Ella masturbando a otro en una fiesta

Esa noche salimos decididos a pasarla bien. Estábamos solos después de mucho tiempo y queríamos aprovecharlo. 
Fuimos a la fiesta de unos amigos con los que ella recuperó contacto después de mucho tiempo. Fuimos sabiendo que no habría mucha gente conocida de ante mano. La fiesta era en un comolejo de verano, lugar al que muy pocas veces fuímos.
Como era se esperarse, al llegar solo reconoció a esos viejos amigos que la habían invitado a ir. Me los presentastó y ahí nos quedamos con ellos empezando a compartir la noche. Se fue aumando gente al grupo. Y una persona llamó mi atención. Desde que llegó la cara de ella cambió. Apenas apareció se notó la sorpresa, una sorisa se dibujó en su cara y en la de él en el primer cruce de miradas. Era otro de los chicos del grupo al cuál no solo hacía más tiempo que no veía, si no que además era al que más íntimamente había conocido.
La noche fue pasando, las miradas entre ellos parecían flechazos. Cada vez que me alejaba del grupo, para ir al baño o a la barra el aprovechaba para acercarse y hablarle casi al oido. Cada vez más cerca. Cada vez con más contacto. Mi último viaje a la barra fue más largo que los anteriores. Y vi que la charla de ellos fue casi completa con él agarrándola de la cintura. 
Volví y el grupo se había dispersado. Quedamos ellos dos y yo. La cerveza se terminó, otra vez. Y por momentos yo parecía sobrar. Decidí que era momento de dejar que fluya, para ver hasta dónde iba la cosa. Antes de alejarme con rumbo a la barra le dije al oido "hacé lo que sientas". Y me alejé.
Lo agarró del brazo apenas me alejé dos metros y empezaron a bailar. La temperatura fue subiendo. Las manos de él envolvían su cintura y la pegaban a él. Por momentos ella podía sentir como la apoyaba con fuerza mientras sus labios rozaban su cuello. No aguantó más, el salón estaba bastante oscuro. Lo besó y lo llevó del brazo afuera. Buscaron rápido un lugar oscuro y a paso firme fueron hacia allá. De un tirón la frenó en la osciridad y la besó. Sus manos apretaban sus nalgas y la presionaba contra él. Ella sentía su pija dura y grande apoyada contra su vientere. Una de sus manos se mentió por debajo de la remera y llegó a apretar una de sus tetas, la otra desabrochó su pantalón y se metió hasta llegar a su concha. Mojada y caliente. Sus dedos empezaron a jugar.
La mano de ella ya apretaba su pija por arriba del pantalón mienrmtras él besaba su cuello. Ella respiraba entre gemidos.
Su mano entró al pantalón de él para agarrar su pija. Era gruesa, sus dedos no llegaban a juntarse al alrededor. Sus dedos aceleraban su movimiento. Su respiración se aceleraba. Su mano iba al mismo ritmo se la respiración. 
Ella explotó en un orgamos mojándole las manos a él, mientras sus piernas temblaban y su mano se aferraba a la pija que comenzó a latir hasta que eplotó y soltó un gemido. Se tomaron un segundo abrazados. Se acomodaron. Volvieron al salón. Los vi desde la barra. Le dijo algo al oído. Se sonrió e hizo un gesto como aceptando la situación. Me buscó con la mirada. Vino derecho a mi con una sonrisa y un pedido puntual: vayamos a casa ahora. Nos fuimos. Y en casa se desató una noche de sexo caliente entre ella y yo.

3 comentarios - Ella masturbando a otro en una fiesta

Tartanico
Ufff que placer leer esto
qoqopelado
Me encanta leer estas infedilidades y me pone a mil si mi esposa se mete con otro, lo que mas me gusta cuando me cuenta como ha gozado con esas pijas voluptuosas voluminosas....