Ayer me quedé a medio relato pies el internet me falló...
En fin, Erika le dijo al oficial que entrara las camionetas al estacionamiento para que se hiciera más discreto el asunto, una vez aparcadas las unidades, el jefe procedió a dar órdenes pertinentes, puso a tres hombres vigilando que no llegarán curiosos y a los otros, les dijo que por el momento solo observarán.
Como es lógico no me permitio grabar nada, pero si estar presente.
El oficial se agarraba la verga sobre el pantalón anticipando el placer que se daría con el cuerpo de mi esposa, quien golosa y con gestos insinuantes, se mostraba frente al concurrido público, se puso de rodillas frente al oficial y pasaba su lengua sobre sus labios, se tocaba las tetas y un dedo fue a parar en su boca, simulando una mamada, el tipo tragó saliva un par de veces, mientras Erika dejando sus tetas al aire, puso ambas manos sobre la bragueta y procedió a liberar el miembro, una verga dura y común, se mostró frente a ella, mi esposa hizo para atrás el cuerito y le dió un par de lamidas, el tipo tembló, la puta no tardó nada en engullir toda la extensión del tronco y dar sonoros chupetones, cubría el tallo y glande de lametones para la delicia del tipo, que caliente, empujaba su pelvis, sin atinar a hacer más que eso, tanta fue su calentura que un minuto después, llenaba la boca de la putita, que no dejó una gota fuera, siguió chupando hasta dejar la verga solo cubierta de saliva, al terminar, se incorporó, fue hasta la parte trasera de una camioneta y le pidió a otro oficial bajar la tapa, acto seguido, se quitó la malla al igual que la blusa, quedó sentada en la tapa y abrió lo más que pudo sus piernas, el jefe, aún con su flácida verga de fuera, le hizo a un lado la tanga y procedió a mamar la jugosa raja, Erika lo agarraba del cabello hundiendo su cabeza lo más posible, el tipo tenía algo de experiencia pues le arrancó un par de orgasmos, al tiempo que mamaba se agarraba su pene y logro una nueva erección, la que encajo sin contemplación dónde segundos antes estaba lamiendo, se aferró a las gordas tetas, empujando como poseído su cadera, la verga chapoteaba una y otra vez, Erika le rodeo la cintura con las piernas y el tipo eyaculo en ella, está vez no dejo que la perra le limpiará los restos de fluidos, rápido se guardo el miembro y le dijo a sus hombres que seguían ellos, los tipos no tardaron nada en quedar desnudos cintura para abajo y rodearon a la jadeante mujer, varias manos hicieron presa de sus curvas y ella sin quedarse quieta, ya agarraba vergas aquí y allá, succionaba las que tenía al alcance, algún despistado eyaculo sobre ella sin follarla siquiera, pero eso no importaba, la atención de ella se centraba en hacerlos acabar de cualquier manera posible, como es obvio, varios de los oficiales se sirvieron con su vagina o con su boca, dejando su leche bien adentro para beneplácito de la puta, al terminar ellos, hicieron el cambio correspondiente con los guardias, quienes algo cortados, no se acercaban a ella, pues tenía gruesos hilos de esperma por todos lados, afortunadamente en el estacionamiento hay un baño, que ella uso para asearse un poco, de regreso con ellos les dijo que si no se la follaba, ella misma se bajaría la calentura, agarro un par de toletes y los lamio, yo fui al carro ( siempre traigo vaselina) le di el tarro a mi puta, quien lubrico los duros instrumentos y ante la mirada atónita de los presentes, introdujo el primero por su concha, metió unos 20 centímetros y con el otro, masajeaba su clítoris el que estaba muy inflamado, luego, en el colmo de la calentura, saco el primero y juntando los instrumentos, se introdujo los dos al tiempo, con los objetos metidos hasta donde aguantó se dió vuelta quedando en cuatro, pegó la cabeza en el piso de la camioneta y ya con las manos libres, con una sostenía los toletes y con la otra se metió hasta tres dedos en el ano, los policías no daban crédito a lo que veían pero no tardaron en reaccionar, aquel que la follara primero, fue a ver de cerca tan cachondo y bizarro espectáculo, el mismo agarro los toletes y despacio los metió aún más, Erika le decía que necesitaba una verga en el culo, que por favor se la diera, así que el tipo se puso tras ella y sin miramientos la penetró de nuevo, al ver eso, sus subordinados hicieron fila para penetrar ese agujero, dejando a mi esposa abierta, llena y muy satisfecha.
En fin, Erika le dijo al oficial que entrara las camionetas al estacionamiento para que se hiciera más discreto el asunto, una vez aparcadas las unidades, el jefe procedió a dar órdenes pertinentes, puso a tres hombres vigilando que no llegarán curiosos y a los otros, les dijo que por el momento solo observarán.
Como es lógico no me permitio grabar nada, pero si estar presente.
El oficial se agarraba la verga sobre el pantalón anticipando el placer que se daría con el cuerpo de mi esposa, quien golosa y con gestos insinuantes, se mostraba frente al concurrido público, se puso de rodillas frente al oficial y pasaba su lengua sobre sus labios, se tocaba las tetas y un dedo fue a parar en su boca, simulando una mamada, el tipo tragó saliva un par de veces, mientras Erika dejando sus tetas al aire, puso ambas manos sobre la bragueta y procedió a liberar el miembro, una verga dura y común, se mostró frente a ella, mi esposa hizo para atrás el cuerito y le dió un par de lamidas, el tipo tembló, la puta no tardó nada en engullir toda la extensión del tronco y dar sonoros chupetones, cubría el tallo y glande de lametones para la delicia del tipo, que caliente, empujaba su pelvis, sin atinar a hacer más que eso, tanta fue su calentura que un minuto después, llenaba la boca de la putita, que no dejó una gota fuera, siguió chupando hasta dejar la verga solo cubierta de saliva, al terminar, se incorporó, fue hasta la parte trasera de una camioneta y le pidió a otro oficial bajar la tapa, acto seguido, se quitó la malla al igual que la blusa, quedó sentada en la tapa y abrió lo más que pudo sus piernas, el jefe, aún con su flácida verga de fuera, le hizo a un lado la tanga y procedió a mamar la jugosa raja, Erika lo agarraba del cabello hundiendo su cabeza lo más posible, el tipo tenía algo de experiencia pues le arrancó un par de orgasmos, al tiempo que mamaba se agarraba su pene y logro una nueva erección, la que encajo sin contemplación dónde segundos antes estaba lamiendo, se aferró a las gordas tetas, empujando como poseído su cadera, la verga chapoteaba una y otra vez, Erika le rodeo la cintura con las piernas y el tipo eyaculo en ella, está vez no dejo que la perra le limpiará los restos de fluidos, rápido se guardo el miembro y le dijo a sus hombres que seguían ellos, los tipos no tardaron nada en quedar desnudos cintura para abajo y rodearon a la jadeante mujer, varias manos hicieron presa de sus curvas y ella sin quedarse quieta, ya agarraba vergas aquí y allá, succionaba las que tenía al alcance, algún despistado eyaculo sobre ella sin follarla siquiera, pero eso no importaba, la atención de ella se centraba en hacerlos acabar de cualquier manera posible, como es obvio, varios de los oficiales se sirvieron con su vagina o con su boca, dejando su leche bien adentro para beneplácito de la puta, al terminar ellos, hicieron el cambio correspondiente con los guardias, quienes algo cortados, no se acercaban a ella, pues tenía gruesos hilos de esperma por todos lados, afortunadamente en el estacionamiento hay un baño, que ella uso para asearse un poco, de regreso con ellos les dijo que si no se la follaba, ella misma se bajaría la calentura, agarro un par de toletes y los lamio, yo fui al carro ( siempre traigo vaselina) le di el tarro a mi puta, quien lubrico los duros instrumentos y ante la mirada atónita de los presentes, introdujo el primero por su concha, metió unos 20 centímetros y con el otro, masajeaba su clítoris el que estaba muy inflamado, luego, en el colmo de la calentura, saco el primero y juntando los instrumentos, se introdujo los dos al tiempo, con los objetos metidos hasta donde aguantó se dió vuelta quedando en cuatro, pegó la cabeza en el piso de la camioneta y ya con las manos libres, con una sostenía los toletes y con la otra se metió hasta tres dedos en el ano, los policías no daban crédito a lo que veían pero no tardaron en reaccionar, aquel que la follara primero, fue a ver de cerca tan cachondo y bizarro espectáculo, el mismo agarro los toletes y despacio los metió aún más, Erika le decía que necesitaba una verga en el culo, que por favor se la diera, así que el tipo se puso tras ella y sin miramientos la penetró de nuevo, al ver eso, sus subordinados hicieron fila para penetrar ese agujero, dejando a mi esposa abierta, llena y muy satisfecha.
0 comentarios - Mi esposa puta..... Situaciones sexosas (continuación)