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A Serena Le Gustan Mayores: Parte 6 (Fanfic de Pókemon)

Les traigo la 6era parte de este fanfiction del universo pókemon. En el capítulo de hoy, pasa de todo, no quiero adelantar nada, pero la historia de Álex se expande, Serena llega más lejos que nunca y hasta hacen aparición 2 pokegirls.

Está dividido en partes más breves para amenizar la lectura, hoy, un poco más largas de lo normal, pero deciden, tienen más "setxo" que nunca. Si no están familiarizados con Pókemon, ya sea juegos, anime, manga, etc, no se preocupen 😉 puse énfasis en explicar bien las cosas y me tomo el tiempo para contextualizar todo. De más está decir que el énfasis no está en los pókemon y esos elementos sino en su protagonista, Serena, y su desarrollo a lo largo de la historia.

En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.


Starring

Serena:

A Serena Le Gustan Mayores: Parte 6 (Fanfic de Pókemon)

hentai

anal

rosa


Hilda:

trio

vaginal

serena

Anilingus


Rosa:


pokemon

rimming

Hilda

A Serena Le Gustan Mayores: Parte 6 (Fanfic de Pókemon)


Capítulo 16. La carrera de White Sting


En la ruta 16 al Oeste de Kanto existía un camino por el bosque, al final de la bicisenda que llevaba a un bar rústico, de madera y fachada casi western donde diversos grupos de pandillas de motociclistas pasaban el rato, pandillas que en otro tiempo se enfrentaban en duelos de todo tipo, allí encontraron una zona segura neutral donde olvidaron sus diferencias. Los “Harder Stones”, usuarios de pókemon roca como Graveler, también la pandilla “Bare Kncuckle”, que prefería al tipo lucha y por último, la más numerosa pandilla de motociclistas en Kanto: los “Venom Riders” a la que un joven Álex pertenecía y usaban pókemon venenosos.

Eran jóvenes revoltosos y hasta violentos que, excluidos de otros sitios, encontraron un santuario allí. Solían esperar a entrenadores para tener combates pókemon en las afueras y llevar a sus pókemon a estados evolucionados. Aunque la gente solía creer que era unos inútiles que andaban por ahí con pókemon de bajo nivel, no era cierto. Tenían criaturas de alto nivel que reservaban para combates con otras pandillas o peleas importantes.

En ese sitio, la música pesada fuerte, las borracheras, las peleas, los juegos de villar y las apuestas eran moneda corriente. Ese día podía considerarse tranquilo: un hombre estaba usando a su Machop para desafiar a los incautos en competencias de vencidas para ganar dinero. Algunos bebían en la barra discutiendo si Hitmonlee era mejor que Hitmonchan, y un grupo numeroso ocupaba la mesa de pool hablando a los gritos y bebiendo como si no hubiera mañana. En el fondo, se jugaba una partida de cartas bastante turbia entre el humo del cigarrillo, se notaba que no querían ser molestados.

Álex entró acompañado de su Nidorino, se saludo con sus conocidos al ingresar (tanto de su pandilla como algunos de otras) cocando sus puños mientras le pedía cerveza al cantinero.

Era alto, como siempre, rozando el metro noventa, aunque más joven, delgado, vistiendo una chaqueta negra y estrenando sus tatuajes.

- ¿Viniste a entrenar tu pókemon?- Le pregunto Tom el cantinero acercándole al pókemon maní salado.- Escuché que ellos solo evolucionan al entrar en contacto con ciertas piedras.

- Al contrario, a que él descanse. Hace días que estuvimos teniendo combates en los caminos, él hace todo el trabajo, no yo. Se merece una pausa antes de que decidamos evolucionarlo.

Acto seguido, le convido de su propia cerveza. El pókemon bebió con soltura.

Dicho descanso no duraría mucho. Antes de que sus labios vaciaran la 2da jarra de cerveza, una situación inusual rompió la normalidad del día: un sujeto de camisa lujosa azul y detalles dorados por todo el cuerpo como un reloj de oro, se sentó a acompañarlo mientras lo veía de arriba abajo sin disimulo. El resto de los motociclistas, desconfiados, hacían lo mismo con él. Por lo general no confiaban en los citadinos, menos si parecían remilgados, estafadores y ratas de ciudad. Aunque las peleas de puños no eran tan habituales como en las cantinas de las películas, ese sujeto estaba siendo muy imprudente y si seguía con su actitud altanera se sacaría todos los números del sorteo para una paliza.

- Disculpa, no es bueno entrar así, sentarse al lado de alguien que quiere estar solo y menos con tanto lujo encima.- Lo alertó Álex, que aunque no era el mismo que conoció Serena, en esos tiempos no tenía nada que envidiarle a sus amigos jinetes de acero. Seguía siendo alto, era más joven y sus músculos estaban en pleno crecimiento.

- Si, ese tono me gusta…- Mencionó rascándose la barbilla, escudriñándolo como si fuera un enfermo.

- ¿Perdón?- Dijo sin ocultar su enojo y sorpresa.- Si crees que soy de ese tipo te puedes ir a la…

El desconocido sacó una tarjeta del bolsillo de su camisa y para su sorpresa, le pagó un trago de whisky. Las sospechas en el resto se incrementaron, tanto en compañeros de Venom Riders que observaban como manejaba la situación como el resto de motoqueros.

“Pokeporn Live”. Decía la tarjeta. Acompañado de un teléfono y una dirección de Azulona. Era bastante cerca del camino de bicis.

- Relájate, trabajo en un nuevo y prometedor emprendimiento como productor, actor, en donde me necesiten. – Se explico muy tranquilo, como si estuviera de vacaciones en Alola.- Buscamos hombres de diversa edad y perfiles, tú por ejemplo, serías el rudo. Aunque no tan rudo, no sé si me explico, darías la talla si llamas o nos visitas conocerás los detalles.

- No entiendo nada y me colman la paciencia los misterios.- Se enfadó haciendo a un lado el shot de whisky. Nidorino también lo observó, gruñendo.- O te explicas o te demostraré que soy más rudo de lo que parezco.

El desconocido río con descaro.

- Te estoy haciendo un favor, no seas tan desagradecido.- Golpeándole la chaqueta con un dedo altanero.- Cuando te enteres hasta me vas a agradecer que te haya escogido.- Dijo mientras pagaba los tragos.- Igual, me gusta tu actitud, es necesaria para el trabajo, no es solo la presencia, hay que tener enjundia, como dicen en el campo.

- ¿Dé que se trata entonces? ¿Dijiste que eras actor?- Preguntó algo intrigado por el exceso de confianza del citadino, que se le acercó para contestarle.

- Si lo dijera en voz alta todos querrían venir y tenemos cupos limitados. Tú ven o llama a ese número, di que te recomiendo yo, Allister. Te va a interesar desde el segundo uno.

- A menos dime si la paga es buena. Gano bastante en los combates pókemon.- Y su Nidoran, como afirmando la sentencia, dijo su nombre: “¡Nido!”

- Mira, no se gana más que siendo entrenador, líder de gimnasio o dueño de tienda de artículos pókemon igual vale mil veces más la pena.- Explicó muy convincente.- Hay cosas que valen más que el dinero.

Y haciendo un chasquido con la boca, dejó el bar.

- Ese mismo año gané el premio a revelación masculina en los AVN anuales.- Le explicó a Serena una vez que finalizó su historia de cómo entró en la industria mientras le enseñaba sus trofeos.

La chica admiró el trofeo que consistía en una base circular negra con un hombre dorado desnudo (que parecía un superhéroe) en la cima. Otro, el más grande y artístico, tenía a un hombre y una mujer abrazados y fue otorgado al mejor actor del cine porno.

- Se podría decir que ese es el más artístico y valioso. Actuar en una película porno no es lo mismo que en un video. Existe un guión, una historia, todo lo que un actor debe dominar para serlo, sumado a la presión de las escenas sexuales.

- ¿De qué era la película?

- “Pasión de Campeón”. La hice hace dos años, encarne a un entrenador de boxeo que se enamora de su joven alumna estando casado y buscando a una hija perdida. Algo cliché y emotiva pero fuerte, de las que la crítica especializada adora.- Le explicó notándola ávida de conocimiento.

Los demás trofeos eran más sugerentes. Tres eran cristales con forma de pene y correspondían al mejor pene blanco de la industria. Cuatro pequeños tenían forma de la región Kalos y eran entregados al mejor actor masculino autóctono, uno opuesto con forma de planeta, era otorgado al mejor actor masculino internacional. Tres le fueron dados por mejor escena anal y tenían forma de un voluptuoso trasero dorado.

- Estos, obviamente, son compartidos, se entregan en pares al actor y la actriz. No hice escenas homosexuales pero también se les da a ellos.

- ¿No es cierto que los novatos arrancan haciendo siempre escenas homosexuales?

- No preciosa, es un mito. Empiezas de abajo en papeles pequeños, producciones simples o junto a otros hombres en actos sexuales grupales, ya sabes, bukkakes, orgías, algo no muy protagónico.

Serena no parecía conocer esas palabras y quedó algo tildada.

- A medida que cumples y te haces un nombre empiezan a prestarle tanta atención a tu rostro como a tu miembro, así funciona.

Por último, había como nueve trofeos en el nivele más bajos de la vitrina rectangular que eran premiaciones de revistas, sitios de internet y galardones menores que tenían formas más diversas.

- No puedo creerlo, ahora veo porque les brillaba tanto la mirada a Mercy y Abby – (recordó sus nombres por algún motivo)- Debieron de disfrutar de tus películas incontables veces.

- Por la edad de ellas diría que disfrutaron de mis videos. Desde hace años no trabajo en películas, Pasión de Campeón fue la última. Es algo que paso un poco de moda e hice a mitad de mi carrera. Ahora el dinero está en castings, POV (point of view, o sea punto de vista, verlo todo desde mi lugar) videos caseros. En especial gustan los videos que hago con “teens”.

Serena lo escuchaba con mucha atención. Parecía querer saber todo sobre su carrera ahora que el shock de haber tenido sexo con una celebridad había pasado y estaba recuperada. No podía ser más distinta que su ex Misty, a la que le ocultó tanto su carrera como trofeos.

- Los contrastes siempre funcionan, el mayor con las teens (que no son adolescentes de verdad, obviamente), las milfs o “cougars” y los jovencitos, las más hermosas con un “ugly bastard”

- ¿Qué clases de videos haces y cómo funciona el trabajo? – Curioseó dando la vuelta a la vitrina.- Veo que no tienes que cumplir horarios y me intriga que tengas semejante carrera y puedas pasar tanto tiempo conmigo o en el taller.

- Es simple preciosa, me consiguen chicas acordes al perfil de videos que hago, acordamos fecha, hora e incluso lugar, voy, hago mi magia y final feliz. Me limito a dos producciones por mes como mínimo. Por contrato, tengo ciertas limitaciones en las redes, que de todas formas no uso a menudo.

- Tiene sentido, te deben querer tener en exclusiva. Es como si una artista trabaja en un teatro y por su cuenta trabaja en otros.

- Exacto, Serena. No puedo subir nada sexual o relacionado a mi vida privada porque el que quiera verme en acción, debería pagar, así funciona. ¿Quién pagaría los paquetes de Pokeporn live si me la paso subiendo videos y fotos de mi pene a Birdey o HumanDex?

- Entiendo.

- Aunque por ser yo, tengo mis libertades. Muchas chicas las elijo yo o incluso las he iniciado en la industria. Tengo buen ojo para encontrar talentos, atributos que da la experiencia.

- Interesante, muy interesante.- Comentó Serena sonrojada ante la sola idea de ser presentada por él en un video picante. Se sentía hermosa y capaz desde que lo había conocido, como si hubiera sido inyectada con un cóctel de adrenalina, autoestima y confianza. Quizás era parte de debutar y esa sensación de “todo lo puedo” se iría diluyendo con el transcurso de los días.

- Igual no me contestaste que clase de videos haces.

- Una o dos jovencitas hablan frente a la cámara, presentándose, se divierten un poco y cuando es el momento entro en escena. Se empieza con un oral, suelo recorrer todos sus cuerpos, hay que tener cierta intuición para realizar lo que los espectadores querrían hacerle a las chicas, no sé si me explico… luego como requisito, hago al menos un anal. Siempre hago anales.

- Intenso.- Acotó la chica, dejando la habitación del hombre con un sinfín de sensaciones y preguntas revoloteando en su cabeza. No obstante, había sacado cantidades ingentes de información y no quería parecer obsesiva.

- ¿Demasiada información por un día?

- Me leíste la mente.- Contestó obsequiándole una dulce sonrisa que lo atrajo como la miel a las abejas para estamparle un lento y prolongado beso.

- ¿Qué quieres que pidamos para comer?- Preguntó despegándose sin dejar de abrazarla.

- Lo que tú quieras comer.

- Lo que quiero comer ya lo tengo en brazos.- La compró por completo con ese piropo simple pero efectivo.- ¿Te parece bien unas hamburguesas?

- Bueno, para mí de soja con pepino, lechuga y tomate, si es que tienen.

- Si no tienen las voy a comprar.

El pedido de hamburguesas a domicilio no tardó en llegar. Como todo soltero, el hombre tenía varios imanes con negocios de toda Azulona listos para enviar comida a su dirección. Entre mordiscos y críticas culinarias le contó a su invitada que era un desastre cocinando y solía comer afuera, cosa que con ella se daba a la opuesta.

En la televisión, antes de que Giovanni de un discurso de cómo salvaba la economía y promovías las ciencias sacrificando la tradición entrenadora, Álex cambió de canal hasta encontrar Tyranzilla vs. Gigaggron 3. El Amanecer de la Destrucción una conocida saga sobre un Tyranitar de 120 metros de alto agrandado por un caramelo raro radioactivo que se enfrentaba contra toda clase de pókemon gigantescos, también agrandados por razones ridículas.

- Esta película salió más de diez años antes de que se descubriera el fenómeno Gigantamax ¿No es curioso? – Comentó Álex dándole un mordisco a su hamburguesa.

- ¿Te gustan estas películas verdad? Creo que todo lo fuerte y rudo te queda bien.- Observó la joven mientras Tyranzilla chillaba y lanzaba un megarayo de proporciones astronómicas contra Gigaggron, un Aggron construido por la humanidad para hacerle frente que resistió su ataque y respondió con un colazo.

- Me gustan sus efectos, que usen disfraces de goma y maquetas, cosas más de mi época. – Comentó.- De niño veía películas en el viejo cine de Azulona con mi padre y quedaba maravillado aunque fueran un montón de juguetes pendiendo de hilos.

Cuando casi estaban por terminar de cenar y el postre estaba por llegar (casatas heladas de vainilla, chocolate y frutilla) Serena reunió valor y volvió a arremeter con sus preguntas sobre el trabajo de Álex.

- ¿Ya te avisaron cuándo tienes que regresar al estudio?- Preguntó intentando parecer desinteresada mientras se limpiaba la boca con una servilleta. En la televisión la pelea de colosos continuaba más violenta que antes.

- El próximo sábado. – Dijo notando su disimulado interés. El diablo sabe más por viejo que por diablo, decían.- ¿Te gustaría visitarme al trabajo y conocer el ambiente? Muchas sienten curiosidad por saber cómo es en realidad el porno.

Serena se sonrojó y sacó de su bolso colgado tras su silla, la tarjeta obsequiada por Leaf en su visita a Isla Quarta.

- Que pequeño es el mundo, o Pokeporn se habrá vuelto muy grande…

- No tuve tiempo de considerarlo, no voy a mentir, pero si estás cerca y tengo como excusa verte en el trabajo, aunque sea podría echar un vistazo ¿No?

La grande mano del hombre se poso sobre la suya, tomándola con mucho afecto, aunque vaticinaban un comentario no tan alentador, su mirada y tranquilidad propia de hombre mayor le confería confianza.

- Serena, amor, no es un trabajo tan fácil como lo pintan. Por supuesto que pudo llevarte, darte un lugar de privilegio detrás de cámaras, no hay ningún problema con eso. Sin embargo, trabajar allí es otra cosa. Es para chicas con mucha experiencia o que disfrutan, bueno, de hacerlo tanto como los hombres disfrutamos del trabajo.

- Lo que viví con vos lo disfrute más que todo lo que me ha pasado hasta ahora. Puedo disfrutarlo si estoy con vos.- Arremetió con un sincericidio bastante fuerte.

-Serena, ven…- Invitándola a sentarse sobre él, en un gesto entre fraternal y estimulante.

Parecía el sabio padre a punto de darle una lección de vida su retoño, aunque en ese caso se daban libertades que un sabio padre y su retoño no se darían. La verdad es que la quería cerca para contenerla en la difícil charla que estaba por darle. Serena se merecía que fuera por completo sincero aunque eso signifique ponerle un freno a sus aspiraciones.

- Sin dudas viviste unas semanas intensas desde que nos conocimos en la pista de baile del Ónix de Neón, según todo lo que me contaste no fue más que el inicio de un viaje, casi de reconocimiento espiritual. Hasta presenciaste pokefilia…

- Como olvidar esa noche.- Expresó la blonda dejándose abrazar por el hombre que la duplicaba en edad con creces. – Si, estás en lo cierto, de ahí en más todo desemboco en lo que pasó hoy.

- Veo que vas muy rápido y me preocupa. Hasta hace unas horas eras… virgen, hasta hace minutos no sabías que trabajaba en la industria del cine condicionado ¿Me explico? Ya estas considerando trabajar conmigo ¿O me equivoco?

- No puedo evitarlo, desde que llegué a esta ciudad todo es tan… veloz, me arrastra. Mi renuncia en el trabajo, mis experiencias con mi mejor amiga, lo que ocurrió en el Rancho, conocerte a ti, creo que me deje llevar por el torbellino de sensaciones, fue una idea estúpida, perdón, no sé que dije…

- Espera, espera, te vuelves a apresurar.- Acompañando su reto con una caricia, para suavizar sus palabras.- no digo que no lo intentes, o que no eres capaz, por favor jamás te diría cosa semejante, solo te pido que tengas paciencia, preciosa, vas muy rápido.

La derretía cada vez que le decía preciosa.

- Nos estamos conociendo, hoy conociste algo que con otras mujeres decidí guardar en secreto y estoy más que satisfecho con tu manera de tomarlo, con tanta curiosidad, con tanto interés, sin embargo, por más que me enciende como un fósforo la sola idea de que trabajemos con una cámara de por medio, tengo que frenarte, pedirte que te tomes un tiempo. Ser actriz porno es un trabajo complicado, es una industria complicada, te puede llevar a la gloria o te puede escupir al suelo, piensa solo por un instante, en que tu cuerpo desnudo pasará a gravarse en la retina y las mentes de cientos, sino miles de hombres y mujeres con acceso a internet, te guardaran en sus discos duros, serás una fuente de deseo inagotable quizás hasta para futuras generaciones.

- No había… considerado ese punto… me siento tan tonta.

- No te voy a negar que las mieles del éxito son hermosas, yo las viví, están guardadas en esa vitrina. Si quieres iniciar una carrera en eso, no te lo voy a impedir ni a negar, te acompañaré para llevarte bien cerca de manera segura.

- Tienes razón, mucha razón, soy apresurada y atolondrada, me dejé llevar…

- Primero, antes de llegar a la industria, empaparte de experiencias propias, con más hombres, más mujeres, varios hombres o varias mujeres a la vez, vivir la vida con arrojo y valor, conocer el mundo, diferentes maneras de hacer el amor, todo para que una vez que la cinta comienza a rodar y tu cuerpo desnudo sea motivo de excitación para miles de extraños tras una pantalla, sea un juego de niños para ti, bueno, no de niños, vos me entendés.

Serena quedó paralizada, como si hubiera perdido un par de turnos producto de su discurso, discursos que ella, por limitaciones de la edad, aún no era capaz de dar.

- Tienes toda la razón, Álex. – Acepto mientras el hombre esperaba una respuesta.- Necesito el trabajo y cuando vi que sos una estrella en ese medio uní cabos y pensé, “puedo trabajar con él, como todo junto a él es tan fantástico saldrá bien y ganare dinero mientras hago algo que me encanta con quien quiero tanto” fui inmadura y apresurada.

- Es propio de la edad, nunca olvides que te llevo mucha ventaja, y no es un reproche ni una crítica, sino una observación.- Y yo también te quiero mucho.

Hasta que el repartidor trajo los postres helados, estuvieron besándose apasionadamente entrelazados en un abrazo que les dejó los pelos despeinados y los labios brillantes como si tuvieran labial.

- Sabes, algo que si puedo hacer es verte trabajar en acción en internet, me gustaría después de comer ver algún video.

- Esa es una excelente idea, Serena.- Le cedió mientras preparaba el dinero para bajar.- Te mostraré como es mi modalidad de trabajo hoy por hoy, y luego si quieres, podrás acompañarme y verme en vivo el sábado.

- Tenemos un plan.- Aceptó muy optimista la chica, viéndolo bajar las escaleras que iban al taller para abrir la puerta a la calle. Mientras el hombre bajaba, Tyranzilla salía de debajo de una montaña con el cráneo humeante de Gigaggron como vencedor en la televisión. Serena aprovechó y lo apagó dado que no era amante de esas películas violentas y para disfrutar de un postre en silencio con aquel hombre, que a pesar de haberle abierto su caja de Pandora, seguía siendo el dueño de sus suspiros.




Capítulo 17. El dúo de Teselia


El sol brillaba entrando por un ventanal grande como un muro y dos jóvenes de cabellos castaño largo, que parecían hermanas, se posicionaron muy juntas como recreando un poster pinup viviente. Se observaron con un brillo ígneo en los ojos y sonrisas picarescas, ambas lucían hermosas.

El director dijo “acción” y tras hacer un cameo de toda la habitación, la cámara se posiciono sobre ellas, dando comienzo a las fantasías masculinas más obscenas en un día de verano sumamente caluroso, en un piso lujoso decorado al detalle como un departamento de soltero minimalista, en el que destacaba el cuadro de un Tauros y una escultura en de Rhydon como las expuestas en la Calle Victoria, solo que en miniatura.

- ¡Hola!- dijeron al unísono las jóvenes, saludando a la cámara, una de ellas, que usaba una visera, enviando un beso a sus espectadores virtuales que en algunos días, disfrutarían de sus encantos en su máxima expresión. Desde el primer segundo comenzaron a inundar el ambiente de risitas inocentes y miradas ninfómanas.

- Ha sido un viaje largo pero llegamos…- Empezó una de las chicas, la ubicada a la izquierda, que usaba una gorra blanca y rosa con el motivo de una pokebola, jeans minúsculos recortados con desprolijidad (que solo cubrían sus nalgas hasta la mitad), sudaderas oscuras en las muñecas y una musculosa blanca bajo un chaleco negro.

- Preséntate, dinos tu nombre y de dónde vienes. - Sugirió una voz inexpresiva y masculina detrás de cámaras, casi como una voz en off lejana y omnisciente.

- Soy Hilda, vine directamente de Pueblo Arcilla, en Teselia, desearía que aquí hiciera el mismo clima, cuando deje mi pueblo caía una lluvia refrescante.

- Bienvenida, Hilda. Descuida, prenderemos el aire acondicionado. No queremos dejar una mala impresión a unas turistas tan monas… lo de la lluvia refrescante puede arreglarse en breve.

- ¡Es verdad estoy derretida por el calor de Kanto, llegué toda sudorosa y sedienta!- Intervino la segunda, ansiosa por participar, no tardó en presentarse como Rosa, de ciudad Engobe. Era muy parecida a su acompañante en proporciones y altura, aunque no tenían parentesco. Usaba una calza semitransparente oscura y sobre ella, un short amarillo muy holgado que cuyos volados parecían una pollera. Arriba, su cuerpo estaba cubierto por una camiseta blanca de mangas celestes.

Rosa, a diferencia de Hilda que tenía el pelo recogido en una coleta que emergía de la parte trasera de la gorra, llevaba dos largas colas a los lados de la cabeza saliendo como péndulos de reloj de rodetes de pelo.

- ¿No te dio la producción nada que beber?- Preguntó una voz muy masculina tras la cámara.- Nos hacen quedar a todos mal aquí, hoy rodaran cabezas.

- ¡Que malo!- Se horrorizo Rosa.- Nos dijeron que encontraríamos algo de beber, aunque no especificaron si frío o muy caliente.

- Es una suerte que haya venido ligera de ropas.- Comentó Hilda.- ¿No tienes calor con esa remera manga larga, esas calzas y el short encima?- Se sorprendió.

- Rosa tiene un buen punto, podrías empezar a ponerte cómoda, tienes tanto detalle encima que sinó terminaremos esto mañana por la noche.

- No me importaría quedarme hasta mañana por la noche si saben entretenernos.- Comentó Rosa mientras se bajaba el short amarillo y se quitaba, con ayuda de su compañera, la camiseta celeste y blanca…

- Esta es una de las decisiones más exitosas que tuvimos….- Le dijo Álex a Serena al oído, mientras esta miraba desde el sillón de la sala, el DVD número 12 de International White Sting Whores, la producción que seguía vigente con el musculoso tatuado como protagonista e iba por arriba del número 60.

- No están vestidas como putas, sino como entrenadoras casuales.- Se dio cuenta Serena, que no perdió ningún detalle y se sirvió otra copa de vino espumante.

- Exacto, así es. A diferencia de la competencia, las traemos al estudio con las mismas ropas que usaban en sus casas, en sus barrios, en sus viajes, los mismos peinados, los mismos accesorios. Estas dos son entrenadoras de renombre de Teselia y accedieron a venir con sus apariencias más características.

- De todas formas ya están perdiendo sus atuendos…

En efecto, tras la pantalla, tanto Rosa como Hilda comenzaban a exponer sus preciados encantos. Despojadas de toda prenda de la cintura para arriba, se ayudaron mutuamente para librarse de los corpiños y dejar caer dos pares de hermosas y jugosas tetas.

- Whoaa, esas remeritas las escondían bien… a ver, quiero compararlas, pónganse frente a frente.- Pidió la voz tras la cámara, que no era otro que White Sting.

Obedientes y juguetonas, aferraron sus tetas y se enfrentaron pezón por pezón. Aunque parecía que no había diferencia, Rosa tenía un ligero margen, sus tetas blancas eran más pulposas y tenían mayor caída. Aunque se notaba con solo verlas que Hilda era la del mejor trasero.

Las chicas, muy intuitivas, no perdieron tiempo y estando una tan cerca de la otra, conectaron un beso lésbico de lenguas visibles que dejo en claro que no estaban allí para perder el tiempo. Sus labios envolvieron las lenguas de una y la otra sorbiendo la deliciosa salivita en un gesto que bastaría para encender los motores de cualquiera.

- Perfecto, sin dudas son dos chicas sedientas, quizás despojarse de esos shorts las ayuden a regular la temperatura…

Rosa, desde atrás, se propuso a ayudar a Hilda y pasando su mano por toda la suave curva de su espalda, llegó al short, lo tomó de los lados y lo fue bajando muy lentamente. La chica que no tenía ropa interior, no tardo en quedar desnuda, enseñando un hermoso y perfecto trasero al deleitado público. Rosa no se quedó ahí, desde su posición de privilegio, a un costado y arriba del culo, tomó sus nalgas y las abrió dedicándole tanto una mirada a los orificios expuestos de la entrenadora como a la cámara, con toda la perversión posible en sus ojos.

- Hermoso culo, déjalo abierto, que respire, quizás hasta podrías refrescárselo.

- Pensaba hacerlo, parece que estás bastante ansioso.

- No, tómate tu tiempo, solo propongo una tormenta de ideas…

- A mi me parece una excelente idea.- Comentó Hilda, algo sonrojada, mordiéndose un dedo cuando la cámara capto su rostro risueño, disfrutando de ser exhibida como un pókemon en un concurso.

Acto seguido, Rosa abrió las nalgas de Hilda, y acercando su boca al ano, dejó caer un chorrito de saliva milimétrico que ingresó en el orificio y se derramo recorriendo toda su pulcra vagina.

Una vez que Hilda quedó solo con la gorra, las muñequeras, las medias y las zapatillas, se invirtieron los roles, pasando a exponer el culo de Rosa apretujado bajo una calza traslúcida. Esta, en vez de bajar, tuvo la genial idea de subir, apretujándole la almeja contra la prenda, de tal forma, que se formo de inmediato un manchón de humedad en medio de su sexo, y so que tenía una minúscula tanga a modo de ropa interior.

- Parece que Rosa metió una fruta de contrabando, un hermoso gajo de mandarina ¿Dónde lo trajiste guardado?

- ¿Llamamos a la policía?

- No, ya encontraremos la forma de ajusticiarla, mientras tanto sácale todo, hay que revisar que no tenga otra fruta jugosa guardada.

- Fruta no sé, algo jugoso sí.- Comentó Rosa mientras le bajaban la tanga, increíblemente metida dentro de su trasero.

La cámara se acerco para tomar en primer plano, al voluminoso trasero de Rosa despojado de la calza, algo pegoteada en la entrepierna debido a la excitación evidente de la joven. Hilda paso una mano por toda la raya de la chica y le abrió un canto para encontrar el asterisco, estirando hacia un lado y despajado de la protección que las dos lomas carnosas le brindaba.

- Veo un poco de acción en ese agujerito, no deja de guiñar el ojo como una señal de auxilio.- Comentó el White Sting.

- Hace días que no tengo sexo anal y estoy ansiosa por empezar.- Sorprendió a todos Rosa.- De solo pensarlo me hice un charquito en mi ropa.

- Se ve que ese culito tiene hambre… Es hora de entrar en acción.

Álex, interpretando su famoso alter ego, ingresó en escena vistiendo vaqueros y posicionándose junto a ellas, dedicándoles besos muy sonoros y húmedos, besos que Serena no observo en la pantalla porque prefirió vivirlos.

Ese franeleo previo al sexo Serena se lo perdió, en su lugar, tan excitada como Rosa en esa tarde de filmación, se envolvió al hombre para besarlo con pasión.

- Ponte de pie, quiero sacarte toda la ropita.

- ¿Por qué el diminutivo?- Preguntó traviesa.- No soy una niña.

- Mido casi dos metros, todo me parece pequeño desde mi perspectiva.

- Buen punto.

Mientras el Álex en 2D se turnaba para besar a Hilda y Rosa en la boca, el de 3D, exclusivo para Serena, la despojó de cada prenda, empezando por la musculosa, la pollera, las medias largas, las botas tejanas, todo…

Las manos del hombre envolvieron una vez más los pechos de Serena, masajeándolos con amor, buscando sus pezones con sus dedos mientras sus bocas encontradas se volvían una. En la pantalla frente a ellos, no ocurría algo muy distinto, White Sting succionaba de las tetas de una y otra chica, que dejaron cualquier guión de lado para intercambiarlo por gemidos…

- Me succionas muy fuerte, como un bebé.- Expresó Rosa viendo como le dejo la suave y blanca mama colorada de tanto beso. Sin mediar palabra, el hombre pasó a succionar un pecho de Hilda.

Serena sintió una descarga de placer cuando una mano viajó sin escalas a su entrepierna, acariciándole la delicada y estrenada vagina con un dedo grueso. La chica se sentía perdida en un limbo de goce, ajena a las figuras femeninas de la pantalla como al mundo real, perdiendo la noción de todo mientras Álex le besaba el cuello y acariciaba su vagina con esmero…

- No metas nada aún, por favor, me duele.- Pidió Serena tratando de que se compadeciera de su condición de debutante fresca.

- Por supuesto que no, preciosa, se supone que sientas placer, no dolor. – La tranquilizo.- Cuando estés lista habrá tiempo de meter y sacar cuanta cosa quieras de ahí.

La originaria de Kalos no supo que la excitaba más, si el contacto del hombre, si estar como llegó al mundo, o el espectáculo oral que las jóvenes de Teselia le obsequiaba a ella y hace un tiempo a una ávida audiencia de onanistas.

- Ahora voy a hacerte algo que le hago a todas en mi trabajo y en mi cama, de esto no te podrás negar.

- Espera… ¿De qué se trata? – Se preocupó Serena mientras el hombre se sentaba en el sillón quedando detrás de ella. Intuyó que sus ojos se clavaban en sus pulposas pompas.

La pantalla de televisión le anunció lo que se venía. White Sting se arrodillo y hundió todo su rosto entre las nalgas de Hilda, que dejó escapar una prolongada expresión de placer “Santo cielo, siiiii, que rico…” Álex, tras ella, repitió la escena como si estuviera todo cronometrado y se tratase de la misma producción, hundiéndose donde nadie nunca se le había hundido: en su cola. Primero respiro contra ella, inhalo y exhalo cada aire usando sus carnes para filtrar cada partícula, la sintió, la olió, dejándola paralizada con los ojos cerrados, luego, cuando su contraparte grabada en CD comenzó a lamer, chupar y besar, Álex respiró más fuerte que nunca y comenzó a obsequiarle besos en su orificio más privado.

- Aah, ahah, ahah,uuuh, mmm…- Gimió la chica ante la devoción dedicada a su pequeño orificio. No solo lo besaba con sus labios, también le abría el trasero para deleitar sus ojos con la mera visión de su ano estirado, ligeramente dilatado.

- Que culito más delicioso…- Susurró hundiendo el extremo de su lengua en el centro del asterisco rosado. Los gemidos de Serena se intensificaron, sus piernas temblaron como hojas secas mientras frente a ella, White Sting pasaba de comerse un culo al siguiente, aunque Rosa no lo esperaba de espaldas, sino recostada en el lujoso sillón blanco, abierta de piernas para ver al hombre meterle lengua a su ano con comodidad y luego, un dedo que entro lento pero completo dentro de su culo.

Mientras en la pantalla la acción seguía, evolucionando de una degustación anal a Rosa a una vaginal con colada de dedos incluida, Álex continuaba entreteniéndose en el anilingus, dando a entender que era víctima de una suerte de obsesión. En vez de reprimirlo, Serena lo tomó de los cabellos y se meneó contra él, refregando su trasero de Norte a Sur por su rostro, y dado que inmediatamente la tomó de la cadera para hundirse con más fuerza, le gustó el gesto.

- Ahhh, ufff. Cuando quiera morir, ya sé la clase de muerte que quiero.

- No digas esas cosas tan negativas.

- No te das una idea de cuánto deseaba hacerte esto, me contuve todo este tiempo porque no creí que fueras a disfrutarlo.

- Bueno, pensaste mal, suelo masturbarme ahí también.- Se sinceró muy ruborizada mientras Rosa e Hilda compartían posición abiertas de piernas y White Sting les metía un dedo en el culo a ambas, luego retiro con lentitud el dedo dentro de Rosa y lo llevó a la boca de Hilda, que lo chupó como si fuera un delicioso dulce en un primer plano muy morboso. Hizo lo mismo a la inversa con el dedo que reposó dentro de Hilda, solo que este encontró por destino la lengua de Rosa.

- Eso fue… muy atrevido.

- Así suelen ser las previas de mis videos, yo comiendo lo que me da la gana de mis invitadas y luego me devuelven el favor. – Explico mientras se acostaba y Rosa comenzaba a mamarle el pene, que desde el ángulo de filmación, se veía descomunal, mientras Hilda, besaba sus labios dejando de lado el profesionalismo para disfrutar del gesto. – La fase 1 es yo comiéndomelas, las 2, es ellas comiéndome a mí. “Se nota que el viaje las dejó sedientas” rompió el hielo el actor porno.

- Y yo no era la única acalorada, la tienes que hierve de calor.- Arremetió Rosa pasándole la lengua de principio a fin por todo el manubrio de carne.

- Te están atacando como si fueras un tenedor libre de oferta- El chiste hizo reír a Álex.

- Sabes, eres una caja de sorpresas, Serena, cuando creo que te va a superar alguna situación, te amoldas y te adaptas a lo que propongo. Hasta improvisas diálogos dignos de una porno.

- Me es mucho más fácil si es con vos… me dan ganas de decir que si a todo siempre y cuando me acompañes. - Dijo y para no romper la sensualidad del momento, le propuso algo a lo que no se pudo negar, se abrió el trasero con sus manos y exigió.- Hablando de amoldarse, quiero que me metas un dedo como a ellas.

- Sera un inmenso placer.- Aceptó llevando una yema a su ano, acariciándolo desde afuera, sintiendo su textura.

Hilda y Rosa unieron fuerzas para mamarle la tremenda polla a Álex, la primera succionando la enorme cabeza de hongo y la otra besando, lamiendo y masturbando el tronco venoso con la mano. La cámara, casi pegada a la acción, no tardo en ensuciarse con espesas gotas de saliva que llegaron al lente.

El Álex de la realidad de Serena, seguía jugueteando con las puertitas del final de sus sistema digestivo, hasta que se decidió a colar un dedo con lentitud y esmero. Serena cerró los ojos y se dejó llevar por la curiosa sensación de un cuerpo extraño, grande y áspero, abriéndose paso por su ano cada vez más, hasta que entro completo en su interior.

- Eso es, lo relajaste muy bien…- La felicito comenzando a mover el dedo dentro suyo.

En la pantalla, la chica presenció cómo Hilda montaba al mismo hombre que le palpaba el trasero por dentro y en un acto de magia, hacía desaparecer casi 30 cm de carne dentro de su chorreante vagina. Rosa, desde abajo, se entretuvo lamiendo y cazando los testículos al vuelo mientras el hombre y la mujer cogían con desenfreno. El camarógrafo viajó desde la cara de éxtasis de Hilda, hasta la de Álex, pasando por las tetas bamboleándose de la chica, por el pene perdiéndose y apareciendo dentro y fuera de la vagina, hasta captar por último, a Rosa entreteniéndose con los testículos y descendiendo hasta lamerle el ano.

-¿Qué se siente venir de tan lejos para chupar culo?- Rompió el silencio el actor, gozando de la espectacular vagina de Hilda y el anilingus que le obsequiaba Rosa.

- Que el viaje valió la pena.- Contestó haciendo descansar por un momento la boca.

- Los diálogos… ¿son improvisados?- Preguntó Serena, que sin darse cuenta, se inclinaba cada vez más.

- No, nada lo es, solo hasta cierto punto la organización. Como dije, suelo empezar con los orales, me devuelven el favor, y de ahí en más la cosa se descontrola.- Respondió con toda la calma del mundo, como si no le estuviera metiendo un dedo en lo más recóndito del culo.

- Tienes… dedos muy… grandes.- Comentó Serena debatiéndose entre el disfrute o la incomodidad. Los dedos del hombre eran como tres de ella atados. Para colmo, lo giraba y hacía ganchitos hacia las 4 direcciones dentro de ella, encontrando sumamente placentero cuando este oprimió con delicadeza hacia abajo.

- Sí… a todas les gusta este movimiento…- Ilustró notando como la chica se meneaba más e incrementaba la dosis auditiva de gemidos. Frente a ellos, en la tv, ahora era el turno de Rosa de recibir su dosis de aguijón blanco entre labio y labio, aunque lo recibió gustosa abierta de piernas contra el sillón, cayendo el hombre con todo su peso sorbe su sexo. Hilda observó el “mete y saca” en primer plano hasta que de la vagina fue a parar a su expectante boca.

- Descuida, esta que te voy a meter no la detectan en ninguna aduana.

- Ojala pudiera llevármela conmigo, aunque tengo miedo de que la confundan con un arma.- Replicó Rosa, bastante afilada a pesar de que le estaban abriendo la vagina a fuerza de empellones.

- La imaginación que tienen es admirable.- Acotó Serena, entretenida con lo que ocurría frente a ella y detrás de ella. Ahora estaba con las manos en la mesa, como recibiendo un examen médico.
- Sabes, no te falta mucho para poder recibir un anal, solo un poco de entrenamiento diario con juguetes, alguna que otro voluntario o voluntaria que haga lo que te estoy haciendo, y en poco tiempo podrás llevar a cabo un regio anal sin lastimarte y disfrutando de por medio, claro, si es lo que quieres.

- Dijiste que era un requisito en tus videos, así que tarde o temprano lo haré, solo prepárame bien.

- Como gustes, preciosa…- Y cuando se dispuso a sacar el dedo con lentitud, en el DVD el ano de Rosa le dio la bienvenida al famoso aguijón blanco. El lubricante se escurría por los lados mientras el falo se abría paso entre las nalgas de la entrenadora.

- Wooaaaa, me parte al medio.- Exclamó arqueando tanto el cuello hacia atrás que parecía que se desnucaría. – Es muuuuy grande, ooh por Arceus.

- Suertuda, no creo que pueda resistir algo así en un futuro inmediato.- Admitió Serena.

- Con entrenamiento y paciencia, si podrás. No te aceleres, lo importante es que no te lastimes.- Terminando de sacar el dedo, admirando como el asterisco ahora contaba con un redondel oscuro en el centro.

Serena se sorprendió cuando volvía a meter el mismo dedo, solo que esta vez, lo sintió muy húmedo.

- ¡No debiste llevártelo a la boca, es sucio!- Lo reprimió escandalizada.

- Descuida, no te horrorices, ni que fuera la primera vez.

- Es la primera vez conmigo.

La que no recibía sexo anal por primera vez era Rosa, que contra toda lógica proporcional, recibía el pene con valentía dentro de su dilatada cavidad, hasta el punto de que los testículos se estrellaban contra ella. Hilda esperaba poder contribuir con su lubricación oral, y cada tanto, recibía en su boca el pene directamente del culo para lubricarlo con su saliva y así pudiera volver a meterlo. Serena no supo cuál era más osada, si la que la recibía en su culo o en su boca sabiendo de dónde venía.

Álex, disfrutando de que Serena se distraía con facilidad, volvía a llevar el dedo a su boca para lubricarlo e introducirlo por tercera vez, aunque acompañado de otro dedo, que le dilato el ano aún más.

La nacida en Kalos se preguntaba si de verdad quería trabajar con él, el sexo anal con el no era para principiantes, cada vez que en el DVD sacaba el miembro veía una enorme flor roja en el lugar donde había un ano. El hombre gozaba de su obra de arte abriéndole el culo aún más para que la cámara le capte su rojizo interior, para volver a meter su pene sin misericordia.

- Esas chicas… parecen de mucha… experiencia.- Menciono Serena, que para hacer el momento aún más llevadero, comenzaba a frotar su vagina. No se había dado cuenta, pero Álex también estimulaba su miembro con la mano.

- Si, se conocían mi trabajo y me dijeron que hasta lo hubieran hecho gratis.- Menciono mientras giraba sus dedos en el interior de su acompañante para sacarlos y volverlos a meter.

En International White Sting Whores era el turno de mostrar la elasticidad de Hilda, que parecía gustarle posicionarse arriba. La cámara capto como Rosa escupió reiteradas veces en el pene y lo ayudo a dirigirlo al trasero de su acompañante, que se dejo caer con lentitud sobre el gigantesco miembro, quedando perfectamente empalada hasta que sus nalgas oprimieron los testículos. Estaba toda dentro suyo.

- Ahhhh, uuuhmm no puedo creerlo… me llena hasta el estómago…- Menciono Hilda que con lentitud, comenzaba a menear el trasero.

- Te debe estar golpeando el ombligo desde adentro.- Comentó Rosa dedicándole una mirada lujuriosa al acto sexual, volviendo a escupir en el medio del pene… Álex estaba ocupado dándole un beso de lengua a Hilda mientras penetraba su culo impiadoso.

De vuelta en la época actual, los dedos del hombre seguían estimulando el interior de Serena, que comenzaba a sentir un nuevo e intenso placer acompañando el acto con sus dedos masajeando su clítoris.

- Sube a la mesa, no te preocupes que aguanta, sé muy bien que aguanta.- Pidió tras retirar con lentitud sus dedos. Serena se sirvió como un plato principal y el hombre llevó el pene a sus labios, refregando su extremo por toda su boquita.- Muy bien, chupala bien, usa esa boquita que tienes…

Mientras Serena comenzaba a mamar el pene, Álex acariciaba las tetas de la chica y de ahí, descendió hasta su vagina, donde prosiguió con la masturbación del clítoris. La cica se esforzaba aún más que las primeras veces, esta vez parecía intentar tragarse el pene al entero, algo que era anatómicamente imposible y por ende, no dejaba de golpear el fondo de su garganta con cada cabeceo.

Álex la saco toda baboseada de su boca y posiciono su tronco sobre sus labios, usándolos para masturbarse, tomándola de la cabeza y llevándola hacia su sexo para usar su boca como un mero juguete, en el gesto más dominante hasta ahora hacia la dueña de sus pensamientos.

- Quiero venirme en toda tu carita y tu boca ¿Te animas a probar mi semen?

- MMggsi, ggsi.- Acepto Serena, que no podía hablar porque presionaba el tronco contra sus labios. Los testículos del hombre se oprimían como airbags contra la mejilla de la jovencita.- Quiero toda tu leche…- Exigió liberando sus labios todos rojizos producto de la fricción.

- Ven, rápido, vamos, te quiero enlechar esa carita preciosa que tienes…- Casi agarrándola de la vagina, la llevó hacia la tv. sí, la tv. Frente a ella, al mismo tiempo que Hilda y Rosa se arrodillaban para ser regadas de semen poniéndole punto final a la producción internacional, Serena se les unía como una más, a la distancia, se arrodillaba en el suelo, y siendo apuntada por el cañón de carne, iluminada por la televisión, recibió diversos disparos de semen espeso y grumoso que le pintaron la cara de blanco. Una pincelada grande fue aparar a su cabello, otra a su ceja y terminó cayendo en un ojo, el tercer disparo le dibujo una nariz y media mejilla, y por último, los últimos chorros salpicaron su mejilla y labios cerrados que de apoco, fueron abriéndose recibiendo los riachuelos de semen que desembocaron dentro de su boca…

- Eso es preciosa, te ves muy hermosa bañada en semen.- Susurró el hombre que seguía cascándosela con frenesí para lograr una segunda eyaculación. Los años de experiencia le permitían lograr casi un orgasmo múltiple, cosa extraña incluso en el porno.- Vamos ahí, sale, ahí sale…

- ¿Más?

- Si, si, más… más…- En cuestión de segundos, la segunda tanda estuvo lista, aunque mucho más líquida que la anterior. La segunda ronda de disparos fue apuntada directo a su boca, dejando allí dos chorros de semiente blancuzco y aceitoso que la chica saboreo por varios segundos con los ojos cerrados.- Bébelo, preciosa, es mi regalo, bebe mi leche…

La lengua de Serena batió el nuevo contenido saboreándolo y con bastante dificultad, lo tragó enseñándole una boca limpia de semen al hombre, que quedó más que satisfecho.

- ¿Cómo me veo?- Preguntó bañada en leche con una sonrisa bajo todo ese manto níveo que le recorría la cara y llegaba a sus labios y mentón.

- Muy bien… muy bien, espera un momento, quédate así. Quiero fotografiarte.

- Mi teléfono quedo en mi ropa…- Le señaló sin moverse de su lugar, apenas pudiendo ver con un solo ojo que Hilda y Rosa ahora jugueteaban con el semen de sus rostros lamiéndose las caras, en especial la primera, que sorbía el semiente como si fueran fideos. Por último, y por varias veces, compartieron el semen pasándolo de una boca a la otra, cada vez más espeso y blanco hasta que fue Hilda la que sin preguntar, decidió tragarse todo provocando una rabieta en Rosa.

- Aquí lo encontré, la sacare con tu teléfono y quiero que me las envíes.- Pidió el desnudo hombre fotografiando el rostro de Serena todo cremoso desde varios ángulos.

- ¿Es para que me den el trabajo en Pokeporn? ¿Piensas darme a conocer así para que vean que tengo madera?- Preguntó cuando termino sacándose un grumo del ojo.- Me pica un poco.

- No te preocupes, nadie perdió un ojo por esto, son mitos de la industria la ceguera por eyaculación. Y no. Las conservaré, las fotos son para mí.- Contesto con suma sinceridad.- pocas veces vi una obra de arte tan hermosa como vos en estado semejante, te lo digo desde ahora, si haces esto conmigo allí donde Hilda y Rosa dieron su espectáculo, volverás loca a nuestra audiencia, tienes pasta para esto.- Reconoció.

- Pensé que me faltaba mucho para trabajar en el porno.- Se jactó echándole en cara su anterior falta de fe.

- Serena, tienes que pensarlo bien, sigo manteniendo eso. Una cosa es hacerlo aquí en mi casa y otra frente a una multitud con acceso a internet y servilletas a mano. De todas formas, te sobra encanto natural para esto, además pareces joven e inocente, siempre son un éxito rotundo las inocentes corrompidas en cámara.

- ¿Inocente corrompida? - Álex le alcanzó pañuelos húmedos para que se limpie el rostro.

- Es una forma delicada de decirlo. Te verán al principio vestida como te conocí, con aspecto de modelo de publicidad de perfume, radiante, y en el transcurso del video, como si fuera una metamorfosis, quedaras como, bueno, como en las fotos que te tomé. En la industria tienes que aprender a pensar como los espectadores.

- Ya veo, se trata de sacar mi lado más salvaje.- Dijo apoyándose en la mesa como una modelo, casi olvidando que estaba totalmente desnuda y con el fruto de Álex en varias partes del pecho. - No puedo creerlo… - Menciono viéndose a sí misma en las fotografías, enviándoselas al hombre.- casi que me sentí dentro de la pantalla, si alguien me hubiera dicho que haría tal cosa me hubiera horrorizado y solo lo hice… y lo disfrute tanto.

- Eso es lo más importante de todo. – La felicitó dándole un delicado beso.- Ahora ven, acompáñame a la ducha, no te voy a dejar con el pelo todo pegajoso.

- ¿Solo ese besito como premio a tanto esfuerzo? Al final te gusta dejarme como muñeco de nieve derritiéndose pero luego ni me quieres besar.

Álex la alzó como si fuera una recién casada (con una facilidad temible), y sin ningún reparo, la besó como solía hacerlo mientras la conducía al baño (casi golpeando el televisor con un pie), sintiéndose como si fuera otra persona. El hecho de deambular en una casa ajena totalmente desnuda y en brazos de un hombre era tan liberadora como extraña, como si estuviera hipnotizada por un Hypno o dominada por un peligroso Malamar.

Hipnotizada o no, viviendo una realidad o una ilusión, no quería parar de soñar.




Capítulo 18. Problemas con la ley


Una vez que se baño, volvió a hacer arrumaco y durmió con Álex (hasta ronco como un Ursaring en invierno) el radio despertador sonó y la devolvió al mundo real como si hubiera pasado tan solo un parpadeo.

“…En otras impactantes noticias, escándalo en ciudad Plateada: se efectuó el arresto de una practicante de pokefilia en su departamento tras ser denunciadas por sus vecinos, cansados de los incesantes e inconfundibles ruidos que ellos describieron como “un Lickitung haciendo gárgaras, gemidos de colegiala amateur y aplausos de foca” Manifestantes del movimiento Like=Us coparon la comisaria pidiendo por la liberación de la detenida y de su Lickitung. “En mis tiempos la gente usaba a los pókemon para que se destrozaran unos a otros, no para esto” expreso un indignado individuo que presencio el arresto desde la seguridad de la acera. En cambio una vocera de Like=Us salió inmediatamente en su defensa “Estaban en la privacidad de su casa, de su habitación y no tenían derecho a exponer el rostro de esa chica y su pókemon, estos dinosaurios hipócritas mamaron de estas criaturas por décadas haciéndolas pelar hasta morir y no aceptan vínculos más sanos y profundos como el amor” ampliaremos en breve cuando se nos permita conocer una resolución…”


Álex apago el despertador sin prestarle atención a la primicia y le hizo huevos revueltos con leche de desayuno. El hombre tenía que dedicarle tiempo a su taller y ella, regresar al departamento de Shauna, donde debía de estar preocupada por su paradero, por lo que con sumo tacto y respeto, la llevó a su casa en la motocicleta.

Serena iba a dar un típico discurso de despedida sensiblero pero Álex puso un dedo en sus labios.

- Ya lo sé, pasaron muchas cosas en poco tiempo y si fuera por mí, te quedarías todo el tiempo que quisieras, es que tengo que ocuparme del trabajo, se acumulo como un Arbok que no escupe en 3 turnos…

- Lo sé, lo sé. – Esta vez siendo ella la que lo cortó en seco.- ¿El sábado dijiste? ¿Puedes pasarme a buscar?

Álex sonrió y la abrazo. Ella tuvo que ponerse en puntas de pie para llegar a él iniciando la última tanda de besos hasta la siguiente el sábado.

- Te pasare a buscar antes si no tienes que hacer nada, podemos ir al cine o a donde quieras, no todo es sexo en la vida chiquilla lujuriosa.- Serena rió con ganas.

- ¿Yo lujuriosa? Anciano abusador, el trato era que debutaría y tuve que ver tus películas pervertidas toda la noche…

Los transeúntes no disimularon su asombro al ver a una dispareja tan dispareja besándose como dos adolescentes en la calle, abrazados, con los ojos cerrados pero las bocas abiertas. Él, enorme, maduro y musculoso, ella, como salida de un concurso de Idols de Johto.

- Tengo que irme o perderé más clientes, te veré pronto, preciosa.

- Y yo tengo que subir, Shauna me estuvo llamando toda la noche y no le presté atención. Leí los mensajes y resulta que Hypno escapó de su pokebola y no quería entrar.- Dándose cuenta de que dilataba el momento.- Lo siento, lo siento… adiós, precioso.

En efecto, Hypno tenía un apósito pegado en la frente y un par de chichones producto de que su amiga había arrojado la pokebola con violencia para que entrara, sin éxito. Ahora, al día siguiente, paseaba libre una vez más junto ellas e Ivysaur de Shauna en el supermercado, ayudando con las compras mensuales. Al parecer era de esos que se negaban a estar mucho tiempo en las pokebolas.

- ¿No le enviaste mensajes? ¿Tampoco viste más videos suyos? Tienes que entrar en modo acosadora amiga, no puedes perder un hombre así…- Comentó abrazada a su amiga de cabellos dorados recorriendo las góndolas de alimentos.

- Te dije que no, Shauna. No soy su novia como para andar acosándolo, recién nos estamos conociendo, es mi puerta al estrellato, podría decirse.- Mencionó leyendo la lista de compras mientras el pókemon psíquico, detrás, cargaba con el canasto de compras. Se permitía el ingreso de pókemon para ayudar y nada más. Los guardias contaban con pókemon de tipo lucha con la técnica “detección” aprendida para detectar a quienes usaban ataques indebidos dentro del establecimiento.

- Cierto, “puerta al estrellato”- Se burló dibujando comillas en el aire la trigueña.- Te la pasas hablando de él, pensando en él, aunque claro, es solo una “puerta al estrellato” una sensual puerta maciza de dos metros al estrellato mmmm, mierda que eres afortunada.

- Basta, Shauna.- La retó risueña, sabiendo que estaba en lo cierto.- sigo pensando que sabias que era el actor porno más famoso de Kanto y me lo ocultaste.

- ¿Bromeas? No miro porno, Serena, es para perdedores. – Haciendo el gesto de la masturbación con una mano.- Yo vivo el porno, como tú en esa noche, aunque a la quinta potencia.

En la sección de lácteos, una oficial peliazul con un Growlithe les llamó la atención. Parecía que usaba más un atuendo de policía sacado de una tienda de disfraces erótica que un uniforme reglamentario.

- ¿Ese Hypno es de ustedes?

- Mío.- Contestó Serena, despreocupada.- Ayuda con los quehaceres.

- No veía un Hypno de hace años, deberías tenerlo en tu pokebola o mejor aún, liberarlo en el bosque, están catalogados como agresores sexuales de 2do nivel y necesitas al menos 4 medallas para que te deje conservarlo.- Las alertó en un tono muy autoritario.- Con los casos ocurridos de pokefilia salir con un pókemon semejante es casi una declaración de intenciones.

Serena revolvió en su cartera y sacó un enorme llavero con 3 llaves grandes y lujosas.

- De dónde vengo esto es mejor que una medalla. ¿Ahora podemos seguir comprando?

La guardia se acercó sorprendida por el tono de la chica, subiéndose los lentes.

- ¿Un espectáculo mejor que una batalla de gimnasio?

- Por supuesto. Puedes ganar una medalla con el pókemon indicado explotando debilidades. En los espectáculos no hay movimientos superefectivos, ni críticos, ni suerte, hay desafíos de velocidad, inteligencia, preparación de vestuario, coreografías, sincronización y ejercicios. No son para cualquiera.

- Vaya, demasiado aguda para ser tan bonita…

- Si me disculpa, Hypno solo está llevando las compras, como puede ver.- Contesto sin minimizarse.- Si hace algo fuera de la ley como cogerme la llamaré, si es que no tengo las manos ocupadas, claro.- Contestó desafiante. Shauna se sorprendió más que la oficial y por poco se le resbala la caja de leche.

- Muy graciosa. Andando, cara bonita, si veo siquiera que saca el péndulo están fuera.- Señalando la puerta. Ivysaur al pasar le dedico una mirada asesina al Growlithe. Al pasar la policía, Shauna vio como le miró el trasero a Serena sin ningún disimulo. Acto seguido, volvió a ponerse los lentes.

- ¿Amiga? ¡¿Amiga?! ¿Qué fue eso?- Preguntó un par de góndolas más lejos entre admirada y sorprendida por la forma de hablar de Serena.

- Están demasiado sensibles con eso de la pokefilia, no me gusta que me juzguen. Además…- Sincerándose.- Álex me dijo que debía de ser más desafiante y aguerrida si quería llegar a actuar con propiedad. Lo de parecer tierna e inocente está bien como imagen pero no me llevará lejos en la industria.

- Me gusta la nueva Serena, me gusta- Se abrazó Shauna a ella.- Y no soy la única a la que le gusta.

La castaña le mencionó como la oficial le observo el culo con descaro, haciéndola reír. Mientras completaban la lista de compras tomando todo lo necesario, se percataron de cómo hasta ahora había conquistado a más mujeres que hombres. Mientras esperaban en la cola con Ivysaur e Hypno cargando con la cosas, se sinceró con su amiga.

- Estoy tan en deuda contigo, si consigo el trabajo, mis primeros sueldos serán para compensarte.

- No seas tonta, vaya, te tenía en lo alto de mi pedestal y ahora se derrumbó como un Hitmonlee errando una patada alta.- Se decepcionó.- Lo único que quiero es que seas feliz.

- No es poca cosa, Shauna, no es poca cosa…

Al llegar al departamento, los pókemon también ayudaron en los quehaceres hogareños, cocina y el armado de la mesa. Como en los viejos tiempos de entrenamiento, compartieron la mesa con sus entrenadoras. Hypno se sentaba como una persona en la mesa. Serena extrañaba viajar con todos los pókemon como en sus años de entrenadora, en especial, comer con ellos la comida que les elaboraba, extrañaba mucho a Bonnie y Clemont.

- No puedo creerlo que tenga a Hypno en la mesa y no a Braixen, sin ofender lindo… es un giro inesperado. No es mi tipo de pókemon.

- Yo también creo que es lindo. Tiene el pelaje suave como de alfombra.- Comentó Shauna sirviéndole pokélitos de verdura a Ivysaur y galletas de arroz al tipo psíquico.- Por cierto… en unas horas me voy al trabajo, tendrás que hacer que entre a la pokebola por tu cuenta.

- ¿Te costó mucho hacerlo? No debiste golpearlo tan fuerte.

- Resulta que hay que debilitarlo para que entre.

- ¿Debilitarlo? No tengo otro pókemon y salvo Pangoro dudo que los otros puedan ganarle.

- Hay un método amiga, ya lo verás, ya lo verás…



Continuará


hentai


Gracias por leer! El entrenamiento de Serena va a comenzar y va a ser más intenso que Vegeta entrenando en la habitación de gravedad!

Si les gustó sean buenos y muéstrenme su apoyo puntuando y comentando, contesto preguntas y escucho sugerencias. Tengo planeado que otras pokegirls aparezcan más adelante, conocidas más que nada ;)

1 comentarios - A Serena Le Gustan Mayores: Parte 6 (Fanfic de Pókemon)

ArgyAbby99
Un detalle.nomas. no se ven tofos los links con los capitulos al final
El_Cochinoco
intente arreglarlo pero no hay caso. Debe ser porque es bastante largo.