Esta historia surge gracias a carl0sgon quien hizo un post compartiendo algunas fotos de su hermana y de sus primas, buscando quien escribiera un relato sobre ellas. Nos hablamos por chat, él me contó las fantasías que tenía y acá les traemos el resultado. Esperamos que lo disfruten!!
Los personajes y las fotos son reales
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Después de meses de esperar, finalmente llegaba la semana santa. Era mi semana favorita porque cada año mi tío y sus hijas venían a casa para compartir todos en familia esos pocos días de descanso.
A mis padres les va bien en su trabajo así que en casa tenemos el privilegio de tener piscina y esto, acompañado al calor del verano, era el descanso perfecto para todos.
Para mi era la oportunidad perfecta de dar rienda suelta a los pensamientos morbosos e incestuosos que siempre estaban en mi cabeza, protagonizados por mi hermana y mis dos primas, todas eran preciosas y todas me volvían loco a su manera.
Mi hermana Daniela tiene 18, un culo hermoso, la naturaleza se lo había dado grande y su dedicación al gimnasio lo había vuelto firme y delicioso, vive conmigo, se lo veo todo el año pero es imposible dejar de mirarlo cada vez que se me cruza en frente.
FOTO DE DANI:
Entre las primas, la mayor de las dos es Yamel con 20 años, piel morena y las tetas más grandes de la familia, no son gigantes pero sí tienen lo suficientemente para robarse las miradas en cuanto se viste de escote. Había soñado mil veces con ese par y había imaginado haciéndoles de todo.
FOTO FOTO DE YAMEL:
Por último estaba Kimberly, 18 años, la menor de la familia, la más inocente y la que más buena estaba, hace tan solo un par de años era mi primita la de cara bonita. Ahora era Kim, una preciosidad de cabello castaño, ojos claros y cabello café, un culo grande como el de su prima Dani, unas tetas como las de su hermana Yamel, y una carita hermosa de piel perfectamente blanca.
FOTO DE KIM:
Después de haber visto este trío de bombones que iban a estar en mi casa los próximos tres días, estoy seguro de que ahora sí entienden por qué me gustaba tanto la semana santa.
Por fin eran las once de la mañana y el timbre de la casa sonó anunciando la llegada de mi tío y sus hijas, mi corazón saltó de alegría y mis piernas saltaron para bajar a recibirlas. Saludé a mi tío y mis primas me saludaron con un fuerte abrazo, yo las saludaba con más ganas y apretaba aun más duro para sentir sus tetas contra el pecho. Cuando íbamos para la sala a reunirnos con mis padres me quedé de último para verles el culo y mi vista se quedó especialmente clavada en el de Kim. Delicioso.
Estaba hipnotizado mirando cuando sentí un empujón, era mi hermana que también había bajado a saludar y no la sentí llegar, me atrapó mirándole el culo Kim. Yo hice como si nada hubiera pasado y después del empujón Dani siguió a la sala y con ironía me hizo el gesto de Fuck You. Sabía que también le estaba mirando el culo a ella.
Después de los respectivos saludos de todos con todos, destapamos un par de cervezas y nos sentamos junto a la piscina para aprovechar el sol hasta que llegó la hora del almuerzo. Comimos, reposamos un rato y finalmente nos decidimos por ir a la piscina. El show estaba por comenzar.
Jugamos un partido de voley en la piscina y nos hicimos en equipos de a dos, los viejos no quisieron entrar y prefirieron quedarse afuera tomando Whisky, para el partido hice equipo con mi prima Yamel y Dani se hizo con Kim. El juego comenzó y con cada punto importante que ganábamos yo aprovechaba para abrazar a mi prima Yamel, sus tetas se sentían deliciosas mientras Dani me fusilaba con la mirada sabiendo lo que hacía.
Según me habían comentado varios amigos, y juzgando por su foto de perfil. Yamel era toda una putita y su actitud parecía confirmarlo, pues entre punto ganado, abrazo y sentirle las tetas, ya me estaba poniendo al palo, y su respuesta era abrazarme cada vez más fuerte para sentir mi erección contra su pancita. Se sentía delicioso.
El partido terminó con victoria para nosotros y para descansar un poco, nos hicimos en la esquina de la piscina a charlar un rato entre primos. Según avanzaba la conversación con mis primas y con Dani, las cosas se iban poniendo más y más interesantes. Mi hermana contó a sus primas que no tenía novio, Kim nunca había había tenido uno -confesó mientras se ruborizaba -, y Yamel, antes de contar su situación actual, se paró en frente mío, dijo que seguía con el mismo del año pasado pero que ya no le gustaba porque no la hacía sentir nada -esto último lo dijo sacando bien el culo bajo el agua y restregándolo contra mi paquete.
Su actitud no pasó desapercibida ante mis ojos, era ya la segunda vez que mi prima se me apoyaba descaradamente para sentirme la verga. Empezaba a creer que esa noche pasaría algo entre los dos pero necesitaba una última prueba para confirmar mis sospechas y lanzarme.
Cuando el sol empezó a ponerse y se hacía oscuro, mi hermana anunció que se salía de la piscina y mis primas parecían a punto de decir lo mismo así que actué antes de que lo dijeran
-Yame, hazme un túnel con las piernas y yo me paso nadando por debajo del agua
Me miró curiosa y abrió las piernas. Yo respiré profundo, tomé aire y me hundí hasta que el pecho tocó el suelo de la piscina para cruzar por entre las piernas de mi prima, y justo cuando estaba debajo de ella, me di media vuelta bajo el agua, enterré mi cara en su conchita por casi dos segundos antes de seguir nadando.
Cuando saqué nuevamente la cabeza, Yamel dijo que ella también quería intentarlo y a Kim le pareció divertido hacerlo ella también. De primero pasó Kim y logró hacerlo sin siquiera rozarme, hazaña que no pudo conseguir su hermana que cuando estaba bajo el agua, me agarró el paquete con ambas manos. No había sido un rose accidental, sentí perfectamente cómo con una mano me agarró los huevos y con la otra la pija. Esto se había puesto interesante.
El resto de la tarde pasó sin novedad, se hizo de noche y nos reunimos todos en la parrilla, organizamos las sillas y la carne empezó a asarse mientras nos tomábamos un par de cervezas.
No se por cuantas horas estuvimos charlando pero ya era tarde, Yamel y yo nos lanzábamos miradas todo el tiempo y mi hermanita ya había descubierto que algo pasaba entre mi prima y yo.
A eso de las dos de la mañana todos estábamos cansados y con ganas de dormir. Mis padres salieron a su habitación, mi hermana a la suya, yo compartiría la mía con mi tío que se acomodaría en la camita auxiliar y mis primas irían al cuarto de invitados.
Cuando nos despedíamos, Yamel me dijo al oído que estuviera pendiente del celular. El corazón se me agitó, empecé a imaginar mil cosas y el sueño había desaparecido por completo.
Me acomodé en la cama y a los 20 minutos ya sentía roncar a mi tío, la espera se hacía eterna hasta que finalmente mi celular vibró notificando el mensaje de Yamel.
-Ven que Kim ya está dormida
Mis ojos se abrieron como platos, teniendo en cuenta lo tarde que era, lo que había pasado entre nosotros durante todo el día, y el hecho de que estuviera esperando a que su hermana se durmiera, todo parecía indicar que pasarían muchas cosas con mi prima.
Me levanté cuidadosamente de la cama para no ser escuchado por mi tío y caminé descalzo hasta llegar al cuarto donde estaban mis primas, encontré a Yamel en la cama de abajo del camarote y vi como la hermosa de Kim estaba bien dormida en la de arriba. Me encanta su carita de ángel; totalmente opuesta a la de su hermana que me recibió con un provocativo gesto y corriendo su cuerpo hacia la pared para hacerme espacio en la cama.
La sábana la cubría de la cintura hacia abajo y la blusa que llevaba para dormir era todo un espectáculo, blanca, pegada al cuerpo y con dos pequeñas tiras en los hombros, saltaba a la vista que no había nada más entre la blusa y su cuerpo porque un hermoso par de botoncitos se marcaban delicioso.
Me acosté a su lado y de inmediato Yame se me tiró encima con desesperación, como un depredador que ha estado esperando a su presa por horas y encuentra el instante preciso para lanzarse al acecho; mi prima se lanzó sobre mi cuerpo, acercó con violencia su boca a la mía y con la lengua daba pequeños empujones solicitando ingreso para reunirse con la mía.
Fue un beso muy pasional que con el pasar de los segundos iba aumentando más y más de temperatura y ganando en amplitud, mi prima se me movía delicioso buscando el contacto de mi erección con su zona, los movimientos eran intensos y los hacía para adelante y para atrás simulando penetración. La escena era cada vez más caliente y mi prima estaba hirviendo, se quitó la blusa y ahora era yo quien estaba encima de ella.
Chupé ese par de tetas con verdadera pasión, eran grandes, hermosas, deliciosas y me excitaban mucho más al saber que eran de mi prima. Nada más sentir los primeros roces de mi lengua y de mis dientes en sus pezones, Yame empezó a sentir gemir suavemente, esto me puso a mil y me impulsó para continuar en mi labor aunque los besos empezaban a tomar un peligroso rumbo hacia el ombligo.
Estaba ya bajando el short de su pijama cuando detuvo mi cabeza con las manos, acercó su mano a mi pecho y bajó para agarrarme el paquete, se sintió satisfecha con los que sus manos sintieron, me miró con cara de puta, se desnudó por completo y abrió las piernas para mi. Disfruté de la vista que me ofrecía de su conchita y de su cuerpo, me desnudé y al momento ya estaba restregando la verga por toda la rajita de Yame.
Se sentía caliente, jugoso y mi pija deslizaba a la perfección, noté como sus gemidos se intensificaban al apoyar el glande en el botoncito de su vagina y me encantaba los suspiros que le robaba, mi prima abrió aun más sus piernas e instintivamente supe lo que quería. Apoyé las rodillas en medio de la abertura de sus piernas, me acerqué lentamente y de poco empecé a empujar. Estaba muy mojada y yo me sentía un invitado de honor en su cuerpo mientras entraba con total suavidad hasta el fondo.
Alcancé a empujar unas cuatro o cinco veces hasta que me lanzó sobre la cama y se me tiró encima para cabalgarme, mi prima no quería hacer el amor conmigo, llevaba meses sin novio y lo que necesitaba era una buena verga que le diera satisfacción. Saltaba salvajemente sobre mi, cerró los ojos y se agarraba las tetas mientras me la cogía. La imagen que me ofrecía era espectacular.
Parece que estaba muy necesitada de coger porque a los tres minutos su orgasmo se sentía a punto de venir, empezó a gritar peligrosamente y la cama se movía peor que un terremoto de 9,5. En ese momento reaccioné yo también y mientras Yame se retorcía por el orgasmo, miré hacia la cama de arriba y me encontré con la mirada de Kim clavada en el culo de su hermana, viendo sorprendida como cogía con su primo.
Simulé que no la había visto y me esforcé por darle un buen espectáculo.
Tiré a Yame en la cama y le empecé a comer la conchita, sus gemidos sonaban tan provocativos que algún efecto tendría que causar en su hermana , después subí y le chupe las tetas mientras se recomponía, acomodándome de tal forma que Kim desde arriba pudiera disfrutar de todo el espectáculo que le ofrecíamos su hermana y yo.
Cuando me detuve, sentí un golpeteo que sonaba húmedo, Yame estaba totalmente inmóvil descansando y yo estaba quieto recuperando el aliento -Kim se estaba masturbando-.
Mi primita estaba tan excitada que había dejado su cabeza colgando con los ojos cerrados mientras se tocaba en la cama de arriba. Me paré de la cama sin que Yame notara nada extraño, acerqué mi cabeza a la de Kim pero no me sintió, la miré y vi como el movimiento de su mano agitaba las sabanas y confirmaba lo que hacía. Pensé que hacer por unos segundos hasta que me le acerqué al oído y lancé bruscamente una mano para agarrar y tocarle una de las tetas mientras le susurraba
-A mi también me encantas Kim
-Qué pasó primo? -preguntó Yame al verme acercar a la cama de arriba
-Nada prima, pensé que Kim se había despertado y quería asegurarme de que no nos viera
Dije esto y me acomodé nuevamente abajo, agarré fuerte a Kim de las caderas y la invité a ponerse en cuatro, lo hizo gustosa y enseguida la empecé a clavar, todavía no había alcanzado mi orgasmo y por eso estaba clavando a mi prima con fuerza para lograrlo; ella sintió la furia de las embestidas que le estaba dando y los gritos escapaban nuevamente de su boca. La escena era de calentura total, mientras me cogía a mi prima podía verle a la perfección el agujerito del culo, le metí el dedo a la boca a Yame, me lo chupo como si fuera otra cosa y la misma saliva que dejó fue la que utilicé como lubricante para meterle el dedo en culo.
-Hijo de puta -gritó. Me vas a hacer estallar del gusto
Dijo esto y movía el culo con fuerza para sentirse cogida por los dos agujeros, mi prima había resultado ser toda una putita y disfrutaba al máximo de lo que le estaba dando. Miré hacia la cama de Kim y me encontré con una dulce carita que nos miraba curiosa, los ojos no los podía ni abrir bien de las contracciones que sentía entre sus piernas mientras se tocaba de placer por la escena que se le ofrecía en frente.
Saqué el dedo del culo de su hermana, estiré la mano como pude y se lo ofrecí a mi prima menor en la boca, Kim estaba tan excitada que aun siendo la niña buena, la niña dulce, la niña virgen de la familia, no pudo hacer más que abrir los labios para saborear el sexo con su propio paladar. Pasaba el dedo por toda su boca, quería arrancar todo el sabor de su hermana que había en él, sentí como pasaba su lengua juguetona y después lo chupaba como un biberón.
La santita ahora soñaba que chupaba la verga de su primo y lo hacía con pasión.
Retiré el dedo de su boca, le acaricié el rostro con esa misma mano y después la llevé al culo de su hermana para darle una palmada, Yame respondió con un gemido y yo con uno más fuerte. Sentí el orgasmo venir y le dije a Yame que se arrodillara en el piso, respondió al instante y abrió la boca para que le echara toda la leche en la cara. Aproveché su boca abierta para clavarle ahí los últimos movimientos antes de venirme. No era una mamada, realmente me la estaba cogiendo por la boca y a mi prima parecía encantarle.
Estaba a punto de venirme y abandoné su boca de un tirón, Yame abrió la boca nuevamente a la espera de su lechita y yo me agarré la verga, la empujé hacia abajo y apunté directo a sus tetas para llenarlas de leche. La miré arrodillada y vi como las tetas, el cuello, los pezones y hasta los hombros de mi prima estaban chorreados, nuestro encuentro estuvo muy fuerte y el orgasmo había estado a la altura.
Me sentí satisfecho y me puse la pantaloneta mientras Yame seguía arrodillada, estaba entretenida recogiendo la leche con los dedos y llevándola a la boca. Me terminé de vestir y antes de salir miré desde la puerta para despedirme
-Hasta mañana hermosa -dije mirando a Kim en la cama de arriba
-Hasta mañana primo -respondió Yame
Continuará...
(Si quieren más fotos de las chicas o decirle cosas a carl0sgon sobre ellas, dejen un comentario para que él lea lo que harían con esas pendejas en la familia o escríbanle directamente por chat)
Los personajes y las fotos son reales
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Después de meses de esperar, finalmente llegaba la semana santa. Era mi semana favorita porque cada año mi tío y sus hijas venían a casa para compartir todos en familia esos pocos días de descanso.
A mis padres les va bien en su trabajo así que en casa tenemos el privilegio de tener piscina y esto, acompañado al calor del verano, era el descanso perfecto para todos.
Para mi era la oportunidad perfecta de dar rienda suelta a los pensamientos morbosos e incestuosos que siempre estaban en mi cabeza, protagonizados por mi hermana y mis dos primas, todas eran preciosas y todas me volvían loco a su manera.
Mi hermana Daniela tiene 18, un culo hermoso, la naturaleza se lo había dado grande y su dedicación al gimnasio lo había vuelto firme y delicioso, vive conmigo, se lo veo todo el año pero es imposible dejar de mirarlo cada vez que se me cruza en frente.
FOTO DE DANI:
Entre las primas, la mayor de las dos es Yamel con 20 años, piel morena y las tetas más grandes de la familia, no son gigantes pero sí tienen lo suficientemente para robarse las miradas en cuanto se viste de escote. Había soñado mil veces con ese par y había imaginado haciéndoles de todo.
FOTO FOTO DE YAMEL:
Por último estaba Kimberly, 18 años, la menor de la familia, la más inocente y la que más buena estaba, hace tan solo un par de años era mi primita la de cara bonita. Ahora era Kim, una preciosidad de cabello castaño, ojos claros y cabello café, un culo grande como el de su prima Dani, unas tetas como las de su hermana Yamel, y una carita hermosa de piel perfectamente blanca.
FOTO DE KIM:
Después de haber visto este trío de bombones que iban a estar en mi casa los próximos tres días, estoy seguro de que ahora sí entienden por qué me gustaba tanto la semana santa.
Por fin eran las once de la mañana y el timbre de la casa sonó anunciando la llegada de mi tío y sus hijas, mi corazón saltó de alegría y mis piernas saltaron para bajar a recibirlas. Saludé a mi tío y mis primas me saludaron con un fuerte abrazo, yo las saludaba con más ganas y apretaba aun más duro para sentir sus tetas contra el pecho. Cuando íbamos para la sala a reunirnos con mis padres me quedé de último para verles el culo y mi vista se quedó especialmente clavada en el de Kim. Delicioso.
Estaba hipnotizado mirando cuando sentí un empujón, era mi hermana que también había bajado a saludar y no la sentí llegar, me atrapó mirándole el culo Kim. Yo hice como si nada hubiera pasado y después del empujón Dani siguió a la sala y con ironía me hizo el gesto de Fuck You. Sabía que también le estaba mirando el culo a ella.
Después de los respectivos saludos de todos con todos, destapamos un par de cervezas y nos sentamos junto a la piscina para aprovechar el sol hasta que llegó la hora del almuerzo. Comimos, reposamos un rato y finalmente nos decidimos por ir a la piscina. El show estaba por comenzar.
Jugamos un partido de voley en la piscina y nos hicimos en equipos de a dos, los viejos no quisieron entrar y prefirieron quedarse afuera tomando Whisky, para el partido hice equipo con mi prima Yamel y Dani se hizo con Kim. El juego comenzó y con cada punto importante que ganábamos yo aprovechaba para abrazar a mi prima Yamel, sus tetas se sentían deliciosas mientras Dani me fusilaba con la mirada sabiendo lo que hacía.
Según me habían comentado varios amigos, y juzgando por su foto de perfil. Yamel era toda una putita y su actitud parecía confirmarlo, pues entre punto ganado, abrazo y sentirle las tetas, ya me estaba poniendo al palo, y su respuesta era abrazarme cada vez más fuerte para sentir mi erección contra su pancita. Se sentía delicioso.
El partido terminó con victoria para nosotros y para descansar un poco, nos hicimos en la esquina de la piscina a charlar un rato entre primos. Según avanzaba la conversación con mis primas y con Dani, las cosas se iban poniendo más y más interesantes. Mi hermana contó a sus primas que no tenía novio, Kim nunca había había tenido uno -confesó mientras se ruborizaba -, y Yamel, antes de contar su situación actual, se paró en frente mío, dijo que seguía con el mismo del año pasado pero que ya no le gustaba porque no la hacía sentir nada -esto último lo dijo sacando bien el culo bajo el agua y restregándolo contra mi paquete.
Su actitud no pasó desapercibida ante mis ojos, era ya la segunda vez que mi prima se me apoyaba descaradamente para sentirme la verga. Empezaba a creer que esa noche pasaría algo entre los dos pero necesitaba una última prueba para confirmar mis sospechas y lanzarme.
Cuando el sol empezó a ponerse y se hacía oscuro, mi hermana anunció que se salía de la piscina y mis primas parecían a punto de decir lo mismo así que actué antes de que lo dijeran
-Yame, hazme un túnel con las piernas y yo me paso nadando por debajo del agua
Me miró curiosa y abrió las piernas. Yo respiré profundo, tomé aire y me hundí hasta que el pecho tocó el suelo de la piscina para cruzar por entre las piernas de mi prima, y justo cuando estaba debajo de ella, me di media vuelta bajo el agua, enterré mi cara en su conchita por casi dos segundos antes de seguir nadando.
Cuando saqué nuevamente la cabeza, Yamel dijo que ella también quería intentarlo y a Kim le pareció divertido hacerlo ella también. De primero pasó Kim y logró hacerlo sin siquiera rozarme, hazaña que no pudo conseguir su hermana que cuando estaba bajo el agua, me agarró el paquete con ambas manos. No había sido un rose accidental, sentí perfectamente cómo con una mano me agarró los huevos y con la otra la pija. Esto se había puesto interesante.
El resto de la tarde pasó sin novedad, se hizo de noche y nos reunimos todos en la parrilla, organizamos las sillas y la carne empezó a asarse mientras nos tomábamos un par de cervezas.
No se por cuantas horas estuvimos charlando pero ya era tarde, Yamel y yo nos lanzábamos miradas todo el tiempo y mi hermanita ya había descubierto que algo pasaba entre mi prima y yo.
A eso de las dos de la mañana todos estábamos cansados y con ganas de dormir. Mis padres salieron a su habitación, mi hermana a la suya, yo compartiría la mía con mi tío que se acomodaría en la camita auxiliar y mis primas irían al cuarto de invitados.
Cuando nos despedíamos, Yamel me dijo al oído que estuviera pendiente del celular. El corazón se me agitó, empecé a imaginar mil cosas y el sueño había desaparecido por completo.
Me acomodé en la cama y a los 20 minutos ya sentía roncar a mi tío, la espera se hacía eterna hasta que finalmente mi celular vibró notificando el mensaje de Yamel.
-Ven que Kim ya está dormida
Mis ojos se abrieron como platos, teniendo en cuenta lo tarde que era, lo que había pasado entre nosotros durante todo el día, y el hecho de que estuviera esperando a que su hermana se durmiera, todo parecía indicar que pasarían muchas cosas con mi prima.
Me levanté cuidadosamente de la cama para no ser escuchado por mi tío y caminé descalzo hasta llegar al cuarto donde estaban mis primas, encontré a Yamel en la cama de abajo del camarote y vi como la hermosa de Kim estaba bien dormida en la de arriba. Me encanta su carita de ángel; totalmente opuesta a la de su hermana que me recibió con un provocativo gesto y corriendo su cuerpo hacia la pared para hacerme espacio en la cama.
La sábana la cubría de la cintura hacia abajo y la blusa que llevaba para dormir era todo un espectáculo, blanca, pegada al cuerpo y con dos pequeñas tiras en los hombros, saltaba a la vista que no había nada más entre la blusa y su cuerpo porque un hermoso par de botoncitos se marcaban delicioso.
Me acosté a su lado y de inmediato Yame se me tiró encima con desesperación, como un depredador que ha estado esperando a su presa por horas y encuentra el instante preciso para lanzarse al acecho; mi prima se lanzó sobre mi cuerpo, acercó con violencia su boca a la mía y con la lengua daba pequeños empujones solicitando ingreso para reunirse con la mía.
Fue un beso muy pasional que con el pasar de los segundos iba aumentando más y más de temperatura y ganando en amplitud, mi prima se me movía delicioso buscando el contacto de mi erección con su zona, los movimientos eran intensos y los hacía para adelante y para atrás simulando penetración. La escena era cada vez más caliente y mi prima estaba hirviendo, se quitó la blusa y ahora era yo quien estaba encima de ella.
Chupé ese par de tetas con verdadera pasión, eran grandes, hermosas, deliciosas y me excitaban mucho más al saber que eran de mi prima. Nada más sentir los primeros roces de mi lengua y de mis dientes en sus pezones, Yame empezó a sentir gemir suavemente, esto me puso a mil y me impulsó para continuar en mi labor aunque los besos empezaban a tomar un peligroso rumbo hacia el ombligo.
Estaba ya bajando el short de su pijama cuando detuvo mi cabeza con las manos, acercó su mano a mi pecho y bajó para agarrarme el paquete, se sintió satisfecha con los que sus manos sintieron, me miró con cara de puta, se desnudó por completo y abrió las piernas para mi. Disfruté de la vista que me ofrecía de su conchita y de su cuerpo, me desnudé y al momento ya estaba restregando la verga por toda la rajita de Yame.
Se sentía caliente, jugoso y mi pija deslizaba a la perfección, noté como sus gemidos se intensificaban al apoyar el glande en el botoncito de su vagina y me encantaba los suspiros que le robaba, mi prima abrió aun más sus piernas e instintivamente supe lo que quería. Apoyé las rodillas en medio de la abertura de sus piernas, me acerqué lentamente y de poco empecé a empujar. Estaba muy mojada y yo me sentía un invitado de honor en su cuerpo mientras entraba con total suavidad hasta el fondo.
Alcancé a empujar unas cuatro o cinco veces hasta que me lanzó sobre la cama y se me tiró encima para cabalgarme, mi prima no quería hacer el amor conmigo, llevaba meses sin novio y lo que necesitaba era una buena verga que le diera satisfacción. Saltaba salvajemente sobre mi, cerró los ojos y se agarraba las tetas mientras me la cogía. La imagen que me ofrecía era espectacular.
Parece que estaba muy necesitada de coger porque a los tres minutos su orgasmo se sentía a punto de venir, empezó a gritar peligrosamente y la cama se movía peor que un terremoto de 9,5. En ese momento reaccioné yo también y mientras Yame se retorcía por el orgasmo, miré hacia la cama de arriba y me encontré con la mirada de Kim clavada en el culo de su hermana, viendo sorprendida como cogía con su primo.
Simulé que no la había visto y me esforcé por darle un buen espectáculo.
Tiré a Yame en la cama y le empecé a comer la conchita, sus gemidos sonaban tan provocativos que algún efecto tendría que causar en su hermana , después subí y le chupe las tetas mientras se recomponía, acomodándome de tal forma que Kim desde arriba pudiera disfrutar de todo el espectáculo que le ofrecíamos su hermana y yo.
Cuando me detuve, sentí un golpeteo que sonaba húmedo, Yame estaba totalmente inmóvil descansando y yo estaba quieto recuperando el aliento -Kim se estaba masturbando-.
Mi primita estaba tan excitada que había dejado su cabeza colgando con los ojos cerrados mientras se tocaba en la cama de arriba. Me paré de la cama sin que Yame notara nada extraño, acerqué mi cabeza a la de Kim pero no me sintió, la miré y vi como el movimiento de su mano agitaba las sabanas y confirmaba lo que hacía. Pensé que hacer por unos segundos hasta que me le acerqué al oído y lancé bruscamente una mano para agarrar y tocarle una de las tetas mientras le susurraba
-A mi también me encantas Kim
-Qué pasó primo? -preguntó Yame al verme acercar a la cama de arriba
-Nada prima, pensé que Kim se había despertado y quería asegurarme de que no nos viera
Dije esto y me acomodé nuevamente abajo, agarré fuerte a Kim de las caderas y la invité a ponerse en cuatro, lo hizo gustosa y enseguida la empecé a clavar, todavía no había alcanzado mi orgasmo y por eso estaba clavando a mi prima con fuerza para lograrlo; ella sintió la furia de las embestidas que le estaba dando y los gritos escapaban nuevamente de su boca. La escena era de calentura total, mientras me cogía a mi prima podía verle a la perfección el agujerito del culo, le metí el dedo a la boca a Yame, me lo chupo como si fuera otra cosa y la misma saliva que dejó fue la que utilicé como lubricante para meterle el dedo en culo.
-Hijo de puta -gritó. Me vas a hacer estallar del gusto
Dijo esto y movía el culo con fuerza para sentirse cogida por los dos agujeros, mi prima había resultado ser toda una putita y disfrutaba al máximo de lo que le estaba dando. Miré hacia la cama de Kim y me encontré con una dulce carita que nos miraba curiosa, los ojos no los podía ni abrir bien de las contracciones que sentía entre sus piernas mientras se tocaba de placer por la escena que se le ofrecía en frente.
Saqué el dedo del culo de su hermana, estiré la mano como pude y se lo ofrecí a mi prima menor en la boca, Kim estaba tan excitada que aun siendo la niña buena, la niña dulce, la niña virgen de la familia, no pudo hacer más que abrir los labios para saborear el sexo con su propio paladar. Pasaba el dedo por toda su boca, quería arrancar todo el sabor de su hermana que había en él, sentí como pasaba su lengua juguetona y después lo chupaba como un biberón.
La santita ahora soñaba que chupaba la verga de su primo y lo hacía con pasión.
Retiré el dedo de su boca, le acaricié el rostro con esa misma mano y después la llevé al culo de su hermana para darle una palmada, Yame respondió con un gemido y yo con uno más fuerte. Sentí el orgasmo venir y le dije a Yame que se arrodillara en el piso, respondió al instante y abrió la boca para que le echara toda la leche en la cara. Aproveché su boca abierta para clavarle ahí los últimos movimientos antes de venirme. No era una mamada, realmente me la estaba cogiendo por la boca y a mi prima parecía encantarle.
Estaba a punto de venirme y abandoné su boca de un tirón, Yame abrió la boca nuevamente a la espera de su lechita y yo me agarré la verga, la empujé hacia abajo y apunté directo a sus tetas para llenarlas de leche. La miré arrodillada y vi como las tetas, el cuello, los pezones y hasta los hombros de mi prima estaban chorreados, nuestro encuentro estuvo muy fuerte y el orgasmo había estado a la altura.
Me sentí satisfecho y me puse la pantaloneta mientras Yame seguía arrodillada, estaba entretenida recogiendo la leche con los dedos y llevándola a la boca. Me terminé de vestir y antes de salir miré desde la puerta para despedirme
-Hasta mañana hermosa -dije mirando a Kim en la cama de arriba
-Hasta mañana primo -respondió Yame
Continuará...
(Si quieren más fotos de las chicas o decirle cosas a carl0sgon sobre ellas, dejen un comentario para que él lea lo que harían con esas pendejas en la familia o escríbanle directamente por chat)
13 comentarios - Semana santa en familia (1/3)
Quiero ver más fotos de esas primas y sobre todo de la hermana
Esperó los siguientes