You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Cornudo sumiso y maricon

Ya tenía todo preparado, el picoteo, unas cervezas y la cena a punto.
Raquel: ve poniendo la mesa, que voy a vestirme
Comencé a ponerla, mientras Raquel se marchó a la habitación a prepararse. La verdad es que el andar de un lado a otro vestido de esa manera, con los tacones y el plug dentro de mi ano, me excitaba enormemente, me dolía la polla, no solo por la excitación, sino también por el cordón que Raquel había atado en ella. Al rato apareció Raquel, estaba imponente. Lucía un vestido, que no le llegaba a las rodillas, con un gran escote delante, pudiendo apreciarse que no llevaba sujetador. Sus pezones marcados y semi duros se apreciaban como si fueran desnudos.
Raquel. Que tal cornudito, ¿crees que le gustaré así vestida?, me dijo mientras agarraba el vuelo del vestido y giraba
Yo: joder, estás preciosa, pero ¿no llevas bragas?. Al girar, pude ver que no se las había puesto
Raquel: no, no llevo. A Angel le gusta que su puta esté lo más accesible posible, ¿acaso te molesta?
Yo: no no
Raquel: bueno y si te molesta, tampoco pasa nada, esto ya no es tuyo, sino de Angel, ¿lo entiendes verdad?
Yo: si, solo de Angel
Raquel: veo que has terminado de poner la mesa, ha quedado muy bien, con velas y todo, pero hay tres cubiertos
Yo: claro, somos tres, no
Raquel. No cornudito, somos dos, Angel y yo, tu cenarás en la cocina, como cualquier sirvienta
Yo: pero pensé ….
Raquel. Ni pero ni nada. Tu nos servirás la cena y te marcharás a la cocina, a menos que Angel quiera lo contrario
En ese momento, llamaron a la puerta
Raquel: cornudito, Angel ha llegado, no le hagas esperar y otra cosa, espero que obedezcas y no me dejes mal. Venga ve a abrir
Recordando las indicaciones de Raquel, abrí la puerta y me coloqué como ella me indicó. Arrodillado y en posición sumisa, dejé entrar en mi casa al tío que había sacado la puta que Raquel llevaba dentro. Ni tan siquiera me miró cuando entró, fue directamente hacía Raquel, mientras yo permanecía en silencio.
Angel: hola putita, estás tremenda, dijo a la vez que se acercaba a ella y pasaba las manos por su culo
Raquel: gracias, lo he estrenado hoy para ti, respondió poniendo las manos en su pecho
Se dieron un fuerte y largo beso, mezclando sus lenguas y acariciando cada centímetro de su cuerpo.
Angel: veo que me complaces, no llevas bragas ni sujetador, como a mi me gusta
Raquel: eso quiero, complacerte en todo
Yo seguía en posición sumisa, mientras ellos se besaban y tocaban como si yo no estuviera, pasando totalmente desapercibido. Fueron a sentarse al sillón
Raquel: cornudo, ven a saludar a Angel, no seas maleducado
Me levanté y caminé hacia ellos, con la cabeza agachada y mirando al suelo. Mi vergüenza era inmensa, aparecer así ante Angel, por mucho que deseara tenerlo dentro de mi, hacía que mi cara estuviera totalmente colorada
Angel: vaya putita, que buen trabajo has hecho con el cornudo
Raquel: te gusta?, pues no me ha costado mucho, me resultó fácil convencerlo, es más sumiso de lo que pensaba. Cornudo, saluda a nuestro invitado
Yo: ho..hola Angel
Raquel: así se saluda al macho que me folla?, de rodillas y besa su polla y dale las gracias por follarme
Me arrodillé y bese la polla de Angel, por encima del pantalón, notando que la tenía morcillona.
Yo: gracias por follarte a mi mujer
Angel: jaja, de nada cornudo, ha sido un placer convertirla en mi puta
Raquel: y que lo digas, un inmenso placer, jaja. Entonces, ¿te gusta la ropa que le he puesto?
Angel: la verdad es que si, está muy bien
Raquel: pues ya verás lo que le he hecho en el culo. Cornudo, enseña tu culo a Angel
Dándole la espalda, me incliné hacía delante y dejé mi culo a la altura de sus ojos.
Raquel: separa los cachetes, que te vea bien
Los separé y dejé a la vista el plug negro dentro de mi ano
Angel: mmmm, le has entrenado el culo para que le folle?
Raquel: por supuesto, tu serás el primero en romperlo
Angel: me encanta putita, que seas obediente y tu cornudo, te voy a follar hasta que digas que no puedes más y aún así seguiré follándote. Traenos una cerveza
Fui a la cocina y llevé las cervezas, cuando llegué, Angel estaba metiendo mano en el coño de Raquel, lo tenía empapado de jugos.
Angel: ponlas en la mesa y ponte de rodillas, quiero que veas como se hace disfrutar a una puta como esta
Sin dejar de mirarlo, veía como las manos de Angel recorrían su cuerpo, acariciaban y estrujaban sus tetas, pellizcaba sus pezones y metía los dedos en su empapado coño, mientras Raquel no paraba de gemir y retorcerse.
Raquel: siiiii mmmmm ves cornudo, así se hace disfrutar a una zorra como yo, mmmmmm
Angel: Te gusta cornudo, te gusta ver lo que hago con tu mujer, con tu esposa
Permanecía callado, mirando como Raquel disfrutaba de ese momento
Raquel: dioooosssss siiiiiii con contesta cornudooooooooo
Yo: si, me gusta lo que le haces
Angel: te gusta que sea así de puta
Yo: si
Angel: que lo haga delante de ti
Yo: si, me gusta
Angel: y porque te gusta cornudo
Raquel: ahhhh siiiii no paressssss
Yo: porque soy un cornudo
Angel: y que más
Angel no paraba de meter y sacar los dedos de su coño. Raquel se retorcía como poseída sobre el sillón, sobre el que se estaba acumulando una gran mancha de jugos
Yo: porque yo no la satisfago
Angel: y …
Yo: porque tu eres su macho, su hombre
Angel: así me gusta cornudo, que sepas quien soy y seré de ahora en adelante
Raquel. Joderrrrrr me corrooooooooooooo
Grandes chorros brotaron de su coño, con un tremendo squirt terminó esa primera toma de contacto de Angel. Raquel quedó derrotada y rendida en el sillón.
Angel: acercate cornudo
Me acerqué y arrimó los dedos que había tenido metidos en el coño, a mi boca
Angel: abre la boca
La abrí y los metió dentro
Angel: chupa porque esto será lo más cerca que tengas su coño a partir de ahora, a menos que tengas que limpiar alguna corrida de el. Su coño es mio y de quien yo quiera, pero tu tienes prohibido tocar o rozar, ¿has entendido cornudo?
Con sus dedos en mi boca, hice gestos afirmativos con mi cabeza. Raquel seguía desmadejada en el sillón, su vestido remangado, sus tetas fuera de el y su coño, abierto, brillante y empapado, al aire. La verdad es que estaba preciosa de esa manera. Su boca dibujaba una sonrisa, no solo por la reciente corrida, sino por mi consentimiento respecto a las palabras de Angel.
Raquel: joder, me he corrido como nunca, tener al cornudo mirando ha sido genial. Pero ahora te toca a ti, ¿no?, dijo poniendo su mano sobre el paquete de Angel
Angel: claro, necesito una mamada de mi puta y que el cornudo vea como te tragas mi polla. Cornudo, quita mis pantalones
Me acerqué y comencé a quitar sus pantalones, los bajé despacio ya que su polla parecía estar muy dura y no quería hacerle daño. Quedaron al descubierto sus slips, los bajé también y apareció su preciosa polla, con la cabeza brillante, encumbrada por unas gotas de precum. En cuanto estuvo desnudo, volvió a sentarse.
Angel: venga puta, empieza a comer y tu maricón, mira bien como lo hace
Raquel cogió su polla, acercó su cabeza, abrió la boca y comenzó una deliciosa mamada. Yo miraba con ojos de deseo y envidia. Quería tener esa preciosa polla a mi alcance. Raquel, ayudada por Angel, metía la polla hasta el fondo de su garganta y la dejaba quieta por unos instantes. De su boca salían grandes cantidades de saliva, que caían sobre sus huevos.
Angel: ves como le gusta mamar a la puta
Yo: si
Angel: se la traga entera, hasta los huevos, mira
Angel presionaba su cabeza, enterraba su polla en lo más profundo y la dejaba dentro. Raquel tenía la cara completamente colorada por el esfuerzo, le costaba respirar, pero no hacía intención de sacarla.
Angel: mira la puta como disfruta de mi polla, como le gusta tenerla bien dentro. Seguro que a ti nunca te la ha comido así cornudo
Yo: no, nunca lo ha hecho así
Angel: claro, es que tu pollita no le llegaría a la campanilla, ¿verdad que no puta?
Raquel: nof … nof, contestó sin sacar su polla de la garganta
Angel: jaja, le gusta tanto que ni para hablar se la saca. Anda puta, folla tu boca tu solita, que tu marido vea como me corro en tu boca, pero ni se te ocurra tragarlo
Raquel comenzó un sube y baja con su cabeza, la polla de Angel entraba y salía velozmente de su boca, mientras con una mano acariciaba sus depilados y gordos huevos. Yo no perdía detalle de esta follada, de lo zorra que mi mujer se había vuelto y le daba las gracias internamente por hacer lo que tanto tiempo deseaba llevar a cabo.
Angel: así puta, no pares, sigue. Ohhhhhhhhh
Como pudo, Raquel aceleró el ritmo de la mamada y, sin sacar la polla de su boca, Angel comenzó a correrse.
Angel: siiiii putaaaaaa asíii me corroooooooooooooo
Raquel no la sacó hasta que salió la última gota de leche, aún así, por la comisura de sus labios se escaparon algunas gotas, yendo a parar a sus huevos.
Angel: buffff cada vez lo haces mejor zorra. Enseñame tu boca
Raquel abrió la boca, mostrando la corrida recogida
Angel: ven cornudo, ponte aquí y abre la boca. Tu puta, pasa la leche a la boca del cornudo, pero sin tocarla, que caiga de la tuya y tu cornudo, no la tragues hasta que te diga
Me coloqué de tal forma, que Raquel quedó por encima de mi, abrí la boca y esperé a recibir la leche. Raquel la dejó caer, llenando mi boca casi por completo. Cuando terminó, permanecía con la boca abierta, expectante por saber lo que vendría ahora.
Angel: no se quien es más puta, si ella o tu. Se acercó a mi y metió dos dedos en mi boca, comenzando a remover su leche. ¿Te gusta verdad maricón?
Raquel: claro que le gusta
Angel: calla zorra, que responda el, dijo sin dejar de mover la leche
Con la cabeza hice gestos afirmativos.
Angel: así me gusta, que seas un buen maricón, ya puedes tragar y luego me limpias bien, que la puta me ha dejado todo pringoso
Ante la atenta mirada de Raquel, tragué la deliciosa leche, pasé mi lengua por los labios y relamí los dedos de Angel.
Raquel: jaja, mira como le gusta al maricón
Angel: ya lo creo, me di cuenta la primera vez que me la comió, se notaba que lo hacía con ganas
Raquel: los coños no, pero las pollas si te las comes con ansía, eres un puto maricón. Venga, limpia su polla
Arrodillándome delante de el, metí su polla en mi boca y comencé a chuparla. Diossss, aún no estando dura, era delicioso chuparla, además aún tenía rastros de semen y me encantaba. Lamí y chupé su polla y huevos, hasta dejarlos sin rastro de leche. Cuando Angel lo creyó oportuno, bruscamente me apartó de el.
Angel: ya está bien maricona, deja de chupar. Tengo hambre, pon la cena
Me levanté y fui hacía la cocina, mientras ellos continuaron sentados. Raquel, acariciando su polla y huevos. En la cocina, aún con el sabor de su polla en mi boca, no pude aguantar más y con cuidado de que no me viera Raquel, desanudé mi polla y comencé a masturbarme. Al soltarla de ese nudo, sentí un gran alivio, el dolor era casi insoportable. Cuando estaba en lo mejor, escuché un grito muy muy cercano.
Raquel: pero que cojones haces cornudo?, ¿quien te ha dicho que puedes pajearte?, ¿quien te ha dicho que sueltes esa mierda de polla que tienes?. Ya estás atándola de nuevo o mejor lo haré yo y te aseguro que lamentarás haberte soltado
Yo: lo... lo siento, pero … pero es que no me podía aguantar
Raquel: ¿que lo sientes?, ahora si que lo vas a sentir, ven aquí
Me acerqué a ella, cogió el cordón y comenzó a atar de nuevo mi polla y esta vez, con huevos incluidos. Apretaba y apretaba, hasta que no podía más.
Yo: Raquel, por favor, me duele mucho
Raquel: eso te pasa por desobedecerme, ahora te aguantes maricón. Verás como ya no lo sueltas
Una vez la tuvo atada y bien atada, pasó el cordón por entre mis nalgas y tiró fuertemente de el. El dolor era terrible, el cordón casi cortaba la piel de mi polla.
Yo: por favor, no volveré a hacerlo, de verdad
Raquel: claro que no volverás a hacerlo maricón, no creo que se te vuelva a ocurrir o te la corto, porque para lo que te sirve. Ahora llevanos la cena
Raquel salió de la cocina, yo me quedé preparándola, con un gran dolor en mi entrepierna. Aparecí en el salón, justo en el momento en que Raquel contaba lo sucedido a Angel.
Raquel: te lo puedes creer?
Angel: jajaja, me parece muy bien lo que has hecho, que se entere el cornudo quienes son sus dueños y que tiene que obedecer
Yo: la .. la cena ya está
Angel: cornudo, Raquel me ha contado lo que ha pasado y la he felicitado por su reacción. Aparte del castigo de Raquel, tendrás otro mio. Sirve la cena
Comencé a servirles, como si fuera su chacha. Cuando me retiraba a la cocina, a cenar, Angel me llamó.
Angel: donde vas cornudo?, te quiero aquí, debajo de la mesa y mamando mi polla mientras cenamos. Tu hoy no cenas
Me metí debajo de la mesa y comencé a mamar su polla. Durante toda la cena, incluidos los postres, estuve mamando, poniéndola nuevamente dura, mientras Raquel le contaba su desgraciada vida sexual conmigo. Hasta aquel momento, siempre había pensado que las cosas estaban bien, que los dos disfrutábamos en la cama, pero me di cuenta que Raquel fingía una y otra vez los orgasmos, que no obtenía placer haciéndolo conmigo y que en el fondo siempre había sabido que era un buen maricón y además sumiso, pero que nunca se había atrevido a dar el paso que ahora estaba dando y que se sentía muy feliz de haberlo hecho.
Angel: es que no se como has podido aguantar tanto sin ponerle los cuernos, la verdad
Raquel: porque en el fondo me daba pena, pero ahora ya no, que se joda el cornudo. El me empujó a hacerlo contigo, ahora se va a enterar de lo zorra que soy
Angel: cornudo, ya está bien de mamar. Sal y ponte a lado
Salí de debajo de la mesa y, de rodillas, me coloqué a su lado
Angel: maricón, recoge todo esto lo más rápido que puedas, que es la hora de tu castigo, me dijo a la vez que soltaba una fuerte bofetada en mi cara
Velozmente, recogí todo lo de la mesa, lo dejé en la cocina amontonado y regresé al salón.
Raquel y Angel, estaban sentados nuevamente en el sillón. Raquel meneaba su polla, para que no perdiera la dureza adquirida con mi mamada.
Raquel: mira cornudo, mira que polla tiene, es más del doble que la tuya, grande y gorda. Ven cornudo, date la vuelta
Me acerqué y giré, poniendo mi culo a su alcance
Raquel: agachate, que te voy a sacar el plug
Me agaché y lo sacó. En ese momento, un gran vacío quedó en mi ano
Raquel: mira, que abierto lo tiene
Angel: me encanta lo bien que le has preparado, pero aún así, le va a doler
Raquel: que se joda, si le duele es porque se lo merece. Cornudo, ¿quieres que te folle?
Yo: si
Raquel: ves, el maricón lo está deseando. Anda, metela de una vez, quiero ver al maricón con el culo bien lleno de polla y no tengas piedad, metela de una vez
Angel: jaja, que zorra eres. Maricón, tumbate sobre la mesa y abre el culo
Puse mi pecho sobre la mesa, cogí mis nalgas y las separé todo lo que pude. Por fin Angel me follaría, mi sueño estaba apunto de hacerse realidad.
Angel: estas segura que quieres que se la meta del tirón, de una sola vez?
Raquel: claro que si. El dolor será el castigo por desatarse la polla
Angel: vale, como tu quieras. ¿Listo maricón?, dijo apuntando su cabeza a mi ano
Cuando iba a contestar, Angel dio un fuerte empujón y enterró su polla en el fondo.
Yo: aaaaaaaa diossss me me dueleeeeeeeeee
Angel: ves zorra, ya te decía que le dolería
Raquel: dale, dale fuerte, que se joda el maricón
Yo: no … por favor… sacala… me dueleee muchoooooo
Raquel: no maricón, no la va a sacar, te va a follar muy duro, para que sientas bien su polla dentro de ti, ¿no es eso lo que querías?
No podía hablar, de mi boca solo salían quejidos de dolor. Nunca pensé que el que me follaran fuese tan doloroso, claro que creía que cuando lo hicieran, llevarían cuidado. En ese momento, dí gracias a Raquel por haberme preparado antes, no puedo imaginar lo que habría sido que Angel me desvirgara sin preparación alguna.
Angel enterraba y sacaba su polla, con fuertes empujones. Sus huevos golpeaban mi culo, haciendo un ruido tremendo. Sus manos en mi cadera aplicaban tanta fuerza, que sus dedos se clavaban en mi carne. La mesa temblaba y corríamos el riesgo de caer al suelo. Pero Angel no paraba, seguía metiendo su tremenda polla en mi culo, poseído y con rabia la metía y sacaba una y otra vez.
Raquel: el maricón ya no se queja tanto
Angel: bufff creo.. creo que le está gustando
Raquel: maricón, ¿te gusta como te folla?
Yo: siiiii joderrrrr siiiiii
Raquel: jaja, se ve que ya ha desaparecido el dolor y ahora disfruta el maricón. Sigue apretando, no pares. Quiero que le preñes, que te corras dentro de su culo de maricona
Me dolían las piernas, las caderas y el culo, pero el tremendo dolor inicial, había desaparecido, dando paso a un placer intenso y delicioso. Notaba como la polla me llenaba por completo, como sus huevos golpeaban sobre mi capullo, al estar atado hacía atrás, estos lo golpeaban una y otra vez. El momento era delicioso, no quería que acabara nunca. Tras unos minutos, mi polla comenzó a escupir leche.
Raquel: mira, jaja, el maricón se está corriendo, jajaja
Angel paró un segundo y miró hacía el suelo, donde fueron a parar mis lefazos. Se rió y continuo follándome.
Angel: maricona, eres una verdadera zorra y te voy a emputecer aún más. Entre tu y la puta de tu mujer, me vais a dar unos buenos ingresos
Raquel: vas a emputecernos a los dos?
Angel: claro, sois dos pedazos de putas y pagaran una pasta por follaros, juntos o por separado
Raquel: has oído maricón?, conmigo ya lo ha hecho, aunque no cobró por ello. Te vas a hartar de polla maricona
Sus palabras, lejos de irritarme o molestarme, hicieron que el placer aumentara, si es que eso era posible. Deseaba hacerlo, deseaba que me prostituyera e hiciera conmigo lo que quisiera, fuese lo que fuese y con quien fuese. Note como la polla se hinchaba dentro de mi, Angel estaba apunto de correrse y lo haría dentro, preñando mi culo De un fuerte empujón, la enterró toda, dejándola quieta y comencé a notar su leche, mmmm, que placer, que deliciosa sensación sentirme inundado por ese preciado manjar
Angel: ahhhhhh me corrooooooo
Raquel: siiiii preña al maricón, dale tu leche bien dentro
Angel: siiii ooooooooo ahhhhhhhhhhhhhh
Angel cayó sobre mi cuerpo, derrotado por el esfuerzo. Si no hubiera sido por eso, me habría caído al suelo, mis piernas temblaban, no me sujetaban. El placer había sido inmenso. No se salió de mi, hasta que su polla perdió toda la dureza. Se separó y fue al sillón, quedando derrotado en el. Por mi parte, me escurrí como pude hasta el suelo, sentándome sobre mis doloridas piernas.
Raquel: maricon, ven, quiero ver como ha quedado tu culo
A cuatro patas, me acerqué a ella y puse mi culo hacía su cara. Ella misma separó mis nalgas, pudiendo observar el gran agujero, inundado de leche, que Angel había dejado.
Raquel: joder, como se le ha quedado el culo, mira, si le cabe casi la mano, dijo a la vez que intentaba meterla
Angel: seguro que si aprietas un poco, le cabe entera
Raquel: tu crees?
Angel: intentalo, verás como si
Raquel empezó a apretar, su mano en forma de cuña, comenzó a entrar en mi ano ayudada por la leche de Angel.
Raquel: jaja, es verdad, mira ya casi tengo hasta la muñeca
Angel: aprieta, seguro que entra entera
Siguió apretando, su mano abrió aún más mi ano.
Yo: ahhh me haces dañoooooooo
Raquel: calla maricona, que esto me está gustando. Vaya culo tragón que tiene el cornudo, jaja
Angel: maricón, ven y limpia mi polla
Angel me había follado sin condón y, aunque estaba limpio por dentro, seguro que su polla tenía todo el sabor de mi ano. Aún así, tenía que hacerlo, no podía negarme, más que nada, porque su polla era un imán para mi, me volvía loco y deseaba tenerla el más tiempo posible. Con la mano de Raquel dentro de mi ano, giré y me dispuse a limpiar su polla.
Raquel: sabes, creo que este va a ser una buena puta
Angel: ya lo creo, le gusta la polla y en su culo entra de todo. Follale, mete la mano y follale con ella, dale bien fuerte
Raquel comenzó a meter y sacar su mano de mi ano. Lo que en un principio era una simple comprobación, se transformo en una auténtica follada.
Raquel: toma maricón, esto es por todos los años que me has tenido sin orgasmos, decía mientras metía y sacaba su mano con rabia
Angel cogió mi cabeza y la presionó contra el, haciendo que su polla se enterrara en el fondo de mi garganta y la dejó quieta. Me costaba respirar, mis babas caían sobre sus huevos, dejándolos completamente empapados. Raquel seguí con su follada, jamas la había visto así, parecía que estaba poseída, como loca mientras no paraba de meter su mano, mientras con la otra, me daba fuertes golpes en mi culo.
Angel: venga maricón, ya está bien, aparta que me voy a follar a la puta de tu mujer
Me quedé mirándole, en silencio, con mi cara descongestionada, mis ojos llorosos por el esfuerzo y mi respiración agitada.
Angel: puta, deja al cornudo y mete mi polla en tu coño, siéntate encima
Raquel sacó la mano de mi ano y al hacerlo, noté como se abría de nuevo. La puta abrió toda la mano dentro cuando lo hizo y no la cerró al sacarlo, haciendo que el dolor volviera a concentrarse en el.
Raquel: joder, que ganas tenía de que me lo pidieras. Cornudo, agarra su polla y acercale a mi coño, quiero que seas tu quien la meta, así serás aún más cornudo
Con Raquel sentada sobre Angel, cogí su polla y la apunte al coño. Raquel descendió despacio, notando como entraba cada milímetro en su interior, abriendo su coño como nunca lo estuvo.
Raquel: uffff esto si es una polla cornudo y no esa mierda que tu tienes. Noto como abre mi coño, ufffffff
Angel: cornudo, mira bien como entra y sale de su coño, no quiero que dejes de mirar como ella misma se folla
Sin perder detalle, sin pestañear, miraba como la polla de Angel entraba y salía del coño de mi mujer, completamente abierto y brillante por los jugos que desprendía.
Raquel: diossssss jamas he sentido algo así ummmmmmmm
Angel: te gusta zorra, te gusta mi polla?
Raquel: me encantaaaa siiiiiiiii
Angel: vas a ser mi puta, harás todo lo que te pida, sin negarte a nada?
Raquel: siiiiii seré t.. tu putaaaaaaaaa
Angel: y tu cornudo, vas a ser una buena maricona y no te negaras a mis caprichos?
Yo: si
Angel: si que cornudo?
Yo: si, seré una buena maricona y no me negaré a nada
Angel: vais a ser dos buenas zorras. Venga, acelera el ritmo, que tengo ganas de preñarte
Raquel: siiii da.. dame tu lecheeeeee bien dentroooooooooo
Raquel cabalgaba sobre la polla de Angel, cada vez más rápido. Sus movimientos acelerados y profundos, hacían que su coño no parase de manar flujo.
Raquel: cor...cornudo, mira que po...polla tiene, me corrooooooooooooooo
Con grandes espasmos, comenzó a correrse, de su coño salían ríos de flujo que se deslizaban sobre la polla y huevos de Angel. Mis ojos no perdían detalle alguno, espectante ante la follada que ella misma se daba y excitado por verla de esa forma. Me encantaba que fuese tan puta, que follara con otros y si encima esos otros, me follaba a mi o me dejaban participar mamando sus pollas, mejor aún.
Angel: siii putaaaaa correteeeeeee
Raquel: ahhhhhhhh siiiiiiiiiiiiii
Angel: yo yo también me corroooooooooooooooo
Raquel: siiiiiii da dame tu lecheeeeeee dentro metela dentroooooo de mi coñoooo ahhhhhhhhhh
Ambos quedaron derrotados. Raquel, con los ojos cerrados y la cara desencajada, se recostó sobre Angel, este seguía con la polla dentro de su coño, mientras sus manos no paraban de apretar las tetas de Raquel, sus dedos pellizcaban los pezones, duros y puntiagudos. Durante unos minutos, permanecieron en esta posición, hasta que la polla fue perdiendo su dureza y salió por si sola. Al hacerlo, el semen de Angel comenzó a salir de su coño, cayendo sobre su polla y huevos.
Que imagen tan sensacional, jamás la olvidaría de mi memoria. Ambos derrotados, con los ojos cerrados. Raquel, aún con las piernas y el coño abiertos, Angel con las manos en sus tetas, sin dejar de sobarlas y su polla, ya flácida, descansando entre sus piernas, recostada sobre sus huevos y manchada por su leche y yo, de rodillas frente a ellos, contemplando la escena, con mi culo abierto y muy cansado por el esfuerzo, pero enormemente feliz por lo vivido y ansioso por lo que me depararía el futuro.

5 comentarios - Cornudo sumiso y maricon

Amylee4 +2
Excelente relato. Muy bueno
Metalhead7_7 +1
Que relato! Acabé antes de terminar, muy caliente. Van 10 puntitos