Todo esto empezó durante los días que inicie en la universidad. Mí nombre es Max, me dediqué los últimos años a las pesas y gracias a eso estoy bien formado piernas más o menos anchas y six pack perfecto.
Mí vecina se llama Carolina y tiene 29 años es de tez trigueña tirando para blanca , cuerpo curvilíneo bien formado, cintura de infarto y un culo bien paradito. En pocas palabras una vecina caliente que todos se querrían coger.
Yo vivía en el piso 501 y Carolina y su esposo en el 503 un tipo que a simple vista lucía aburrido y conservador su nombre era Ronald. Trabajaba en una comercial muy importante por lo que era una máquina de hacer dinero que nunca se preocupó por tremenda máquina de robar miradas que era su esposa.
Al principio siendo vecinos solo compartía miradas extrañas con Carolina y poco a poco me fui acercando y nos convertimos en amigos.
Su esposo me pedía consejos sobre ejercicios y una buena dieta ya que era un maldito gordo. Un día me invitó a su casa para que le enseñe algún ejercicio, luego de ponerme mí ropa deportiva, llame a su puerta, a los segundo un rostro hermosamente sexy abrió la puerta. Me quedé petrificado, era Carolina en un camisón negro que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, que si no se preocupaba por cerrarlo me hubiera dejado ver ese par de tetas que se cargaba.
Ronald (gritando) : Abre la puerta Carolina! Seguro es nuestro vecino que que te dije ayer.
Carolina (tirando los ojos para atrás y soltando una risa picarona) : Hola vecino. Invitando me a pasar. Le respondí el saludo devolviéndole la sonrisa.
Ronald le pidió que hiciera tres vasos de jugo. Cuando Carolina se acercó a darme el vaso accidentalmente su camisón se abrió ligeramente dejándome ver la mitad de su pezón que se escondía. Todo mí cuerpo se estremeció y como llevaba ropa deportiva mí paquete se endureció. Ella se dio cuenta de lo sucedido y sonrió en secreto, volteé a ver a su esposo con temor a que se haya dado cuenta de lo sucedido pero la situación era otra, el perezoso de su esposo estaba pegado a lo que pasaba en el televisor.
Le compartí el plan de ejercicio de hoy a Ronald y comenzamos el estiramiento. Mientras hacíamos ejercicios en el corredor estaba la esposa sexy de mí vecino analizando cada parte de mí cuerpo. Evité a toda costa mirarla.
Está rutina continuo por una semana. A la siguiente semana llamé a la puerta. Tardaron un poco al abrir. Carolina abrió, se encontraba envuelta en una toalla de baño.
Yo: Hola vecina, se encuentra Ronald?
Realmente me excite al ver el escote profundo que formaba la toalla.
Carolina: Ronald se fue a un viaje de negocios, no te mando un mensaje?
Yo: no revise
Justo cuando estaba por irme me dijo repentinamente : Oye tienes hambre? Estaba a punto de almorzar y no me gusta hacerlo sola.
Yo no le podía negar nada a esa silueta sexy empapada de agua. La esposa de mí vecino azotó la puerta y la cerró. En este punto mí corazón empezó a latir con fuerza.
Ella me dijo que la esperara unos 10 minutos mientras que se cambiaba.
Después de 5 minutos
Carolina: Max puedes venir un momento?
Me levanté casi por acto de magia y me dirigí a su habitación, ella se dio la vuelta dándome la espalda - puedes desabrocharme el sujetador? Parece haberse atascado y me lo quiero cambiar.
Me acerqué lentamente a ella con manos temblorosas comenzé a toquetear el broche, podía sentir el calor que votaba su cuerpo a consecuencia de la ducha de agua caliente que tomó.
Cuando al fin lo solté, para mí sorpresa se lo quitó ahí mismo, los melones de buen tamaño de la esposa de mí vecino salieron a la luz.
Sin pensar la abracé lentamente por detrás. Le di un tierno beso en el cuello y poco a poco mis manos comenzaron a acariciar sus melones dando atención a sus rosados pezones.
Carolina: Almorcemos primero y luego hagamos lo que queramos. A lo que respondí - hoy mí cena serás tú, y mí lugar para tenerla será tu cama, en la que duermes con el estúpido de tu marido.
Mí polla comenzó a rozar su fino trasero.
Carolina (respirando agitada): Mmm entonces no pierdas el tiempo y come todo lo que quieras.
Le di la vuelta y la sostuve con fuerza apretando su trasero, pude sentir la delicada tela de su braga negra que seguro le había comprado el cornudo de su marido, yo solo pensaba en destrozarla. La tire en la cama, me desabroché mí camiseta y me acerque a ella. Carolina rodeo sus piernas por mí cintura y comenzamos a besarnos apasionadamente. Me separé y comencé a besarle el pie y le saque la braga de un fuerte tirón.
Carolina : soy toda tuya esta semana, cógeme tantas veces puedas.
Sus palabras hicieron que me pongo a mil y con euforia comencé a comerme sus melones y ella empezó a gemir con fuerza sin miedo a que los demás vecinos escucharan.
Mientras apretaba con fuerza sus pezones ella comenzó a masajearme la polla con ternura. De repente hice en giro para que ella quedara encima mío y comenzó a besarme nuevamente, moviéndose de arriba abajo simulando una penetración. Yo seguía masajeando sus pechos hasta que ella comenzó a escabullirse hacia abajo para quitarme los pantalones. La esposa de mí vecino se posicionó arrodillada en mí entrepierna para apreciar mí polla con atención. Sus palabras fueron - tu novia debe ser muy afortunada.
Acto seguido le dio un tierno beso en la punta y comenzó a lamer mí tronco como una profesional. Intento comérsela entera haciendo una garganta profunda pero no pudo comenzó a toser y a botar mucha baba espesa lo que me encendió aún más.
Luego dejo de chuparme la polla y desapareció saliendo del cuarto pidiéndome que espere un poco. Para mí sorpresa entro a la habitación con una sonrisa candente y con un frasco de miel en la mano ,se arrodilló nuevamente y comenzó a aplicar la miel por toda mí polla como toda una chef y acto seguido empezó a probar su propio experimento pasando la lengüita por todo el tronco e intentando otra vez la garganta profunda.
Después de unos minutos la levanté e hice que se echará en la cama intercambiando posiciones. Aplique un poco de miel en su obligo y empecé a saborearlo - mierda Max házlo de nuevo.
Lentamente me acerque a su sabroso coño , ya apreciendolo mejor estaba bien depilado y era de labios rosados. Empecé besando sus muslos lo que provocó que ella empiece a respirar profundamente y a gemir.
Luego apliqué miel en todo su coño y empecé a lamerlo subiendo mis manos para masajear sus pechos, en este punto ella estaba gritando de placer.
Lentamente le introduje mí dedo y empecé a penetrarla , estaba demasiada apretada a pesar de que estaba casada
Carolina : MIERDA MAX TE QUIERO ADENTRO DE MI
Me levanté y ella misma guió mí polla para introducirlo en su apretada vagina , comencé a follarme a la esposa de mí vecino en posición de misionero durante los siguientes 7 - 8 minutos.
Carolina empezó a gemir furiosamente y empujando con sus manos mí trasero hacia ella como queriendo que la parta en dos.
Después cambiamos de posición y empecé a follarla de a perrito pude ver su agujero asombrosamente apetitoso, dirigí mí dedo a si boca para que lo chupara, acto seguido comencé a restregarlo en todo su asterisco, al no recibir ninguna queja fui introduciendolo lentamente hasta el fondo , lo que hizo que se quedara estática por unos segundos, y luego de unos segundos empezó a temblar de una forma muy excitante.
Luego de unos minutos sonó el teléfono, ella lo dejo sonar pensando que no era importante, pero siguió sonando y sonando por lo que decidió atender, era su esposo, le dijo que llegaba en 5 minutos por que su vuelo se había complicado. Su cara cambio y me dijo que me vaya de inmediato,a lo que obedecí, cuando termine de vestirme antes de que me vaya me dio un apasionado beso y me dijo que le escriba por wsp.
Toda la semana estuvimos mandandonos mensajes calientes y fotos desnudos. Cada vez que su esposo salía ella me daba la señal y yo iba a cumplir con mí labor.
Algunas de las fotos que me mandaba.
Si quieren más relatos no se olviden dejar sus puntos!!
Mí vecina se llama Carolina y tiene 29 años es de tez trigueña tirando para blanca , cuerpo curvilíneo bien formado, cintura de infarto y un culo bien paradito. En pocas palabras una vecina caliente que todos se querrían coger.
Yo vivía en el piso 501 y Carolina y su esposo en el 503 un tipo que a simple vista lucía aburrido y conservador su nombre era Ronald. Trabajaba en una comercial muy importante por lo que era una máquina de hacer dinero que nunca se preocupó por tremenda máquina de robar miradas que era su esposa.
Al principio siendo vecinos solo compartía miradas extrañas con Carolina y poco a poco me fui acercando y nos convertimos en amigos.
Su esposo me pedía consejos sobre ejercicios y una buena dieta ya que era un maldito gordo. Un día me invitó a su casa para que le enseñe algún ejercicio, luego de ponerme mí ropa deportiva, llame a su puerta, a los segundo un rostro hermosamente sexy abrió la puerta. Me quedé petrificado, era Carolina en un camisón negro que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, que si no se preocupaba por cerrarlo me hubiera dejado ver ese par de tetas que se cargaba.
Ronald (gritando) : Abre la puerta Carolina! Seguro es nuestro vecino que que te dije ayer.
Carolina (tirando los ojos para atrás y soltando una risa picarona) : Hola vecino. Invitando me a pasar. Le respondí el saludo devolviéndole la sonrisa.
Ronald le pidió que hiciera tres vasos de jugo. Cuando Carolina se acercó a darme el vaso accidentalmente su camisón se abrió ligeramente dejándome ver la mitad de su pezón que se escondía. Todo mí cuerpo se estremeció y como llevaba ropa deportiva mí paquete se endureció. Ella se dio cuenta de lo sucedido y sonrió en secreto, volteé a ver a su esposo con temor a que se haya dado cuenta de lo sucedido pero la situación era otra, el perezoso de su esposo estaba pegado a lo que pasaba en el televisor.
Le compartí el plan de ejercicio de hoy a Ronald y comenzamos el estiramiento. Mientras hacíamos ejercicios en el corredor estaba la esposa sexy de mí vecino analizando cada parte de mí cuerpo. Evité a toda costa mirarla.
Está rutina continuo por una semana. A la siguiente semana llamé a la puerta. Tardaron un poco al abrir. Carolina abrió, se encontraba envuelta en una toalla de baño.
Yo: Hola vecina, se encuentra Ronald?
Realmente me excite al ver el escote profundo que formaba la toalla.
Carolina: Ronald se fue a un viaje de negocios, no te mando un mensaje?
Yo: no revise
Justo cuando estaba por irme me dijo repentinamente : Oye tienes hambre? Estaba a punto de almorzar y no me gusta hacerlo sola.
Yo no le podía negar nada a esa silueta sexy empapada de agua. La esposa de mí vecino azotó la puerta y la cerró. En este punto mí corazón empezó a latir con fuerza.
Ella me dijo que la esperara unos 10 minutos mientras que se cambiaba.
Después de 5 minutos
Carolina: Max puedes venir un momento?
Me levanté casi por acto de magia y me dirigí a su habitación, ella se dio la vuelta dándome la espalda - puedes desabrocharme el sujetador? Parece haberse atascado y me lo quiero cambiar.
Me acerqué lentamente a ella con manos temblorosas comenzé a toquetear el broche, podía sentir el calor que votaba su cuerpo a consecuencia de la ducha de agua caliente que tomó.
Cuando al fin lo solté, para mí sorpresa se lo quitó ahí mismo, los melones de buen tamaño de la esposa de mí vecino salieron a la luz.
Sin pensar la abracé lentamente por detrás. Le di un tierno beso en el cuello y poco a poco mis manos comenzaron a acariciar sus melones dando atención a sus rosados pezones.
Carolina: Almorcemos primero y luego hagamos lo que queramos. A lo que respondí - hoy mí cena serás tú, y mí lugar para tenerla será tu cama, en la que duermes con el estúpido de tu marido.
Mí polla comenzó a rozar su fino trasero.
Carolina (respirando agitada): Mmm entonces no pierdas el tiempo y come todo lo que quieras.
Le di la vuelta y la sostuve con fuerza apretando su trasero, pude sentir la delicada tela de su braga negra que seguro le había comprado el cornudo de su marido, yo solo pensaba en destrozarla. La tire en la cama, me desabroché mí camiseta y me acerque a ella. Carolina rodeo sus piernas por mí cintura y comenzamos a besarnos apasionadamente. Me separé y comencé a besarle el pie y le saque la braga de un fuerte tirón.
Carolina : soy toda tuya esta semana, cógeme tantas veces puedas.
Sus palabras hicieron que me pongo a mil y con euforia comencé a comerme sus melones y ella empezó a gemir con fuerza sin miedo a que los demás vecinos escucharan.
Mientras apretaba con fuerza sus pezones ella comenzó a masajearme la polla con ternura. De repente hice en giro para que ella quedara encima mío y comenzó a besarme nuevamente, moviéndose de arriba abajo simulando una penetración. Yo seguía masajeando sus pechos hasta que ella comenzó a escabullirse hacia abajo para quitarme los pantalones. La esposa de mí vecino se posicionó arrodillada en mí entrepierna para apreciar mí polla con atención. Sus palabras fueron - tu novia debe ser muy afortunada.
Acto seguido le dio un tierno beso en la punta y comenzó a lamer mí tronco como una profesional. Intento comérsela entera haciendo una garganta profunda pero no pudo comenzó a toser y a botar mucha baba espesa lo que me encendió aún más.
Luego dejo de chuparme la polla y desapareció saliendo del cuarto pidiéndome que espere un poco. Para mí sorpresa entro a la habitación con una sonrisa candente y con un frasco de miel en la mano ,se arrodilló nuevamente y comenzó a aplicar la miel por toda mí polla como toda una chef y acto seguido empezó a probar su propio experimento pasando la lengüita por todo el tronco e intentando otra vez la garganta profunda.
Después de unos minutos la levanté e hice que se echará en la cama intercambiando posiciones. Aplique un poco de miel en su obligo y empecé a saborearlo - mierda Max házlo de nuevo.
Lentamente me acerque a su sabroso coño , ya apreciendolo mejor estaba bien depilado y era de labios rosados. Empecé besando sus muslos lo que provocó que ella empiece a respirar profundamente y a gemir.
Luego apliqué miel en todo su coño y empecé a lamerlo subiendo mis manos para masajear sus pechos, en este punto ella estaba gritando de placer.
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Carolina : MIERDA MAX TE QUIERO ADENTRO DE MI
Me levanté y ella misma guió mí polla para introducirlo en su apretada vagina , comencé a follarme a la esposa de mí vecino en posición de misionero durante los siguientes 7 - 8 minutos.
Carolina empezó a gemir furiosamente y empujando con sus manos mí trasero hacia ella como queriendo que la parta en dos.
Después cambiamos de posición y empecé a follarla de a perrito pude ver su agujero asombrosamente apetitoso, dirigí mí dedo a si boca para que lo chupara, acto seguido comencé a restregarlo en todo su asterisco, al no recibir ninguna queja fui introduciendolo lentamente hasta el fondo , lo que hizo que se quedara estática por unos segundos, y luego de unos segundos empezó a temblar de una forma muy excitante.
Luego de unos minutos sonó el teléfono, ella lo dejo sonar pensando que no era importante, pero siguió sonando y sonando por lo que decidió atender, era su esposo, le dijo que llegaba en 5 minutos por que su vuelo se había complicado. Su cara cambio y me dijo que me vaya de inmediato,a lo que obedecí, cuando termine de vestirme antes de que me vaya me dio un apasionado beso y me dijo que le escriba por wsp.
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Algunas de las fotos que me mandaba.
Si quieren más relatos no se olviden dejar sus puntos!!
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