de cuerpo pequeño y mente malvada

Hola, soy Lucia, debo confesar que esto es nuevo para mí. Soy una chica con facciones lindas, pequeña en altura, mido 1.55 pero tengo bastante cadera y nalgas, mi busto es pequeño pero levantado y firme con pezones pequeños y rosados.

Debo confesar que como toda chica de estatura baja me encantan los hombres altos, y a mi sobretodo los hombres acuerpados, de gimnasio, con mucho músculo.

cuando me fui a estudiar a otra ciudad, lejos de el cuidado permanente de mis padres, pude disfrutar de las experiencias de conocer muchas personas de lugares diferentes, aunque ya no era virgen, recuerdo la primera vez que sali con alguien del gimnasio al que comencé a ir por primera vez.

después de llevar un mes en el gym, ya casi todos te saludan amablemente, pero entre todos había uno de ellos que era un hombre alto, con mucho músculo, que me encantaba, comenzamos a hablar y tenía que mirar siempre hacia arriba, me sentía diminuta, eso me calentaba, me imaginaba como sería estar con alguien así.

el día que por fin me invitó a salir estaba nerviosa pero con mucha emoción, ese día me vesti con un vestido pegado, corto y escotado, use solo una tanga muy pequeña y transparente, y unos tacones, me busco, comimos charlamos, y después de coqueteo le dejé claro que tenía ganas, dejaba que viera mis piernas, no me preocupaba si me alcanzaba a ver de más, así que nos fuimos a un motel.

Ese hombre me desnudo en menos de nada, y yo comencé a hacer lo mismo con el y estaba emocionada, que me iba a encontrar, obvio tenía un cuerpo muy musculoso, pero cuando le quité la ropa tenía una cosa hermosa, para mí en ese momento era lo más grande que había visto en persona, se la chupe con mucha intensidad, me lo metía en mi boca y me lo trataba de tragar todo, me faltaban dos dedos y lo sentía en la garganta, el me agarraba de la cabeza, yo me sentía mojadisima, me levanto me tiró en la cama, me abrió las piernas y me metió la lengua delicioso... no aguantaba las ganas, cuando sentí su glande en la entrada de mi vagina, gemiii... al sentir ese pene abrirse paso por dentro de mi, me retorcía de placer, comenzó lento fue tomando confianza y me dió con todo, me agarró me cargo, era su pequeña muñeca sexual, eso me encantaba.

Después de esa noche, lo hicimos regular por un mes y luego se alejo y entendí que fui solo la chica del momento, un tipo tan atractivo es obvio que tenía muchas mujeres con quién tener sexo.

yo habiendo probado libertad, comencé a salir frecuente con hombres atractivos, y la mayoría de las veces tenía sexo, y lo peor fue mudarme a un aparta estudio junto a una chica de la u, que era peor que yo. ella me presentaba sus amigos y yo los míos a ella.

me gustaría contarles más... que dicen?