta te invito a casa así conocés al que me la pone bien". Pero tenía que cerrar con mi boludez: "Buenísimo, podría llevarte fiambre si querés". "Síí, me encanta, dale, cuando pase lo hacemos, ahora lo agendo y nos juntamos". Ya saben chicos. Cuando pase esta mierda, como dice mi compañera, habrá más novedades. No sólo sandwichitos.