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Cuarentena

Hola, me llamo Juli y soy nueva en esto. Me abrí una cuenta en poringa porque esta bueno compartir cosas respecto al encuentro del placer. Ah re.. deliro un poco! Hace poco estoy viviendo sola, tengo 18 años y estoy conociendo el mundo.. Los dejo con mi relato.





Cuarentena

En la vida constantemente lidiamos con personas que son intolerables, desagradables, que no queremos volver a cruzarnos.
Eso me sucede a mi, con el portero de mi edificio, es un tipo asqueroso, peludo, gordo, se ve que no se baña porque el olor a sudor es espantoso. Un asco de persona, ni hablar del mal aliento que tiene. Siempre que voy a pagar mis expensas me saluda con un beso con sus labios húmedos y me toca la cintura con unas manos gigantes, que cubren casi la mitad de mi espalda. 
Cuando bajo las escaleras él está parado en su puerta, observando y escarbando sus dientes con un palillo, te mira a los ojos y se toca la verga. Piensa que no me doy cuenta pero yo se que si. Di vuelta el rostro y lo vi mirándome el culo y mordiéndose los labios. Viejo canoso de 54 años, Jose mi portero.
En fin, más allá de todo ese espanto, disfrutaba de vivir sola, sin nadie cuidandome, me sentía una mujer muy madura y me divertía a mi manera - música, instagram-comidas-videollamadas -. Y lo que más me agradaba hacer era meterme en la bañera, llenar el baño con vapor.
En los solitarios días de cuarentena, a veces es difícil interactuar solo por videollamada, sentir el calor del contacto humano solo se adquiere con personas. Me hice amiga de un vecino, Ruben, moreno 27 años. Somos solo amigos, el quiere tener algo pero prefiero esperar. No me siento preparada para una relación. Nos juntamos de vez en cuando y me invita a fumar unos porros que cultiva jajaja
Quede con él para verlo a la noche, tomaríamos algo y pasaríamos el rato. Fume un poco que tenía en la mesa de luz y me dormí, al despertar el tiempo había pasado y tenía que salir a casa de Ruben, asi que me puse algo comodo y arriba la bata para no confundir a nadie. Salí apurada de mi departamento y al darme vuelta choco con Jose, el portero, comenzó a hacerme preguntas muy intimidantes.
-Donde vas a esta hora?-
-A ver a un amigo-
-¿Sabes que no se puede salir?, si necesitas algo sabes donde buscarme nena-
Me aleje, lentamente.  Estaba dura, sentía temor, una energía oscura. No confiaba mucho en ese desagradable señor; Ruben me recibió con vino y me tranquilizo, me habló muy dulce. Pude recuperar mi paz.
Después de unas copas comencé a sentirme un poco mareada y me preparo para ir, él no quiere que me vaya, me agarra la mano y me da un beso. Me deje llevar por un momento pero lo alejo con mis manos - No tengo ganas de nada!- dije, y él se alejó agachando la cabeza. Me sentí con fuerza! Agarré mis cosas y me fui a mi depto.
Me sentía extraña, un poco me gustaba. Pero no sabía si me gustaba porque sólo porque estaba muy sola. Baje las escaleras y me fui a la vereda a fumar un cigarrillo. Lo necesitaba, respirar, aire, ventilarse. Ahí estuve, hasta las 2 a.m.
Entre y estaba renovada, me sentía feliz y de muy buen humor. Estoy por subir la escalera y lo veo al portero observando desde su puerta, no se que se me paso por la cabeza en ese momento, pero me acerque a saludar.
Estuvimos hablando, una charla algo bizarra, podía sentirse una tensión en el aire. Sin embargo algo de mi quería saber quién era en realidad ese ser extraño y ermitaño. Me invitó a pasar por un copa y dije sí, me hace seña para entrar, y sin moverse de la puerta espera a que yo pase. Rose su panza con mi brazo.
Me senté en un sillón y él fue por el vino, tenía muchas herramientas y cosas de trabajo en su casa. Yo estaba en un sillón verde gastado, con manchas de humedad esperando a que viniera. En eso veo a mi derecha su pene apuntando a mi cara.
El viejo tenía su pene en mi cara, me intente parar pero me detuvo, no me dejo hacerlo. Tenía una verga negra, algo pálida, con un tronco lleno de venas. Los vellos de su pelvis eran grises, con canas. Y una cabeza enorme en la punta que latía y largaba pequeñas gotas de lubricacion masculina. Puso su enorme mano en mi cabeza y empujo. Sentí su enorme verga caliente llegar hasta mi garganta, sentí la sensación de vómito. La tomé con mi dos manos y se la comencé a chupar. Empezando por suaves besos en el tronco, limpié con mi lengua todo el semen de su glande. Meti toda su verga en mi boca y miraba todas sus caras de placer. No podía creer que se la estaba chupando a un viejo de 50 y pico de años. 
Me toque el short y lo tenía empapado, estaba toda mojada. Mis pezones se endurecieron y mi corazón latía a mil por hora.
Se la sigo chupando pero esta vez de rodillas en el sillón mientras el me da chirlos en la cola.
-Yo sabía que eras bien putita- me decía, y yo me excitaba.
Con sus dos manos me agarra de la cintura y me levanta, de tal manera que quedamos en un 69 parados. Sentía toda su lengua tibia en mi clítoris, tragando todos mis flujos. Mientras yo me atragantaba con su venga llena de semen en mi boca.
Me tira sobre el sillón y me pongo en 4. Super caliente! Ya no daba mas, estaba super cachonda y deshinibida. Mojo toda su verga y me la hunde hasta el fondo, era enorme y yo estaba muy cerrada. Sentía mucho dolor pero me gustaba esa pija, metió su dedo en mi boca y siguió bombeando. Mis gritos eran muy fuertes, estaba toda mojada por su sudor. Sacó su verga de mi y comence a chuparsela otra vez, su pija latía y me llenaba de fluido. Toda mi cara llena mojada.
-Parate nena y apoya las manos en la pared-
Lo hice sin chistar, se arrodilla y me mete su lengua en el ano, mientras juega con sus dedos entre mis piernas. Me puse sobre la mesa boca abajo y con su pija comenzo otra vez, solo que en esta ocasión pude sentir su dedo índice dentro de mi culito. Abrace mis piernas y me la metió en la cola, llore de dolor, sentia la circulación de su verga, la temperatura, no paraba de acabar. No duré mucho tiempo porque la tenía muy cerrada.
Ya mis piernas temblaban y mi cuerpo no daba más, me arrodillé y él comenzó a pajearse. Me pidió que me tocara.
-Tocate dale.. ahora viene la lechita. Te la doy en las tetas nena?-
- No.. quiero que me la des en la boca- Conteste
Escuche su grito de placer y abrí mi boca lo más grande que pude. Toda su leche caliente dentro de mi boca, me sentia muy sucia pero me gustaba.. Me la trague toda y se la comence a chupar un poco mas.
Fui muy puta y me encanto, pero amo a los señores mayores.
Con tuve mas encuentros con él, igual no pasó mucho. Solo risas cuando lo veo.
Esa noche me quede hasta las 6, me desperte cubierta en sudor y me fui a mi casa..



Cuentenme sus historias si quieren...

9 comentarios - Cuarentena

Ratonero96 +1
Increible relato, me encanto! +10
jbprodesign +1
Buen relato... Espero leer más de tus experiencias. Van mis 10
20539379 +1
Que suerte la de ese portero, me gustaría que me pase a mí y probar esa linda cola que tenés bombón!!!
cipoline38 +1
Muy buen relato, como buen viejo calentón me gustó, van10
salvfe +1
Pero q garchada te pegaría x putita
197Lavanderia
Creo que lo que más calienta es el hecho de cojer con alguien al que solo queres para eso, el deseo egoísta de ambos de acabar sin importales nada ni la edad, las diferencias, la suciedad, el dolor. El buen sexo es éso. Buen relato.
strat0
que lindo relato ! me encantaria ser tu vecino para convidarte unas ricas floressss
barnum77
Que ganas de ser tu portero!!!😍😘