Tengo una tía, su nombre es Sandra, es el típico familiar que nadie quiere y es en serio, ella es déspota, mamona, grosera y todas las malas actitudes y aptitudes que puede haber, pero bueno, ella es esposa de mi tío el menor de los hermanos de mi madre.
Cabe señalar que, aunque por dentro es una basura, la tía Sandra físicamente esta de diez, en serio, aun hoy a sus 48 años, luce espectacular, ¿como le hace? Solo dios sabrá, es dueña de un trasero grande parado, de esos que quieres morder y apretar con desesperación, ¡sus tetas son grandes y paradas y no duda en lucir sus escotes mostrando de que está hecha y sus piernas dios mío! En serio, le dedique muchas pajas en mi adolescencia.
Pero esto sucedió justo cuando cumplía yo 21 años, en ese momento la tía tenia 32 años y como saben, a esa edad era un deleite mirarla en minifalda, la muy perra pasaba moviendo las nalgas cuando todos jugábamos futbol o los más adultos estaban tomando cerveza en la esquina, le encantaba ser el centro de atención, por ello creo venia el odio hacia ella, se corría el rumor que ella cada que podía corneaba a mi tío, de hecho a veces en mis fantasías, la imaginaba dándose sentones en un negro vergon, eso me hacía sacar chorros de semen, pero bueno, volviendo a lo acontecido aquel día, yo salí a comprar unas cosas para celebrar mi cumpleaños, pero fue justo cuando pasaba por un Motel, que ella salió de ahí, nada más y nada menos que con un amigo de mi tío!
Ambos se me miraron atónitos, yo los mire con ganas de insultarlos, pero me gano más el ver a mi tía con ese sensual minivestido que mostraba sus ricas piernas, así que solo la saludé y me retire.
Una vez que llegué a la casa, no poda sacarme los pensamientos lujuriosos que tenia de ella, la imaginaba, mamándole la verga a aquel tipo, cabalgando, pidiéndole que se la metiera con todo, así que decidí ir a pajearme para sasear mis ganas, total había decidido no decir nada, ya que no me correspondía.
Estaba a punto de jalármela pensando en ella, que justamente recibí una llamada:
S: Luis, ¿oye que haces?
L: En mi cama, ¿por?
S: Lo que viste, ¡no es lo que crees!
L: ¿Así? ¿Pues que creo?
S: ¡Es que bueno, el tipo me obligo!
L: Tía, no soy idiota, tengo la suficiente experiencia para darme cuenta que ahí, no había nadie obligado, si me disculpa tengo que continuar con lo de mi cumpleaños, ¡nos vemos!
S: ¡Espera!!! ¿No dirás nada?
L: ¡No lo sé, tal vez si!
S: ¡No!! Vamos, hagamos un trato, ¡que quieres de mí!
Inmediatamente el morbo se apodero de mi mente, ¡mi verga se puso aún más dura cuando tuve una gran idea!
L: Bueno, sabe, necesito que venga a mi casa, la espero en 15 minutos, le dejare abierto, mis padres no están, usted pase cuando llegue, ¡ahí negociaremos!
S: Ok, ¡voy para allá!
Inmediatamente subí a mi cuarto, ¡lo limpie y me desnude por completo! ¡Mi idea era obligarla coger conmigo y algo me decía que esta era mi oportunidad!
La tía Sandra llego puntual y escuché su voz al entra, ella subió hasta mi cuarto y al entrar, ¡grito y vi como sus ojos se abrieron al verme desnudo en mi cama!
S: ¡¿Que es esto?!!
L: ¿Qué?, ¡le dije que negociaríamos!
S: ¡Cabron!! ¡Tapate!
L: Mire, se lo pongo fácil, yo mantendré mi boca cerrada, ¡con la condición de que cojamos!!!
Ella me miro enfada y trato de irse, incluso me insulto, ¡pero yo la miraba acariciándome mi verga que estaba súper dura!
L: Bueno, yo pensé que quería negociar, entonces hagámoslo, ¡váyase y yo me encargo del resto!
S: Maldito escuincle, ¡sabes que soy la esposa de tu tío!
L: ¡Ahora si eres su esposa!, vaya hace un rato más que su esposa parecías una cualquiera, ¡talvez debo decirle!
S: ¡No!!! ¡Carajo!!!
Mi plan estaba saliendo a la perfección, ella estaba acorralada, ¡quien iba a decir que se me iba a poner en charola de plata y que todo estaba saliendo de maravilla!
S: Ok, te dejare montarme, ¡pero solo esta vez!
L: ¡Con una tengo!
La tía Sandra se paró frente a mi cama y lentamente dejo caer su sensual vestido, mostrándose solo en tanga, ¡dios mío! Que cuerpo más delicioso, sus tetas eran perfectas, grandes y con un enorme pezón, sus piernas estaban torneadas y sus ingles se veían de antojo, se dio vuelta y me permitió ver sus ricas nalgas, ¡mi verga se endureció más!
Le indique con mi dedo que al quería encima mío, ella con muecas de coraje obedeció y subió sobre mí, yo apretaba sus piernas, sus nalgas, sus tetas, ella cerraba los ojos, eso me puso más cachondo, tome sus duros y negros pezones y los devore como recién nacido, su respiración era agitada, estaba nerviosa, ¡pero notaba una ligera satisfacción mientras mi boca se comía sus tetas!
Besaba su cuello, la acosté y me dispuse a saborear su cuerpo, mi lengua recorría de su cuello hasta sus pies, deteniéndome especialmente encima de su tanga, oliendo su olor a semen ajeno y vagina, eso me encanto, besé su espalda, lamí sus duras nalgas, incluso le di pequeñas mordidas, ¡mi fluido pre seminal estaba a tope!
L: Que buena estas tías, ¡uhm!!
S: ¡Eres un degenerando!
L: ¡Somos!!
S: Dios, ¡ya acaba con esto!
L: Pues aun no, vamos, mámemela, ¡mámala como se la mamas a otros!
S: ¡Dios mío!
La tía no tenia de otra, así que me acosté y ella bajo a mi verga, al principio solo la ponía en su boca, llenándose de mis fluidos, ¡fue entonces que la tomé de la cabeza y a la fuerza le fui introduciendo mi verga!
L: Vamos, uhm, no me vengas con esto, vamos, ¡o mi tío sabrá lo puta que eres!
Ella suspiro y empezó a mamármela delicioso, mis sospechas eran ciertas, la tía mamaba riquísimo, lamia mi cabeza y mi mástil, me mordía las bolas, se lo tragaba hasta que se ahogaba, se sentía fenomenal, ver como mi verga desaprecia en su boca, ¡yo disfrutaba de mi ganancia obtenida!
S: Uhm, ¡es grande!
L: ¡Claro, uhm, que rico lo haces!
Poco a poco Sandra se clavó en la acción, sus mamadas eran más deliciosas, sentía sus manos acariciarme las nalgas y mi abdomen, yo le acariciaba sus ricas nalgas y con mi mano acariciando su vagina descubrí que ya estaba mojada, ¡la puta ya estaba excitada y le gustaba tragarme!
La acosté en la cama y abrí sus piernas, le hice a un lado su tanga y coloque mi cabeza en la entrada de su vagina, ella aun cerrando los ojos, respiraba aceleradamente, ¡me agache hasta que su cara y la mía estaban frente a frente y entonces lentamente la fui penetrando!
Apretaba riquísimo, yo jadeaba al sentir como su vagina me devoraba la verga, comencé con suaves movimientos, me hacía para atrás y la metía con fuerza, eso la hacía gemir y retorcerse, sus pezones estaban súper duros, le besaba su cuello, le apretaba su cabello, me comencé a mover con fuerza, esto la hizo gozar, con sus piernas empezó a abrazarme y sus manos a acariciarme, ¡estaba disfrutando mi verga!
L: ¿Te gusta?
S: ¡Ah, uhm, si!
Le levante sus piernas y en esa pose me movía más rápido, miraba como mi verga desaparecía en su coño, también me daba gusto acariciando sus piernas, ¡esas piernas que tantas pajas me hicieron hacerme!
Le doble las rodillas hasta que casi chocaban con su frente, sus nalgas se veían fenomenales, las apretaba con desesperación y me apoyaba de ella para seguir penetrándola, esa pose finalmente la desato, ¡ella abrió los ojos y miraba como mis 21 cm de verga la tenían bien ensartada!
S: ¡Ah, si, uhm!!
L: ¡Que rico!, uhm!
S: ¡Mas, uhm, así!
L: Sabía que no te resistirías, ¡uhm!
Seguía moviéndome con fuerza, ella gemía y me arañaba la espalda, Sandra gemía y también movía rico su cuerpo, se sentía fenomenal, ¡no era la primera tía que me cogía, pero si era la mejor!
La puse en cuatro y acariciándole las nalgas la penetré fuerte, le apretaba la espalda y parecía un toro loco, la montaba toscamente y con fuerza, ella movía rico su cuerpo, que delicia tener a mi tía en cuatro, mi verga era tragada por completo y su vagina estaba súper mojada, ella estaba a punto de venirse, ¡al igual que yo!
S: ¡Ah, sí que rico, uhm!
L: ¡Ah, ah, tía!!!!
S: ¡Vamos, dámela, dámela papi!!
L: ¡Es la mejor!!!
Bastaron unos movimientos de cadera en conjunto, para que comenzara a llenarla de semen, ella se movía rico y el orgasmo era de lo mejor, ¡a esa edad jamás me habían hecho sentir así y mi tía me estaba dando el mejor orgasmo hasta ese momento!
Quede encima de ella como perros pegados, ella aún se convulsionaba por los espasmos que le había generado, pero yo gracias a mi juventud aún estaba duro, a lo que ella me pido que me acostar, ¡ya que me iba a dejar seco!
Me acosté y Sandra subió a cabalgarme, empezó dándose unos buenos sentones, es verdad que me sacaba el aire, pero la sensación de cómo se tragaba mi verga con su coño era genial, la mejor en mi vida, mientras yo aprovechaba a acariciarle sus muslos, ¡sus nalgas y morder sus pezones!
S: Ah, ¡Luis, que buen macho eres!
L: ¡Dios, que rico coges tía!
S: Para estar joven tienes una buena verga, ¡uhm!!
L: ¡Mas buena estas tú!!!
Ahora me daba una deliciosa cabalgada, sus caderas se movían fantástico, yo al tomaba de sus nalgas y guiaba cada movimiento, luego mi ti acelero su ritmo, ¡me tenía jadeando y ella también disfrutaba estar encima de mí!!
S: ¡Ah, que duro, uhm!
L: ¡Más!! que rico, muévete, agh!
S: ¡Luis, que rico!
L: ¡No pares, ah, muévete!!
¡Ambos estábamos acelerados, nos movíamos juntos, sentía sus espasmos nuevamente y yo sentía como me inflaba, estaba por correrme otra vez!
Y así fue, en un gran movimiento, mi leche salió nuevamente llenado a mi tía de semen, ella también se corrió, ambos dejamos mi cama toda mojada, ¡disfrutando aquel delicioso orgasmo!
S: ¡Uhm, que rico, agh!
L: ¡Eres la mejor tía!
S: Bueno, ya cumplí, ¡espero tu cumplas!
L: No se preocupe, ¡espero lo hagamos más seguido!
S: Ya veremos, uhm, ¡ya veremos!
Mi tía se vistió y se fue, ella no asistió a mi celebración que hice, pero una semana después ahora estábamos en su casa cogiendo, con la adrenalina por ser descubiertos, pero mientras eso pasaba, ¡ella fue una buena maestra sexual y más adelante les contare más ricas experiencias con ella!
Cabe señalar que, aunque por dentro es una basura, la tía Sandra físicamente esta de diez, en serio, aun hoy a sus 48 años, luce espectacular, ¿como le hace? Solo dios sabrá, es dueña de un trasero grande parado, de esos que quieres morder y apretar con desesperación, ¡sus tetas son grandes y paradas y no duda en lucir sus escotes mostrando de que está hecha y sus piernas dios mío! En serio, le dedique muchas pajas en mi adolescencia.
Pero esto sucedió justo cuando cumplía yo 21 años, en ese momento la tía tenia 32 años y como saben, a esa edad era un deleite mirarla en minifalda, la muy perra pasaba moviendo las nalgas cuando todos jugábamos futbol o los más adultos estaban tomando cerveza en la esquina, le encantaba ser el centro de atención, por ello creo venia el odio hacia ella, se corría el rumor que ella cada que podía corneaba a mi tío, de hecho a veces en mis fantasías, la imaginaba dándose sentones en un negro vergon, eso me hacía sacar chorros de semen, pero bueno, volviendo a lo acontecido aquel día, yo salí a comprar unas cosas para celebrar mi cumpleaños, pero fue justo cuando pasaba por un Motel, que ella salió de ahí, nada más y nada menos que con un amigo de mi tío!
Ambos se me miraron atónitos, yo los mire con ganas de insultarlos, pero me gano más el ver a mi tía con ese sensual minivestido que mostraba sus ricas piernas, así que solo la saludé y me retire.
Una vez que llegué a la casa, no poda sacarme los pensamientos lujuriosos que tenia de ella, la imaginaba, mamándole la verga a aquel tipo, cabalgando, pidiéndole que se la metiera con todo, así que decidí ir a pajearme para sasear mis ganas, total había decidido no decir nada, ya que no me correspondía.
Estaba a punto de jalármela pensando en ella, que justamente recibí una llamada:
S: Luis, ¿oye que haces?
L: En mi cama, ¿por?
S: Lo que viste, ¡no es lo que crees!
L: ¿Así? ¿Pues que creo?
S: ¡Es que bueno, el tipo me obligo!
L: Tía, no soy idiota, tengo la suficiente experiencia para darme cuenta que ahí, no había nadie obligado, si me disculpa tengo que continuar con lo de mi cumpleaños, ¡nos vemos!
S: ¡Espera!!! ¿No dirás nada?
L: ¡No lo sé, tal vez si!
S: ¡No!! Vamos, hagamos un trato, ¡que quieres de mí!
Inmediatamente el morbo se apodero de mi mente, ¡mi verga se puso aún más dura cuando tuve una gran idea!
L: Bueno, sabe, necesito que venga a mi casa, la espero en 15 minutos, le dejare abierto, mis padres no están, usted pase cuando llegue, ¡ahí negociaremos!
S: Ok, ¡voy para allá!
Inmediatamente subí a mi cuarto, ¡lo limpie y me desnude por completo! ¡Mi idea era obligarla coger conmigo y algo me decía que esta era mi oportunidad!
La tía Sandra llego puntual y escuché su voz al entra, ella subió hasta mi cuarto y al entrar, ¡grito y vi como sus ojos se abrieron al verme desnudo en mi cama!
S: ¡¿Que es esto?!!
L: ¿Qué?, ¡le dije que negociaríamos!
S: ¡Cabron!! ¡Tapate!
L: Mire, se lo pongo fácil, yo mantendré mi boca cerrada, ¡con la condición de que cojamos!!!
Ella me miro enfada y trato de irse, incluso me insulto, ¡pero yo la miraba acariciándome mi verga que estaba súper dura!
L: Bueno, yo pensé que quería negociar, entonces hagámoslo, ¡váyase y yo me encargo del resto!
S: Maldito escuincle, ¡sabes que soy la esposa de tu tío!
L: ¡Ahora si eres su esposa!, vaya hace un rato más que su esposa parecías una cualquiera, ¡talvez debo decirle!
S: ¡No!!! ¡Carajo!!!
Mi plan estaba saliendo a la perfección, ella estaba acorralada, ¡quien iba a decir que se me iba a poner en charola de plata y que todo estaba saliendo de maravilla!
S: Ok, te dejare montarme, ¡pero solo esta vez!
L: ¡Con una tengo!
La tía Sandra se paró frente a mi cama y lentamente dejo caer su sensual vestido, mostrándose solo en tanga, ¡dios mío! Que cuerpo más delicioso, sus tetas eran perfectas, grandes y con un enorme pezón, sus piernas estaban torneadas y sus ingles se veían de antojo, se dio vuelta y me permitió ver sus ricas nalgas, ¡mi verga se endureció más!
Le indique con mi dedo que al quería encima mío, ella con muecas de coraje obedeció y subió sobre mí, yo apretaba sus piernas, sus nalgas, sus tetas, ella cerraba los ojos, eso me puso más cachondo, tome sus duros y negros pezones y los devore como recién nacido, su respiración era agitada, estaba nerviosa, ¡pero notaba una ligera satisfacción mientras mi boca se comía sus tetas!
Besaba su cuello, la acosté y me dispuse a saborear su cuerpo, mi lengua recorría de su cuello hasta sus pies, deteniéndome especialmente encima de su tanga, oliendo su olor a semen ajeno y vagina, eso me encanto, besé su espalda, lamí sus duras nalgas, incluso le di pequeñas mordidas, ¡mi fluido pre seminal estaba a tope!
L: Que buena estas tías, ¡uhm!!
S: ¡Eres un degenerando!
L: ¡Somos!!
S: Dios, ¡ya acaba con esto!
L: Pues aun no, vamos, mámemela, ¡mámala como se la mamas a otros!
S: ¡Dios mío!
La tía no tenia de otra, así que me acosté y ella bajo a mi verga, al principio solo la ponía en su boca, llenándose de mis fluidos, ¡fue entonces que la tomé de la cabeza y a la fuerza le fui introduciendo mi verga!
L: Vamos, uhm, no me vengas con esto, vamos, ¡o mi tío sabrá lo puta que eres!
Ella suspiro y empezó a mamármela delicioso, mis sospechas eran ciertas, la tía mamaba riquísimo, lamia mi cabeza y mi mástil, me mordía las bolas, se lo tragaba hasta que se ahogaba, se sentía fenomenal, ver como mi verga desaprecia en su boca, ¡yo disfrutaba de mi ganancia obtenida!
S: Uhm, ¡es grande!
L: ¡Claro, uhm, que rico lo haces!
Poco a poco Sandra se clavó en la acción, sus mamadas eran más deliciosas, sentía sus manos acariciarme las nalgas y mi abdomen, yo le acariciaba sus ricas nalgas y con mi mano acariciando su vagina descubrí que ya estaba mojada, ¡la puta ya estaba excitada y le gustaba tragarme!
La acosté en la cama y abrí sus piernas, le hice a un lado su tanga y coloque mi cabeza en la entrada de su vagina, ella aun cerrando los ojos, respiraba aceleradamente, ¡me agache hasta que su cara y la mía estaban frente a frente y entonces lentamente la fui penetrando!
Apretaba riquísimo, yo jadeaba al sentir como su vagina me devoraba la verga, comencé con suaves movimientos, me hacía para atrás y la metía con fuerza, eso la hacía gemir y retorcerse, sus pezones estaban súper duros, le besaba su cuello, le apretaba su cabello, me comencé a mover con fuerza, esto la hizo gozar, con sus piernas empezó a abrazarme y sus manos a acariciarme, ¡estaba disfrutando mi verga!
L: ¿Te gusta?
S: ¡Ah, uhm, si!
Le levante sus piernas y en esa pose me movía más rápido, miraba como mi verga desaparecía en su coño, también me daba gusto acariciando sus piernas, ¡esas piernas que tantas pajas me hicieron hacerme!
Le doble las rodillas hasta que casi chocaban con su frente, sus nalgas se veían fenomenales, las apretaba con desesperación y me apoyaba de ella para seguir penetrándola, esa pose finalmente la desato, ¡ella abrió los ojos y miraba como mis 21 cm de verga la tenían bien ensartada!
S: ¡Ah, si, uhm!!
L: ¡Que rico!, uhm!
S: ¡Mas, uhm, así!
L: Sabía que no te resistirías, ¡uhm!
Seguía moviéndome con fuerza, ella gemía y me arañaba la espalda, Sandra gemía y también movía rico su cuerpo, se sentía fenomenal, ¡no era la primera tía que me cogía, pero si era la mejor!
La puse en cuatro y acariciándole las nalgas la penetré fuerte, le apretaba la espalda y parecía un toro loco, la montaba toscamente y con fuerza, ella movía rico su cuerpo, que delicia tener a mi tía en cuatro, mi verga era tragada por completo y su vagina estaba súper mojada, ella estaba a punto de venirse, ¡al igual que yo!
S: ¡Ah, sí que rico, uhm!
L: ¡Ah, ah, tía!!!!
S: ¡Vamos, dámela, dámela papi!!
L: ¡Es la mejor!!!
Bastaron unos movimientos de cadera en conjunto, para que comenzara a llenarla de semen, ella se movía rico y el orgasmo era de lo mejor, ¡a esa edad jamás me habían hecho sentir así y mi tía me estaba dando el mejor orgasmo hasta ese momento!
Quede encima de ella como perros pegados, ella aún se convulsionaba por los espasmos que le había generado, pero yo gracias a mi juventud aún estaba duro, a lo que ella me pido que me acostar, ¡ya que me iba a dejar seco!
Me acosté y Sandra subió a cabalgarme, empezó dándose unos buenos sentones, es verdad que me sacaba el aire, pero la sensación de cómo se tragaba mi verga con su coño era genial, la mejor en mi vida, mientras yo aprovechaba a acariciarle sus muslos, ¡sus nalgas y morder sus pezones!
S: Ah, ¡Luis, que buen macho eres!
L: ¡Dios, que rico coges tía!
S: Para estar joven tienes una buena verga, ¡uhm!!
L: ¡Mas buena estas tú!!!
Ahora me daba una deliciosa cabalgada, sus caderas se movían fantástico, yo al tomaba de sus nalgas y guiaba cada movimiento, luego mi ti acelero su ritmo, ¡me tenía jadeando y ella también disfrutaba estar encima de mí!!
S: ¡Ah, que duro, uhm!
L: ¡Más!! que rico, muévete, agh!
S: ¡Luis, que rico!
L: ¡No pares, ah, muévete!!
¡Ambos estábamos acelerados, nos movíamos juntos, sentía sus espasmos nuevamente y yo sentía como me inflaba, estaba por correrme otra vez!
Y así fue, en un gran movimiento, mi leche salió nuevamente llenado a mi tía de semen, ella también se corrió, ambos dejamos mi cama toda mojada, ¡disfrutando aquel delicioso orgasmo!
S: ¡Uhm, que rico, agh!
L: ¡Eres la mejor tía!
S: Bueno, ya cumplí, ¡espero tu cumplas!
L: No se preocupe, ¡espero lo hagamos más seguido!
S: Ya veremos, uhm, ¡ya veremos!
Mi tía se vistió y se fue, ella no asistió a mi celebración que hice, pero una semana después ahora estábamos en su casa cogiendo, con la adrenalina por ser descubiertos, pero mientras eso pasaba, ¡ella fue una buena maestra sexual y más adelante les contare más ricas experiencias con ella!
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