Habíamos logrado quedarnos solos un fin de semana mi chica y yo. Y habíamos planeado durante días lo que ibamos a hacer. Serían dos días para disfrutar de nosotros. Y del sexo. Habíamos preparado juguetes y ropa especial. Habría sesiones de fotos y hasta masajes. Todo estaba preparado. Pero un mensaje cambió los planes del primer día. Una amiga le propuso una cena entre amigas y lo que sería la primera noche solos pasaba a ser una noche con invitadas.
Mi chica les propuso que el encuentro sea en casa, como para que yo no quede tan en banda. Y así salió. Vinieron a casa. Cena, vino y charlas. Todo iba muy normal. Hasta que las chicas se fueron yendo. Todas, menos una. El vino siguió circulando con música sonando de fondo y charlas que fueron girando hacia las cuestiones sexuales. Anécdotas y preguntas que sin darnos cuenta nos hacían subir la temperatura.
El vino empezaba a escasear así que decidí salir en busca de una solución. Algún kiosco abierto donde abastecernos iba a encontrar.
La recorrida habrá durado unos 10 minutos, y a la vuelta me encontré con una escena que no esperaba.
Copa en mano las dos bailaban en el medio de la sala. Entre besos, sonrisas y tragos las manos recorrían sus cuerpos. Decidí entrar justo en medio de un largo beso, como para que no pudieran hacer como que ahí no pasaba nada. Pero mi entrada no las perturbo. Terminaron su apasionado beso, me miraron y rieron. Dejaron las copas en la mesa y como si hubieran estado esperando mi llegada volvieron al baile, los besos y las caricias.
Comenzaron a bailar pegadas una a la otra. Ella besaba a mi chica en el cuello mientras sus manos le recorrían el cuerpo. Las manos de mi chica estaban en sus nalgas apretándola para que no se despegaran sus cuerpos. Yo me senté en el sillón a disfrutar de lo que estaba pasando.
Mientras la amiga la besaba le fue sacando la remera y le desabrochó el corpiño. Para después echarse para atrás como esperando que mi chica haga lo mismo con ella. Le sacó la remera y el corpiño y la boca de mi chica fue derecho a los pezones de su amiga. Los besaba y mordía mientras ella soltaba pequeños gemidos.
Se sacó el pantalón y sacó a mi chica de donde estabas para sacarle el suyo. Las dos en tanga y sin nada más sonrieron y se me vinieron encima. Mi chica me agarró del brazo y me paró del sillón.
Mientras me besabas sentí como su amiga empezaba a sacarme la ropa. Pude sentir sus manos recorriendo mi cuerpo. Sacándome la remera, bajándome el pantalón y rozando mi pija para después dejarme completamente desnudo. Así desnudo me sentó de nuevo en el sillón y volvieron al juego entre ellas. Se besaron y terminaron de desnudarse.
Ella sentó a mi chica en el sillón al lado mio. Le abrió las piernas y comenzó a chuparle la concha con suavidad, mientras sus dedos entraban y salían con firmeza. Me acerque para morderle los pezones mientras ella aceleraba su juego. La respiración de mi chica se aceleró y empezó a gemir hasta que acabó temblando y con un gemido que dio la sensación de que soltaba todo el aire que tenía en los pulmones. Me corrí y sin perder mucho tiempl en la recuperación mi chica se paró y la sentó a su amiga en el sillón. Era su turno de jugar con la lengua y los dedos en en la concha de su amiga. Rápidamente empezó a gemir. Yo me acerqué y volví a hacer lo mismo que había hecho antes. Empecé a morder sus pezones. Sentía como con sus manos en mi cabeza me empujaba contra sus tetas como evitando que me corriera de allí. No tardó mucho en explotar con un fuerte gemido. Me corrí. Y las ví a las dos comoletamente desnudaa y disfrutando.
Mi chica me agarró de la mano, y a su amiga también. Nos llevó a la pieza. Practicamente me tiró en la cama boca arriba y se subió arriba de mi pija, que estaba a punto de explotar.
La agarró a su amiga y la hizo subir a la cama con nosotros. Mientras mi chica se movía arriba mío ella acercó su concha a mi para que se la empezara a chupar. Los gemidos de los tres iban en aumento. Senti como ella tembló y acabó mientras mi lengua recorría su concha. También senti como mi chica explotaba adentro mio cuando mi pija explotó adentró de su concha caliente y muy mojada.
Caímos rendidos en la cama por unos minutos, hasta que nos recuperamos y, yo con un boxer y ellaa solo en tanga, volvimos a la sala para tomar unas copas más de vino antes de empezar a jugar nuevamente.
Juego de segunda vuelta que empezó en el sillón, con las dos arrodilladas enfrente mío chupandome la pija.
Pero eso lo cuento más adelante.
Mi chica les propuso que el encuentro sea en casa, como para que yo no quede tan en banda. Y así salió. Vinieron a casa. Cena, vino y charlas. Todo iba muy normal. Hasta que las chicas se fueron yendo. Todas, menos una. El vino siguió circulando con música sonando de fondo y charlas que fueron girando hacia las cuestiones sexuales. Anécdotas y preguntas que sin darnos cuenta nos hacían subir la temperatura.
El vino empezaba a escasear así que decidí salir en busca de una solución. Algún kiosco abierto donde abastecernos iba a encontrar.
La recorrida habrá durado unos 10 minutos, y a la vuelta me encontré con una escena que no esperaba.
Copa en mano las dos bailaban en el medio de la sala. Entre besos, sonrisas y tragos las manos recorrían sus cuerpos. Decidí entrar justo en medio de un largo beso, como para que no pudieran hacer como que ahí no pasaba nada. Pero mi entrada no las perturbo. Terminaron su apasionado beso, me miraron y rieron. Dejaron las copas en la mesa y como si hubieran estado esperando mi llegada volvieron al baile, los besos y las caricias.
Comenzaron a bailar pegadas una a la otra. Ella besaba a mi chica en el cuello mientras sus manos le recorrían el cuerpo. Las manos de mi chica estaban en sus nalgas apretándola para que no se despegaran sus cuerpos. Yo me senté en el sillón a disfrutar de lo que estaba pasando.
Mientras la amiga la besaba le fue sacando la remera y le desabrochó el corpiño. Para después echarse para atrás como esperando que mi chica haga lo mismo con ella. Le sacó la remera y el corpiño y la boca de mi chica fue derecho a los pezones de su amiga. Los besaba y mordía mientras ella soltaba pequeños gemidos.
Se sacó el pantalón y sacó a mi chica de donde estabas para sacarle el suyo. Las dos en tanga y sin nada más sonrieron y se me vinieron encima. Mi chica me agarró del brazo y me paró del sillón.
Mientras me besabas sentí como su amiga empezaba a sacarme la ropa. Pude sentir sus manos recorriendo mi cuerpo. Sacándome la remera, bajándome el pantalón y rozando mi pija para después dejarme completamente desnudo. Así desnudo me sentó de nuevo en el sillón y volvieron al juego entre ellas. Se besaron y terminaron de desnudarse.
Ella sentó a mi chica en el sillón al lado mio. Le abrió las piernas y comenzó a chuparle la concha con suavidad, mientras sus dedos entraban y salían con firmeza. Me acerque para morderle los pezones mientras ella aceleraba su juego. La respiración de mi chica se aceleró y empezó a gemir hasta que acabó temblando y con un gemido que dio la sensación de que soltaba todo el aire que tenía en los pulmones. Me corrí y sin perder mucho tiempl en la recuperación mi chica se paró y la sentó a su amiga en el sillón. Era su turno de jugar con la lengua y los dedos en en la concha de su amiga. Rápidamente empezó a gemir. Yo me acerqué y volví a hacer lo mismo que había hecho antes. Empecé a morder sus pezones. Sentía como con sus manos en mi cabeza me empujaba contra sus tetas como evitando que me corriera de allí. No tardó mucho en explotar con un fuerte gemido. Me corrí. Y las ví a las dos comoletamente desnudaa y disfrutando.
Mi chica me agarró de la mano, y a su amiga también. Nos llevó a la pieza. Practicamente me tiró en la cama boca arriba y se subió arriba de mi pija, que estaba a punto de explotar.
La agarró a su amiga y la hizo subir a la cama con nosotros. Mientras mi chica se movía arriba mío ella acercó su concha a mi para que se la empezara a chupar. Los gemidos de los tres iban en aumento. Senti como ella tembló y acabó mientras mi lengua recorría su concha. También senti como mi chica explotaba adentro mio cuando mi pija explotó adentró de su concha caliente y muy mojada.
Caímos rendidos en la cama por unos minutos, hasta que nos recuperamos y, yo con un boxer y ellaa solo en tanga, volvimos a la sala para tomar unas copas más de vino antes de empezar a jugar nuevamente.
Juego de segunda vuelta que empezó en el sillón, con las dos arrodilladas enfrente mío chupandome la pija.
Pero eso lo cuento más adelante.
1 comentarios - Un cambio de planes que terminó en trio