Después de mucho tiempo regresan los fanfiction del universo de Dragon Ball. Este capítulo (doble como todos los episodios de esta serie) transcurre después de la película "Dragon Ball Super. Broly" Creo que nunca tarde tanto en escribirlo, la idea la tenia de hace mucho.
Si son nuevos, no se preocupen, pueden empezar por acá, aunque los distintos capítulos están conectados, este transcurre en Vampa, el planeta de Broly y por ahora, no tiene incidencia con el resto de fanfics.
Quería que se sintiera realista, como una auténtica continuación, por lo que, como todo capítulo 1, me tomo mi tiempo para explicar todo y llegar al momento cumbre. Verán que arranca lento pero Broly no solo aprende rápido a pelear. Espero que lo disfruten!
Todos los protagonistas tienen 18 años o más.
Protagonistas:
Cheelai
Parte 1: El aprendizaje de Broly
El calor abrasador parecía que los consumiría como velas encendidas. Solo Broly aguantaba las altas temperaturas diurnas del planeta Vampa, e incluso, las nocturnas, que descendían a unos pocos grados durante tormenta de arena tan salvajes como tóxicas. Los soldados de Freezer desertores: Cheelai y Leemo, hacían lo que podían para sobrellevar las inclemencias del planeta habitando una gigantesca cueva que los protegía de las inclemencias del clima y la fauna de Vampa.
No estaban solos, compartían una casa terrícola obsequiada por el saiyajin Kakaroto con Broly, un prodigio del combate y conocedor de ese mundo, dado que había crecido allí. Dicha casa era pequeña y entraba cómodamente en la caverna. Estaba dotada de comodidades que alimentaron la ilusión de que la estadía allí sería llevadera hasta que fueran rescatados o encontrados por el ejército de Freezer, sin embargo, el apetito voraz del saiyajin y el abuso de Cheelai de los baños de regadera, los dejaron prácticamente sin recursos al poco tiempo.
- ¡Ahí llega Broly! – Anunció la marcianita verde de cabello corto y blanco al verlo llegar con el almuerzo, un gigantesco y asqueroso: dos patas chorreantes de esos insectos gigantescos que dominaban el planeta.- ¡Te dije que no necesitaba de tu ayuda para cazar esas criaturas!
- Pata de garrapata ayer, pata de garrapata hoy, al menos no moriremos de hambre.- Opinó el extraterrestre (técnicamente los 3 lo eran) Leemo, un piloto veterano de las tropas de Freezer que intentaba arreglar su rifle de ki, dañado en la última salida de caza, en la que descubrió que era más una carga que una ayuda.
Cheelai no lo escuchó y corrió a ayudar a Broly con las enormes patas que traía a rastras.
- ¿Estás herido? ¿Te hizo daño el sol? ¿Tienes sed?- Lo atormentó a preguntas sacándole una sonrisa a su amigo Leemo. Este lo había notado casi desde que llegaron al planeta, los constantes cuidados, preguntas, el contacto continuo, su mirada iluminada, no hacía falta ser un veterano para darse cuenta de que la peliverde guardaba sentimientos con el saiyajin. La veía con hambre de concretar un interracial desde que llegaron.
- Estoy bien, Cheelai, no pueden dañarme.- Dijo el saiyajin, algo ruborizado con la mirada encandilada que recibía de su amiga. Se notaba que era un genio del combate pero no de las relaciones. Era de esos que necesitaba una pista de aterrizaje con luces parpadeantes para darse cuenta de las intenciones de la jovencita.
- Creo que de hecho, me siento más fuerte que nunca desde que tuve esa pelea contra Kakaroto y Vegeta. Me siento distinto, como si estar al borde de la muerte despertara poder en mí.
- ¿Más fuerte? No creo que eso sea posible, no se puede estar más sólido.- Expreso ella apretujándole un brazo.- Mira esto Leemo, ni siquiera puedo apretarte un músculo, y el pecho parece una puerta de… puajj, estás todo cubierto de esa baba naranja.- Expresó cuando quiso comprobar la dureza de sus pectorales y en su lugar termino con el guante pegado a la sangre de insecto. Esas garrapatas solían explotar y lanzar sangre como sabia a chorros al morir.
La situación hizo reír a Leemo, que decidió que estaba de más y tuvo una idea que su amiga le agradecería. Este le arrojó una esponja húmeda a su amiga, y dejó un balde con agua enjabonada a sus pies, sorprendiéndola.
- Voy a preparar el fuego para asar esas patas y aunque sea hacerlas digeribles, puedes ayudarlo a quitarse esa sangre pegajosa del cuerpo, supe muy bien lo molesta que es cuando fui a ayudarlo y le disparé a una.- Sugirió marchándose a la entrada de la cueva, lejos de allí, dejándolos solos.
- No es necesario, con el tiempo se seca y…
- Nada de eso, Leemo tiene razón, siéntate mientras él hace el fuego, estás hecho un desastre… - Se emocionó con los ojos casi centelleando.
Leemo miró para atrás y su amiga le hizo un gesto de agradecimiento, todos esos días buscó excusas para estar a solas con Broly y aceptaba agradecida la propuesta. “Eres un buen amigo”, le susurró.
- Pude cortar varias patas con ki, pero uno se me acercó y al golpearlo voló en mil pedazos. Me cuesta controlar la fuerza.
- No te preocupes, te limpiare el cuerpo.- Le susurró sumida en la idea de empapar ese escultural hombre que la volvía loca, que le robaba las noches incursionando sin saberlo en sus pensamientos y sueños provocando una avalancha de placeres secretos.
Solos, como cuando el piloto se marchaba a buscar provisiones, la joven se acerco a Broly con la esponja húmeda, con la excusa perfecta para tocarlo, sentirlo, tenerlo a escasos centímetros de ella. Tenía la esperanza de que una buena vez, el saiyajin se dé cuenta de sus deseos incontenibles.
No habían tenido tiempo de comprar más ropa en los planetas habitados cercanos, muchos de ellos tenían poblaciones muy distintas o primitivas y no justificaban el viaje a ellos, por lo que Cheelai había vuelto a su clásico uniforme de soldado conformado de espandex violeta ajustado, guantes, botas y la armadura de batalla, innecesaria pero reglamentaria.
Esa tarde, debido al calor, solo tenía la armadura de batalla para cubrir sus exuberantes pechos y la calza violácea debajo. Esa combinación de uniforme nunca lo usaría en presencia de otros soldados del ejército de Freezer, pero en el caso de Broly, era como si no se diera cuenta de su sensualidad, sensualidad que siempre había sido un imán para la escoria del ejército e irónicamente, parecía no funcionar con quien sí quería llevar a la cama.
Cheelai humedeció la esponja en el balde y la escurrió contra un pectoral de Broly, sintiendo la dureza del mismo y viendo como el agua jabonosa viajaba por sus monumentales músculos, subiendo y bajando, subiendo y bajando por su cordillera abdominal. Si no fuera porque su amigo hacía la fogata en la entrada de la cueva, no hubiera podido aguantar los impulsos de comérselo a besos, entero, aunque fuera demasiado hasta para cinco como ella.
La marcianita siguió con su descarado franeleo enmascarado en limpieza, quitando con el agua los residuos de la desigual batalla, acercándose a su húmedo cuerpo, respirando contra su piel, mirándolo a los ojos hasta darse cuenta que estaba apoyada contra él, rozando su entrepierna con una de sus rodillas. Sin inmutarse y despegarle la mirada, se le sentó sobre y colocó la esponja en su hombro, viajando desde allí hacia su voluminoso pecho, que respiraba agitado. Por fin respiraba agitado.
- Se siente bien. Siempre me haces sentir cosas nuevas.- Dijo Broly cuando ella le pasó el trapo por su pecho provocando ríos refrescantes recorriendo su cuerpo, llevándose consigo la suciedad.- Me diste dulces cuando nos conocimos, me libraste del botón de control, me defendiste de padre…
- Hay más cosas por sentir en la vida que el rigor de la batalla, Broly.- Le susurró perdiendo la noción de lo que hacía, con las manos bobas sin darse cuenta que frotaba la mano sin la esponja y la otra no.
- La esponja está en tu otra mano.- Le dijo con inocencia.- Te noto distraída, con la mirada fija en mi.
- Es cierto, que tonta, a veces no puedo controlar la mirada.- Aunque notó su error, no quito su mano de su cuerpo y continuó con la limpieza de sabia de insecto pegada al cuerpo.- Esta un poco seco, deja que lo humedezca un poco más en el jabón.
Con descaro, apostando todo al momento, la joven acercó el balde y tras darle la espalda, se inclinó de la manera más provocativa posible. Entre las piernas del saiyajin, de frente, le obsequió la inmejorable visión de su trasero llenado esas calzas violáceas casi a reventar, con cada porción de su anatomía delineada de manera exquisita.
“Si hiciera una pose así frente a cualquiera en la galaxia caería rendido, no puedo creer que me tenga que regalar así” Pensó mojando la esponja más de la cuenta. Se preguntaba si la estaba mirando, si tenía la mirada puesta en su trasero o su sexo, la excitaba en demasía pensar que era observada por Broly…
- Perdón la tardanza, es que esa baba naranja se queda pegada a la esponja, no quiero rasparte la piel.- Menciono avanzando un casillero más: esta vez, se sentó sobre una rígida pierna del guerrero en ahorcajadas. Ahora el contacto era más directo que nunca, Cheelai llegó más lejos que nunca al apoyar todo su cuerpo contra su piel, piel que la separaba de su sexo tan solo una delgada malla.
Desde allí Broly levantó un brazo y su amiga continuó con el aseo en uno de sus flancos. Cheelai noto músculos que no conocía, entre los abdominales y la axila, en diagonal, tenía pequeños músculos con forma de nudos por los que pasó la mano para sentirlos.
Lo que creyó que sería una declaración en el idioma universal, no salió como esperaba y Leemo, impacientado por la tardanza, los llamó a comer. Este les anunció con alegría que la sabia de insecto no era tan desagradable hervida. Ella lucía sumamente desanimada por no haber podido anotar más puntaje en su conquista. Parecía que el guerrero no conectaba una sola neurona referida a la atracción sexual.
- ¿Cómo no se nos ocurrió antes? Al menos así no se te queda pegada en los dientes.- Mencionó sirviéndoles esa pasta anaranjada humeante en sus cuencos. Notó al instante que las cosas no habían salido bien para su amiga. Se la veía triste y decepcionada.
- Padre decía que debía comerla pura y fría para fortalecer mi instinto guerrero. Padre no la preparaba de ninguna forma y me decía que debía comerse cruda.- Mencionó Broly desaprobando la técnica culinaria de Leemo aunque concediéndole una oportunidad.
- Tu padre debió de enseñarte cosas más importantes que fortalecer el instinto guerrero.- Soltó la peliblanca muy enfadada, dando a entender que su paciencia con el saiyajin se estaba terminando. Broly no comprendió del todo el comentario y comió en silencio.
- Sabes, ella tiene razón, Broly, quizás tu padre, por ser de una raza guerrera no te enseñó cosas importantes.- Intervino como pacificador.- Por ejemplo, sobre mujeres. ¿Te habló de cómo conquistar una, por ejemplo?
- Padre me dijo que todos venimos de una mujer, que estas tienen orificios de procreación para hacer bebés.
Semejante barbaridad hizo que Cheelai escupiera el caldo de insecto y lo miró con desagrado. Se sentía disgustada por la visión que Broly tenía de las mujeres, aunque no era su culpa ni se notaban indicios de darse cuenta de lo desagradable de su definición.
- Eso es una forma limitada de verlo… muy limitada.
- Vaya, no pensé que fueran tan cavernícolas. No me extraña que hayan sido del agrado de un tirano espacial en el pasado, no sirven más que para pelear.
- Es lo que me imaginaba.- Interrumpió el piloto, piloteando la conversación.- Entonces no conoces, por ejemplo, lo que es besar a una mujer, quererla, amarla.
- No lo incomodes con esas preguntas.- Susurró Cheelai.- No seas cruel. - No obstante, Broly contestó con naturalidad.
- No sé lo que besar es, ni querer a una mujer… ni amarla.
- Bueno te diré lo que es besar aunque la definición varía, y es complicada, para hacértela fácil, un beso entre un hombre y en una mujer es la unión de sus labios para darse placer. Suele suceder cuando ambos se quieren, se gustan, es un gesto de cariño.
- ¿Se gustan? ¿Cómo cuando te gusta la comida terrestre?- Preguntó Broly recordando lo deliciosa que era la comida que había en la casa obsequiada por Kakaroto. Sus amigos rieron.
- Algo así, algo así, cuando un hombre y una mujer se gustan se quieren probar, aunque sin comerse de forma literal ni hacerse daño ¿Me explico?
- Creo que se lo complicas, además no todos los besos son en los labios, es más bien cuando juntas tu boca con algo.
- Solo intento ayudarlo con lo básico.- Se escudó Leemo.- Aunque pensándolo bien, luego de comer, daremos un paseo a buscar agua en unos cráteres que vi y de paso, tendremos una conversación de hombres ¿te parece buena idea grandulón?
- ¿Qué es una conversación de hombres?- Preguntó el musculoso guerrero. La mujer en cambio, detecto indicios de un plan en su amigo.
- Te enseñaré cosas importantes sobre el sexo opuesto, cuando regresemos las verás como más que “orificios de procreación”.- Propuso con una calma que inspiró a su amiga y le cambió el humor.
- Te veo muy seguro del tema, amigo. Nunca me hablaste de tus conocimientos sobre mujeres.- Observó codeándole un flanco. El humor de la chica cambiaba de un segundo a otro y que su amigo le diera una mano explicándole a Broly conceptos básicos de conquista la esperanzaba.
- Siempre estuvimos ocupados, además, con todo respeto, hay conversaciones que solo tengo con hombres. No creerás que llegue a viejo sin experiencia he…
El resto del almuerzo mejoro bastante para todos y el trío de extraterrestres dialogó olvidando el pútrido sabor de la sabia. Al terminar, Leemo reparó su rifle de ki en un par de horas y se marcharon en busca de agua en una tarde sumamente calurosa y ventosa.
Cheelai se encerró en la frescura de la casa terrestre, disfrutando de la mullida cama absorta en sus dilemas personales. No supo si de verdad buscarían agua o era solo una excusa. Le pareció escuchar una vez que en uno de esos inmensos pozos donde las criaturas verdes peludas (como Bah, de dónde el guerrero obtuvo su prenda) vivían, se asomó y divisó una gruta desde lo alto, donde podía haber agua subterránea. Parecía que el cuerpo de esos seres se adentraba cientos de metros en el suelo, y al morir, dejaban cuevas profundas.
Hubiera querido recordarlo con mayor atención, pero el súper guerrero colmaba toda su atención. La joven se revolvía la cabeza pensando en una forma de hacerle entender que lo deseaba. Tras su fallido intento de baño de esponja, se sentía tonta y ridícula. Nunca se había entregado de forma tan vergonzosa.
Quizás era un capricho pasajero, o solo se sentía atraída por el contraste entre su apariencia varonil y carácter inocente. Era como un enorme guerrero veterano (los cuerpos que le gustaban, musculosos con cicatrices) con una mente de niño, muy distinta a los patanes pervertidos con los que lidio toda su vida. Tener unos pechos y un trasero enorme la había recluido a un reducido número de personas de confianza, y dos compartían una cueva con ella en ese planeta.
- Maldije el día en que todo esto creció – (apretujándose los pechos)- y me volvió blanco de todos. Ahora que alguien me gusta resulta que es el único que no los nota.
Regresaron varias horas después despertándola de una siesta con sus llamados, con los tanques de agua vacíos. Eso no era bueno, Leemo tendría que ir a buscarla a otro planeta, consumiendo valiosos recursos como combustible, para peor, Broly, que cargaba (como siempre) con un nuevo botín: dos enormes huevos de insecto, volvía a estar empapado en sangre de garrapata.
- No pude evitarlo, había un nido y varias criaturas en la cueva, aunque las tenía bajo control, Leemo disparo a varias y me ensuciaron.- Explicó. Leemo se acomodo el gorro y con disimulo le guiño el ojo a Cheelai.- Es bueno para enseñar sobre mujeres pero no para combatir.
Estaba vez estaba tan fastidiado que le dedicó a su amigo una mirada de reprobación.
- Puedes darte un baño más, alcanzará para una ducha. – Aconsejo mientras cargaba los tanques en la pequeña nave junto a provisiones.
- ¿Irás a buscar agua? ¿Podrías pasar por la Tierra y conseguir algo de su comida? Muero por algo delicioso que me quite el sabor de jugo de garrapata de la boca.
- Veré si puedo traer algo aunque no prometo nada, lo esencial es el agua y el combustible. No tiene sentido que demos vueltas por el planeta perdiendo el tiempo. Broly, cuida de Cheelai bien ¿De acuerdo?
Broly sonrió e hizo un gesto de aprobación con su mano, idéntico al que le hizo a Cheelai cuando le agradeció por la golosina al poco tiempo de conocerse.
- Por favor, cuídate.- Pidió su amiga viéndolo cerrar la puerta y levantar la nave formando una correntada circular de tierra amarillenta. Leemo la saludo desde la nave y activando su hipervelocidad, se perdió más allá del horizonte abriendo un agujero en la densa y tormentosa atmósfera de Vampa.
- Bueno, tu y yo solos, quién sabe por cuantos días. - Ante la chica se abría un nuevo abanico de posibilidades y ¿quién sabe? Quizás Leemo le había enseñado una o dos cosas útiles sobre mujeres.
- Ven, te ayudare a limpiarte… por 2da vez.- Le indico la chica pasando un dedo por su cuerpo, quedando todo embadurnado en sangre anaranjada.- No quiero que entres a la casa así de sucio, al menos déjame quitar lo peor para que puedas entrar.- Tomando la esponja y el balde con agua.
- Cheelai…
Ella volteó esperanzada.
- Dijiste hoy en el baño de esponja que hay más cosas por sentir en la vida que el rigor de la batalla… Leemo dijo que besar, querer y amar son sensaciones… hermosas, que vale la pena sentir…
El corazón de ella dio un vuelco. Nunca pensó que Broly pudiera decir semejantes palabras (aunque se había tomado su tiempo), quedando boquiabierta.
- Leemo también dijo que tú podrías enseñarme a besar porque me quieres. Y me di cuenta de que yo te quiero también.
Cheelai tardó tanto en reaccionar que hasta el saiyajin puso cara de preocupación, en especial cuando el balde se le resbaló de las manos derramando el contenido anaranjado por la cueva. Por fin cerro la boca y le sonrió con ternura “Ven, Broly, primero un baño, luego te daré una lección que no olvidaras”.
- Tus mejillas están rojas ¿Te quemaste por el sol?- Preguntó sacándole una risita, dejándose llevar de la mano hacia la casa terrícola.
Broly estaba por tener un aprendizaje intensivo de relaciones interplanetarias por parte de Cheelai, que tras sacarle las botas y los brazaletes saiyajin, abría la canilla de la regadera para un último baño de agua caliente, que no pensaba desaprovechar
…
El agua caliente desprendió con velocidad el desperdicio de insecto de su tallado cuerpo mientras su amiga, a mano desnuda, le frotaba para dejarlo reluciente de limpio. El saiyajin, en silencio, se dejaba llevar por la sensación placentera del contacto de la peliverde contra su piel, sumado al agua cálida cayendo en tierna cascada sobre él.
De seguro Leemo había reventado esos insectos (de seguro sus crías porque los grandes no se veían afectados por los láser) para provocar un segundo baño, esta vez, sin esponja. El agua caliente la retiraba muy bien, aunque todo era una excusa para lograr una nueva proximidad.
- Ven inclínate un poco.- Le pidió Cheelai cuando termino, subiéndose al escalón que separaba el espacio circular de la ducha del resto del baño para evitar un salpicadero.
El hombre emergió del agua inclinó la cabeza y recibió un beso de la jovencita que llegaba sus labios en puntas de pie. La sensación fue transformándose en él como si fuera un reflejo de su raza.
Primero sintió sorpresa, debido a que en su ignorancia, pensó que le llevaría el pelo y no que le besaría. Luego, a medida que la sorpresa disminuía y comprendía lo que pasaba, sintió curiosidad, y fue ahí cuando cerró los ojos y sus músculos se relajaron. Siguió un profundo sentimiento de placer que lo embriagó, como si algo en sus labios despertara y se esparciera hacia todo su cuerpo, una corriente de energía única que lo dominaba.
La mano de ella se entremezclo con el cabello negro del saiyajin mientras el beso se intensificaba. Le gustaba en sobremanera la diferencia de su boca con la del hombre, mucho más grande y con un sabor que la excitaba, comenzaba a notar que a él también: debido a la proximidad, algo se endurecía a la altura de su cintura contra ella.
- Relájate, abre un poco más la boca.- Le pidió la joven y ni bien la vio adecuada para sus deseos, continuó con el beso introduciendo su lengua en su boca, teniendo que girar un poco la cara para llegar adentro con más comodidad y poder darle una caricia de lengua por todo el interior de su boca. Por más tiempo del que tenía pensado, la chica dominó a la bestia con un beso de lengua tan intenso como húmedo. Como había intuido, el saiyajin tenía una boca de intenso sabor solo apta para valientes como ella.
- ¿Y bien? ¿Qué te pareció?- Le pregunto Cheelai dejándolo en coma, con los ojos cerrados y la boca entreabierta.- Broly… ¡Broly!
- Lo siento, es que… nunca sentí algo igual, no sé expresarlo.
- Voy a tomarlo como un sí.- Y se puso en puntas de pie para un 2do round de besos, el único round en el que ella dejaba al guerrero en ridículo.
Si la excitación pudiera compararse transformaciones, la de Cheelai era poderosa como al fusión que presenció en la Tierra. No le alcanzaban unos besos, un poco de manoseo, unas palabras dulces, había esperado por tanto tiempo al saiayjin que ahora lo quería todo de una.
- Sabes, te veo listo, de rápido aprendizaje.- Cerrando la canilla (en breve ella también necesitaría darse una).- Hay algo mil veces más placentero que un beso y quiero enseñártelo.- Propuso sin dejar de mirar sus ojos oscuros.
- ¿Mucho más?… si así lo dices debe ser cierto… confió en vos, Cheelai.
- Bien, entonces empecemos por…- No obstante, Broly la detuvo cuando puso su mano sobre el taparrabos verde.- Sé que la oreja de Bah es importante, pero debes confiar en mi… además está sucia y necesita lavarse.
- No es eso… es que tengo miedo… de no poder… controlarme.- Explicó con un temor nunca antes visto en él.- No quiero… hacerte daño si siento demasiado, placer.
- Oh, Broly.- Se conmovió la joven obsequiándole otro beso.- Te entiendo, por eso, te propongo que pongas las manos contra la pared, así.- Viendo que las apoyaba casi formando una cruz con su cuerpo.- Muy bien. Ahora, pase lo que pase, no las saques de ahí ¿Si? Debes confiar en mí.
- Esta bien, confiare.- Aceptó viendo como con lentitud la peliblanca hacía a un lado la preciada oreja de Bah.
- Descuida, no la necesitamos, tampoco esto… mmmm la tienes muy ajustada al cuerpo.- Notó como se le remarcaba el miembro viril como un cilindro, además de las torneadas piernas.
Con las manos en su cadera, Cheelai comenzaba a bajarle el pantalón ajustado de su uniforme, ante su atenta mirada y temblorosos brazos, dejando al descubierto una parte de su anatomía que, aunque intuyó que sería bestial, la dejó sin palabras.
Semi dormida, era de proporciones peligrosas, todo un cuerno carnoso y venoso que le hizo agua la boca desde el segundo 1 en que lo vio. Sentía que se había sacado la lotería más jugosa de todo el universo 7.
Continuara
Gracias por leer! No se preocupen por otros relatos, Hermana Otaku Temporada 2 está en proceso, el fanfic de Pókemon esta terminado y otro de Dragon Ball esta arrancado.
Si les gusto no se olviden de comentar y puntuar, así sé si les copa esta clase de historias y me alientan a meterle pata!
Fanfics de DB anteriores:
La Tradición Saiyajin 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3357411/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin.html
La Tradición Saiyajin 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3361531/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin-Parte-2.html
Hijos Pervertidos 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3365942/Fanfiction-Dragon-Ball-Hijos-pervertidos.html
Hijos Pervertidos 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3370590/FanFiction-Dragon-Ball-Hijos-Pervertidos-Parte-2.html
Milk Hervida 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3409972/FanFiction-de-Dragon-Ball-Milk-Hervida.html
Milk Hervida 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3423967/Fanfic-de-Dragon-Ball-Milk-Hervida-Parte-2-con-imagenes.html
Los Secretos de la Familia Briefs 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3465031/Fanfic-de-Dragon-Ball-Los-Secretos-de-la-Familia-Briefs.html
Los Secretos de la Familia Briefs 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3511475/Fanfic-de-Dragon-Ball-Los-Secretos-de-la-Familia-Briefs-2.html
Si son nuevos, no se preocupen, pueden empezar por acá, aunque los distintos capítulos están conectados, este transcurre en Vampa, el planeta de Broly y por ahora, no tiene incidencia con el resto de fanfics.
Quería que se sintiera realista, como una auténtica continuación, por lo que, como todo capítulo 1, me tomo mi tiempo para explicar todo y llegar al momento cumbre. Verán que arranca lento pero Broly no solo aprende rápido a pelear. Espero que lo disfruten!
Todos los protagonistas tienen 18 años o más.
Protagonistas:
Cheelai
Parte 1: El aprendizaje de Broly
El calor abrasador parecía que los consumiría como velas encendidas. Solo Broly aguantaba las altas temperaturas diurnas del planeta Vampa, e incluso, las nocturnas, que descendían a unos pocos grados durante tormenta de arena tan salvajes como tóxicas. Los soldados de Freezer desertores: Cheelai y Leemo, hacían lo que podían para sobrellevar las inclemencias del planeta habitando una gigantesca cueva que los protegía de las inclemencias del clima y la fauna de Vampa.
No estaban solos, compartían una casa terrícola obsequiada por el saiyajin Kakaroto con Broly, un prodigio del combate y conocedor de ese mundo, dado que había crecido allí. Dicha casa era pequeña y entraba cómodamente en la caverna. Estaba dotada de comodidades que alimentaron la ilusión de que la estadía allí sería llevadera hasta que fueran rescatados o encontrados por el ejército de Freezer, sin embargo, el apetito voraz del saiyajin y el abuso de Cheelai de los baños de regadera, los dejaron prácticamente sin recursos al poco tiempo.
- ¡Ahí llega Broly! – Anunció la marcianita verde de cabello corto y blanco al verlo llegar con el almuerzo, un gigantesco y asqueroso: dos patas chorreantes de esos insectos gigantescos que dominaban el planeta.- ¡Te dije que no necesitaba de tu ayuda para cazar esas criaturas!
- Pata de garrapata ayer, pata de garrapata hoy, al menos no moriremos de hambre.- Opinó el extraterrestre (técnicamente los 3 lo eran) Leemo, un piloto veterano de las tropas de Freezer que intentaba arreglar su rifle de ki, dañado en la última salida de caza, en la que descubrió que era más una carga que una ayuda.
Cheelai no lo escuchó y corrió a ayudar a Broly con las enormes patas que traía a rastras.
- ¿Estás herido? ¿Te hizo daño el sol? ¿Tienes sed?- Lo atormentó a preguntas sacándole una sonrisa a su amigo Leemo. Este lo había notado casi desde que llegaron al planeta, los constantes cuidados, preguntas, el contacto continuo, su mirada iluminada, no hacía falta ser un veterano para darse cuenta de que la peliverde guardaba sentimientos con el saiyajin. La veía con hambre de concretar un interracial desde que llegaron.
- Estoy bien, Cheelai, no pueden dañarme.- Dijo el saiyajin, algo ruborizado con la mirada encandilada que recibía de su amiga. Se notaba que era un genio del combate pero no de las relaciones. Era de esos que necesitaba una pista de aterrizaje con luces parpadeantes para darse cuenta de las intenciones de la jovencita.
- Creo que de hecho, me siento más fuerte que nunca desde que tuve esa pelea contra Kakaroto y Vegeta. Me siento distinto, como si estar al borde de la muerte despertara poder en mí.
- ¿Más fuerte? No creo que eso sea posible, no se puede estar más sólido.- Expreso ella apretujándole un brazo.- Mira esto Leemo, ni siquiera puedo apretarte un músculo, y el pecho parece una puerta de… puajj, estás todo cubierto de esa baba naranja.- Expresó cuando quiso comprobar la dureza de sus pectorales y en su lugar termino con el guante pegado a la sangre de insecto. Esas garrapatas solían explotar y lanzar sangre como sabia a chorros al morir.
La situación hizo reír a Leemo, que decidió que estaba de más y tuvo una idea que su amiga le agradecería. Este le arrojó una esponja húmeda a su amiga, y dejó un balde con agua enjabonada a sus pies, sorprendiéndola.
- Voy a preparar el fuego para asar esas patas y aunque sea hacerlas digeribles, puedes ayudarlo a quitarse esa sangre pegajosa del cuerpo, supe muy bien lo molesta que es cuando fui a ayudarlo y le disparé a una.- Sugirió marchándose a la entrada de la cueva, lejos de allí, dejándolos solos.
- No es necesario, con el tiempo se seca y…
- Nada de eso, Leemo tiene razón, siéntate mientras él hace el fuego, estás hecho un desastre… - Se emocionó con los ojos casi centelleando.
Leemo miró para atrás y su amiga le hizo un gesto de agradecimiento, todos esos días buscó excusas para estar a solas con Broly y aceptaba agradecida la propuesta. “Eres un buen amigo”, le susurró.
- Pude cortar varias patas con ki, pero uno se me acercó y al golpearlo voló en mil pedazos. Me cuesta controlar la fuerza.
- No te preocupes, te limpiare el cuerpo.- Le susurró sumida en la idea de empapar ese escultural hombre que la volvía loca, que le robaba las noches incursionando sin saberlo en sus pensamientos y sueños provocando una avalancha de placeres secretos.
Solos, como cuando el piloto se marchaba a buscar provisiones, la joven se acerco a Broly con la esponja húmeda, con la excusa perfecta para tocarlo, sentirlo, tenerlo a escasos centímetros de ella. Tenía la esperanza de que una buena vez, el saiyajin se dé cuenta de sus deseos incontenibles.
No habían tenido tiempo de comprar más ropa en los planetas habitados cercanos, muchos de ellos tenían poblaciones muy distintas o primitivas y no justificaban el viaje a ellos, por lo que Cheelai había vuelto a su clásico uniforme de soldado conformado de espandex violeta ajustado, guantes, botas y la armadura de batalla, innecesaria pero reglamentaria.
Esa tarde, debido al calor, solo tenía la armadura de batalla para cubrir sus exuberantes pechos y la calza violácea debajo. Esa combinación de uniforme nunca lo usaría en presencia de otros soldados del ejército de Freezer, pero en el caso de Broly, era como si no se diera cuenta de su sensualidad, sensualidad que siempre había sido un imán para la escoria del ejército e irónicamente, parecía no funcionar con quien sí quería llevar a la cama.
Cheelai humedeció la esponja en el balde y la escurrió contra un pectoral de Broly, sintiendo la dureza del mismo y viendo como el agua jabonosa viajaba por sus monumentales músculos, subiendo y bajando, subiendo y bajando por su cordillera abdominal. Si no fuera porque su amigo hacía la fogata en la entrada de la cueva, no hubiera podido aguantar los impulsos de comérselo a besos, entero, aunque fuera demasiado hasta para cinco como ella.
La marcianita siguió con su descarado franeleo enmascarado en limpieza, quitando con el agua los residuos de la desigual batalla, acercándose a su húmedo cuerpo, respirando contra su piel, mirándolo a los ojos hasta darse cuenta que estaba apoyada contra él, rozando su entrepierna con una de sus rodillas. Sin inmutarse y despegarle la mirada, se le sentó sobre y colocó la esponja en su hombro, viajando desde allí hacia su voluminoso pecho, que respiraba agitado. Por fin respiraba agitado.
- Se siente bien. Siempre me haces sentir cosas nuevas.- Dijo Broly cuando ella le pasó el trapo por su pecho provocando ríos refrescantes recorriendo su cuerpo, llevándose consigo la suciedad.- Me diste dulces cuando nos conocimos, me libraste del botón de control, me defendiste de padre…
- Hay más cosas por sentir en la vida que el rigor de la batalla, Broly.- Le susurró perdiendo la noción de lo que hacía, con las manos bobas sin darse cuenta que frotaba la mano sin la esponja y la otra no.
- La esponja está en tu otra mano.- Le dijo con inocencia.- Te noto distraída, con la mirada fija en mi.
- Es cierto, que tonta, a veces no puedo controlar la mirada.- Aunque notó su error, no quito su mano de su cuerpo y continuó con la limpieza de sabia de insecto pegada al cuerpo.- Esta un poco seco, deja que lo humedezca un poco más en el jabón.
Con descaro, apostando todo al momento, la joven acercó el balde y tras darle la espalda, se inclinó de la manera más provocativa posible. Entre las piernas del saiyajin, de frente, le obsequió la inmejorable visión de su trasero llenado esas calzas violáceas casi a reventar, con cada porción de su anatomía delineada de manera exquisita.
“Si hiciera una pose así frente a cualquiera en la galaxia caería rendido, no puedo creer que me tenga que regalar así” Pensó mojando la esponja más de la cuenta. Se preguntaba si la estaba mirando, si tenía la mirada puesta en su trasero o su sexo, la excitaba en demasía pensar que era observada por Broly…
- Perdón la tardanza, es que esa baba naranja se queda pegada a la esponja, no quiero rasparte la piel.- Menciono avanzando un casillero más: esta vez, se sentó sobre una rígida pierna del guerrero en ahorcajadas. Ahora el contacto era más directo que nunca, Cheelai llegó más lejos que nunca al apoyar todo su cuerpo contra su piel, piel que la separaba de su sexo tan solo una delgada malla.
Desde allí Broly levantó un brazo y su amiga continuó con el aseo en uno de sus flancos. Cheelai noto músculos que no conocía, entre los abdominales y la axila, en diagonal, tenía pequeños músculos con forma de nudos por los que pasó la mano para sentirlos.
Lo que creyó que sería una declaración en el idioma universal, no salió como esperaba y Leemo, impacientado por la tardanza, los llamó a comer. Este les anunció con alegría que la sabia de insecto no era tan desagradable hervida. Ella lucía sumamente desanimada por no haber podido anotar más puntaje en su conquista. Parecía que el guerrero no conectaba una sola neurona referida a la atracción sexual.
- ¿Cómo no se nos ocurrió antes? Al menos así no se te queda pegada en los dientes.- Mencionó sirviéndoles esa pasta anaranjada humeante en sus cuencos. Notó al instante que las cosas no habían salido bien para su amiga. Se la veía triste y decepcionada.
- Padre decía que debía comerla pura y fría para fortalecer mi instinto guerrero. Padre no la preparaba de ninguna forma y me decía que debía comerse cruda.- Mencionó Broly desaprobando la técnica culinaria de Leemo aunque concediéndole una oportunidad.
- Tu padre debió de enseñarte cosas más importantes que fortalecer el instinto guerrero.- Soltó la peliblanca muy enfadada, dando a entender que su paciencia con el saiyajin se estaba terminando. Broly no comprendió del todo el comentario y comió en silencio.
- Sabes, ella tiene razón, Broly, quizás tu padre, por ser de una raza guerrera no te enseñó cosas importantes.- Intervino como pacificador.- Por ejemplo, sobre mujeres. ¿Te habló de cómo conquistar una, por ejemplo?
- Padre me dijo que todos venimos de una mujer, que estas tienen orificios de procreación para hacer bebés.
Semejante barbaridad hizo que Cheelai escupiera el caldo de insecto y lo miró con desagrado. Se sentía disgustada por la visión que Broly tenía de las mujeres, aunque no era su culpa ni se notaban indicios de darse cuenta de lo desagradable de su definición.
- Eso es una forma limitada de verlo… muy limitada.
- Vaya, no pensé que fueran tan cavernícolas. No me extraña que hayan sido del agrado de un tirano espacial en el pasado, no sirven más que para pelear.
- Es lo que me imaginaba.- Interrumpió el piloto, piloteando la conversación.- Entonces no conoces, por ejemplo, lo que es besar a una mujer, quererla, amarla.
- No lo incomodes con esas preguntas.- Susurró Cheelai.- No seas cruel. - No obstante, Broly contestó con naturalidad.
- No sé lo que besar es, ni querer a una mujer… ni amarla.
- Bueno te diré lo que es besar aunque la definición varía, y es complicada, para hacértela fácil, un beso entre un hombre y en una mujer es la unión de sus labios para darse placer. Suele suceder cuando ambos se quieren, se gustan, es un gesto de cariño.
- ¿Se gustan? ¿Cómo cuando te gusta la comida terrestre?- Preguntó Broly recordando lo deliciosa que era la comida que había en la casa obsequiada por Kakaroto. Sus amigos rieron.
- Algo así, algo así, cuando un hombre y una mujer se gustan se quieren probar, aunque sin comerse de forma literal ni hacerse daño ¿Me explico?
- Creo que se lo complicas, además no todos los besos son en los labios, es más bien cuando juntas tu boca con algo.
- Solo intento ayudarlo con lo básico.- Se escudó Leemo.- Aunque pensándolo bien, luego de comer, daremos un paseo a buscar agua en unos cráteres que vi y de paso, tendremos una conversación de hombres ¿te parece buena idea grandulón?
- ¿Qué es una conversación de hombres?- Preguntó el musculoso guerrero. La mujer en cambio, detecto indicios de un plan en su amigo.
- Te enseñaré cosas importantes sobre el sexo opuesto, cuando regresemos las verás como más que “orificios de procreación”.- Propuso con una calma que inspiró a su amiga y le cambió el humor.
- Te veo muy seguro del tema, amigo. Nunca me hablaste de tus conocimientos sobre mujeres.- Observó codeándole un flanco. El humor de la chica cambiaba de un segundo a otro y que su amigo le diera una mano explicándole a Broly conceptos básicos de conquista la esperanzaba.
- Siempre estuvimos ocupados, además, con todo respeto, hay conversaciones que solo tengo con hombres. No creerás que llegue a viejo sin experiencia he…
El resto del almuerzo mejoro bastante para todos y el trío de extraterrestres dialogó olvidando el pútrido sabor de la sabia. Al terminar, Leemo reparó su rifle de ki en un par de horas y se marcharon en busca de agua en una tarde sumamente calurosa y ventosa.
Cheelai se encerró en la frescura de la casa terrestre, disfrutando de la mullida cama absorta en sus dilemas personales. No supo si de verdad buscarían agua o era solo una excusa. Le pareció escuchar una vez que en uno de esos inmensos pozos donde las criaturas verdes peludas (como Bah, de dónde el guerrero obtuvo su prenda) vivían, se asomó y divisó una gruta desde lo alto, donde podía haber agua subterránea. Parecía que el cuerpo de esos seres se adentraba cientos de metros en el suelo, y al morir, dejaban cuevas profundas.
Hubiera querido recordarlo con mayor atención, pero el súper guerrero colmaba toda su atención. La joven se revolvía la cabeza pensando en una forma de hacerle entender que lo deseaba. Tras su fallido intento de baño de esponja, se sentía tonta y ridícula. Nunca se había entregado de forma tan vergonzosa.
Quizás era un capricho pasajero, o solo se sentía atraída por el contraste entre su apariencia varonil y carácter inocente. Era como un enorme guerrero veterano (los cuerpos que le gustaban, musculosos con cicatrices) con una mente de niño, muy distinta a los patanes pervertidos con los que lidio toda su vida. Tener unos pechos y un trasero enorme la había recluido a un reducido número de personas de confianza, y dos compartían una cueva con ella en ese planeta.
- Maldije el día en que todo esto creció – (apretujándose los pechos)- y me volvió blanco de todos. Ahora que alguien me gusta resulta que es el único que no los nota.
Regresaron varias horas después despertándola de una siesta con sus llamados, con los tanques de agua vacíos. Eso no era bueno, Leemo tendría que ir a buscarla a otro planeta, consumiendo valiosos recursos como combustible, para peor, Broly, que cargaba (como siempre) con un nuevo botín: dos enormes huevos de insecto, volvía a estar empapado en sangre de garrapata.
- No pude evitarlo, había un nido y varias criaturas en la cueva, aunque las tenía bajo control, Leemo disparo a varias y me ensuciaron.- Explicó. Leemo se acomodo el gorro y con disimulo le guiño el ojo a Cheelai.- Es bueno para enseñar sobre mujeres pero no para combatir.
Estaba vez estaba tan fastidiado que le dedicó a su amigo una mirada de reprobación.
- Puedes darte un baño más, alcanzará para una ducha. – Aconsejo mientras cargaba los tanques en la pequeña nave junto a provisiones.
- ¿Irás a buscar agua? ¿Podrías pasar por la Tierra y conseguir algo de su comida? Muero por algo delicioso que me quite el sabor de jugo de garrapata de la boca.
- Veré si puedo traer algo aunque no prometo nada, lo esencial es el agua y el combustible. No tiene sentido que demos vueltas por el planeta perdiendo el tiempo. Broly, cuida de Cheelai bien ¿De acuerdo?
Broly sonrió e hizo un gesto de aprobación con su mano, idéntico al que le hizo a Cheelai cuando le agradeció por la golosina al poco tiempo de conocerse.
- Por favor, cuídate.- Pidió su amiga viéndolo cerrar la puerta y levantar la nave formando una correntada circular de tierra amarillenta. Leemo la saludo desde la nave y activando su hipervelocidad, se perdió más allá del horizonte abriendo un agujero en la densa y tormentosa atmósfera de Vampa.
- Bueno, tu y yo solos, quién sabe por cuantos días. - Ante la chica se abría un nuevo abanico de posibilidades y ¿quién sabe? Quizás Leemo le había enseñado una o dos cosas útiles sobre mujeres.
- Ven, te ayudare a limpiarte… por 2da vez.- Le indico la chica pasando un dedo por su cuerpo, quedando todo embadurnado en sangre anaranjada.- No quiero que entres a la casa así de sucio, al menos déjame quitar lo peor para que puedas entrar.- Tomando la esponja y el balde con agua.
- Cheelai…
Ella volteó esperanzada.
- Dijiste hoy en el baño de esponja que hay más cosas por sentir en la vida que el rigor de la batalla… Leemo dijo que besar, querer y amar son sensaciones… hermosas, que vale la pena sentir…
El corazón de ella dio un vuelco. Nunca pensó que Broly pudiera decir semejantes palabras (aunque se había tomado su tiempo), quedando boquiabierta.
- Leemo también dijo que tú podrías enseñarme a besar porque me quieres. Y me di cuenta de que yo te quiero también.
Cheelai tardó tanto en reaccionar que hasta el saiyajin puso cara de preocupación, en especial cuando el balde se le resbaló de las manos derramando el contenido anaranjado por la cueva. Por fin cerro la boca y le sonrió con ternura “Ven, Broly, primero un baño, luego te daré una lección que no olvidaras”.
- Tus mejillas están rojas ¿Te quemaste por el sol?- Preguntó sacándole una risita, dejándose llevar de la mano hacia la casa terrícola.
Broly estaba por tener un aprendizaje intensivo de relaciones interplanetarias por parte de Cheelai, que tras sacarle las botas y los brazaletes saiyajin, abría la canilla de la regadera para un último baño de agua caliente, que no pensaba desaprovechar
…
El agua caliente desprendió con velocidad el desperdicio de insecto de su tallado cuerpo mientras su amiga, a mano desnuda, le frotaba para dejarlo reluciente de limpio. El saiyajin, en silencio, se dejaba llevar por la sensación placentera del contacto de la peliverde contra su piel, sumado al agua cálida cayendo en tierna cascada sobre él.
De seguro Leemo había reventado esos insectos (de seguro sus crías porque los grandes no se veían afectados por los láser) para provocar un segundo baño, esta vez, sin esponja. El agua caliente la retiraba muy bien, aunque todo era una excusa para lograr una nueva proximidad.
- Ven inclínate un poco.- Le pidió Cheelai cuando termino, subiéndose al escalón que separaba el espacio circular de la ducha del resto del baño para evitar un salpicadero.
El hombre emergió del agua inclinó la cabeza y recibió un beso de la jovencita que llegaba sus labios en puntas de pie. La sensación fue transformándose en él como si fuera un reflejo de su raza.
Primero sintió sorpresa, debido a que en su ignorancia, pensó que le llevaría el pelo y no que le besaría. Luego, a medida que la sorpresa disminuía y comprendía lo que pasaba, sintió curiosidad, y fue ahí cuando cerró los ojos y sus músculos se relajaron. Siguió un profundo sentimiento de placer que lo embriagó, como si algo en sus labios despertara y se esparciera hacia todo su cuerpo, una corriente de energía única que lo dominaba.
La mano de ella se entremezclo con el cabello negro del saiyajin mientras el beso se intensificaba. Le gustaba en sobremanera la diferencia de su boca con la del hombre, mucho más grande y con un sabor que la excitaba, comenzaba a notar que a él también: debido a la proximidad, algo se endurecía a la altura de su cintura contra ella.
- Relájate, abre un poco más la boca.- Le pidió la joven y ni bien la vio adecuada para sus deseos, continuó con el beso introduciendo su lengua en su boca, teniendo que girar un poco la cara para llegar adentro con más comodidad y poder darle una caricia de lengua por todo el interior de su boca. Por más tiempo del que tenía pensado, la chica dominó a la bestia con un beso de lengua tan intenso como húmedo. Como había intuido, el saiyajin tenía una boca de intenso sabor solo apta para valientes como ella.
- ¿Y bien? ¿Qué te pareció?- Le pregunto Cheelai dejándolo en coma, con los ojos cerrados y la boca entreabierta.- Broly… ¡Broly!
- Lo siento, es que… nunca sentí algo igual, no sé expresarlo.
- Voy a tomarlo como un sí.- Y se puso en puntas de pie para un 2do round de besos, el único round en el que ella dejaba al guerrero en ridículo.
Si la excitación pudiera compararse transformaciones, la de Cheelai era poderosa como al fusión que presenció en la Tierra. No le alcanzaban unos besos, un poco de manoseo, unas palabras dulces, había esperado por tanto tiempo al saiayjin que ahora lo quería todo de una.
- Sabes, te veo listo, de rápido aprendizaje.- Cerrando la canilla (en breve ella también necesitaría darse una).- Hay algo mil veces más placentero que un beso y quiero enseñártelo.- Propuso sin dejar de mirar sus ojos oscuros.
- ¿Mucho más?… si así lo dices debe ser cierto… confió en vos, Cheelai.
- Bien, entonces empecemos por…- No obstante, Broly la detuvo cuando puso su mano sobre el taparrabos verde.- Sé que la oreja de Bah es importante, pero debes confiar en mi… además está sucia y necesita lavarse.
- No es eso… es que tengo miedo… de no poder… controlarme.- Explicó con un temor nunca antes visto en él.- No quiero… hacerte daño si siento demasiado, placer.
- Oh, Broly.- Se conmovió la joven obsequiándole otro beso.- Te entiendo, por eso, te propongo que pongas las manos contra la pared, así.- Viendo que las apoyaba casi formando una cruz con su cuerpo.- Muy bien. Ahora, pase lo que pase, no las saques de ahí ¿Si? Debes confiar en mí.
- Esta bien, confiare.- Aceptó viendo como con lentitud la peliblanca hacía a un lado la preciada oreja de Bah.
- Descuida, no la necesitamos, tampoco esto… mmmm la tienes muy ajustada al cuerpo.- Notó como se le remarcaba el miembro viril como un cilindro, además de las torneadas piernas.
Con las manos en su cadera, Cheelai comenzaba a bajarle el pantalón ajustado de su uniforme, ante su atenta mirada y temblorosos brazos, dejando al descubierto una parte de su anatomía que, aunque intuyó que sería bestial, la dejó sin palabras.
Semi dormida, era de proporciones peligrosas, todo un cuerno carnoso y venoso que le hizo agua la boca desde el segundo 1 en que lo vio. Sentía que se había sacado la lotería más jugosa de todo el universo 7.
Continuara
Gracias por leer! No se preocupen por otros relatos, Hermana Otaku Temporada 2 está en proceso, el fanfic de Pókemon esta terminado y otro de Dragon Ball esta arrancado.
Si les gusto no se olviden de comentar y puntuar, así sé si les copa esta clase de historias y me alientan a meterle pata!
Fanfics de DB anteriores:
La Tradición Saiyajin 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3357411/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin.html
La Tradición Saiyajin 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3361531/Fanfiction-de-Dragon-Ball-La-tradicion-saiyajin-Parte-2.html
Hijos Pervertidos 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3365942/Fanfiction-Dragon-Ball-Hijos-pervertidos.html
Hijos Pervertidos 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3370590/FanFiction-Dragon-Ball-Hijos-Pervertidos-Parte-2.html
Milk Hervida 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3409972/FanFiction-de-Dragon-Ball-Milk-Hervida.html
Milk Hervida 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3423967/Fanfic-de-Dragon-Ball-Milk-Hervida-Parte-2-con-imagenes.html
Los Secretos de la Familia Briefs 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3465031/Fanfic-de-Dragon-Ball-Los-Secretos-de-la-Familia-Briefs.html
Los Secretos de la Familia Briefs 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3511475/Fanfic-de-Dragon-Ball-Los-Secretos-de-la-Familia-Briefs-2.html
1 comentarios - Fanfic de Dragon Ball: Lecciones de anatomía con Cheelai